Cuarenta y tres

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Por un minuto es amor, y de repente, es como un campo de batalla.
Una palabra se convierte en un:
¿Por qué pasa que las cosas mas pequeñas
nos hacen pedazos?

Mi mundo no es nada cuando tu te has marchas, estoy aquí afuera sin escudo,
ahora no puedo retroceder.
Ambas manos, atadas a la espalda sin cuerda. En estos tiempos escalamos tan rápido, solo para caer de nuevo.

¿Por qué tenemos que caer en la trampa?

Nunca fue mi intención empezar una guerra,
sabes que nunca quise hacerte daño.
Ni siquiera sé la razón por la que estamos peleando.

*✾ ・。。・✾ ゜・。。・✾ *


Taehyung se encontraba acomodando el pañuelo en su cuello por enésima vez. Estaban en el auto de SeokJin, camino al supermercado y veía su reflejo en el espejo retrovisor.

-Tienes un espejo en la guantera... -mencionaba el castaño-. Si sigues moviéndome el retrovisor no podré ver correctamente hacia atrás

-Ay, que sensible -exclamaba Taehyung, acomodando el retrovisor de una forma que SeokJin terminaba corrigiendo.

-Estás bien, no se ve nada -mencionaba el mayor.

Taehyung lo miraba y le sonreía-. No mientas, no hay forma que pueda taparlo.

SeokJin reía y finalmente luego de unos minutos encontraban un lugar para estacionar como debían. Al bajar iban en dirección a la zona de los carros y tomaban uno.

- ¿Uno te parece suficiente? -mencionaba Taehyung, tomando otro para si mismo-. Yo llevaré uno para mí

-Pero no comprare tanto, déjalo así -exclamaba-. Ven aquí -SeokJin lo tomaba de la mano y avanzaba.

Taehyung alzaba sus cejas y caminaba con cierta incertidumbre. Notaba por primera vez que recién salían al público nuevamente. No estaban dentro de las cuatros paredes de su apartamento y mucho menos en la casona de Jimin, por lo que se sentía tan jodidamente extraño al respecto. Una posición extrañamente vulnerable.

Al entrar al gran supermercado, muchos ojos recaian sobre ellos por muchos motivos. Ser una pareja del mismo sexo y bueno, el pañuelo no cubría las marcas de Taehyung y la campera de cuello alto que SeokJin llevaba, hacía más o menos un trabajo pasable, más o menos.

El azabache se sentía incómodo, estaba intentando fuertemente acoplarse a la comodidad de SeokJin. Como si nada hubiera cambiado para él o como siempre tan predispuesto a la vida en pareja. SeokJin no había hecho nada diferente de una relación a otra, pero Taehyung hacía tiempo que no tenía este tipo de salidas.

-Oh, mira... Comida gratis -mencionaba soltando inmediatamente a SeokJin para acercarse a una de las tantas mesas que el mercado tenía con diferentes muestras de alimento.

SeokJin había quedado plasmado viendo su propia mano-como si hubiera sido en jodida cámara lenta-pensando en la facilidad con la que Taehyung se había liberado, debido a su relajado agarre. Una simple escena que lo había hecho sentir una sensación extraña y pesada en su pecho. Volviendo en sí, sacudía su cabeza y se acercaba al puesto y notaba a Taehyung probando los bocadillos y halagandolos.

-Esto es genial... -mencionaba el menor como si nada. Como si no supiera como SeokJin se sentía.

Y ciertamente, no lo sabía, por lo que invitan a Seokjin a comer.

La mesa estaba a cargo de un bonito chico que no dejaba de sonreír al verlos a ambos hacer todo tipo de caras. Especialmente Taehyung, quien se veía adorable con su natural puchero pintado en sus labios. El muchacho tomaba otro bocado y se lo acercaba a la boca como si nada.

-Este tiene un sabor agridulce, es de mí favoritos... Pruébalo, creo que te gustará también.

Taehyung abría la boca muy absorto en degustar dichos bocados que, no notaba en lo absoluto que el chico le sonreía en demasía, él también lo hacía por simple agradecimiento, pero SeokJin comenzaba a sentirse jodidamente incómodo.

- ¿Me das? -soltaba el castaño de la nada, abriendo su boca en dirección a Taehyung.

Rápidamente el coqueto chico a cargo, estaba totalmente a bordo de darle a SeokJin en la boca también, pero al momento en el que acercaba el palillo con el bocado clavado en la punta, SeokJin cerraba la boca y añadía:

-Oh, me refería a mí esposo -mencionaba con una sonrisa falsa que le regalaba al chico.

-Oh, casados... -el muchacho bajaba el bocado y Taehyung alzaba sus cejas a punto de responder lo contrario a lo que SeokJin había mencionado.

