Cuatro

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Un portazo resonaba en el piso de la pareja minutos después de que SeokJin entrará a su habitación con BaekHyun.

—¿Que fue eso? —preguntaba el rubio sorprendido.

SeokJin tenía una leve sospecha de que Taehyung había sido el temperamental que azotaba la puerta de su habitación.

—No lo sé, hay más gente en el piso ahora.

BaekHyun lo miraba ceñudo—. ¿Discutiste con Taehyung?.

SeokJin negaba rotundamente y agregaba—: Debería de al menos hablar con él para eso ¿no crees?.

Se escapaba de la mirada del rubio para buscar entre su ropa una muda cómoda.

—¿Todo bien con los novios? —preguntaba sentado en la cama.

—No lo sé, amor —decía el castaño con la muda en sus manos—. Haremos una sesión de fotos con ellos.

BaekHyun asentía comprensivo y le señalaba el lugar a su lado en la cama. SeokJin se arrimaba para sentarse junto a él.

—¿Los padrinos y los novios?

—Si, pero es en una cabaña en las afueras Jingyang. Nos iremos esta noche —tiraba sin anestesia.

BaekHyun asentía—: Lo sé, Jungkook me mantiene informado —apoyaba su mentón en el ancho hombro del castaño.

—No creí que tendría que dejarte solo. No quiero que estés incómodo —SeokJin era sincero.

No quería estar lejos de Baekhyun y por sobre todas las cosas no quería estar cerca de Taehyung. Todo se estaba volviendo extraño.

—Ya conocí a Ji Woo, es adorable y So Min es un amor, le caí bien, estaré con ellas hasta que regreses —exclamaba con una sonrisa tierna.

—Sabes que por un momento Jungkook quiso quitarme el papel de padrino para no incomodarme

—También me lo dijo, pero ¿te parece darle el derecho a Taehyung de perderte de compartir un hermoso momento como este con tu mejor amigo?.

Por supuesto que no dejaría que Taehyung arruinase aquello, él quizás había perdido la fe en el matrimonio, pero era algo hermoso y le encantaba ver como Jimin y Jungkook lo disfrutaba de forma bastante extravagante, pero es que así eran ellos.

Humildes, con la posibilidad de hacer algo importante y grande, aún más impresionante y con todos sus seres amados.

—Quiero ser parte

—Entonces no te preocupes, será solo una noche separados —un beso dulce era el que el rubio le brindaba.

SeokJin había soltado la muda de ropa en alguna parte de la enorme cama, para así responder al beso con más intensidad tomándolo de su rostro y descargar la frustración recién vivida.

—Ven aquí —pedía el castaño insitando a que el rubio se subiera a horcajadas de él.

—¿Quieres acción antes de irte? —susurraba BaekHyun en su labios, sin dejar de besar constantemente.

—Si, por favor.

Unos jalones más fuertes con celeridad y Taehyung llegaba a su orgasmo tan añorado.

—Maldito hijo de perra —golpeaba su frente con la palma libre de su mano—. ¿Porque soy tan imbécil?.

Un pedazo de papel de baño para limpiarse lo derramado y se seguía maldiciendo, estaba jugando con fuego y él estaba siendo el único afectado, porque por más que hubiese una posibilidad de despertar algo en SeokJin, él tendría con quién desquitarse, sin embargo Taehyung, estaba solo y muy necesitado.

Pero él no venía así, él estaba bien, pero últimamente pensaba con la cabeza de abajo cada vez que provocaba al castaño y este no se movía de su lugar para seguir recibiendo el tratamiento hostil y delirante que él le daba.

¿En que estaba pensando? había olvidado por completo a BaekHyun, se veía bueno, él no tenía la culpa de nada, al menos no del todo. Pero provocar a SeokJin se volvía cada vez más adictivo, podía—casi—jurar que para ambos.

Tenía que calmarse, venía hacía ya mucho sin sentir escalofríos deliciosos en su cuerpo y el famoso calor aglomerandose en su bajo vientre a causa de la excitación que otra persona le causaba.

