Ocho

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El azabache se comía las uñas pensando en que diablos podría decirle a su mejor amigo quién estaba impaciente esperando por una respuesta.

—¿Quién bebió contigo? —preguntaba el rubio.

Taehyung consideraba decirle MinJae, pero resultaba que el inestable castaño también estaba prohibido a causa de su historial emocional poco confiable.

—¿Conmigo? —soltaba dudoso.

—No te atrevas a mentirme, TaeTae —al pequeño rubio se le saldrían los ojos si seguía abriéndolos de esa forma.

El azabache tragaba el nudo formado en su garganta y respondía luego de girarse y darle la espalda a su mejor amigo—. SeokJin —exclamaba alejándose del rubio—. Fue con SeokJin

—¿Estás bromeando conmigo? porque no sé si reírme, golpearte o preocuparme —decía Jimin acercándose para tomarlo de su ropa y girarlo bruscamente—. ¿Que mierda está sucediendo entre ustedes?.

Taehyung mordía su labio inferior y negaba—. Mierda y más mierda está pasando entre nosotros

—¿Eso que significa? ¿Tuviste sexo con SeokJin? ¿Con tu ex esposo? —preguntaba abriendo sus ojos en demasía.

Joder que dolía aquella frase "Ex esposo".

—¡No! no tuvimos sexo ... Nosotr~...¡Aish! —se alejaba para dejar los ojos juzgadores del rubio—. No me mires así

—Estoy tratando de entender

—¡Lo deseo! ¿ok? —soltaba sintiéndose derrotado.

Jimin llevaba una mano a su boca y la otra a su pecho notando lo frustrado que Taehyung se veía al admitir aquello.

—¿Sucedió algo?

—Me lo cruce en tu cocina cuando me escabullía a la madrugada por vino —se dirigía a la cama para sentarse de nuevo y el rubio lo seguía en silencio—. Le dije que viniera si se le antojaba

—¿Por qué? —preguntaba confundido.

Taehyung había sido tan fuerte al soltarlo y ahora se veía enredado bajo los encantos del mayor otra vez.

—Porque muero de ganas de estar con él —admitía con furia—. No sé qué mierda me pasa. Pero lo único que quiero es... —hacia una pausa tragando otro nudo—, tenerlo conmigo.

Jimin sentía que Taehyung se rompería en cualquier momento.

—¿De la nada simplemente lo quieres de vuelta? —cuestionaba el rubio.

—Estaba bien. Te lo juro y lo sabes, pero no sé cómo comenzamos este juego de tira y afloja —fregaba sus manos en su rostro—. Él me había visto a los besos con... —Taehyung se mordía la lengua—, con tu primo

—¡Tae! —Jimin parecía más preocupado al verlo relacionado con MinJae que con SeokJin.

—¡No paso nada! lo mandé a su habitación haciéndole creer que iría por él, pero luego SeokJin salía de la suya para prohibirme aquello —contaba en puchero—. Yo simplemente comencé a provocarlo y...

Ya no podía seguir contando la secuencia, Jimin ponía su pequeña mano en su espalda para brindar caricias confortantes.

—¿Tú sientes amor o capricho porque BaekHyun está aquí? —preguntaba con cierto temor de que el azabache le propiciará un golpe.

—¡No! —respondía al instante—. Jamás haría eso, BaekHyun es...es un cero a la izquierda —respondía frustrado—. Yo siento deseo, tengo muchas ganas de sentirlo. Su piel, sus labios sobre los míos. Joder, me estoy muriendo y necesito no sentir esta mierda de revolución dentro mío

—¿Que sucedió con él? —preguntaba curioso el rubio.

—Estuvimos hablando de nada en particular, solo fue coqueteo. Hasta que no pude aguantarme las ganas de besarlo

—¿Lo besaste?

—¡No! bueno...no en los labios, comencé a besar su cuello y luego —el azabache se sentía una mierda—. Lo provoque solo para dejarlo con las ganas.

Jimin arrugaba el entrecejo—. ¿Ese es tu plan? ¿Jugar con él?

