⛓️Chapter thirty seven!

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El castillo ceremonial estaba listo, al igual que todos los miembros de la manada.

La noche lucía gloriosa, el cielo nocturno estaba adornado por una mágica luna llena que, desde esa lejanía cubría con su luz cada rincón de esas tierras llenas de gloria, poder y riquezas.

El heredero del clan más poderoso estaba listo para tomar el poder absoluto y sentarse en el trono de líder.

El salón de la tierra y el fuego era el lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia del poder. Se trataba de un salón rodeado por antorchas que ardían con fuerza, un techo de cristal que daba la imagen clara de la luna plateada, y un altar tallado en madera y oro, donde el próximo líder haría la promesa a su pueblo.

Jimin estaba listo, esperando que el momento del llamado llegara para presentarse frente a su manada y las máximas autoridades de los clanes aliados.

A su lado estaba Jackson, el beta cumpliría con su papel de esposo y aliado en la ceremonia, siendo él quien lleve a Jimin del brazo y lo acompañe en todo momento.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el mayor, concentrado en la tranquilidad que demostraba el omega.

—Estoy listo —aseguró Jimin, su tono decidido y su mirada llena de valor.

—Cuando te conocí tuve la impresión de que habías nacido para liderar —confesó Jackson, provocando que su esposo lo mirara—. No me equivoqué.

—Mi padre me preparó durante toda mi vida —dijo el pelinegro—. Ayudó a forjar mi carácter y me dio las herramientas necesarias para convertirme en lo que soy.

El beta sonrió al escucharlo. Las expresiones de Jimin estaban controladas en el momento que habló; sin embargo, tenía los ojos cargados de sinceridad, y el brillo que los llenó cuando habló de su padre no pudo ser ignorado por Jackson.

—Lo amas —afirmó el mayor.

—No se lo digas —dijo Jimin con una sonrisa divertida.

—Creo que él ya lo sabe —murmuró Jackson, mirando en dirección al líder que se aproximaba hacia ellos.

YoonWoo ingresó al salón de espera donde estaba su hijo y Jackson. Miró a Jimin, lo bien que lucía en su traje de gala color negro y con la capa larga dorada, afirmándole con ello que estaba listo para tomar el mando de la manada, para hacer un trabajo increíble, superando con creces su propio mandato.

—Quisiera tener un momento a solas con mi hijo, por favor —pidió, dándole una mirada a Jackson.

—Sí señor —asintió el beta, para luego salir del salón y darles ese momento privado de padre a hijo.

—¿Necesitas algo? —preguntó Jimin, frunciendo levemente el ceño.

Se sorprendió y no supo cómo actuar en el momento exacto que su padre lo envolvió entre sus brazos. Era un abrazo, uno que le resultó cálido y profundo, capaz de remover sentimientos que aprendió a controlar con el tiempo, hasta llevarlo a la época donde era un niño que ansiaba tanto el contacto cariñoso con su padre.

—Estoy orgulloso de ti, hijo —reveló el mayor de ambos, con sus manos brindando caricias suaves en la espalda.

Los ojitos del menor brillaron por ese instante, afortunadamente retomó el control a tiempo. Se separó un poco para mirar a su padre, notando con sorpresa algunas lágrimas que el hombre derramó, y también el orgullo infinito con el que lo miraba.

—¿Por qué hasta ahora? —preguntó de inmediato—. ¿Por qué hasta hoy me estás dando el abrazo que deseé tanto cuando era un niño?

—Porque necesitaba que aprendieras a vivir sin mí, Jimin —respondió.

—¿Por qué? —cuestionó muchas cosas en una misma pregunta. YoonWoo lo sabía, así como también sabía que no podría darle todas las respuestas a su hijo, al menos él.

—Quería que te convirtieras en alguien más fuerte que yo para que los sentimientos de pérdida no te derribaran —confesó—. Lamento no ser el padre que merecías, pese a todo, no quiero que dudes de mi amor por ti.

—Estás actuando extraño —acusó el menor de ambos—. ¿Me estás ocultando algo?

—Te he ocultado muchas cosas en realidad —admitió—. Entre ellas las alianzas que realicé para que tu mandato sea poderoso —hizo una pausa—. Yo tuve cinco ejércitos bajo mi mando, tú tendrás ocho, incluido uno de alfas legendarios.

Jimin retrocedió un par de pasos y luego comenzó a caminar por el salón, las ideas se acomodaron en su mente con mayor agilidad de la esperada, así que supuso que se debía a su conocimiento en las leyes.

—Tres ejércitos nuevos —habló.

—Uno de omegas —dijo el mayor—. Ese es el ejército de plata, el de betas que es conocido como la guardia gris y finalmente, el ejército de lobos legendarios que es conocido como el ejército negro.

—Así que, creaste acuerdos para poner bajo mi poder a tres ejércitos desconocidos y aparte de eso guardaste un libro importante para mi mandato —resumió Jimin—. ¿Por qué estás empeñado en que mi poder sea mayor que el tuyo?

—Porque aparte de todo lo que has mencionado, también te dejo enemigos —sentenció—. Entrarás en guerra y debes estar preparado para vencerla.

—Kaisa —habló el menor, adueñándose de la atención y el asombro del actual líder—. Investigué y di con ese nombre, también descubrí lo que está haciendo —confesó—. Lo que aún no entiendo es por qué odia tanto el linaje Park.

—Porque fue mi juguete —dijo YoonWoo, Jimin no demostró asombro—. Un juguete que se obsesionó conmigo y ahora me quiere muerto y a ti también.

—No podrá con nosotros —gruñó el menor.

