Epílogo

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Nacido en el lado equivocado del océano, con todas las mareas en tu contra.
Nunca pensaste que serías muy bueno para nadie, pero eso está tan lejos de la verdad.

Sé que hay dolor en tu corazón y estas cubierto de cicatrices, ojalá pudieras ver lo que yo veo.

Porque bebé, todo lo que eres, es todo lo que necesito. Eres todo para mí. Bebé, cada parte... Es quien estás destinado a ser, porque estabas destinado a mi.

Y tu eres todo lo que necesito.

Puedes decir que estoy equivocado y puedes darme la espalda, pero estoy aquí para quedarme.

*✾ ・。。・✾ ゜・。。・✾ *


-Tienes que tenerlo fuerte -explicaba Jimin a So-Min-. Es el regalo de Tae

-De acuerdo... -asentía la niña-. Tengo hambre ¿cuando vamos a comer algo?

-Después -mencionaba la voz de Jungkook quien entraba en la habitación-. No puedes ser tan glotona ¿quieres engordar? No podrás correr luego...

So-Min le sacaba la lengua-. Mamá dijo que comería luego algo muy rico que SeokJin preparó. Por eso es mí favorito y ustedes no.

Jimin abría su boca y fruncía su ceño-. Pero SeokJin Oppa no está aquí para darte nada, mientras que yo tengo un alfajor en mi bolsillo -mencionaba Jimin sacando uno de su bonito traje negro.

- ¡Jimin Oppa! -coreaba la niña, soltando el objeto de sus manos.

-So-Min, So-Min... ¿Que acordamos? -repetía Jimin.

-Lo siento -la niña volvía a tomar el objeto en sus manos.

-Damelo, lo tendré por ti mientras comes... Glotona -acusaba Jungkook.

- ¿Has hablado con SeokJin Hyung? -cuestionaba Jimin.

-Si... se sentía como la mierda -respondía.

Jimin lo golpeaba señalándole a So-Min-. Cuida la boca

-Lo siento ¿y Tae?

-Preparado -afirmaba Jimin-. Hay que tener sumo cuidado con el pastel de cumpleaños

- ¿En serio treinta y dos velas? -mencionaba Jungkook, mientras tomaban a So-Min de la mano para bajar.

Estaban en la casona y el cumpleaños de Taehyung sería celebrado. Había una cantidad justa de invitados esperando por el cumpleañero mientras este se arreglaba en una de las habitaciones. Estaba solo, acomodando su cabello y su bonito traje, suspiraba y se miraba al espejo. Volvía a repasar la desiciones tomadas en este último tiempo y él simplemente. No. Se. Arrepentía. De. Nada.

Su teléfono sonaba y un mensaje de SeokJin llegaba.

Feliz cumpleaños 🎂 te mereces todo lo bueno de la vida. Me gustaría abrazarte justo ahora.

Jinnie 05:30 pm

Suspiraba y cerraba sus ojos, guardaba el teléfono en su bolso, el cual estaba en alguna parte de la habitación y salía. Mientras bajaba las escaleras y caminaba al patio, notaba que el día era más o menos soleado, a pesar del frío y la nieve. Debía de llegar hasta el otro lado del patio, dónde había sido la boda de Jimin. Su madre estaba en la puerta esperando por él, sonreía al verlo tan precioso y caminaban abrazados sin prisa alguna.

- ¿Sabías que Jimin pidió que pusieran treinta y dos velas en tu pastel de cumpleaños?

Taehyung reía-. Mochi no hace las cosas a medias ni poco llamativas

-No vayas a escupir el pastel cuando lo soples -setenciaba en tono de burla.

Al llegar donde se encontraban los invitados su madre acomodaba su traje una vez más. Desde adentro no se veía nada debido a que estaba todo cubierto por el frío.

-Estás tan guapo

-No exageres -pedía el azabache.

Su madre sentía, entraba dentro y Taehyung suspiraba una vez más. Miraba sus pies y la casona detrás de él, ese año terminaba siendo una completa revolución. Con altas y bajas, con personas que habían sido parte de su vida y con otras que ya no estaban. Volvía a suspirar y veía la nieve caer, seguramente tendría algunos copos en sus rizos negros, pero se encontraba feliz. Nostálgico, pero feliz, así que entraba cuando la música sonaba y su madre, ya dentro volvía a tomarlo del brazo para caminar juntos por el camino de rosas.

