Seis

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Un día anterior a las fotos familiares de los novios, en la misma cabaña en las afueras del lago, se desarrollaba otro día más lleno de gente en la casona Park.

Otro desayuno poblado y ruidoso con un SeokJin y Baekhyun silenciosos en su mesa, esperando por los novios.

—Hace dos días que Taehyung no sale de su habitación —exclamaba Baek al castaño que estaba muy sumido en su mundo tomando su desayuno y leyendo su libro.

El mismo levantaba la vista de su lectura.

—¿De que hablas? no lo había notado —mentía.

El azabache no estaba metido en una depresión ni nada, simplemente no quería ver a SeokJin ni al resto de la gente. Deseaba la soledad, le encantaba, era un ermitaño, aunque posiblemente así se manifestaba su depresión, pero él lo negaría.

No había llorado, por dios no, que ridículo sería eso, solo necesitaba recargar energías. Solo eso.

SeokJin claramente había sentido su ausencia, pero no tocaría el tema con nadie. Obviamente tenía en claro, que era su jodida culpa.

—¿Estás bromeando? —preguntaba el rubio ceñudo—. Nadie te ha atacado por dos días. ¿Y dices que no notaste su ausencia?.

SeokJin suspiraba dejando el libro de lado—. Si, lo noté —replicaba—. ¿Que quieres que haga? Quién sabe porque anda encerrado —respondía sin mirar a los ojos de su novio.

—¿Le preguntaste a Jimin? —insistía.

—No, Baek. No voy a preguntarle por Taehyung y no es de nuestra incumbencia el porque está encerrado.

Los ojos del castaño le rogaban al rubio que dejará de hablar del tema, éste bufaba, pero no iba a quedarse callado.

—¿No te preocupa saber que le sucede? —continuaba.

SeokJin restregaba sus ojos mientras se iba en un suspiro, pero antes de responder Jimin y Jungkook llegaban a la mesa para unirse al desayuno, detrás de ellos MinJae se hacía presente también.

—Buenos días —saludaban los novios al unisono.

—¿Jimin sabes cómo está Taehyung? —preguntaba Baekhyun inmediatamente.

Jungkook abría sus ojos buscando los de SeokJin, quién obviamente lo evitaba. El novio pintando su mejor  sonrisa exclamaba—: Él está bien, Baek

—¿Porque no ha bajado? —preguntaba MinJae—. Intenté verlo, pero me evita 

—Si es así, no le insistas —ordenaba Jimin—. No quiere hablar con nadie y eso me incluye

—Podrías intentar y ver qué le pasa —decía Baek a SeokJin llamando la atención de los tres.

—Si no quiere hablar con Jimin, no querrá hablar conmigo —respondía entre dientes—. Él es así

—SeokJin tiene razón —apaciguaba Jimin—. Taehyung es un poco antisocial, a veces se abruma con demasiada gente. Supuse que pasaría y estaba listo para eso

—¿Pero ha comido algo? —insisitía Baekhyun.

—Pedi que le llevarán las cuatro comidas del día y si quería algo mas, le dejé el teléfono de la cocina. Ha comido bien

—¿Lo ves?  —decía SeokJin—. Si come es porque está bien.

Baek negaba con su entrecejo fruncido y luego de unos minutos que la pareja y MinJae pedían su desayuno le susurraba por lo bajito.

—Si yo fuera tu ex esposo, estaría interesado en que fueras un poco amable y te acercaras a ver cómo estoy.

SeokJin suspiraba y cansado añadía—: He ahí la cuestión —miraba a Baekhyun con dulzura—. Tú no eres él —esa frase había descolocado a ambos, pero SeokJin rápidamente aclaraba—. Amor, a Taehyung le gusta estar solo y nosotros no nos llevamos bien, mi presencia simplemente le molestaría más.

Rápidamente tomaba la mano del rubio para darle un suave apretón y luego besar la comisura de sus labios con un casto beso.

