Dos

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El castaño sacaba la ropa para acomodarla en el placard, pero era puro movimientos bruscos.

-Hice esa maleta con tanto amor para que al sacar la ropa la acomodaras de la misma manera y no tuvieras doble trabajo -exclamaba Baekhyun a su novio.

Éste reaccionaba con respecto a su comportamiento, había entrado, ahora a su correcta habitación, refunfuñando y murmurando palabras indescifrables.

-Mierda, perdón amor -respondía dejando un casto beso en los finos labios de su compañero.

-¿Era el primer encuentro? -preguntaba Baek entre la duda y la incomodidad.

-Despues de años atrás de aquella reunión con los abogados, si -respondía en seco-. Sigue siendo un dolor en el culo

-Seokjin -reprendía su novio con dulzura, quién ahora lo tomaba por detrás de la cintura para descansar su mentón en el hombro de su compañero-. No estés así, son dos semanas

-Lo sé, solo fue el momento. Podría haber sido más amable -exclamaba.

-No tenía porque. Nos confundimos, tendríamos que haber prestado más atención. Relájate -decía subiendo sus manos para masajear los anchos hombros de su novio.

Seokjin había disfrutado de aquel tacto en particular, pero no lo relajaba, solo lo excitaba.

Girandose sobre sus talones quedaba frente a frente del rubio.

-Tenemos algo pendiente -murmuraba acercando sus carnosos labios al largo cuello de Baekhyun.

-No lo he olvidado -respondía éste.

Rápidamente Seokjin lo despojaba de su camisa para comenzar una sesión de besos apasionados.

-Te deseo -exclamaba el castaño en su oído dejando mordidas y chupones, tanto en el cuello como en su lóbulo.

Ahora Baekhyun dejaba a Seokjin nuevamente sin remera, a la par de él y lo arrojaba a la cama para subirse encima y comenzar a besar sus labios y de estos descender a su cuello, clavículas y su blanquesino torso, el color de piel claro volvía loco al rubio.

Le encantaba dejar marcas, le encantaba ver como su palida piel se tornaba roja y con el tiempo terminaban moradas.

Seokjin no era fanático de las marcas, pero a Baekhyun le encantaban, solo en aquellas partes donde sus ojos podían mirar, aquellas que eran ajenas al resto.

-Pedazo de imbécil, tan engreído como siempre -murmuraba Taehyung, tan solo en su habitación mientras buscaba un pantalón de algodón y una camiseta de cuello ancho que dejaba a la vista su cuello y clavículas.

Su pelo aún estaba húmedo y despeinado, paseando descalzo por aquella inmensa habitación, iba a recoger la toalla que había dejado sobre el piso.

-Estas dos semanas serán una auténtica mie-... ¿Qué carajos? -exclamaba al notar que casi debajo de la cama había una billetera negra con detalles en dorado. Abriéndola de forma lenta exclamaba-. No me digas qu-... ¡Ay, mierda!.

Saliendo a regañadientes de su cuarto, aún descalzo y despeinado, notaba como aquel piso constaba de cuatro habitaciones, una de ellas debía de pertenecer a la pareja de sus pesadillas.

El azabache se preguntaba si debía de golpear todas o posar su oreja en la puerta y ver si escuchaba voces provenir de las habitaciones.

-Parare la oreja -exclamaba para si mismo.

La habitación de la jóven pareja era la última, pero éste no estaba al tanto de aquello, así que por ende, al no haber oído nada de las primeras dos puertas fue directo a la que faltaba con la letra Q grabada en ella.

Seokjin era un mar de suspiros por la forma en que su novio lo tocaba y lo besaba, debía de estrenar aquella cama y sábanas limpias.

-Después de esto prométeme que te ducharas conmigo -rogaba el rubio.

Mientras su mano apretaba el gran bulto que se encontraba ya erecto en la entrepierna de Seokjin.

-Sabés que si me duch-... -los golpes en la puerta sacaban a la pareja de su momento.

-¿Quién se supone que es ahora? -preguntaba rendido el rubio. Otro par de golpes y éste suspiraba-. Me iré a duchar, te espero ahí.

Dejaba un casto beso en los carnosos labios de Seokjin quién quedaba bastante abandonado y duro.

-Pero- ... -Baekhyun se retiraba riendo bajito.

«Mierda».

Más golpes, con más fuerza y reiterados.