-Si, desde hace catorce años -afirmaba con esa sonrisa para nada natural. Taehyung se ahogaba y comenzaba a toser mientras SeokJin palmeaba su espalda-. Ya comió suficiente... -añadía.

El chico sonreía incómodo y de inmediato llamaba a otra pareja para comenzar a mostrarles el producto. Ya alejados de dicha mesa, Taehyung daba un paso hacia atrás para alejarse de SeokJin y recuperar el aliento. Luego de poder respirar como debía lo miraba confundido.

- ¿Estás bien? -exclamaba el mayor.

- ¿Qué mierda fue eso? -preguntaba sorprendido. No había levantado la voz y ciertamente no parecía ofendido del todo. Pero tampoco parecía estar de acuerdo.

-Lo siento, el tipo te coqueteaba -respondía como si nada, dando marcha al carrito nuevamente.

Taehyung reía sin ganas-. Hombre, el chico estaba coqueteandonos a ambos - mencionaba relajado-. Me sacaste de ahí y quería preguntar qué producto era para llevar al buffet -soltaba mirando hacia todos lados.

-Son los bocadillos de ese estante -exclamaba Seokjin.

Taehyung de inmediato tomaba una caja y emprendía vuelo. El castaño lo miraba y lo notaba caminar más lejos de él, aunque tenía la perfecta excusa de estar llenando el carro finalmente con las cosas anotadas en su lista. Tiempo atrás Taehyung solía caminar pegado a su brazo o bien lo llevaba de la mano porque SeokJin era pegajoso, y lo seguía siendo. Nada había cambiado en él, pero si mucho en Taehyung.

Siguieron como dos amigos comprando como si nada, pero cada que SeokJin lo atraía hacia él, para poner su brazo en sus hombros o cintura, Taehyung se alejaba y no duraba ni veinte segundos bajo el toque de SeokJin. Nuevamente recordaba aquel día en que habían ido a arreglar los trajes de Jimin y Jungkook. Taehyung se había alejado de inmediato cuando la chica los había confundido con una pareja a punto de contraer matrimonio y ciertamente había sido difícil besarlo en la calle, ya que Taehyung tenía el mismo comportamiento que ahora.

Se alejaba. Quizás consciente o inconscientemente, pero la realidad era que parecía no hallarse con ellos juntos de esa forma... Fuera de su apartamento. Los minutos habían pasado y el ambiente entre ambos no era el mismo que en el apartamento. Estaba pesado el aire entre ellos, Taehyung parecía un gran amigo de SeokJin y éste estaba intentando con todas sus fuerzas cambiar su cara de pocos amigos.

- ¿Por qué dijiste que era tu esposo? -preguntaba Taehyung de la nada, muchos minutos después de lo acontecido.

Esto se debía a qué estaba yendo en dirección a las cajas por lo que veía nuevamente al chico del inicio que le había dado a probar los bocadillos y el recuerdo junto con la duda había vuelto.

-Te dije que lo sentía -mencionaba SeokJin escuetamente-. Tampoco es como si hubiera mentido

-Lo hiciste, estamos divorciados -mencionaba el azabache con el mismo tono seco.

-Eso no cambia que te siga sintiendo como tal para mí -afirmaba Seokjin más dulcemente.

Taehyung sonreía de forma cínica y lo miraba-. Increíble -mencionaba mirando hacia otro lado y mordiendo su lengua.

SeokJin suspiraba y apretaba sus dientes, repensaba sus palabras y volvía a soltar-. Lo siento ¿si? -tomaba con suavidad la cabeza de Taehyung en la zona de la nuca para que estuvieran cara a cara.

Estaba seguro de ir por un casto beso, pero Taehyung corría su rostro. El beso terminaba depositado de forma dulce en su mejilla, Seokjin suspiraba sonoramente y se alejaba con ese jodido dolor en el pecho que parecía expandirse un poco más mientras seguían fuera.

Taehyung por su parte aclaraba su garganta y atinaba a palmear su hombro-. Volvamos, ya tengo suficiente y me está dando hambre.

En la fila de la caja Taehyung tomaba el carro revisando todo y sacando su billetera. SeokJin por su lado lo ayudaba a apartar sus cosas para pagarlas él. Ciertamente no tenía mucho.

-Llevas mucho ramen instantáneo -mencionaba Taehyung-. ¿No te cocinas para ti cuando estás solo?

SeokJin lo miraba, negando con una dulce sonrisa-. Llegó cansado y me hace sentir más miserable y solo.

-Que exagerado -soltaba Taehyung-. Lo siento, es la costumbre y no tienes que ser tan extremista -se encogía de hombros haciendo referencia a tantas cenas solo que tenía desde hacía tiempo.

-Quizas exagero -mencionaba poniéndose detrás de Taehyung y susurrando a su oido-. ¿Puedo abrazarte de la cintura o sería mucho para ti?