[La noche del 25 de Diciembre]

SeokJin estaba devastado, sentía sus piernas temblar y su corazón comprimirse dentro de su pecho. Sus ojos rojos, derramando más lágrimas y Taehyung derramando otras más.

Quería rogarle, quería rogarle otra oportunidad. Una última, lo haría bien, él lo haría bien está vez, estaba seguro.

-Te amo -repetía-. Iré paso a paso... Seré la clase de novio que tu desees... Lo tomaré con calma, de a poco

- ¡No lo quiero! -repetía.

-Pero-... -su pecho subía y bajaba-, prometo no presentarme en tu apartamento sin tu permiso -sollozaba-. Prometo no tomarte de la mano si no lo quieres -continuaba llorando-. Prometo no quedarme dos noches seguidas o ninguna

- ¡No quiero eso! -Taehyung ponía su mano en los labios de Jin, se estaba muriendo, estaba inseguro pero debía ser honesto-. No quiero un noviazgo contigo. No quiero que seas mí mejor amigo. Jin, yo-... -metía la mano en el saco de su bolsillo y sacaba un objeto que ponía entre las manos de SeokJin. Muerto de miedo y algo inseguro buscaba su voz-. Lo quiero todo o nada.

SeokJin miraba sus manos y notaba una cajita que guardaba lo obvio dentro. La abría y sentía su respiración estancada en su pecho.

-Te amo, te amo y lo quiero todo -exclamaba Taehyung-. Te quiero como mí esposo. No te quiero como mí novio, no te quiero como mí amigo a menos que venga en el paquete de forma correcta. Quiero lo que teníamos, pero mejor y estoy aterrorizado pero Dios sabe que lo quiero y me tomo dos meses y medios admitir que muero de amor si no te tengo conmigo. Quiero despertarme contigo, quiero llegar a casa y saber que estás ahí o saber que vendrás después de mí. Quiero presumirte como mí esposo, pero quiero que sea verdad -soltaba sin aire y luego susurraba-. Solo te quiero conmigo y si no puedes aceptar el todo que te ofrezco lo entenderé, pero la otra opción es nada.

Taehyung veía el semblante de SeokJin, aún miraba los anillos y no respondía. No lo esperaba por Dios que no esperaba aquello. La brutal honestidad de Taehyung y lo decidido que estaba por el todo o nada.

- ¿Qué será? -preguntaba sin fuerza.

SeokJin alzaba la mirada y secaba sus lágrimas con el dorso de su mano para responder-. Jamás tire nuestros anillos

- ¿Qué? -Taehyung fruncía el ceño-. Yo creí que tú...

-Los traje conmigo hoy -exclamaba-. Los llevo conmigo siempre desde que volvimos a Seúl.

Taehyung alzaba sus cejas-. ¿Eso es un si?

-Lo quiero todo, hasta dobles anillos -afirmaba, besando la sonrisa que Taehyung había pintado en su rostro segundos después.

En la punta, en el altar, un hombre más nervioso que él, pero sonriente como ningún otro en aquel espacio. Sus pasos se sentían livianos, como si estuviera flotando en vez de caminar. Pero cada vez más cerca de lo que deseaba volver a tener. Al llegar su madre se sentaba en la primera fila, junto con los padres de SeokJin y su padre.

Jimin era el padrino de Taehyung y Jungkook el de SeokJin, quien se encargaba de que éste no se desmayara en el altar. El castaño estiraba su mano y Taehyung la tomaba. Ay, la jodida camara lenta se apoderaba de ambos. El cosquilleo al tomarse de las manos les llegaba y se esparcía por toda su anatomía. SeokJin tenía la sonrisa más brillante del mundo y Taehyung tenía los ojos llenos de amor, correspondido de igual manera por su compañero.

La música bajaba y el cura comenzaba.