—No, juro que no es eso. Me estoy saliendo de control, no es mi intención jugar o querer arruinar su relación. No es eso —negaba viendo a su amigo directo a los ojos—. Yo solo siento que estoy ardiendo de deseo por volver a estar con él —negaba incrédulo—. Se sintió tan bien tenerlo encima de mí besando mi cuello y luego...

Se detenía para no seguir entrando en detalles. Luego de cerrar sus ojos unos momentos volvía a fijar su mirada en su amigo. El rubio lo miraba en silencio con un rostro neutro, Taehyung no podía diferenciar si estaba enojado o no.

—Jimin, di algo —rogaba.

—Increíble —respondía.

—Mierda, Mochi. ¿Podrías decir algo que me oriente?

—No sé que quieres escuchar de mí, tigrecito —su voz sonaba relajada, no estaba enojado.

—Dime que estoy mal, que estoy jodido. Que debería parar —pedía poniéndose en pie.

—Tae, eres un adulto —Jimin imitaba su acción para llegar a su lado—. No están en secundaria para pelear como dos adolescentes. Tienen una historia que si preguntas mi humilde opinión diré que jamás tuvo un cierre —el rubio iba en dirección a la puerta—. Son malos para comunicarse. Fíjate que estuvieron aquí solos y lo único que hicieron fue manosearse en vez de hablar que mierda les está pasando. Tae, sientes deseo, perfecto. ¿Solo quieres una revolcada con él?

—Yo~...

—Supongamos que se revuelca contigo ¿Y después? ¿Que harás?. Siempre estuviste en contra de seguir follando con un ex porque es horrible e insultante usarse de esa manera. ¿Dejarás que te use? ¿Te darás el lujo de usarlo siendo que tiene una relación seria ahora?.

Si, las palabras del rubio lo hacían sentirse una reverenda mierda.

—Es muy feo lo que dices

—Son tus propias palabras —refutaba el rubio.

—Lo sé —afirmaba Taehyung.

—Piensa lo que quieres, pero piénsalo de verdad, porque de ustedes dos no puede simplemente salir una follada de una noche —abriendo la puerta para retirarse añadía—. Si necesitas desquitarte con MinJae hazlo, solo trata de manejarlo correctamente.

El rubio decía su última sentencia y se retiraba dejando a Taehyung confundido y estresado. Este se había sincerado sobre sus recientes pensamientos, pero no le había servido de nada porque seguía sintiéndose horrible.

Jimin al ir en dirección a su habitación se cruzaba a SeokJin de frente que venía tan consternado como había visto recientemente a su mejor amigo.

—¡Jimin! —exclamaba el castaño que casi se lo llevaba puesto por venir mirando el piso.

Jimin sonreía con dulzura.

—¿Cómo la estás pasando, Hyung? —preguntaba amablemente.

SeokJin no era tonto. Jimin no tenía secretos con Taehyung y mucho menos con Jungkook.

Suspiraba sintiéndose acorralado.

—No haré nada que pueda arruinar tu boda o el clímax de esta —respondía con honestidad.

—Sé que no, Hyung —sonreía y antes de retirarse palmeaba su hombro.

Jimin tenía tantas cosas para decirle, pero no tenía derecho, así que solo se retiraba con todas aquellas palabras en la punta de su lengua. Sabía que el mayor no arruinaría nada, SeokJin era educado y respetuoso y se venía conteniendo demasiado con el azabache.

El castaño continuaba su camino cuando Taehyung salía de su habitación cruzándolo de frente. Ambos habían quedado petrificados bajo la mirada del otro.

¿Que se supone que se dirían? ¿Quien debía hablar primero?. Eran pésimos a la hora de hablar o más bien, no hablar.

—Lamento lo que sucedió —exclamaba primero SeokJin—. Mi primer error fue meterme e intentar prohibirte estar con MinJae, y todo el resto —añadía.

Esas palabras le sabían amargas en su lengua, él no se sentía arrepentido por eso, pero era todo lo que podía hacer.

Taehyung tenía cara de pocos amigos, el menor era malo intentando fingir sonrisas que simplemente no le nacían, a decir verdad no ser hipócrita era su mejor cualidad y con Seokjin no lo ocultaba.