Taehyung sentía la piel de su nuca enchinarse y los escalofríos familiares recorrerle la zona de su columna, acrecentar el calor en sus orejas y dar ese cosquilleo en su bajo vientre.
Giraba su rostro para ver a Seokjin, quien estaba jodidamente cerca, con su cuerpo pegado al suyo y mirándolo fijamente. Una mirada extraña que lograba calentar a Taehyung y hacerlo sentir extraño a la vez.

El azabache se relamía los labios y cuando iba a responder la fila avanzaba.

- ¿Chicos? -mencionaba la cajera, llamando la atención de ambos y comenzando a cobrar.

Taehyung reaccionaba y se iba hacia adelante para comenzar a quitar las cosas del canasto, nuevamente la mirada de Jin parecía no perderlo de vista. Al llegar al auto se acomodaban en silencio y Taehyung quitan su pañuelo de un manotazo.

SeokJin conocía muy bien aquellas reacciones, estaba con algo en la punta de su lengua que no quería soltar, pero que le agobiaba y lo único que podía hacer era sonidos bruscos o permanecer en completo silencio. Muy similar a la ley de hielo, pero con un jodido acertijo de por medio que, hacía a Seokjin preguntarse: ¿Qué lo había puesto así?

El castaño se ponía en marcha sin tener mucho que decir, había sido una muy mala idea salir juntos. Ahora entendía porque Taehyung posiblemente no quería aquello. Nuevamente se estaba adelantando, nuevamente estaba siendo algo asfixiante cuando debía de recordar que no importaba la intensidad de Taehyung en la intimidad. Él estaba yendo más calmado en otros aspectos, mientras que Seokjin estaba dando pasos agigantados que podrían no tener una buena respuesta.

- ¿Estás bien? -preguntaba Seokjin, después de un largo trayecto.

-Si -mencionaba escuetamente.

Taehyung no sabía con exactitud porque se sentía molesto o incómodo, y tampoco quería darle mucha importancia. Así que inmediatamente volteaba su rostro e intentaba sonreír. SeokJin forzaba la sonrisa en el suyo y se la devolvía. El ambiente seguía extrañamente pesado y ambos seguían en completo silencio.

Al llegar al apartamento, Seokjin estacionaba y destrababa el auto para que Taehyung pudiera bajar, al verlo a éste abrir la puerta de inmediato cuestionaba:

- ¿Necesitarás ayuda?.

Taehyung volteaba, con una pierna abajo y otra arriba.

- ¿A qué te refieres? ¿No vas a bajar? -cuestionaba el azabache, sorprendido.

-No lo sé -soltaba finalmente Seokjin-. No sé si quieres que baje y suba contigo o si prefieres que me vaya y te deje en paz

- ¿En paz? -repetía Taehyung, alzando sus cejas. Luego de unos segundos asentía y añadía-. Solo abre el baúl, no necesito más ayuda. Gracias.

El menor salía y cerraba la puerta, Seokjin suspiraba con una sensación de mierda en el pecho que le avisaba que alarma estaba sonando y que debia de hacer o decir algo, solo que no sabía qué. Miraba por el retrovisor que, Taehyung tomaba como podía todas sus bolsas y bajaba la puerta de baúl, marchando en dirección a la entrada.

Inmediatamente Seokjin saltaba de su asiento para ir corriendo detrás de él, pero se dudaba. Al final de unos segundos de pensar en ello, quedaba sentado en el asiento del conductor con un sensación pesada en su pecho, un nudo en su garganta y veía entrar a Taehyung sin mirar atras.

El azabache por su parte subía los pisos en aquel ascensor que le resultaba algo asfixiante, salía de prisa al llegar al suyo y al entrar por poco y tiraba las bolsas en el suelo. Tenía ganas de romper algo por sentirse de esa forma y el hecho de que ni siquiera se habían despedido como correspondía. Pero antes de seguir castigándose, el timbre de su puerta sonaba.

Al abrirla Seokjin estaba parado en silencio y una extraña sensación similar al alivio se asentaba en su pecho.

- ¿Mi vecina te abrió? -preguntaba Taehyung.

-Vi la clave que pusiste anoche cuando entramos -respondía.

El azabache asentía y se hacía a un lado para permitirle el paso. Iba directo en dirección a la isla entre la cocina y la sala, mientras SeokJin entraba por su cuenta y cerraba la puerta detrás de él.

- ¿Por qué bajaste de tu auto? -preguntaba Taehyung.

Giraba sobre sus pies, apoyando sus brazos sobre la isla y miraba a Seokjin atentamente.
El castaño por su parte estaba apoyado sobre la mesa de la pequeña sala.

-Yo-... Siento que no estamos bien -mencionaba con cautela-. Siento que estás enojado y también lo estoy, pero creo que tenemos razones diferentes.