-¡Voy, voy, voy! -decía exasperado, tomando una sudadera más grande de la maleta que aún no había guardado en el placard y como podía se acomodaba la erección en su pantalón.

Al instante de abrir aquella puerta la imagen de Taehyung yacia frente a él.

-¿Otra vez tú?

-No, no. Soy un espejismo -decía irónicamente.

Seokjin aún continuaba acomodando aquella inmensa sudadera.

-¿Qué haces aqui? ¿qué quieres? -preguntaba con tono duro.

Taehyung había mordido su labio para no insultarlo y ser el centrado de la conversación.

-Esto -dejaba a la vista la billetera negra con dorado-. De tu novio. Lo perdió en mi habitación -la voz grave de Taehyung no era dura, solo neutra.

Seokjin giraba a ver la maleta de Baekhyun, seguramente la había perdido de los bolsillos del lado que tenian el cierre roto.
Inconcientemente había abierto más la puerta dejando notarle a Taehyung que su novio no estaba a la vista.

Girandose nuevamente tomaba la billetera de su mano-. Gracias, debió de haberla perdido porque el cie-...

-Si, no me interesa el porqué. Solo estoy siendo amable -pintaba una falsa sonrisa sin mostrar sus dientes.

-¿Amable? -repetía Seokjin, quién ahora salía de la habitación cerrando apenas la puerta tras él.

Instantáneamente Taehyung retrocedía suspirando.

«Aquí vamos» pensaba el azabache cruzado de brazos esperando a que Seokjin dijera algo más.

-Si, A.M.A.B.L.E -deletreaba el menor en el rostro del castaño.

-Mira Tae-...

-Taehyung -corregía al instante.

-No quiero que mi novio se sienta incómodo por tu presencia

-Sé que soy hermoso, pero ¿crees que para tanto?

-Estoy hablando en serio. No quiero que estas dos semanas sean una pesadilla por tu maldito temperamento -reprendía al menor.

-Mi temperamento es mi puto problema y a tu novio no le dije nada. Solo te hablo de la misma forma que tú me hablas -respondía el azabache sin quedarse atrás-. Tu temperamento no es nada bonito, Jin

-Seokjin -respondía al instante.

Una sonrisa ladina se dibujaba en el rostro de Taehyung.

-Touché -respondía con su voz grave. Esa que usaba cuando solía coquetear con personas, pero ahora le salía de forma tan natural frente a su ex-. Seokjin, estoy aquí por Jimin y me enteré, aquí... -repetía-, que tu ibas a venir. No me dieron tiempo de arrepentirme y ahora solo trato de ser un buen padrino

-También yo, solo controla tu puto temperamento

-Si no me provocas puedo ser un ángel

-Eso lo sé muy bien -respondía Seokjin tensado su mandibula.

-¿Algo más que quieras decirme? -decía socarron-. Porque yo solo vine a entregarte eso y tú entretuviste diciéndome algo que ya tenía pensado hacer.

Taehyung tenía razón y Seokjin lo sabía, ambos tenían bien en claro que debían controlarse, sin embargo, él había salido para tener esa plática con un tema más que obvio, no provocarse en esas dos semanas.

-Gracias -respondía el castaño moviendo la billetera. Taehyung asentía y cuando notaba a Seokjin listo para volver a su habitación éste lo detenía.

-Eso -exclamaba el azabache tocando la zona de la clavícula de Seokjin-. Te quedará una marca y estará a la vista.

Una sensación familiar había recorrido la anatomía del castaño ante el tacto de Taehyung.

Rápidamente se alejaba de la yema de los dedos del contrario quién ahora sonreía divertido por la reacción de su ex.

Sin más que añadir Taehyung dejaba a Seokjin con la palabra en la boca.

Al volver a su habitación el corazón del menor bombeaba con tal fuerza dentro de su pecho. Se odiaba por la forma en que Seokjin lo había hecho sentir.

Tan débil y vulnerable, odiaba al Taehyung que le salía frente aquel hombre.

-Puedes hacerlo, solo son dos semanas -se repetía tirándose en la cama y mirando el techo.

Que necesitado se sentía en aquella cama tan grande.

Por su parte, SeokJin había soltado la puerta con tal brusquedad que si no la atrapaba a último segundo se escucharía el portazo en todo el piso.

Con cuidado la cerraba y apoyaba su frente en esta.

-No seas imbécil, Seokjin. No seas imbécil -se repetía.