—De todas formas, pienso que deberías verlo —replicaba.

—Ay, dios. No tienes arreglo —reprendía.

—Sabés como soy —se justificaba con ojitos de cachorro.

—Y te amo por eso —respondía el castaño al instante—. Mira, si tanto te interesa iré a verlo, pero seguramente me tire con un zapato o algo

—¿Para tanto? —preguntaba.

—Ya saldrá, cuando él tenga ganas de lidiar con nosotros y con toda este gente, lo hará. Él es peculiar.

BaekHyun suspiraba asintiendo, si SeokJin decía aquello, era porque ¿quién mejor que él conocía a Taehyung? Si, Jimin, quién prácticamente había dicho las mismas palabras del castaño.

Así que el rubio simplemente asentía y dejaría el tema de lado, él solo quería ser agradable. Le salía natural preocuparse por terceros sin importar el tipo de lazo compartido. Era atento y esa cualidad había vuelto loco a SeokJin cuando recién lo conocía.

Simplemente interesado en sacarle una sonrisa y hacerlo sentir mejor todo el tiempo, lo miraba con ojos tiernos y no con unos cansados y dolidos como los que Taehyung solía tener frente a él.

BaekHyun era perfecto, a veces creía que era imposible que alguien así existiera, pero él lo era. El rubio era lo que SeokJin necesitaba en aquel entonces, pero cabía una leve posibilidad de que no era lo que necesitaba ahora y eso le quitaba el sueño.

Sus primeros años juntos estuvieron llenos de dudas e incertidumbres por la vieja relación que el castaño arrastraba con él. Pero no había visto esperanza alguna de volver con Taehyung, así que con el tiempo simplemente se fue recuperando, sanando heridas, cosiendo otras.

Cinco años de rehabilitación por haber estado con alguien como Taehyung. Un huracán, arrasaba con todo a su paso, era intenso, desequilibrado, pero era su Taehyung y así lo amaba.  Habían sido cinco años en los que sentía que haber estado casado con él casi formaba parte de otra vida.

Pero las heridas que había cocido comenzaban a abrirse y todo el muro levantado separando su pasado de su presente se iba cayendo a pedazos con la presencia del huracán Taehyung, en cierta forma, de vuelta a su vida.

Estaba perdiendo los estribos.

El azabache se encontraba en su cama  eran las dos de la madrugada y él no conciliaba el sueño porque había dormido toda la tarde de ese día, tambien del día de ayer y ahora no se encontraba cansado. Que mejor idea que escabullirse por algo dulce o una copa de vino tampoco le vendría mal.

Así que con pies descalzos abría la puerta para verificar que nadie siguiera despierto  y técnicamente la casona se veía algo tenebrosa por el silencio que la inundaba. Sin más perdida de su tiempo se iba escaleras abajo para llegar a la cocina, una inmensa habitación con una hermosa isla en el centro y todo lo que puedan llegar a necesitar a la hora de cocinar, aquella lo tenía todo.

Una puerta  alejada llevaba al cuarto de vinos, Taehyung lo sabía muy bien porque solían asaltarla con Jimin cuando eran adolescentes. Con paso seguro entraba y elegía uno de las bastas opciones que había. El de etiqueta blanca "Chateau Margaux 2000 Premier Grand Cru Classe".

—Oh, si. Esto servirá —murmuraba para salir y tomar una copa.

No necesitaba nada más, solo vino. Antes de retirarse por completo abría la botella con cuidado para servirse una copa y tomarla escaleras arriba.

Antes de beber removia su copa, impregnaba sus fosas nasales con el aroma peculiar de aquel vino y finalmente añadía—: Ven con papi —y le daba un tan anhelado sorbo.

—Esa botella es demasiado para uno solo —exclamaba una voz en la oscuridad de la cocina.

Taehyung rodaba los ojos realmente hartado ¿Tanta era su mala suerte?. Una casona con casi treinta personas, y justo Seok Jin lo encontraba en su pequeño acto que debía desestresarlo, pero al final parecía ser lo contrario.

