⛓️Chapter sixteen!

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Jimin y Taehyung fueron los primeros en abandonar la avenida Brooks.

Apenas la subasta finalizó ambos omegas se subieron a la camioneta que los transportaría, mientras sus recientes adquisiciones iban aseguradas en jaulas dentro de un camión de carga.

El camino fue tranquilo y silencioso, cada uno sumergido en su propio mundo de pensamientos y posibilidades que se creaban tras las decisiones que fueron tomadas hace pocas horas; sin embargo, el más tenso de ambos era Taehyung.

La imagen del alfa legendario que ahora le pertenecía estaba arraigada en lo profundo de su mente. Toda esa fuerza, salvajismo y letalidad podría ser una combinación que le causaría problemas y él en serio dudaba mucho de poseer lo que se requiere para doblegar un juguete de ese calibre.

Sabía que de ambos, Jimin era el único capaz de hacerlo. Pero el alfa le pertenecía a él, y no había marcha atrás para poder cambiarlo.

Trató de encontrar el lado bueno y no tardó en hacerlo. El hombre era atractivo, aún si Taehyung no pudo detallar bien su rostro sabía que su belleza era incuestionable, así como lo era toda la musculatura firme que le provocaba un leve cosquilleo en sus manos ansiosas por tocar y conocer.

La camioneta se detuvo cuando la residencia Kim estuvo a la vista. El omega de cabellera azul tomó su bolso y con un asentimiento se despidió de su amigo para finalmente ingresar a la mansión.

El movimiento en el área estaba activo, el omega supuso que se debía al cambio de los guardias ya que la madrugada estaba en todo su esplendor. Caminó con seguridad por los primeros pasillos, deteniéndose cuando dos betas se interpusieron en su camino.

—Joven Kim —saludó uno de ellos con una reverencia—. Aquí tiene la llave de la habitación de su juguete, ya le han implantado el chip.

Se detuvo abruptamente. —¿Ya está aquí?

—Lo trajeron hace diez minutos aproximadamente.

—¿Cuál es la habitación? —preguntó, mientras retomaba su camino.

—La que está frente a la suya —informó el mismo beta—. Fueron órdenes de su padre.

—¿Mi padre está en casa?

—No, joven —respondió el otro beta, en ese momento Taehyung hizo nota mental de aprender sus nombres—. El señor Kim está en una misión de emergencia en el bosque del sur.

—Bien, a partir de aquí iré solo —indicó al par de hombres cuando llegaron al pasillo de habitaciones.

—Como ordene, si necesita algo no dude en llamarnos.

Taehyung asintió y sin perder tiempo se internó en el amplio pasillo. El aroma ácido del alfa le golpeó directamente logrando desequilibrarlo por breves instantes.

La esencia era fuerte y para el omega fue fácil deducir que su juguete no se encontraba para nada feliz con todo lo que estaba sucediendo.

Abrió las puertas dobles que pertenecían a la nueva habitación del alfa y entonces la esencia aumentó. El peliazul se obligó a ignorar la molestia en su nariz y sin vacilación alguna ingresó haciendo notar su presencia.

Lo primero que sus ojos miraron fue una gran jaula cuadrada con barrotes gruesos, estaba seguro que fue armada en la habitación pues no existía otra forma para explicar cómo pudieron ingresarla por las puertas. Dentro de la jaula estaba el alfa, y a diferencia de hace algunas horas, no tenía puesto el bozal, permitiendo que Taehyung conociera su rostro con claridad.

Cejas pobladas, ojos amarillos casi rozando el dorado, nariz definida, labios medio gruesos, el cabello estaba suelto y le caía en cascadas de ondas sobre los hombros.

Sus ojos se encontraron por un largo momento, ahora que estaban tan cerca el omega también pudo ser consciente de la significativa diferencia de estaturas que ambos tenían, ya que aquel alfa fácilmente le sacaba una cabeza de altura.

—¿Es aquí donde me pides que te folle?

La voz ronca del alfa sorprendió a Taehyung, el omega lo miró perplejo, a decir verdad no se esperaba algo mejor, pero sí le irritó la insolencia que el contrario demostró.

—No te he ordenado que hables —respondió con dureza. No le gustaban las faltas de respeto.

Lo miró sonreír burlonamente, pero esos ojos amarillos seguían demostrando rebeldía y salvajismo.