Su erección no se había calmado ni un poco, es más se encontraba peor. Arrojando la billetera del rubio sobre la cama se dirigía al baño perdiendo las prendas en el camino.

-Era hora -exclamaba el rubio, estaba desnudo dentro de aquella bañera inmensa-. Estoy listo -añadía.

Sin pensarlo más tiempo, el castaño se quitaba el bóxer para meterse en aquella tina, al instante de acomodarse Baekhyun atacaba su boca, besando, mordiendo y robándole gemidos bastante audibles al mayor.

De horcajadas encima de él, tomaba la erección del castaño para alinearla a su entrada.

-Tan decidido -murmuraba Seokjin quién ahora cerraba sus ojos para sucumbir a las sensaciones que le brindaba tener su polla bien apretada dentro de su novio.

-Tan super dotado -decía divertido Baekhyun, pero casi en un susurro-. Joder, amor, que bien me llenas.

Los dedos del castaño se aferraron a la cintura del rubio para insitarle a moverse.

-Si, si. Hazlo tranquilo -ordenaba y se mordía con fuerza su carnoso labio inferior.

Baek continuaba moviéndose con parsimonia disfrutando de aquella unión. Su boca volvía a atacar el largo cuello de su compañero haciendo que éste recordara el toque de Taehyung minutos atrás.

-Amor, amor...no me marques. Ten cuidado

-Lo siento, es tan tentador marcar es-...aaah -Baekhyun comenzaba a saltar encima de Seokjin.

-Jo-joder, sigue así -ahora sus dedos estaban hundidos en la zona del culo de Baek, pero iba subiendo para rasguñar su espalda.

Había abierto sus ojos para deleitarse con un rubio tan ido y perdido en las placenteras sensaciones de empalarse en su polla. Su cabeza estaba hacía atrás y sus gemidos eran una mezcla de sollozo.

Seokjin necesitaba sumergirse en aquel hombre y dejar ir el momento recientemente vivido.

-¡¿Qué pasó qué?! -gritaba Jungkook al oír la historia sobre el encuentro de los Kim.

-Taehyung me acaba de contar -exclamaba Jimin mientras escogía una muda cómoda para vestir.

-Dios ¿en qué estabas pensando cuando los pusiste en el mismo piso? -preguntaba realmente preocupado el castaño.

-No fue a propósito -se excusaba rápidamente-. Es el piso con las habitaciones más grandes, solo quería que estuviesen cómodos.

Jungkook negaba reiteradas veces mientras se colocaba sus tenis-. Está mal, esto está mal

-Ay, amor -el rubio se subía encima de su futuro esposo quien tenía un puchero dibujado-. Todo estará bien. Son adultos y nos aman, se sacrificarán por nosotros

-No quiero que Jin esté incómodo y tampoco Baekhyun -exclamaba mientras se aferraba a la cintura de Jimin-. No creo que haya sido bueno para Jinnie verlo tan así de repente

-¿Y crees que para Tae lo es? -decía rápidamente.

-No lo sé, tiene un temperamento demasiado fuerte, Jin es todo lo contrario

-¡Ay, por dios! -refunfuñaba el rubio saliendo de encima del otro-. ¿Puedes dejar de pintar a Seokjin como el víctima?

-No estoy haciendo es-...

-¡Siempre lo haces! -gritaba más fuerte de lo que hubiese querido-. Taehyung sufrió bastante

-Jimin esto no es una competencia, y solo digo que estuvo mal

-Bien, lo cambiaré de piso, tus amigos irán al tercero -respondía molesto-. Las habitaciones son más chicas -estaba dirigiéndose a la puerta para salir de aquella habitación.

Rápidamente el castaño lo jalaba de nuevo dentro de esta, cerraba la puerta y estampaba el esbelto cuerpo del rubio.

-No vamos a discutir por ellos ¿me oiste?. Mochi, en dos semanas seremos esposos ¿podrías relajarte? -rogaba el castaño.

Jimin sin embargo estaba intentando calmar sus nervios, pero el mohin no desaparecía de su ovalado rostro.

-Ellos estarán bien, son adultos -respondía más calmado dejando que su novio depositara besos dulces en sus labios carnosos.

-Al menos sé que ya has cedido en eso de juntarlo nuevamente -decía desinteresado Jungkook.

-Claro -respondía el rubio liberandose de su novio-. ¿Me acompañas a ver que este todo bien para la cena de hoy?. Mi primo está cerca, seremos seis en total, mañana ya vendrán tus padres, los míos y el resto de la familia que pudo confirmar.

