Capitulo 14

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El regreso a Hogwarts estuvo rodeado de felicidad, energía y muchas buenas vibras, algo completamente extraño en Lilith, en realidad, era la primera vez que la joven Nott sentía tantas emociones positivas juntas desde...Bueno, era la primera vez.

—De regresó a Hogwarts.—dijo Ginny en cuanto descendieron del tren.—Me agrada volver, pero...

—Te hubiera gustado quedarte con los chicos.—completo Hermione y le sonrió.—Lo se, yo me siento igual, ¿y tú, Lilith?

—Yo estoy normal.—respondió encogiéndose de hombros.—total, Fred toma tutorías todos los días conmigo, lo veré mañana probablemente.

—Dichosa.—dijo Ginny con burla.

Al llegar al Gran Comedor para la cena, Lilith, al igual que siempre, se despidió de sus dos amigas y mientras ambas chicas fueron a la mesa de Gryffindor, ella se dirigió a la mesa de Slytherin, donde se sirvió un plato con carne y pasta, se sentó y abrió uno de sus nuevos libros para comenzar a comer mientras leía.

Escucho como el asiento frente a ella era ocupado y levanto el rostro, confundida, para ver quien era la persona y abrió los ojos sorprendida al notar que se trataba, nada más y nada menos, que de su ex novio Draco Malfoy.

—Hola, Lilith.—saludó Draco.

Durante unos momentos, Lilith no respondió. Había olvidado lo tersa que se escuchaba la voz de Draco, también el como se escuchaba su nombre en sus labios. Miro los claros ojos grises de Malfoy y asintió a modo de saludo y dijo:

—Draco, ¿Qué se te ofrece?

—¿Ya no puedo sentarme a charlar contigo?—pregunto con sarcasmo.

—Déjate de tonterías, Draco. ¿Qué quieres?—dijo Lilith con frialdad.

—Quiero que arreglar las cosas contigo.—respondió con firmeza.

La sorpresa invadió el cuerpo de Lilith y por unos minutos no supo que decir, en cuanto su cerebro volvió a funcionar correctamente, frunció el ceño y le analizo el rostro.

—¿Qué pretendes, Draco? ¿Acaso es una broma de mal gusto? Sí es así, hazme el favor de largarte, no quiero saber nada de ti.—sentenció furiosa.

—No es ninguna broma, Lilith, yo...estuve pensando en ti todas las vacaciones y...

—¿Y te diste cuenta al fin de todas las cosas que hice por ti?—lo miro molesta y este asintió.—Claro...supongo que aquel refrán muggle aplica en este momento, uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

—Te esta haciendo daño juntarte mucho con Granger y los Weasley.—dijo Draco con cierta irritación.

—No más daño del que me hice juntándome contigo y tu pandilla.

—Lilith...

—No, Draco, cállate.—lo corto, rabiosa.—¿Qué ha pasado? ¿Lucius y Narcisa te han obligado a que hables conmigo? ¿O es que Astoria ya vio que en realidad solo la usaste y que no pretendías casarte con ella? ¿O quizá es el hecho de que soy más pura, sexualmente, que ella? ¿Tu ego es tan grande que no puedes casarte con la chica que has compartido con todo Slytherin?

—Ya cállate, Lilith.—ordenó y la miró molesto.

—Tú a mi no me das ordenes.—se levanto abruptamente de la mesa.

Salió de su asiento y comenzó a caminar, alejándose de la mesa de Slytherin hasta que Draco la tomó del brazo y ella se zafó toscamente.

—¡Suéltame!

La mirada de todos en el Gran Comedor recayó sobre ambos Slytherin, Draco soltó una maldición por lo bajo y Lilith aprovechó el momento para librarse de su agarre y salir del Gran Comedor.

Una vez estuvo en su sala común, agradeció internamente el ser una Premio Anual con su propia sala común y así no tener que convivir en la sala común de Slytherin. Suspiro pesadamente, sintiendo los acelerados latidos de su corazón. Lilith siempre había sido una persona seria, con mucho autocontrol, pero debía admitir que justo hace unos momentos había perdido el control con Draco Malfoy y que había hecho una escena en el Gran Comedor.