No lo venia sintiendo, es más, el tipo ya comenzaba a creer que era un maldito robot. ¿Porqué carajos se había vuelto más demandante?.

La hora de salir camino a la cabaña había llegado, Jungkook conduciría lo cual obligaba a los ex esposos estar sentados atrás. Taehyung se había maldecido todo el día y SeokJin se había asqueado por tomar a BaekHyun una segunda vez a causa de no poder tener a Taehyung, el verdadero causante de sus últimas erecciones.

La primera semana recién comenzaba y ellos ya estaban jodidos, pero no lo admitirían, seguirían en este tiré y afloje hasta que uno terminase ignorando a lo otro, o peor.

Con los tres menores en el auto esperando por SeokJin que se estaba despidiendo de un meloso BaekHyun, los minutos pasaban y Taehyung tenía sus ojos fijos en su teléfono.

—¿A qué juegas? —preguntaba Jimin al notarlo con su mandíbula tensionada.

—Free Fire —respondía desinteresado a su alrededor.

—No te quiero con ese juguito en la cabaña, tigrecito —decía Jimin dulcemente.

Taehyung bajaba el celular y acercándose a Jimin exclamaba—. Me das miedo cuando hablas tierno y luego me gritas con voz grave y fuerte. Estás loco —decía sacando una carcajada a Jungkook.

Finalmente SeokJin entraba a la auto para que ya estuvieran en marcha.

—Bien, llevamos vino y cervezas. Una vez en la cabaña haremos una parrillada para cuatro ¿Les parece? —preguntaba un  Jungkook más animado.

SeokJin había mirado de soslayo a Taehyung quien estaba muy concentrado  en su celular, otra vez, pero asentía a la idea del novio.

—¿Y cuántas fotos serían? —preguntaba SeokJin finalmente.

—Haremos unas pares para luego seleccionar —respondía Jimin.

—Asi será más difícil saber con cuales quedarte —decía el azabache sin quitar la vista del juego—. ¿Te ayudaré con la ropa y tú pelo? —preguntaba.

—Cosas de padrinos —decía melodiosamente el rubio.

Taehyung había esbozado una sincera sonrisa que SeokJin no perdía de vista «bonito» pensaba, pero rápidamente tomaba su teléfono para distraerse.

Una vez que el camino llegaba a su fin, bajaban todos juntos dispuestos a ayudarse entre sí, Jungkook bajaba las cosas de la comida, SeokJin al ser el dueño de los hombros más anchos bajaba la valija que contenía la ropa que usarían para las fotos.

Habían notado que las cabañas estaban bastante alejadas entre sí, y realmente tenían una vista hermosa del Lago y los alrededores verdes, perfecto para las fotos.

Ya había anochecido, sabían que el camarógrafo llegaría dos horas antes del amanecer así que por lo tanto debían de descansar temprano o permanecer despiertos.

Rápidamente dejaban la tensión de lado, cada padrino con su novio, Jungkook y SeokJin asando la carne afuera mientras que Jimin y Taehyung estaban con las ensaladas.

—Ya vuelvo, TaeTae. Llevaré las cebollas para que Kookie las ponga con la carne —Taehyung asentía mientras seguía con los tomates.

—Kook, me iré a poner más cómodo, este pantalón es demasiado ajustado —exclamaba SeokJin dejando a su amigo con la carne y cruzándose en la puerta a Jimin.

Al entrar veía a Taehyung muy concentrado en su labor, él ya estaba más cómodo, descalzo, con una remera que dejaba sus clavículas a la vista y un pantalón de chándal que se amoldaba a la perfección a sus piernas y trasero.

«Joder» los pensamientos del mayor eran más rápidos que su razón—: No envenenes la ensalada de tomate  —exclamaba socarron.

Taehyung había negado con una sonrisa ladina y había chasqueando su lengua, pero no había agregado nada más.

La cabaña consistía en tres habitaciones, la pareja había optado por usar una ambos, otra para Taehyung y otra para SeokJin. Al estar un momento a solas y poniéndose cómodo se repetía una y otra vez que no debía hacer ni decir ninguna idiotez.