Jungkook había notado lo rápido que Jimin intentaba escaparse de él.

-¡Mochi! -gritaba detrás de él-. ¡Mochi! -lo tomaba rápidamente del brazo-. ¿No estás intentado juntarlos, cierto?

-¡Ay, dios! -éste acomodaba su ropa que había sido jalada por el castaño-. Por supuesto que no, pasaron cinco años

-¿Lo juras? -ambos estaban susurrando escaleras abajo.

-¡Yo no juro! -respondía el rubio-. Aparte Jin está con Baek, no podría hacer eso

-A veces te ciegas tanto con todo eso del amor verdadero que...no sé de lo que eres capaz

-Pues, esta es nuestra boda. No voy a jugar a Cupido cuando debo de ser el protagonista contigo -otro beso y nuevamente escapaba de Jungkook.

Las horas habían pasado y las personas que trabajaban en la cocina se habían encargado de preparar un rico banquete para los jóvenes.

El patio de la inmensa casa tenía su propia mesa y sillas para disfrutar al aire libre, en el transcurso de aquella tarde el primo de Jimin se había hecho presente.

Por su cuenta Seokjin y Baek habían recorrido la casa y el patio acompañados de Jungkook.

En cambio Taehyung había dormido toda la tarde para evitar cruzarse con sus compañeros de piso y dejar de pensar en el encuentro con Seokjin.

Pero a duras penas debía de ser parte de aquella cena, aparte su estómago se lo estaba reclamando y debía de colaborar, todo sea por los novios.

No tenía ánimos de acomodar su cabello, así que tomaba una boina amarilla para ponérsela encima de su enmarañado cabello oscuro.

Al llegar al patio se encontraba con ambas parejas, sus ojos habían cruzado una fugaz mirada con su ex esposo quien se encontraba con su actual novio sentado a su lado.

«Ay, mierda. Hubiera traído un puto perro, al menos».

-Tigresito -decía Jimin contento de verlo levantado finalmente-. Por favor acomodense, ahora solo somos nosotros seis, pero mañana llegará el resto de la familia. Aquellos que confirmaron pasar las dos semanas con nosotros -recalcaba el rubio tomando la mano de Jungkook que estaba a su lado.

Seokjin, se había removido algo incómodo en su asiento, pero Baekhyun entrelazaba sus dedos al instante con él para calmarlo.

Éste entendía la incomodidad de su pareja.

-¿Porque seis? -preguntaba Taehyung confundido.

-Oh, MinJae está aquí -exclamaba feliz el rubio-. Se está duchando, ya viene

-¿MinJae? -repetía Seokjin-. Claro, tu primo ¿cierto?.

Jimin asentía. Por supuesto que recordaba a MinJae, el primo menor del mejor amigo de Taehyung, quien tenía un terrible enamoramiento con su entonces esposo.

Taehyung no pudo evitar sonreír de lado porque el tono de voz de Seokjin había salido seco.

-¡MinJae! -gritaba Jimin que corría a su lado para llevarlo a la mesa-. Siéntate al lado de Taehyung

-Tae, tanto tiempo -saludaba el castaño con una dulce sonrisa.

Taehyung por su parte se levantaba para estrechar su mano y darle un rápido abrazo.

-MinJae -el azabache había sido amable.

Taehyung podía coquetear con muchos, pero MinJae no dejaba de ser el primo de su mejor amigo. No jugaría con él.

Seokjin por su lado tenía su mandíbula tensionada, en menos de cinco segundos había imaginado a MinJae en la misma cama con Taehyung.

«Si, seguramente se lo follo».

-Seokjin -ahora el castaño se dirigía al mayor quién respondía estrechando su mano.

-MinJae un gustó verte nuevamente -decía a la fuerza-. Él es mi novio, Baekhyun

-Un gusto -Baekhyun estrechaba su mano regalandole una dulce sonrisa.

-¡Oh!... -MinJae había podido notar que la sonrisa de Baek era similar a la de Tae y se veían, bueno, realmente muy parecidos-. Un gustó, Baekhyun

-Baek está bien -decía el rubio dulcemente.

Taehyung había rodado sus ojos, pero solo porque estaba cansado, no es que Baekhyun le cayera mal.

-MinJae, deja de ser tan molesto y siéntate -reprendía ahora haciendo reír al susodicho que volvía a su lado muy feliz.