Tomando la copa caminaba decidido a pasarlo de largo, pero era más fuerte que él detenerse y responder.

—¿Me estás siguiendo? ¿Es que acaso me extrañaste estos días? —decía ya en frente del castaño que traía una camiseta blanca al cuerpo y unos pantalones de chandal.

La camiseta entallada se ajustaba perfectamente a sus anchos hombros y marcaba su angosta cintura. Taehyung paseaba sus ojos negros con descaro por toda la anatomía de Seok Jin.

—¿Has comido bien estos días? —preguntaba cruzándose de brazos.

—¿Me estás siguiendo? —preguntaba de nuevo dando otro sorbo a su copa mientras que con su otra mano cargaba la botella.

—Solo bajaba por un poco de agua, Taehyung ¿Comiste bien? me enteré que hoy devolviste la comida —fruncía su cejas pronunciadas—. No es aconsejable que bebas si has comido poco, no es salubre

—Ay, SeokJinnie. Sé lo que estás pensando —arremataba el azabache con voz grave sin dejar de beber de su copa.

—Deja de pretender que sabes lo que pienso —replicaba algo incómodo el castaño.

Taehyung se encogía de hombros y desinteresadamente exclamaba—: De acuerdo, dejaré de hacerlo —pasando por al lado del castaño cerca de su oído añadía—. Entonces no tomes una copa para ti y no me sigas a mi habitación.

Sin nada más que decir, se retiraba. Su pulso acelerado y sus labios estaban humedecidos  por el vino. SeokJin por su parte había quedado petrificado ante el juego de palabras de Taehyung. No se lo esperaba y había notado al verlo lo mucho que necesitaba contemplarlo de nuevo. Su pelo azabache enmarañado, sus ojos alargados negros y sus labios rojos por culpa de estar constantemente relamiendolos y el mismo vino que le daba ese brillo particular.

Tenía de nuevo aquella camiseta con cuello demasiado abierto que dejaba a la vista sus clavículas y esta vez llevaba unos pantalones de pijamas algo sueltos, pero que de igual forma a Taehyung le quedaban a la perfección.

Una vez en su habitación Taehyung dejaba la puerta entreabierta solo un poco, se sentaba en el piso apoyando su espalda en la cama y mirando a la entrada, esperando pacientemente mientras se servía otra copa y dejaba la botella a su lado.

«Maldito imbécil».

Se maldecia a si mismo, un sorbo y SeokJin ni siquiera había pasado por el pasillo, dos sorbos y la anticipación lo estaba volviendo loco, tres sorbos, cuatro y suspiraba derrotado. Se sentía un imbécil, así que dejaba caer su cabeza sobre la cama para apoyar su nuca y cerrar los ojos esperando que el vino hiciera efecto de una buena vez.

—¿Segunda copa y ya te estás durmiendo? —aquella voz puso su piel de gallina y lo obligaba a abrir los ojos.

Contemplaba a SeokJin con una copa vacía parado en la puerta cerrandola de forma cuidadosa y haciendo el menor ruido posible.

Tragando duro el azabache ordenaba—: Ponle llave.

El mayor estaba de espaldas a él y con manos temblorosas, cerraba con llave la puerta. Al girarse veía a un Taehyung con mirada sombría que bebía de su copa y se veía jodidamente sensual. Mordiendo su labio inferior se acercaba para sentarse al lado quedando la botella en medio de ambos.

En silencio y sin mirarlo a los ojos Taehyung le servía una copa. Al depositar la botella nuevamente en el piso apoyaba de nuevo su nuca en la cama y esta vez si hacían contacto visual.

—¿No que no leía tu mente? —preguntaba con voz grave relamiendo sus labios.

Estaban muy cerca paseando sus miradas por cada parte del rostro ajeno. Un silencio que por alguna razón no estaba siendo incómodo para ninguno.