La puerta de la sala común se abrió y Hermione y Ginny ingresaron preocupadas. Lilith estaba en el sofá con la cabeza agachada, intentando consolarse internamente, diciéndose que no era su culpa haber hecho una escena, que era completamente normal haber perdido el control teniendo en cuenta lo que Draco le hizo y el cinismo con el que se había dirigido a ella hace un momento, como si lo que sucedió entre ellos no hubiera sido más que una mera pelea.

—Lils...¿estas...?

—...estoy bien, Hermione.—la interrumpió con suavidad.

—¿Qué te dijo el idiota de Malfoy?—pregunto Ginny.

—Dijo que quería arreglar las cosas conmigo.

—¡¿Qué?!—exclamaron ambas.

—¡Maldito hurón botador!

—¡Qué descarado!

—Ya no importa.—las calló Lilith.—seguramente pronto lo deje, no creo que se convierta en un problema.

Lilith Nott se equivocaba muy pocas veces y para su mala suerte, esa era una de ellas. Draco, más que convertirse en un problema, se había convertido en una maldita garrapata de la que Lilith simplemente no pudo deshacerse durante todo el mes de enero.

Por las mañanas le llegaban sus bombones favoritos parisinos, cortesía de Draco. Por las tardes, a la hora de la comida, sospechosamente en donde se sentaba aparecía su comida favorita y por último, en la cena siempre aparecía un regalo costoso envuelto,  siempre se trataban de joyas.

—¡Deja de intentar comprarme con tus estúpidos regalos costosos, Draco Malfoy!—le grito en el pasillo, mientras se dirigía a sus tutorías con Fred despues de clases.

—¡No hasta que me perdones, Lilith!—replicó el, tomándola de los hombros.—¿Qué se supone que debo hacer para que veas que tu y yo somos el uno para el otro? ¡Somos perfectos juntos!

—¡Éramos perfectos juntos, Draco! ¡Lo éramos hasta que me engañaste!

—¡Fue un error y estoy aquí para que lo arreglemos! ¡Aún podemos volver a estar juntos!

—¡No! ¡No podemos!

—¡¿Y porque no?!

—¡Porque ya no te amo y porque ya tengo novio!

—¡Sí, claro!—Draco soltó una carcajada.—Ya basta, Lilith. Prometo que no volvera a pasar pero ya dejemos todo esto en el pasado.

—Te estoy hablando muy enserio, Draco. Ya te supere y ya tengo una nueva pareja.—replicó Lilith con frialdad.

—Veo que mucho no te dolió nuestra separación.—la miró molesto, empezando a comprender que ella hablaba seriamente.

—Fueron casi dos años separados, Draco. Ni a mi padre le di tanto luto como a ti.—dijo fastidiada.

—¿Y quien es ese nuevo novio, si se puede saber?—pregunto cruzándose de brazos y antes de que Lilith pudiera responder que ese no era su problema, un brazo la tomó por la cintura.

—Yo. ¿Algún problema?—dijo Fred Weasley apareciendo con una sonrisa de lado que escondía al furia que sentía por ver al tipo que había roto el corazón de su novia en el pasado.

Por unos segundos,  Draco se quedo en blanco, incrédulo. No podía creer que Fred Weasley, una de las fotocopias y miembro del clan Weasley, fuera la nueva pareja de su Lilith.

—Muchos.—admitió con suavidad en cuanto se recupero del shock.—pero prefiero esperarme a escuchar los que pueda mencionar Madame Zabini.

Y ante la sorpresa de Fred y el regocijo de Draco, Lilith dejo caer los libros que llevaba en brazos, completamente palida y con el rostro lleno de horror. Antes de poder siquiera hechizar a Draco, este salió corriendo rumbo a la sala de Slytherin y se perdió por los pasillos. Fred volteo a ver a su novia que parecía a punto de vomitar.

—Vamos a morir...—susurró asustada.















¿Qué les pareció el capitulo? 

Les comento que esta novela no será muy larga ya que tengo pensadas que mis siguientes dos novelas si que serán bastante extensas. La primera de estas novelas ya esta publicada y se llama Dark Lady, es con Tom Ryddle, espero la disfruten:)

PD: Hagan sus apuestas, ¿con quién creen que sea la otra novela larga que ya tengo en borradores?

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