La cena y el alcohol comenzaba a aparecer en el transcurso de las horas, Taehyung lo único que quería era beber para pasar aquel momento lo más ligero posible.

Seokjin se veía bastante ido en la reunión, notaba como MinJae coqueteaba con Taehyung, pero éste simplemente no le tomaba ese tipo de importancia, la duda lo carcomía al verlo tan relajado y para nada juguetón.

Baekhyun por su lado había notado que su novio no estaba del todo en aquel lugar, pero a pesar de todas las miradas disimuladas de Seokjin hacía su ex, estas habían pasado desapercibidas para él.

-¿Entonces tus padres vendrán mañana? -preguntaba Jin a Jungkook.

Éste asentía con ojos colorados por culpa del cansancio y el alcohol que estaba haciendo efecto-. Mi madre tiene muchas ganas de verte, te extraña

-Lo sé, yo igual. Estuve muy ocupado desde la mudanza con Baek

-¿Mudanza? -decía MinJae quien estaba parando la oreja desde el otro extremo de la mesa-. ¿Hace cuanto están juntos? si no incomoda mi pregunta, por supuesto

-MinJae -reprendía Jungkook.

-No molesta -respondía Seokjin al instante posando su mano sobre la de su amigo-. Hace cuatro años y medio

-Cinco -afirmaba Baek-. En total, cinco

-¿En total con...? -seguía cuestionando el castaño.

Taehyung seguía bebiendo y Jimin lo hacía a la par de él.

-Ya sabes, cuando recién inicias, pero no son nada -decía divertido Baek quien también tenía bastante alcohol en la sangre, podría decirse que de entre los seis, Seokjin y Jungkook eran los más sobrios.

-¡Oh, oh...! Claro, claro ¿Y tú Tae? -decía ahora mirando al azabache.

Todos se habían tensado.

-¿Yo? Bien gracias y con ganas de bailar -exclamaba dejándose llevar por el ritmo y el alcohol. Ahora el azabache se encontraba de pie y tomando su teléfono preguntaba al dueño de la casa-. ¿Mochi, puedo poner una canción?

-Seguro -respondía el rubio levantando su cerveza en aprobación.

El azabache metido en su mundo y evitando, una de tantas preguntas que MinJae había hecho esa noche, se dejaba llevar al ritmo de "It's Not Living [if it's not with you]" de The 1975.

-Con permiso -decía una última vez para tomar su copa, llenarla de nuevo con vino y pararse en el centro del patio que tenía baldosas y bailar.

https://www.youtube.com/watch?v=ZqoXU583vsY

Bailar como solo Taehyung podía hacerlo, movimientos lentos y seductores, su cadera iba y venía con vaivenes lentos y delicados.

Bebía de su copa y repetía los pasos.

Jimin había sacado a Jungkook a bailar-de la misma forma-solo que entre ellos y susurraban de manera cómplice.

Baekhyun reía de la jóven pareja, MinJae estaba embobado con Taehyung quien sonreía ladino y mordía su labio inferior, un último sorbo a su copa y la dejaba en la mesa, para a cambio, llevarse a MinJae con él.

Los cuatro bailaban al ritmo, mientras que Seokjin apartaba sus ojos de Taehyung para mirar a Baek quien reía de los cuatro al estar tan ebrio.

-Son sensuales y descarados -repetía robándole una sonrisa a SeokJin quien ahora dejaba un casto beso en su mejilla.

Al retroceder Baek lo tomaba con descaro para besarlo apasionadamente, culpa de alcohol, culpa de que Seokjin fuese irresistible para él.

Taehyung los había visto de soslayo, no le dolía, solo le incomodaba y para evitar verlo continuaba bailando de manera ridícula. Seductor, pero ridículo.

-Vamos, bailemos -pedía Baek.

-No creo que se-... -el rubio lo levantaba muy en contra de su voluntad.

La jóven pareja próxima a casarse los aplaudían.

Baek entre el alcohol y la lujuria comenzaba a bailarle de forma muy seductora a Seokjin. Éste también se cargaba con pasos que podían hacer delirar a quien quisiera, en este caso a SeokJin.

«No mires, Taehyung».

-Si te incómoda, podemos salir de aquí -habia murmurando MinJae a su oído.

-No seas ridículo -exclamaba el azabache.

Baekhyun ahora giraba para pegar su espalda a Seokjin y llevar las manos de éste a su cintura.