Cortando el contacto visual primero, SeokJin daba un sorbo a su copa y luego exclamaba.

—BaekHyun estaba preocupado por tí.

Taehyung no pudo evitar carcajear al respecto—. Genial, si. Hablemos de tu novio —tomaba otro sorbo y clavaba sus orbes oscuras en el mayor que se veía irresistible.

«Perfecto, como siempre. Idiota».

—¿Te sientes mejor? —preguntaba notando el tono sarcástico que Taehyung había utilizado.

—Nunca me sentí mal. Simplemente hay demasiada gente y sabes que llega un momento en el que lo detesto —se encogía de hombros.

Terminaba su segunda copa y se servía otra sin vacilar, SeokJin por su parte había bebido todo el resto de la suya para seguirle el paso al menor. Quitándole la botella se servía una segunda copa para él.

Otro silencio natural, ahora SeokJin clavaba su vista en el perfil del menor que mantenía sus ojos cerrados. Era etéreo, Taehyung siempre le había parecido etéreo, sin importar que llevará puesto.

—Crei que por mi culpa estabas encerrado —agregaba el castaño.

Taehyung chasqueaba su lengua entre sus dientes y sin abrir sus ojos respondía—. Solo necesitaba recargar baterías, nada más

—Ok —respondía.

—¿Ok? —ahora si lo veía, pero aparte de verlo torcia un poco su cuerpo en dirección a SeokJin.

—¿Que quieres que diga? —preguntaba el mayor imitando su acción.

Taehyung relamia sus labios, estaban a pocos centímetros, solos, con un silencio que los acompañaba y tantas palabras sin decir.

SeokJin sentía un calor recorrer su cuerpo al ver la acción del azabache, así que para distraerse bebía nuevamente de un sorbo lo que restaba. Luego se servía una tercer copa.

—No soy el único que necesitaba alcohol —cuestionaba el menor observando cómo le robaba una sonrisa ladina a SeokJin—. Sabes, no brindamos —añadía.

SeokJin lo miraba elevando sus cejas y preguntaba—: ¿Porque podríamos brindar?

—BaekHyun

—Tae

—¿Qué? es un sujeto agradable ¿Porque no brindar por él?

SeokJin tensaba su mandíbula y Taehyung lo había notado—. Creo que es hora de irme —exclamaba, pero al contrario de sus palabras seguía sentando frente a Taehyung que lo miraba expectante a ver cuál sería su próximo movimiento.

—Brinda conmigo por él, y puedes irte. Si es lo que deseas  —el azabache pasaba el vidrio de la copa sobre su labio inferior y SeokJin parecía hipnotizado al verlo.

Luego negaba intentando alejar sus ojos del azabache, riendo de forma ladina.

—Eres increíble —reprendía entre dientes con una voz ronca.

—¿Porque estás aquí? —preguntaba Taehyung con voz grave sin una pizca de simpatía en su voz.

—Porque me lo pediste

—¿Estás seguro? —decía irónico.

—Lo estoy. Aunque tu forma de pedir algo ahora, es muy peculiar —respondía sin dejar de verlo y bebiendo otro sorbo.

—¡Oh! No brindamos —decía con un puchero en sus labios—. Tan aguafiestas, como siempre —provocaba para luego beber él.

El contacto visual se mantenía, provocando un calor en la nuca de ambos, ninguno admitiría que estaban haciendo cualquier cosa al estar encerrados en la habitación de Taehyung bebiéndose una botella de vino.

La mano del azabache se iba al cuello de la camiseta del castaño para bajarlo un poco y dejar libre un chupón que este tenía. SeokJin se vio sorprendido por la acción del otro, pero se mantenía con calma en su lugar.

—¿Quieres romper el cuello de mi camiseta? —preguntaba tragando el nudo de su garganta.

Aquella acción no pasaba desapercibida para el azabache que contemplaba la nuez de su cuello subir y bajar en una fracción de segundos.