-Recuerdo haber conocido a estos hombres en una situación muy peculiar -arrancaba. Jimin abría sus ojos y agachaba su cabeza. Jungkook evitaba reír, mientras saque SeokJin y Taehyung abrían sus ojos preocupados por dicho relato-. No entraré en detalles, pero si resaltaré que el amor que se tenían y tienen, desbordaba del cuerpo de cada uno y se le estaba haciendo difícil contenerlo dentro de estos. Tan fuerte y abrazador, es un honor ver qué están dando este paso por segunda vez. Si eso no es amor, no estoy seguro que lo sea... ¿Sus votos?

Los cuatro presentes suspiraban creyendo que el cura podría haber revelado de más. SeokJin tomaba la palabra primero, con todo coraje y nerviosismo.

-En su momento le dije a Jungkook que ya había pasado por esto y que no habría forma de relajarse y apartar los nervios hasta que todo tu mundo, parado frente a tí dijera "Si acepto" -comenzaba y Taehyung pasaba el nudo en su garganta-. Luego de eso, uno sería feliz, el miedo disminuiría y tú corazón se sentiría a punto de explotar -pasaba saliva de nuevo-. a causa de que eso no sucedería, se ensancharia tanto dentro de tu pecho que, te encontrarías flotando y podrías tocar el cielo con las manos... -decía suavemente-. mí cielo eres tú -Taehyung sentía sus ojos aguarse-, he estado flotando desde que estoy contigo y no quiero dejar de hacerlo. Esta vez es para siempre y con treinta y cuatro años de edad, sé exactamente lo que te estoy prometiendo. Soy conciente de eso y prometo hacerlo hasta el final porque, simplemente no puedo dejar de amarte, sin importar qué... Te amo y te amaré siempre.

Los pequeños testigos de dicho momento aplaudian, mientras que Taehyung sentía las manos de SeokJin apretar las suyas, estaba seguro que lo estaba sosteniendo de venirse de rodillas al suelo porque estas... Eran gelatina. Cuando las palmas cesaban Taehyung tomaba aire.

-Te pedí tiempo y me lo diste -comenzaba-. Aunque estuviste lleno de miedo por mí respuesta. Te pedí todo o nada y tu nunca titubeaste, solo te quedaste callado un tiempo que me hizo sentir que moría lentamente -SeokJin asentía con sus ojos llorosos y una sonrisa suave-. Hoy es mí cumpleaños, hoy tengo la edad suficiente para saber lo que te pido y para saber lo que quiero darte, lo que te estoy prometiendo. Estoy seguro que vamos a tener altas y bajas, pero me quedaré a tu lado. Estoy seguro que no siempre será todo color de rosas, pero hasta los días grises se ven bien si es contigo -reía por aquello con timidez-, ambos somos pesimos con las palabras, pero cada vez que no pueda encontrar éstas para expresarte lo mucho que te amo... Lo haré con mis manos. Con mis ojos al verte, son muy expresivos -SeokJin se mordía el labio y sonreía ante aquello. Taehyung apretaba el agarre en sus manos y continuaba-, lo haré con mís labios, con mí cuerpo. Te haré sentir amado, nunca más dejado de lado. Te lo prometo, te amo y te lo prometo.

Los testigos volvían a aplaudir pero Taehyung y SeokJin solo tenían ojos para el otro. Se encontraban en su mundo. En su burbuja y el público no podía estar más encantado con la escena frente a sus ojos. El momento había continuado como era debido, y era hora de los anillos, la pequeña So-Min se acercaba. Sosteniendo la caja fuertemente, como Jimin le había dicho, con el regalo de Taehyung. Regalo para ambos, para ese momento.

Tomaba SeokJin primero su anillo y esperaba las palabras que debía de repetir después del cura.

"Yo Kim SeokJin, te acepto a ti, Kim Taehyung, como mí legítimo esposo. Prometo cuidarte y amarte, en la salud y en la enfermedad. Prometo serte fiel hasta el fin de mis días y estar contigo hasta que la muerte nos separe".