-And all I do is sit and think about you
If I knew what you'd do -el rubio cantaba bajo los efectos del alcohol frotando su cuerpo al de su novio-. ¡It's not living if it's not with you!.

Le repetía al castaño quien dibujaba una sonrisa cómplice para el rubio y la canción seguía llegando al final.

Baekhyun se había girado y apoyado en el hombro de Seokjin quien lo abrazaba fuerte de la cintura para sostenerlo, porque tropezaba con sus propios pies.

MinJae había abrazado a Taehyung de la cintura, pero solo recibía rechazo.

-Mejor mírame -susurraba.

Le había brindado a MinJae una vista de su espalda para que vea cómo movía sus caderas.

Inconcientemente, de espaldas a su enamorado quedaba ahora de frente a Seokjin.

Ambos se estaban viendo a los ojos mientras el azabache susurraba la última frase que se repetía al finalizar la canción.

"No es vivir, si no es contigo".

No, no era su intención decir aquellas palabras mientras sus ojos estaban atrapados bajo el encantamiento de Seokjin y la luz de la luna que le daba ese toque tan delicado a sus rasgos.

Taehyung murmuraba la frase vehemente a la distancia sin dejar de hacer aquel contacto visual tan intenso, mientras que Baekhyun la cantaba la misma frase a su oído con voz adormecida y el pecho de SeokJin sentía un opresión que estaba dejándolo sin aire.

-Es hora de llevarte a la cama -exclamaba a su novio, quitando sus ojos de aquel negro intenso que poseían los de Taehyung.

-Si, si quiero -murmuraba el rubio.

-Buenas noches a todos, Baekhyun ya no aguanta

-Que flojito -murmuraba Jungkook divertido.

Seokjin dibujaba una sonrisa sin dientes para retirarse.

Dos pisos arriba con un Baekhyun más muerto que vivo, le había costado horrores llegar.

-Vamos bebé, un par de pasos más -murmuraba al llegar a la habitación.

Al entrar con su novio y su peso muerto, la puerta había quedado apenas entre abierta, sin darle importancia se encargaba de quitarle los zapatos al rubio para acomodarlo a un lado de la cama.

-Eres delgado y no entiendo porque pesas tanto -murmuraba confundido.

Ahora que solo cargaba su propio peso, se dirigía a cerrar la puerta, pero los sonidos del pasillo lo obligaron a mirar disimuladamente que mierda estaba pasando.

-Vamos, mi habitación está arriba -decía una voz masculina.

«MinJae».

Sonidos de besos, respiraciones agitadas y chupones, sacando apenas su cabeza para ver aquel escenario, se encontraba con un MinJae muy encima de Taehyung quien trataba de quitarlo con parsimonia.

Había notado como el azabache rodaba los ojos, pero correspondía a duras penas aquellos besos desesperados que el castaño le brindaba.

Seokjin había tensado su mandíbula y apretado sus puños. Quién viera sus manos notaría el color blanquecino en sus nudillos a causa de la presión.

-Vamos, Tae

-Ve a tu habitación, estaré ahí en unos minutos

-Pero la tuya es más grande

-Pero no me interesa que le quede tu olor, y Jimin podría venir -exclamaba.

SeokJin oía toda la conversación y Taehyung ni siquiera lo había notado.

MinJae soltaba con una brusca mordida el labio inferior del azabache-. Te estaré esperando, no vuelvas a evitarme -exclamaba.

-Imposible, estamos bajo el mismo techo -respondía-. Vete y espérame sin ropa.

MinJae reía y asentía ante el deseo de Taehyung, luego se iba por donde había venido bajo la mirada del azabache.

«Insoportable», pensaba Taehyung, quien ahora se limpiaba los labios para quitarse el sabor de MinJae.

Al entrar a su habitación casi cruzando sus pies entre sí y a punto de caer al piso, cerraba la puerta tras él, pero unos golpecitos lo hacían volver.

-Maldito desesperado serás, MinJae -susurraba mientras abría la puerta-. Dije que me espe-... ¿Tú?.

Al contrario de sus pensamientos, el primo menor de Jimin no estaba en la puerta, era Seokjin.

-No lo hagas -se limitaba a decir.

Taehyung había fruncido su entrecejo con una terrible confusión ante su frase.

¿Que no hiciera nada con qué? ¿Irse a dormir?.

-¿De que hablas? -preguntaba tirando si boina a un lado en la habitación y despeinando su cabello.