Debía mantenerse neutro, no provocar a Taehyung y no caer en sus provocaciones, ya había hablado con BaekHyun apenas habían llegado al lugar y ahora solo quedaba volver a salir y pasar tiempo de calidad con los novios, aunque eso incluyera a su ex.

Al salir con un pantalón también de chándal y una sudadera más grande, Taehyung lo miraba de arriba a abajo girando su cabeza haciendo que SeokJin simplemente frenará de golpe al notar como éste lo mirada ceñudo.

—¿Qué? —preguntaba neutro.

Taehyung se encogió de hombros y de forma relajada añadía—. Te quitaste tu skinnys

—Me apretaban y comenzaban a molestar —supuso que podría poner por obra aquello de tener conversaciones adultas con su ex.

Sin provocaciones o insultos de por medio.

Taehyung volvía a su labor, pero giraba nuevamente y añadía—. Los skinnys te hacían un buen culo.

El menor se maldijo, si otra vez, pero es que ya se había mordido la lengua con eso de lls tomates, no podía no decir nada. Sin darle importancia y sin esperar nada, volvía a preparar la ensalada.

SeokJin iba a salir de la casa, realmente iba a hacerlo, pero había visto por la puerta que los novios estaban muy melosos asando la carne, así que mordiendo su labio inferior se dirigió al refrigerador para tomar una cerveza.

Estaban en el piso bajo del refrigerador, así que debía de inclinarse un poco y eso le dejaba una buena vista de su trasero a Taehyung.

—¿Quieres una cerveza? —preguntaba sin mirar.

—De acuerdo —afirmaba Tae sin dejar de ver al castaño.

Luego giraba para alcanzarle la botella después de abrirla, no había rastro de ninguna de sus versiones anteriores que se habían provocado al mediodía.

Luego el azabache miraba hacía fuera notando la escena romántica que los novios habían pintado, asando juntos y ahora bebiendo vino mientras se sonreían de forma tan bonita.

—¿No quieres ir afuera, eh? —exclamaba bebiendo un sorbo de la botella.

SeokJin ya se había bajado más de la mitad.

—¿Los viste? prefiero quedarme y pelear contigo a tener que soportar lo melosos que son

—Lo sabía, te encanta que te provoque —la lengua de Taehyung era más rápida que su subconsciente.

«Mierda», no lo había mirado, seguía concentrado en la ensalada. SeokJin no había dicho nada, era un silencio incómodo y el menor sabía que había sido todo su culpa, por boca floja.

—No tanto como a ti te gusta provocarme, sabes cómo sacarme de quicio —decía ahora llamando la atención de Taehyung quien lo miraba fijo beber su cerveza.

La terminaba rápido y se giraba para tomar otra.

—¿Estás intentando presumir tu buen culo? —soltaba el azabache.

SeokJin se enderezaba rápidamente y pensaba en sus siguientes palabras.

—No sé de qué hablas —decía seriamente. Taehyung se sentía decepcionado porque SeokJin no respondía como él deseaba.

Se había sentido bastante estúpido, quizás ya era hora de cortar con ese juego. El mayor tomaba platos y cubiertos para llevarlos afuera y poner la mesa, solo que antes de salir se paraba detrás de Taehyung y cerca de su oído murmuraba—: El de buen culo sigues siendo tú.

Toda la espina dorsal de Taehyung se bañaba de un escalofríos demasiado placentero.

Dejando pasar aquel momento y listos para comer, se dignaban a simplemente hablar cosas sin sentido, solo para pasar el tiempo. Habían decidido dormir para estar pasables en las sesiones de fotos de los novios. Así que luego del postre y de tener suficiente alcohol en la sangre se levantaban para irse a la cama.

—Por dios, estoy agotado —decía Jimin estirando todo su cuerpo. Jungkook no perdía su anatomía de vista.

—Vayan a la cama, nosotros dejaremos todo limpio —ordenana SeokJin.

Taehyung abría sus ojos en demasía—: Pero yo no quiero limpiar, tambien estoy muy cansado —se quejaba.

—Eres el jodido padrino, te quedas y limpias conmigo ¿o solo pretendes posar bonito para las fotos?.