—A mí ningún omega con aires de grandeza va a venir a ordenarme —gruñó con rudeza, mientras sus manos apretaban con fuerza los barrotes de su cárcel. Otra vez sonrió y esta vez un toque oscuro acompañaba esa sonrisa—. Claro que, si quieres sentir como es una verdadera cogida podemos negociar los términos.

Taehyung le devolvió la sonrisa, pero la diferencia es que la suya era de completo egocentrismo. Bien, si su juguete quería ser rudo, así sería.

—No tengo que negociar nada con mi esclavo —sentenció, regocijándose cuando el alfa lo acribilló con la mirada—. Si quiero puedo montarte cuando yo quiera y tú no podrías hacer algo para detenerlo.

El alfa lo miró de pies a cabeza con completo descaro, demostrando con ello lo primitivo de sus instintos, o quizás era su forma inútil de incomodar al omega.

—Atrévete —murmuró en voz baja—. Pero te advierto desde ya que no lidiaré con consecuencias.

—Creo que te quitaron el bozal antes de tiempo —comentó el omega con expresión pensativa—. Eres insolente y conmigo vas a aprender a educarte, lobito.

—No me llames lobito —gruñó en amenaza.

Taehyung soltó una carcajada. —Tú no eres quien ordena aquí, y para mí será un placer enseñarte cómo a los omegas nos gusta dominar.

El omega tomó el bozal de hierro que estaba en el mueble frente a la cama y sin miedo o vacilación abrió la gran jaula que contenía a su salvaje juguete, con una sola intención en su mente.

El alfa se removió furioso, pero las cadenas que le sostenían se tensaron para inmovilizarlo con fuerza, sintiendo con desagrado el toque del otro al colocarle aquella estúpida cosa que le quitaba toda oportunidad de hablar y gritar.

Volvía a sentirse dominado y no le gustaba, mucho menos si aquel omega simplón era el que pretendía darle una lección. Lo miró con odio contenido, al tiempo que su garganta emitía gruñidos amenazantes que no lograban salir gracias al fuerte bozal de hierro.

—Vamos a ver si unos días con esto no logran domarte un poco —habló el omega mirándolo fijamente—. Soy bastante tranquilo, pero tu comportamiento malcriado es algo que no voy a tolerar ni hoy ni nunca —advirtió con rigidez en su voz—. Atrévete a desafiarme, y juro hacerte trizas, ¿lo has comprendido, lobito?

Taehyung salió de la jaula y se encargó de asegurarla. Caminó hasta el buró derecho de la recámara donde una carpeta gris que contenía toda la información existente del alfa esperaba por ser revisada.

Leyó la única hoja que contenía para saber de primera mano los datos de su juguete.

Raza: Alfa legendario.

Edad: Diecinueve años.

Características del lobo: Marrón oscuro, ojos verdes, colmillos en etapa final de desarrollo.

Fertilidad: 94%.

Peso: 76 kilogramos.

Estatura: 1.88 metros.

Observaciones: Comportamiento salvaje, violento por naturaleza.

Nombre: Jungkook.

Yoongi se encontraba pensativo.

Era temprano y el frío de la mañana entorpecía el trabajo de algunos en la mansión; sin embargo, el alfa estaba en el jardín trasero con la vista fija en un mismo punto y sin hablar.

A su lado estaba NamJoon, quien se encontraba un tanto extrañado por el comportamiento del alfa. Sabía que no podría continuar así por mucho tiempo, así que decidió salir de dudas.

—¿Por qué estás tan callado? —le preguntó.

—Amo no vino anoche —murmuró bajo, una pequeña arruga dibujándose en medio de sus cejas.

—No es raro en Jimin —comentó el beta ganándose la atención del contrario.

—¿No? —inquirió.

—Le gusta divertirse por ahí —dijo con un encogimiento—. No te preocupes, ya vendrá.

Yoongi asintió desganado, volvió a concentrarse en las copas altas de los árboles que se vislumbraban a la lejanía, mientras su interior luchaba por mantenerse en calma, aún cuando sus propios pensamientos fuesen una avalancha en su contra.

En medio de su silencio pudo escuchar el ruido de un motor que le devolvió la energía. Se puso de pie de un salto y caminó los metros que lo separaban de la entrada por donde una camioneta blanca hizo su ingreso.

La sonrisa que se quiso formar en sus labios murió inmediatamente cuando notó que no era el omega que quería ver.