-Sabes a que me refiero -repetia Seokjin cruzado de brazos.

Taehyung se relamia los labios haciendo un puchero para encontrarle sentido a las palabras de SeokJin.

-Tendrás que ser más claro, porque la verdad no estoy entendiendo que haces aquí, tu habitación está allá -exclamaba saliendo apenas del marco de la puerta para señalar la habitación de Seokjin.

-Hablo de MinJae -decía finalmente.

Taehyung abría sus ojos ante aquellas palabras y una sonrisa torcida aparecía en su rostro.

-¿Escuchando conversaciones ajenas, Jinnie? -preguntaba burlón.

-Estaba cerrando mi puerta y ustedes no estaban siendo muy silenciosos -respondía en seco-. Es la boda de Jimin, no deberías follarte a su primo

-¡Ja! ... vienes a decirme lo que tengo que hacer ¿no sé te quita lo mandon, eh? -respondía.

Seokjin dejaba escapar todo el aire por su fosas nasales, demostrando así lo molesto que estaba a causa de la situación.

-Sera la boda de tu amigo y el mío, no la arruines por ser un calienta pollas

-Calienta pollas -asentía verdaderamente ofendido-. Eres tan imbécil, como siempre

-No lo arruines, Taehyung

-Sé muy bien lo que debo y no dedo hacer. Conozco a Jimin más que tú, y créeme que no iba a hacer nada. Solo me iba a ir a dormir hasta que golpeaste mi puerta para darme tu puto discurso -reprendía.

SeokJin suspiraba, MinJae era un ser especial y emocionalmente desequilibrado, si Taehyung lo rechazaba no se sabría cómo podría reaccionar alguien como él.

Aunque, había mejorado con el tiempo, quizás ya no era ese joven temperamental de hacía un par de años atrás, pero por las dudas Taehyung sabía que lo tenía prohibido y Jimin se lo había recordado cuando finalmente se había separado de Seokjin.

De todas formas MinJae era atractivo, pero Taehyung no tenía interés en él de esa forma.

-Dos cosas tengo claras... -volvia a decir el azabache-, una es, no meterme con MinJae y la otra, es tener que ver tu maldito rostro sin decir palabras desagradables y créeme que me inspiras a decir todos los insultos habidos y por haber, porque sigues siendo un maldito engr-...

La puerta de la habitación de Seokjin hacía ruido.

Baekhyun estaba intentado girar el pomo para abrirla haciendo que a Seokjin lo acorralara el pánico y empujara a Taehyung dentro de su habitación para meterse con él y cerrar la puerta.

-¿Qué mierda haces? -preguntaba el azabache que había quedado pegado a la pared con Seokjin encima de él.

Su corazón había comenzado a bombear tan fuerte, hacía rato no sucedía aquello por una persona, solo podía sentir que seguía en su pecho y latiendo cuando hacía actividad física.

Los ojos de Seokjin habían viajado a los del contrario para luego descender a sus labios, pero rápidamente desviaba la mirada al suelo prestando atención a los sonidos del pasillo.

-¿Puedes quitarte de encima de mi? -pedía Taehyung en un susurro, SeokJin se movía apenas un poco-. ¿Que carajos, Jin?

-¡Cierra la boca!. Si Baek me veía iba a malinterpretar todo -decía murmurando, pero viendo fijo a su ex esposo.

-¿Y estar aquí en mi habitación, crees que es una mejor situación?

-Él no vendrá aquí, me está buscando

-Es porque no deberías estar aquí, deberías de estar con él en la puta cama

-¡Cállate, solo cierra la boca! -rogaba Seokjin más cerca de Taehyung.

-Eres un hijo de perra -reprendía el menor.

-Igual que tú, imbécil -respondía SeokJin al instante.

Ambos eran concientes de que esos insultos no tenían mucho que ver con la situación actual.

La tensión aumentaba y ninguno de los dos bajaría la mirada primero, pero los golpes en la puerta los obligaban a saltar del susto.

-¿Taehyung?. Soy Baek -decía con voz débil y adormilada al otro lado de la puerta.

-¿Qué mierda hace aquí? -decía el azabache, que ahora también sentía el mismo pánico de SeokJin.

Extraño, porque no estaba haciendo nada malo después de todo.

-Abre la puerta -ordenaba SeokJin.

-¿Estás loco?

-Dile que no estoy -rogaba.