—¿Le gusta marcarte? —preguntaba ronco.

—Si —respondía el mayor.

Taehyung quitaba su mano, volvía a beber de su copa y dejándola al otro lado de su cuerpo se giraba para luego quitar la botella de en medio de ambos y tomar la copa de SeokJin para terminar de beberse el vino que a este le quedaba. SeokJin no agregaba bocado ante las acciones del menor, con la copa vacía la ponía junto a la suya y volvía a mirar a SeokJin.

—Te acabaste mi copa —decía el mayor.

—Crei que ya querías irte —respondía con suficiencia. SeokJin mordía su labio sintiéndose impotente por no saber cómo actuar con el menor. Este nuevamente volvía bajar el cuello de la camiseta para mirar la marca. SeokJin no hacía nada para detenerlo y mucho menos había atinado a levantarse—. Dime algo

—¿Qué? —preguntaba al instante.

El dedo índice de Taehyung tocaba la marca y SeokJin sentía la zona afectada hormiguear por culpa del azabache.

—¿Pensaste en mi mientras lo hacías con él? —lo miraba fijo y una obvia sopresa cruzaba el rostro de SeokJin—. Porque si es así... —Taehyung acortaba la distancia y solo quedaban a escasos centímetros. El castaño no podía dejar de mirar sus labios y Taehyung intercalaba entre los suyos y sus ojos, luego se inclinaba para meter su cabeza en el hueco de su cuello y añadía—, esta marca me pertenece.

Luego de esas palabras SeokJin sentía la suave, caliente y húmeda lengua de Taehyung pasar por aquella zona de forma perezosa. Un jadeo sonoro se escapaba de los labios del mayor.

Taehyung luego de notar la respiración pesada de su víctima no pudo, ni quiso detenerse. Comenzó a dejar chupones suaves y embriagadores que hacían temblar y suspirar sin cesar al castaño.

Había notado como este le daba vía libre moviendo su cabeza para que continuará con su camino de besos que iban subiendo.

Taehyung no recordaba que SeokJin fuera tan adictivo como lo era en ese instante, su piel suave y olor natural que a pesar de no sentirlo hacia ya mucho, seguía siendo familiar. SeokJin estaba petrificado, sus manos apoyadas en el frío suelo sin tocarle ni un pelo al azabache.

Los besos fueron ascendiendo hasta llegar a su menton dónde el menor mordía descaradamente y un gemido bastante audible resonaba en la habitación.

—Joder, pedazo de Imbécil —exclamaba entre dientes Taehyung.

Aquello lo había descolocado y se encontraba subiéndose encima de SeokJin quién lo recibía tomándolo fuerte de la cintura, Taehyung tomaba su rostro entre sus manos, pero sus labios se dirigían al cuello del mayor besando con más impetu e intensidad.

SeokJin se removia jadeante bajo el cuerpo de Taehyung quien movía sus caderas haciendo fricción entre su trasero y su polla, lo hacía con cierta desesperación y podía sentirlo, podía sentir lo duro que lo había puesto, podía escuchar como SeokJin simplemente estaba con su respiración entre cortada y sus manos en su cintura lo apretaban con fuerza.

Los labios de Taehyung subían al lóbulo del mayor para chupar y morder.

—Joder, b-besame  —rogaba SeokJin buscando su boca con desesperación, pero Taehyung se le escapaba quitando sus manos de forma brusca—. Tae, mierda.

Tomándolo decidido, el azabache se aporderaba de sus muñecas para apretar con fuerza y pegándose a su mejilla exclamaba—: Te odio.

SeokJin estaba entre herido y poco sorprendido.

—No lo parece

—Creeme que es así, imbécil —exclamaba al mismo  tiempo que pagaba su frente a la de SeokJin para comenzar un vaivén sobre su polla y poder sentirle mejor.