SeokJin se maldijo porque aquello lo habían escuchado los novios.

—¿Con que bonito, eh? Soy perfecto imbécil, me quedaré a limpiar. Nunca fuiste bueno con los labores de la casa —respondía llevando los platos a la cocina y desapareciendo de la vista de todos.

SeokJin negaba tensado la mandíbula, solo para simular un enojo inexistente.

Jimin se acercaba y lo abrazaba de repente para luego exclamar—: Gracias por intentarlo, Jinnie Hyung —y depositaba un beso en su mejilla.

Luego Jungkook lo miraba ceñudo, pero lo abrazaba sincero, aunque antes de irse añadía—. Tu y yo debemos de... ponernos al día

—No sé de qué hablas —respondía el castaño.

—Si, claro —una última despedida a SeokJin y Taehyung y la pareja desaparecía en el cuarto del final del pasillo dejando a los ex esposos solos.

A duras penas se movilizaban en el pequeño espacio en silencio, SeokJin había comenzado a lavar los platos luego de que Taehyung hubiera dejado el patio ordenado y limpio al igual que la sala.

—Puedes irte a dormir, si quieres. Yo terminaré con los platos —aseguraba comenzando a lavarlos.

Taehyung había atinado a retirarse, pero no quería. Así que tomaba un repasador cerca y lo ayudaba a secar los trastes lavados, como solían hacerlo de casados.

Colocándose a su lado iba a tomar otra copa, pero SeokJin posaba su mano encima de la suya para detenerlo.

—Vete. No tienes que hacer esto —decía con tono reseco y mirada sombría.

Taehyung se había ofendido ante aquella actitud, el tipo solo estaba intentando ser un adulto, pero nuevamente SeokJin volvía a su estado hostil.

—Vete a la mierda, imbécil —exclamaba para salir de su vista y meterse en su habitación.

Estaba frustrado, enfurecido, quería salir de esa maldita cabaña y dejar de sentir el aroma de SeokJin que se había impregnado en sus fosas nasales.

Quitándose la remera se tiraba a la cama para conciliar el maldito sueño, pero unos golpes lo interrumpían.

—Debes estar de broma, hijo de perra —decía furioso, pero se ponía de pie para abrir.

Efectivamente SeokJin estaba del otro lado, intentando mantener su cara de póker al encontrarse nuevamente con el torso acaramelado de Taehyung.

—Lo siento, me pareció un poco fuerte que me insultaras de esa forma —exclamaba.

—Estaba intentando calmar las aguas, actuar como un jodido padrino y me echaste de forma asquerosa, siempre tan frío —reprendía.

—Taeh-...

—¡Ay, dios! —la voz de Jimin se escuchaba al final del pasillo—. ¡Otra vez, Kookie!.

SeokJin fregó sus ojos claramente sorprendido al escuchar que la pareja de novios estaba follando descaradamente.

—Increible —murmuraba el castaño.

—¡Si-si-si! ¡más duro, más duro!.

—joder, todos follan en este maldito viaje menos yo —reprendía frustrado Taehyung.

El castaño se mordía su labio inferior al notar la clara frustración en el rostro de su ex.

—Utiliza tu mano —reprendía divertido.

—Me follare a MinJae y se te borrará esa puta risita del rostro —automáticamente dicha risa, se desvanecía.

Haciendo de sus manos unos puños bien apretados e ignorando los gritos de placer que la joven pareja soltaba en su habitación SeokJin estaba dispuesto a retirarse.

—Suerte haciéndote una paja —reprendía burlón.

Se giraba sobre sus talones y antes de desaparecer Taehyung destilaba su veneno.

—¿Porqué no te quedas y me pajeas tú?. Se te hace agua a la boca —decía socarron.

«Pedazo de mierda».

Una risita burlona sonaba detrás, Taehyung no se controlaba sobrio y ebrio le importaba un comino. Así que sin más y contento de su última palabra, cerraba la puerta de su habitación, pero le había sido imposible cuando el pie de SeokJin impedía aquella acción.

💕2/3💕

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