La bocanada de aire y la seriedad de SeokJin en las palabras de "prometo serte fiel" habían hecho temblar a Taehyung. Tan seguro, tan perfecto. Y él lo repetía de la misma forma. Ninguno sabía que les depararía el destino, pero los encontraría juntos y ambos apostaban al "Y fueron felices por siempre". Porque así se encontraban ahora, porque ya habian experimentado la ausencia del otro y esto era lo que anehlaban con todo su ser. Sabían lo que significaba ahora entregarse al otro en cuerpo y alma. Sabian lo que prometían y estaban listos para dárselos, aún con sus manos temblenando cuando se ponían los dobles anillos. Si, ellos lo querían de esa forma y de esa forma lo tendrían.

-Puede besar al novio -el rostro de Taehyung se sentía cálido entre las manos de SeokJin y sus labios lo besaban con suma vehemencia y amor.

Los testigos y sus mejores amigos habían vitoreado demasiado fuerte, pero era lo que un amor como el de ellos merecía. Gritos y felicitaciones por el coraje de volver entrelazar sus vidas de esa forma. El pastel de Taehyung era lo que llegaba a ellos y este sopalaba las velas junto con Seokjin. El pastel era mitad de cumpleaños y mitad de bodas. Provocaba risas de alegría y se encargaban de cortar la primera porcion. Recibían abrazos y sus lágrimas caían a más no poder.

SeokJin se encontraba demasiado sorprendido de los que habían asistido, así tan repentinamente, pero Taehyung había pensado en todo antes de lanzarse a la piscina.

- ¿Cómo lo hiciste? -preguntaba SeokJin, cuando lo llevaba a un rincón.

-Mande las invitaciones

- ¿Tan seguro estabas de que aceptaría? -mencionaba el castaño-. ¿Fui tan obvio?

Taehyung reía y lo abrazaba, enrollando sus brazos en su cuello.

-Nop, no estabas seguro de que pudieras decir que si, pero como solo nuestro más íntimos son parte de esta nueva unión mis invitaciones fueron bastante honestas -mencionaba con un rostro divertido-. Decían "Están invitados a la boda de Kim SeokJin y Kim TaeHyung, solo si SeokJin acepta mí propuesta de matrimonio. Posdata, les confirmaré el día 26/12" -Seokjin abría sus ojos incrédulo-. Jimin y Jungkook querían matarme. Lo juro

-No -soltaba SeokJin.

-See

-No

- Definitivamente, si -se metía Jungkook, brindándole la invitación-. Está loco

-Quise cambiarlas y no me dejó -exclamaba Jimin.

SeokJin aún tenía una mano sobre la espalda baja de su esposo y veía la invitación-. Voy a guardarme esto y lo voy a enmarcar.

Los cuatro reían y de los altavoces anunciaban el primer baile de los novios. SeokJin los llevaba al centro y tomaba a Taehyung con delicadeza y lo atraía hacia él. Este sonreía y lo miraba de esa forma tan hermosa, peculiar e intensa que tenía.

-Entonces, me demostraras con tus ojos, tus manos, labios y cuerpo ¿qué me amas? -susurraba al oído de Taehyung.

Erizando sus vellos y enchinando su piel. Si, el efecto no se iría, estaba ahí para quedarse.

-Lo haré -respondía y buscaba la mirada de SeokJin-. Dime eso de que soy tu cielo, y flotas cuando estás conmigo -pedía.

-Mis votos fueron muy largos ¿lo repito de nuevo? -cuestionaba seductoramente burlón.

Taehyung sonreía adorablemente, dejando ver esa sonrisa cuadrada suya y exclamaba-. Por favor repitelo -susurraba acercándose a los labios de SeokJin-. Todo otra vez.

-Lo repetiré todo otra vez para ti -replicaba-. Las veces que me lo pidas. Oh y feliz cumpleaños

-Ahora puedes abrazarme, exagerado -mencionaba Taehyung-. Te amo

-Y yo te amo a ti y estoy ansioso... -mencionaba, Taehyung alzaba sus cejas-. Estoy ansioso por comenzar, pero como se debe ¿esta fue la razón por la cual no querías que pintara mis paredes?

Taehyung reía-. Mi apartamento es más grande y si no, buscaremos un nuevo lugar -exclamaba acariciando la mejilla de SeokJin-. Lo haremos todo otra vez, pero solo lo mejor -añadia Taehyung.

SeokJin reía-. Solo lo mejor.

Fin.

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