Ahora Taehyung se iba en suspiros, SeokJin lo contemplaba con labios entreabiertos y notaba como el azabache mordía su inferior mientras seguía moviéndose y se mantenía con sus ojos cerrados.

—Mmm... —una gemido suave y embriagador se escapaba de los labios del menor—. Joder, joder...aaahh.

Con su frente aún pegada a la de SeokJin continuaba removiendose, el mayor comenzaba a gemir de igual forma.

—Oh, Tae...por favor —seguía con sus muñecas prisioneras bajo las grandes manos del azabache. Pero él intentaba moverse para infringir más presión—. Joder, por favor

—Cierra la boca —Taehyung continuaba el movimiento obsceno sobre Seokjin. Podía sentir su propia polla golpear contra el abdomen del contrario.

Joder, estaban tan necesitados, y definitivamente el alcohol había hecho su trabajo.

Un nuevo intento fallido de SeokJin por intentar atrapar sus labios, lo cual robaba un gemido ronco y frustrado de Taehyung. Soltando una de sus manos lo tomaba con fuerza del mentón para inmovilizar su rostro.

Posando sus labios sobre los del mayor sin añadir presión alguna sacaba su lengua para delinear su labio inferior y mantener cierta distancia para que de igual forma Seokjin no pudiera abalanzarse a él.

Ese extraño juego se estaba volviendo adictivo para ambos, en otro acto de desesperación Seokjin intentaba tomarlo de la nuca  para besarlo, pero Taehyung volvía a hablar.

—Si me tocas te vas —sus ojos negros se conectaban con los del mayor—. No me toques y no vas a besarme —la lengua del menor salía a pasear sobre sus labios otra vez al compás de su vaivén lento.

SeokJin bajaba su mano para dejarla sobre el suelo, se moría por tocarlo, pero estaba seguro que Taehyung lo sacaría a patadas, así que prefería morir de forma lenta con la cercanía del menor.

Quizás no lo dejaría sentir sus labios, pero ¿que le impedía jugar con su lengua?. Con cierta timidez asomaba la misma de a poco hasta dejarla a la vista y luego de un segundo sentir como la de Taehyung chocaba con la suya. Era desesperante, quería comerle la boca a besos, sentir sus labios, morderlos, masacrarlos de forma pasional entre sus dientes, pero Taehyung no se dejaría.

Sin embargo, si jugaba con su lengua y continuaba moviéndose, ahora con desesperación y de forma tan lasciva sus lenguas se acariciaban y bailaban entre si. A veces Taehyung cerraba sus ojos y otras lo miraba, Seokjin en cambio, lo miraba en todo momento.

—Mmm... —el menor dejaba de jugar para hechar  su cabeza hacía atrás y apretar más a SeokJin para sentir más fricción en su polla.

El mayor entendía su necesidad a la perfección, así que velozmente se movía para dejar a Taehyung de espaldas al piso y recargar todo su cuerpo en él.

—¿Que haces, imbécil? —renegaba el azabache intentando quitarlo, pero se encontraba bastante expuesto con las piernas abiertas y SeokJin que no dejaba de verlo un segundo y ahora daba estocadas en falso para que su pollas chocarán en una deliciosa fricción constante—. Si, joder

—Idiota, me harás correr como un maldito adolescente. Déjame follarte, bebé —rogaba Seokjin en su oreja.

El "bebé" lo traía de nuevo a la realidad y rápidamente lo empujaba para quitárselo de encima y a duras penas y demasiado excitado se levantaba del suelo. SeokJin lo seguía al instante.

—¿Porqué hiciste eso? —preguntaba con rudeza el castaño.

—No soy tu bebé —señalaba Taehyung con furia para luego empujarle y hacerlo tambalear un poco—. No vuelvas a llamarme así —ordenaba con furia—. Vete, esto fue una pésima idea, vuelve con tu novio antes que despierte.

Se dirigía a la puerta para girar la llave, pero rápidamente sentía las manos de SeokJin tomarlo por los hombros girarlo y estamparlo contra la pared. Para su grata sorpresa el mayor apretaba su erección con fuerza.