-No voy a mentir por tí

-Va a creer cualquier cosa, por favor te lo pido -rogaba una última vez, Taehyung habia notado la desesperación en los ojos de Seokjin.

«Me apiadaré de ti, esta vez».

Dándole un leve empujón se lo quitaba de encima, la puerta volvía a sonar otra vez.

-Quedate atrás -susurraba. Ahora despeinando de nuevo su cabello se disponía a abrirla y recibir a Baekhyun-. Hey, Baek

-Tae, lo siento -se veía ebrio, dormido y confundido-. Seokjin no está en la cama.

Esa frase había estrujado el corazón del castaño que se escondía tras la puerta.

-¿Y? -decía Taehyung intentando parecer natural.

-Lo siento, no sé porque vine aquí, es que supuse que quizás lo habías visto, no sé hace cuanto me dejó dormido sobre la cama -hablaba sin parar.

-Sabes, lo ví hablando con Jungkook abajo. Cosas de padrinos, el conejo estaba algo nervioso y creo que los vi charlar, ya sabes cosas de padrinos -repetía en la misma oración.

-Oh, Jungkook, claro. Olvidé que tendría que hacer de padrino -exclamaba inocentemente.

-Si, eso debe ser. Seguro volverá en unos minutos. Sabes yo tengo a MinJae que me está esperando en su habitación

-¡Oh, tú y él! -decía sonriendo.

-Sip, así que ...solo esperalo, en cuanto Jungkook lo suelte irá contigo.

Baekhyun asentía sin moverse, sin dejar de mirar el suelo y los nervios de Taehyung aumentaban.

El silencio del otro lado volvía a Seokjin loco ¿que estaría pensando Baekhyun que aún no se movía?.

-Me iré a la cama y disculpa que primero vine a tí, no sé porqué

-Tranquilo, somos los únicos en el piso, mañana ya habrá más gente. Que descanses

-Tu igual

-Bien -asentía esperando a que Baekhyun comenzará a mover sus pies y finalmente lo hacia, rápido, pero arrastrandolos, metiéndose nuevamente en la habitación.

Taehyung largaba un suspiro increíblemente sonoro al compás de Seokjin.

Nuevamente cerraba la puerta.

-Gracias -exclamaba el castaño, más tranquilo.

-¿Qué haces aquí? pero en serio

-No queria que hicieras ninguna estupidez -respondía al instante.

Eso había ofendido al azabache en demasía, primero lo llamaba "calienta pollas" tratandolo como un adolescente hormonal.

Taehyung no era eso, Taehyung no se dejaba llevar tan fácilmente por deseos carnales. No era como SeokJin lo pintaba.

Estaba equivocado.

-Deberías irte, porque soportarte de más no es parte del puto plan

-Solo trata de no cagarla -exclamaba SeokJin.

-Mira pedazo de mierda, hago esto por Jimin -replicaba Taehyung apretando su mandíbula.

-Y yo lo hago por Jungkook, queridísimo Taehyung

-Perfecto, no tenemos porque hablarnos, ni fingir

-Lo último que quiero es estar demasiado tiempo contigo, imbécil -respondía el castaño robando una sonora carcajada de Taehyung.

-Bueno, pues -murmuraba mirando su muñeca, simulando un reloj en ella, luego dejando caer su brazo se acercaba bastante a SeokJin-. Ya estuviste demasiado tiempo en mi habitación, empiezo a creer que no quieres irte -exclamaba desafiante al castaño.

Tenía razón, sus pies le pesaban y no quería dejar aquel cuarto, pero no sé lo diría y no lo admitiría tampoco, porque estaba luchando con todas sus fuerzas para no caer en la confusión.

No sentía nada por él, solo que hacía ya cinco años que no se habían visto, solo eso era.

Era el maldito paso del tiempo entre ellos, abrumaba a ambos, pero escaparían, porque no habían llegado a dónde estaban de la nada, habían motivos.

Ellos habían decidido ser un par de desconocidos.

Y debía de seguir así.

MI EDIT, BITCHES.
Raios, ya perdí la seriedad.
Es que miren, recree a la escena y estoy llorando.

La canción en si, trata sobre la adicción de Matty a la heroína, pero a la vez cada quien tiene su interpretación abierta, por mi parte la frase en particular que Taehyung y Baek le cantan a Jin, es lo que me gusta.

Larguísimo, casi lo hago en dos, pero como actualizo con lentitud, les regalo esto.

Con amor, Niñita Nany 💜

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