NamJoon se quedó de pie a su lado, ambos mirando en silencio al hombre de cabellera gris que se acercaba con elegancia en compañía de un grupo completo de peones.

—Hoseok —saludó Nam con una leve mueca.

El recién llegado respondió al saludo y luego miró detenidamente al alfa que lo asesinaba con aquellos ojos dorados. Sonrió ladino, mientras observaba con repulsión el collar de plata que el salvaje usaba en conjunto con una cadena sujeta en la cintura.

—Como todo buen perro —murmuró desdeñoso.

Yoongi se tensó, sintiendo como el lobo en su interior se removía con ansias de salir para destrozar el rostro asqueroso que tenía a menos de un metro de distancia.

NamJoon colocó una mano en el hombro izquierdo del alfa para tranquilizarlo. No importaba que tan hijo de puta fuese Hoseok, él era el prometido del sucesor y se sabía que de una pelea de ambos, la peor parte sería para Yoongi.

—¿A qué has venido? Jimin no se encuentra —informó NamJoon con calma.

Hoseok asintió. —Lo sé, mi querido prometido se la pasó en medio de piernas ajenas y comprando más alfas para su colección.

Cada palabra que fue dicha fue un pinchazo letal y venenoso que cayó sin piedad en Yoongi. ¿Otros omegas? ¿Su amo compró más alfas? Trastabilló hacia atrás completamente desorientado, y con una opresión en su pecho que le estaba costando controlar.

Nuevamente NamJoon se encargó de sostenerlo, a la vez que le lanzaba una mirada confusa y molesta al beta sonriente que había llegado.

—Estás mintiendo —fue lo que se le ocurrió decir.

Hoseok chasqueó la lengua. —No tengo la necesidad de hacerlo. Ayer Jimin asistió a la subasta que se llevó a cabo en la avenida Brooks y según me informaron compró un alfa para luego pasar la noche con algunos omegas del lugar.

—N-nam... mi habitación —pidió Yoongi con la respiración inestable.

No quería estar en el mismo lugar que aquel hombre, no quería recordar que ese beta sería el esposo de su dueño, que él sería el dueño de sus noches y que él...

—Me temo que tu urgencia no podrá ser atendida —habló Hoseok interrumpiendo los pensamientos del alfa.

—¿Por qué? —preguntó NamJoon. Yoongi sólo se dedicaba a mirarlo en silencio.

—Estoy a cargo de hacer el conteo de los alfas que se encuentran de forma legal en la manada —respondió con las manos dentro de los bolsillos del pantalón—. Dejé de último al juguete de Jimin para brindarle mi completa atención.

—Espera que Jimin regrese para que puedas hacerlo —dijo Nam, teniendo un mal presentimiento.

Hoseok alzó una ceja. —Soy el segundo al mando en esta manada, ¿quien eres tú para darme especificaciones de cómo debo proceder?

—Yoongi le pertenece a Jimin.

—Y Jimin me pertenece a mí —dijo con soberbia, lastimando más al silencioso alfa.

—No puedo permitirlo, Jimin dijo que...

—¡Guardias! —exclamó Hoseok, deteniendo las palabras del rubio—. Amarren a este animal y llévenlo a la camioneta.

Siete hombres se fueron encima de un confundido y asustado Yoongi. No le dieron oportunidad de defenderse, lo ataron con cadenas que llevaban pequeñas espinas incrustadas las cuales le hirieron hasta hacerle sangrar.

NamJoon trató de intervenir, pero fue detenido por un par de guardias más. Miró con angustia cómo se llevaban al alfa utilizando fuerza bruta y golpeándolo cada vez que Yoongi les gruñía.

Su mirada se encontró con la de Hoseok y sin vacilación sentenció:

—Jimin te hará trizas cuando se entere.

La sonrisa burlona del peligris no se hizo esperar. —Para cuando lo haga ya habré cumplido mi objetivo.

Se subió en la misma camioneta que llegó y cuando el vehículo se iba alejando de los terrenos de la mansión se permitió soltar una carcajada.

—Bien, querido Jimin —murmuró con la vista fija en la carretera—. Veamos que eres capaz de hacer por tu juguete favorito.























Holiii, lamento la demora, pero traje nuevo capítulo 🥺

En un principio no pensaba formar un KookV pero mi mente me hizo cambiar de opinión y pues aquí los primeros resultados 🫠

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Teorías de lo que pasará?

Muchas gracias por leer y perdón por cualquier falta ortográfica.

⛓️Yoon~

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