Taehyung suspiraba y dejaba caer su cabeza-. Estoy enojado, de mal humor -mencionaba-, pero no puedo decir con exactitud si estoy molesto contigo o conmigo

-Quiero decir que lo siento de nuevo, pero-...

-No lo sientes ¿Por qué siquiera te disculpas? -soltaba Taehyung.

Relajaba su pose y fregaba su rostro, él de verdad no sabía a qué se debía tanto enojo. No estaba cien por ciento seguro que fuera por Seokjin, por él o ambos. Tampoco estaba seguro cuando había comenzado a alterarse, él se encontraba jodidamente inestable en ese momento y si había algo que Taehyung no podía hacer, era disimular su irritación.

-Tienes razón con que no lo siento -afirmaba el castaño-. Pero no quiero irme y que quedemos de esta forma tan... Tensa

-Solo necesito acomodar mis ideas -replicaba Taehyung.

Seguía repasando en su cabeza si se debía a la forma de actuar de SeokJin o algo dentro de él aún no estaba claro para si mismo.

-Pasamos varias horas juntos, pero creo que necesitas espacio en este momento... -afirmaba Seokjin-. Y quiero dártelo, pero no quiero irme y dejarnos así

-Estoy inestable, no voy a negarlo -exclamaba el azabache-. No habíamos salido nunca y tú...

-Lo siento, yo debi darte tu espacio y no actuar tan confiado cuando sé que debo avanzar con sumo cuidado -mencionaba mirando el piso-. No debí-...

-Reclamarme de esa forma -soltaba Taehyung con seriedad-. Tú no debiste-...

Taehyung suspiraba o quizas resoplaba y rascaba su frente irritado. Quería escupir muchas palabras, pero necesitaba ordenarlas antes de decir algo indebido.

- ¿Quieres comer algo antes de irte? -preguntaba a cambio.

SeokJin tomaba el valor de acercarse lo justo y necesario-. Mi baúl tiene mis bolsas y tengo lácteos allí. Iré a casa, pero... -el castaño notaba que Taehyung seguía mirando el piso-. ¿Puedes mirarme? por favor...

Taehyung suspiraba y levantaba la vista-. Si, dime

-Te llamaré mañana, apenas termine de hablar con BaekHyun. Serás al primero al que llame ¿de acuerdo?

-De acuerdo -replicaba el azabache. SeokJin forzaba una sonrisa dulce y tomaba su mentón para retener aquellos ojos negros solo un poco más reflejándose en los suyos-. ¿Qué? -cuestionaba Taehyung.

- ¿Puedo besarte antes de irme? -preguntaba con suavidad.

El azabache miraba a su alrededor y luego de unos segundos posaba sus ojos en Seokjin-. La próxima vez...

- ¿Qué? -preguntaba el mayor.

-Bésame la próxima vez que me veas -repetía-. Después de haber terminado todo y que yo no sienta esta extraña sensación -exclamaba con suavidad-. Bésame la próxima vez que no tengas ningún asunto pendiente y yo te besaré sin estar enojado.

SeokJin pasaba el nudo en su garganta, pero asentía y se acercaba a besar a Taehyung en su mejilla. Cerca de sus labios, pero sin llegar a la comisura de estos, se alejaba apenas y veía al azabache cerrar sus ojos y pasar saliva. La nuez de su garganta había subido y bajado y Seokjin seguía tan cerca de él para poder apreciar los lunares de su rostro, el lunar en su ojo no podía verlo, pero sabía que estaba ahí, como el de su frente. El que tenía en su mejilla izquierda, el de la punta de su nariz y el bonito y peculiar lunar en su labio inferior.

SeokJin quería besarlos todos y cada uno, incluyendo el que se escondía en su cuello. Pero aclarando su garganta se alejaba.

-Te dejaré sin aire la próxima vez que te bese -afirmaba.

Taehyung lo miraba incrédulo, pero asentía con una sonrisa cansada. Luego de unos segundos Seokjin daba media vuelta y salía de su apartamento, giraba una última vez para verlo y lograba vislumbrar una sonrisa tímida e insegura en los labios de Taehyung. Éste veía a SeokJin una última vez y se esforzaba en dejar sus pies clavados al piso, aún se sentía extraño, necesitaba acomodar muchos pensamientos, necesitaba soltar muchos otros... Y luego ver a Seokjin sin ninguna pesadez en su pecho y revolución en su cabeza.

Si, la próxima vez también lo besaría hasta dejarlo sin aire.

Uff, perdón, podría haberlo terminado ayer pero se me complicó (eso fue ante de ayer, anoche me quedé dormida) jajajaj😞

Aquistoy. #StreamBe #StreamLifeGoesOn #Stream las metas del Taejin y Yoongi te extraño.

¿Que les pareció? Oh sí. Spoiler, muchas venían preocupadas

Con amor Niñita Nany 💜

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