—¿En serio lo sientes? —acortaba la distancia.

SeokJin comenzaba a sentir todo un calor subir a su nuca—. Siento haberte dicho lo que podías o no hacer con MinJae

—Si, ya lo dijiste —exclamaba desafiante—. ¿También te sientes arrepentido por los acontecimientos recientes?

—¿Que quieres que diga? —preguntaba irritado entre dientes—. Fui un imbécil ¿ok?. No volveré a ponerte un dedo encima.

Amargas palabras para ambos. Taehyung podría decirle lo mismo y contestarle de la misma forma y con la misma altivez, pero simplemente optaba por salir de su presencia sin añadir nada más.

Los ex esposos sabían como evitarse y así lo habían hecho a la perfección. Evitando compartir la mesa al día siguiente en el desayuno y evitando cruzarse en el camino. SeokJin estaba poniendo todo de si para no ir y golpear la puerta de Taehyung, este se había compenetrado en coquetear con MinJae, no quedaba de otra, era una buena distracción para pasar lo que quedaba de la siguiente semana.

Eso había cansado mental y físicamente a SeokJin, pero daba gracias por haber llegado la noche y encontrarse en su habitación.

La pareja se encontraba pasando por un pequeño bloqueo. La interrupción de Taehyung cuando el rubio le estaba dando un oral había dejado a SeokJin con problemas de concentración, pero agradecía no utilizar a Baek por culpa de su ex.

—Esta tarde fuimos interrumpidos por ese ruido —soltaba el rubio mientras le quitaba a SeokJin su libro—. ¿Podemos continuar con lo que nos quedó pendiente? —el rubio se subía a horcajadas y antes de que SeokJin intentara negarse atrapaba sus labios en un beso necesitado.

Los movimientos sobre el miembro de SeokJin habían comenzado, BaekHyun soltaba su boca y bajaba a su cuello. Los besos, el movimiento y las sensaciones lo llevaron al recuerdo de Taehyung y él sobre el piso de su habitación haciendo lo mismo.

El castaño apretaba los ojos obligándose a disfrutar de su hermoso amante, pero no podía, estaba bloqueado y aunque su cuerpo estuviera despertándose y respondiendo, no eran por BaekHyun.

—Espera, detente —pedía suavemente.

El rubio había quedado en pausa y luego se erguía para verlo fijo a los ojos, una mirada triste cruzaba la de SeokJin.

—¿Porqué? —preguntaba con cierto temblor en su voz.

El castaño tragaba el nudo en su garganta y acariciaba su rostro.

—Mi cabeza está algo desordenada, no me siento bien ahora.

SeokJin solía decirle aquello cuando se encontraba saturado con su trabajo, solía pasar de vez en mes—no era nada nuevo—pero esta vez le resonaba tan fuerte al rubio que temblaba.

—Dejame ordenarte los pensamientos —rogaba susurrando en la boca del castaño para besar con dulzura.

Lo estaba intentando, estaba intentando familiarizarse con el gusto de BaekHyun, pero le sabia tan diferente. Entre la frustración y su cuerpo rebelde, que de todas formas respondía, tomaba al rubio para dejarlo bajo su cuerpo. El beso iba subiendo de tono conforme los movimientos pélvicos de SeokJin para fregar su entre pierna a la de Baek y hacer una fricción exquisita que robaba suaves gemidos al rubio.

—No vayas a detenerte —susurraba Baek en sus labios—. Por favor

—De acuerdo —coincidió el castaño.

Más besos y caricias que hacían temblar a BaekHyun y olvidar a SeokJin. Era momento de enfocarse de nuevo en su amante, su pareja actual.

No debía dejar que Taehyung jugará con su cabeza por simple aburrimiento y él debía de respetar a su novio quien ya tenía suficiente con estar en un lugar donde casi no conocía a nadie y para colmo tenía que lidiar con su ex pareja.

Debía dejar de ser egoísta y brindarle buenos ratos a BaekHyun dentro de esas cuatro paredes.

1/2💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro