Treinta y tres

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Finalmente en su apartamento Taehyung había respondido poco y nada a  los saludos de mañana que Seokjin le había mandado. Se detestaba por estar tan fuera de práctica con aquello, no es que no quisiera seguir conversando de algo con el castaño, tenía cosas vánales que contarle de su día, pero parecían no salir por mensaje. Taehyung realmente no acostumbraba a aquello luego de tanto tiempo. Cuando lo hacía con SeokJin era más joven, soñador y estaba en su primera relación. Ciertamente ya no era ese chico en muchos sentidos, luego de SeokJin el sobrenombre Rey de Hielo, le calzaba justo. No se encariñaba con nadie luego de su segundo intento fracasado con un tipo del que ya ni recordaba su nombre. Se había vuelto un profesional en el juego de “sexo  sin sentimientos, ni ningún tipo de apego”. Simplemente habían sido cinco años de nada serio, ni siquiera mensajes melosos para conseguir una revolcada, lo justo y necesario. Así que ahora con Jin, la cosa no funcionaba de esa forma.

Ciertamente tampoco era lo que recordaba con él. Recordaba tener a SeokJin cerca, esperando por él o viceversa. Se encontraba llegando a casa solo nuevamente, había sido un día jodidamente largo. Había visto al señor Hiroshi y quedaba totalmente desgastado luego de la imagen del hombre. Pero aun parecía tener fuerzas para seguir en aquel mundo. Aunque sentía que solo alargaba lo inevitable. La noche anterior en la que había esperado por Jin, Jimin había mandado un mensaje diciéndole que se comunicaría aquella noche con él. Así que se alistaba de inmediato para poder hacer terapia con su mejor amigo al otro lado de la  línea.

Se había duchado y consideraba que era un poco tarde para estar molestando a Seokjin con la respuesta a su último mensaje.

— ¿Será muy tarde responderte ahora? —Hablaba para sí mismo, pero justo el teléfono sonaba con la llamada entrante prometida, de su mejor amigo—. ¡Mochi!

Tigrecito, ay te extraño tanto —soltaba dulcemente el rubio, al otro lado de la línea—. ¿Cómo has estado? ¿Cómo han estado? Kookie hablo ayer con Seokjin Hyung, pero son hombres de pocas palabras

—Me imagino que sí. También te extraño —soltaba desganado.

Oye, tu madre me aviso lo del señor Hiroshi ¿Cómo estás? No me dijiste nada de como realmente se encontraba, Taehyung —reprendía el rubio al otro lado.

—Estabas con todo lo de la boda, Jimin —mencionaba, mientras se servía una copa de vino.

Aun así, eres un…me enfurecí en cuanto supe que estaba muchísimo peor de lo que me habías mencionado.

Taehyung iba a la cama y se acostaba en ella, dejando la copa de vino a un lado y suspirando fuertemente al otro lado de la línea.

—Relájate. Estos días estoy-…creo que preparándome mentalmente para el momento —respondía y bebía un trago largo.

Al menos no estarás solo —mencionaba Jimin.

—Llevo cinco años solo, si tú también te refieres a SeokJin…

— ¿Yo también? ¿Quién es la otra persona que sospecha lo mismo? —preguntaba Jimin curioso.

—Mi madre

— ¿Tu madre ya sabe lo de ustedes dos? —preguntaba alzando la voz.

—Fue de casualidad, que decirte —contestaba, riendo solo un poco.

— ¿Cómo casualidad?

— ¿Recuerdas que ayer te mencione que me recuperaba de un resfrío? Bueno, SeokJin estuvo cuidando de mí y mi madre apareció y boom, encuentro a la fuerza y charla de madre e hijo —soltaba sin gracia alguna.

— ¡Oh, dios! ¿Qué dijo al respecto? —curioseaba el rubio.

—Mi madre tiene un gran cariño por SeokJin ¿Tu qué crees? —mencionaba.

—Fueron muchos años. Sería extraño para ella verte con alguien más que no fuera él —mencionaba Jimin—. ¿Cómo han estado?

—Lo extraño —suspiraba en un puchero.

—No puedo verte, pero presiento que estás haciendo un mohín ¿Se volvieron a separar? —preguntaba horrorizado.

— ¡¿Qué?! No. Dios no, solo-… —suspiraba—. Siento que es todo nuevo y Jimin estoy fuera de práctica con esto de ser novios otra vez. A veces hasta me siento estúpido. Estábamos casados

—Bueno cásense de nuevo

— ¿V-vas a hablar conmigo o vas a decir incoherencias? —demandaba Taehyung, por poco y trabándose entre palabras.

—No es una inco-… ¡Ouch! ¡Oye! —chillaba el rubio, al otro lado de la línea.

— ¿Qué te paso? —preguntaba Taehyung, preocupado.

—Kookie me pego por lo sugerido

—Oh, agradécele al conejo de mi parte

—Te voy a partir el culo ¿Me oíste? —soltaba Jimin.

— ¿Me lo dices a mi o a tu esposo? —se mofaba. De repente escuchaba a su amigo discutir con un Jungkook que se reía a carcajadas al otro lado, pero el sonido de otra llamada entrante captaba su atención.

Era Seokjin.

— ¿Mochi?

— ¡Y te juro Jeon Jungkook que no vas a poder camin-…!

— ¡Mochi! —llamaba nuevamente Taehyung. El rubio finalmente le prestaba atención—. Jinnie está llamándome, luego hablamos. Ahora ve y deja a Jungkook en sillas de ruedas —se despedía y de inmediato atendía a Seokjin.

— ¿Jin?

—Hey… —sonaba la voz cansada del castaño.

—Te iba a mandar mensajes, pero la hora iba pasando y cada vez era más vergonzoso responderte tan tarde —se disculpaba de inmediato antes de que SeokJin pudiera decir algo.

—No tienes que disculparte

—Sí, tengo

—Bueno es verdad. Se siente extraño que no me respondas, pero no puedo atosigarte —mencionaba algo desganado—.  ¿Qué estabas haciendo?

Taehyung giraba sobre su cama y veía el espacio vacío a su lado, el cual inconscientemente acariciaba y luego de suspirar exclamaba—: Te extraño
 
Ay, Tae ... —soltaba el castaño también suspirando su nombre—. Ábreme la puerta.

Taehyung se sentaba de inmediato con los latidos de su corazón acelerados. Miraba en dirección a la puerta de salida de su habitación.

—Jin, si te estás burlando de mí-... —el sonido del tibre se escuchaba en todo el piso.

Taehyung se levantaba de inmediato y al llegar a la puerta de entrada miraba por el rabillo y veía a SeokJin con el teléfono en la oreja y sonriendo cansado. Abría de inmediato y al conectar sus ojos, ambos seguían con el teléfono apoyado y se miraban con ese dulce destello que ni siquiera pedía permiso para brillar frente al otro.

—Te ves arruinado —soltaba Taehyung.

Seokjin reía y le contestaba—. Fue una noche movida, pero necesitaba verte. tu vecina volvió a abrirme la puerta, estaba sacando la basura.

Seokjin bajaba el teléfono y finalizaba la llamada, entraba a paso lento y Taehyung seguía mirándolo en silencio.

—Anoche te espere para comer —exclamaba el azabache, sin previo aviso—. Yo... cociné para dos —Taehyung bajaba su teléfono y soltaba el pomo de la puerta.

Seokjin terminaba de meterse y cerraba por él. Soltaba su bolso en el piso y realmente se veía como la mierda, pero seguía siendo atractivo. Miraba al azabache y le sonreía dulcemente de lado.

—Anoche no comí porque quería verte, pero no quise venir a molestar —en vez de ir hacia Taehyung, iba unos pasos hacia atrás y dejaba caer su espalda sobre la pared.

Taehyung suspiraba y se acercaba sin apuro alguno, Seokjin realmente se veía demasiado agotado, pero ahí estaba. Levantaba su mano, con sumo cuidado la colocaba sobre la mejilla del castaño y con su pulgar acariciaba la piel. Éste cerraba los ojos ante el suave tacto, luego sentía la otra mano de Taehyung ir a su angosta cintura. Abría los ojos y veía al azabache  a escasos centímetros. Sus manos de inmediato iban a la cintura de Taehyung y lo acercaba a él. No había espacios vacíos excepto entre ambos rostros. Su nariz estaba rozando la ajena y luego Taehyung liberaba el brazo que estaba en su cintura y lo llevaba a su otra mejilla. Acunando así, el rostro de SeokJin entre sus manos.

Taehyung sentía los brazos de SeokJin rodearlo con fuerza y apretarlo contra su cuerpo y no podía evitar suspirar.

—Dios, te extrañe Jinnie... —soltaba cerrando sus ojos. Los labios de Jin rozaban los suyos y le enviaban esa oleada de calor que lograba desestabilizarlo rápidamente.

— ¿Por qué no me dijiste que cocinarías para ambos? ¿Por qué no me pediste que viniera contigo? —preguntaba SeokJin, viéndolo fijo.

— ¿Por qué simplemente no viniste? —Taehyung abría sus ojos y daba un casto beso a los carnosos labios del castaño, era breve y hacía desear a Seokjin—. ¿Por qué no viniste? —Insistía susurrando en los labios ajenos, pero no le permitía a Seokjin hablar.

Lo tomaba con precisión y comenzaba a besarlo con necesidad. Necesidad que era correspondida, abría su boca y Seokjin no tardaba en asaltar la misma con su lengua. Taehyung sentía los labios secos del castaños y no tardaba en jugar con su lengua sobre ellos para delinearlos. Sus brazos habían rodeado el cuello de Jin y las manos que éste tenía en su cintura se inmiscuían bajo su camiseta y comenzaban a acariciar su piel.

Taehyung no podía evitar gemir en pleno beso, rápidamente sentía su boca ser liberada y los labios de Jin presionar sobre su cuello y comenzar a besarlo, al ritmo que los dedos del castaño se clavaban en su espalda. Se encontraban excitados en cuestión de segundos, pero Taehyung suspiraba y con toda la fuerza de voluntad, empujaba apenas a Seokjin.

— ¿Qué? ...  —el castaño lo miraba confundido.

—Estas agotado, porque mejor no te das un baño y preparo algo cenar ¿Has comido algo? —Preguntaba al castaño y lo acariciaba con sumo cuidado.

—He comido al mediodía, a la noche no porque fue un día de locos —respondía Seokjin.

—No se diga más. Te buscaré ropa cómoda, date un baño y cocino algo rápido —exclamaba, yendo en dirección a su habitación.

Pero la mano de SeokJin tiraba de su ropa y volteaba, el castaño lo tomaba de la cintura y acercaba si rostro para que sus labios se encontraran una vez más. TaeHyung siempre tan receptivo y ahora más que predispuesto no tardaba en abrir su boca para ser atacado por aquella lengua salvaje otra vez y al mismo tiempo darle pelea con la suya propia. El beso era más subido de tono y los hacía entrar a ambos en calor.

—Jin... —susurraba Taehyung, luego de cortar el increíble beso.

Sentía la mano de SeokJin viajar a su nuca y tenerlo firmemente pegado a sus labios.

—Dime... —replicaba el mayor. Mientras su boca vagaba ahora por aquella filosa mandíbula.

—Tienes que dejarme ir para buscarte ropa y que puedas bañarte —decía Taehyung con voz entrecortada.

Sus manos se iban a la camiseta de SeokJin y se la quitaba. Taehyung lo observaba babeando mientras miraba por su torso blanco e inconscientemente se inclinaba para pasar su lengua y morder suavemente aquella protuberancia rosa, y hacer jadear al mayor.

—Sss...puedes hacerlo de nuevo —pedía SeokJin. Taehyung comenzaba a besarlo cuesta abajo, raspando con sus dientes la piel del abdomen, y luego saboreando con su lengua, cuando iba a despojar al castaño de su pantalón se detenía—. Ay, eres increíble...

Miraba hacia abajo y notaba la mirada juguetona de Taehyung y los labios semi hinchados.

—Estás arruinado Jinnie ... — SeokJin suspiraba entre risas, luego se mordía el belfo inferior cuando sentía la lengua de Taehyung volver cuesta arriba para quedar de pie frente a él—. Date un baño, comamos algo y hablemos. He estado tan consumido conmigo mismo que aún no te pregunté por BaekHyun y tú charla con él. Entiendo que eso puede afectarte.

Acariciaba el cabello del mayor y este se recomponía de inmediato, dejando notar la incomodidad—. Sobre eso...

Taehyung se alejaba—. ¿Has hablado con él, cierto? —mencionaba, cambiando totalmente el tono de voz.

SeokJin sentía que había dejado de respirar, pero intentaba ser positivo. Taehyung entendería que estuvo ocupado y que, por sobre todas las cosas BaekHyun lo había evitado. Él no podía ofenderse, tenía esa inquietud en vano. Taehyung sería razonable.

Perdón, llegué 💜💜
Próximo a actualizar su amadisimo Erotofonofilia ✊❤.

Con amor Niñita Nany 💜

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