—¿Esto es lo que harás la semana que resta, eh? —preguntana cerca de los labios del azabache.

El susodicho se reía de forma socarrona para luego borrar su sonrisa y morder su labio.

—Mas fuerte —pedía y Seokjin obedecía comenzando a masajear el bulto con fuerza—. Joder...

—¿Te encanta este jodido juego, no es cierto? —la mano libre de SeokJin descansaba a un lado de su cabeza solo su cuerpo lo aprisionaba contra la pared, Taehyung tenía sus manos contra la misma, no pondría ni un dedo más encima de SeokJin.

—Mas fuerte —rogaba viéndolo fijo.

SeokJin no dudaba y metía su mano dentro del pantalón para sentir la dura y húmeda polla de Taehyung que ya había perdido líquido pre-seminal. Se sentía tan bien volver a tocarlo de esa forma, era perfecto, todo en Taehyung lo era para él.

Comenzaba a bombear de arriba abajo admirando la sonrisa lasciva que se pintaba en el rostro del azabache.

Se moría por besarlo, pero Taehyung se negaría así que atacaba su cuello con lamidas desesperadas y chupones sonoros. Las piernas de Taehyung temblaban y se moría de ganas de sentir aquellos labios esponjosos no solo sobre su piel si no también sobre los suyos.

Pero un simple beso de SeokJin era mil veces peor que toda aquella vulgar escena que estaban creando. Sus manos fueron al la espalda del mayor para apretarlo más contra su cuerpo mientras sentía todo el calor aglomerarse en su bajo vientre y sus piernas temblar con más intensidad.

—Más, más, más...falta poco, por favor —rogaba  ahora tambien atacando el cuello de SeokJin intentado no dejarse llevar tanto, porque su piel era sensible—. Mmm, aah..joder, si, si....dios, más, por favor —una par de jalones rudos a su polla y Taehyung miraba fijo a Seokjin con su boca entreabierta y su respiración entrecortada. Joder era tan sensual, tan adictivo verlo de esa forma por su culpa, otra vez.

Sin más pérdidas los gemidos incrementaban por parte de Taehyung en forma de sollozos y finalmente se corría mordiendo su labio con fuerza para acallar el gemido de placer ocasionado por el orgasmo reciente.

SeokJin sentía como Taehyung temblaba bajo los efectos de los espasmos y su respiración era irregular. Poco a poco el agarre del menor iba aflojando mientras carcajeaba débilmente.

Besos  suaves comenzaban a aparecer por parte de SeokJin sobre su cuello.

—Detente — ordenaba con voz dura. SeokJin obedecía.

Levantaba lentamente su rostro y lo miraba fijo para preguntarle—. Yo sigo duro ¿Que harás al respecto?

—Pidele ayuda a BaekHyun —un empujón más y se quitaba a Seokjin de encima. Estiraba su camiseta para tomar la mano del mayor y limpiar el semen derramado en su mano—. Sal de aquí de una maldita vez

—Te odio —exclamaba SeokJin.

—Lo tengo bien en claro —girandose abría finalmente la puerta señalandole a Seokjin que se retirará.

SeokJin se abría paso a la salida, pero antes de abandonar la habitación añadía—. ¿Porqué haces esto?

—Porque no tienes el jodido coraje de elegir. Vete  —otro empujón que lo dejaba fuera y rápidamente se cerraba la puerta.

SeokJin sabía a lo que Taehyung se refería, lo sabía muy bien.

Gritos internos aqui→

Este Taehyung es terrible, este Seokjin es tan débil. Ese beso que no llega, che...

En fin. Felices? Porque yo si 😏💕
Cinco votos más y con seis capítulos ya llega a los 1k de votos. Yo no puedo asimilar aún el apoyo que me dan, es smdkfkxkdkdnsnslq. Les amuuu

Con amor Niñita Nany 💜

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