—No podrá contigo —dijo el líder—. Eres más fuerte que yo y estás resguardado —suspiró—. Cuando te conviertas en líder todo estará en tus manos, hijo, y confío en que la preparación que te di servirá para que te mantengas en la cima absoluta.

El menor entendió el mensaje oculto en las palabras de su padre. También pudo comprender algunos comportamientos y decisiones que lo hirieron, pero que ahora le encontraba más sentido, y, si tenía razón, podría saberlo en ese mismo instante.

Fue por ello que no tardó en preguntar:

—¿Mi ex juguete está metido en todo esto?

—Yoongi no te traicionó, solamente cumple con su deber —se limitó a responder YoonWoo, mas para Jimin fue suficiente.

—Deja que yo juzgue eso —habló Jimin, sin demostrar si existía o no una tormenta en su interior.

Continuaron conversando, más que todo la conversación se ligó a consejos que Park YoonWoo compartió con su hijo; también le advirtió de la inflexibilidad que el consejo demostraba con los nuevos líderes, sobre todo si se pensaba hacer un cambio en las leyes actuales.

—Es importante que mantengas una buena relación con tus generales y comandante —aconsejó el mayor—. Ellos serán los pilares que te ayudarán a mantener el orden en la manada.

Jimin lo sabía. Tendría ocho generales y un comandante, hombres y mujeres de confianza que resguardarían el bien de las personas, defenderían los terrenos y le ayudarían a compartir la carga que en cuestión de minutos caería sobre los hombros del sucesor.

Se quedó en silencio, mirando directamente los ojos de su padre y no tardó en descubrir un leve atisbo de temor en los orbes que conocía tanto como los suyos.

—¿Temes por mí? —inquirió en voz baja.

YoonWoo soltó un suspiro pesado antes de responder:

—Eres mi único hijo, el hijo que tuve con la mujer que amé —hizo una pausa—. Temo por ti y por lo que pueda suceder.

—Estoy listo, padre —prometió con convicción—. Tú me preparaste para esto y te juro que no siento miedo.

El mayor sonrió y sin poder contenerse volvió a abrazar a su hijo. Ese contacto fue diferente, un poco más cálido y mucho más especial, porque Jimin también lo abrazó, recibiendo y dando una muestra de cariño.

—Eres y siempre serás lo más importante para mí, cachorro —le recordó YoonWoo—. No me arrepiento de todo lo que hice, porque gracias a ello tú estás en el lugar que te corresponde.

Las trompetas que estaban en el salón principal comenzaron a escucharse con fuerza, siendo esa la señal para que Jimin supiera que la ceremonia había dado comienzo.

—Te prometo cuidar de esta manada —le dijo el menor, convirtiendo esas palabras en un pacto valioso que YoonWoo no olvidaría.

Juntos salieron del salón donde estuvieron conversando, en el pasillo se encontraron con Jackson quien los saludó con una reverencia para marcar el protocolo.

Jimin tomó el brazo de su esposo y se despidió de su padre. El matrimonio comenzó a caminar hacia el salón ceremonial, donde fueron recibidos por las altas autoridades tanto militares, como políticas y religiosas.

—¿Listo? —preguntó el beta, afianzando el contacto entre ellos.

—Estoy listo —respondió el menor, entonces ambos comenzaron a caminar por encima de la alfombra rojo oscuro y en medio de todos los presentes.

Sus pasos sincronizados y llenos de seguridad los situaron frente al altar ceremonial. Jackson fue directamente hacia el asiento destinado para él, mientras que Jimin quedaba de pie, frente al sacerdote que oficiaría la ceremonia conmemorativa.

—La noche se impone con fuerza —inició el sacerdote, siendo escuchado por cada uno de los presentes—. Ahora tengo ante mí a Park Jimin, el último descendiente del linaje más poderoso y antiguo de los clanes, quien está dispuesto a convertirse en nuestro líder y guiarnos hacia la victoria en los tiempos de guerra y a la perseverancia en los momentos de paz.

El hombre tomó una corona forjada de oro que tenía un grabado en ella con el lema de la manada: "honor, valentía y fuerza" la sostuvo en lo alto, justo por encima de la cabeza del heredero que estaba a punto de ser la máxima autoridad.

Fue entonces, que llegó el momento para que Jimin hiciera el juramento.

—Soy el hijo de la sagrada Diosa Luna y fui escogido para esta misión —recitó en voz alta y controlada—. Juro utilizar mi fuerza para el bienestar de la manada y alimentar la inteligencia de mis decisiones —continuó hablando—. Lideraré como un verdadero líder, anteponiendo siempre el bienestar de mi pueblo —pausó un momento—. Mi historia será escrita al lado de mis ancestros y seré recordado en las generaciones venideras, no por el título que estoy obteniendo, sino por los hechos que cumpliré para mantenerme firme y con la frente en alto, sin dejarme intimidar, sin flaquear jamás —juró, para luego exclamar el lema—: ¡honor, valentía y fuerza! ¡Yo soy Park Jimin y mi legado no caerá jamás!

—¡Honor, valentía y fuerza! —exclamaron todos los presentes a viva voz y con fuerza.

El sacerdote colocó la corona en la cabellera negra del omega. En ese preciso instante, todos los presentes se inclinaron ante el nuevo líder, mientras la sagrada Luna se encargaba de iluminarlo a través del techo de cristal.

—Que la Diosa te proteja siempre, hijo de la Luna —habló el sacerdote, apoyando ambas manos en los hombros del líder.

Jimin encaró a la multitud, manteniéndose erguido y con la mirada al frente. Escuchó los aplausos y los vítores llenos de júbilo, así como el saludo de las autoridades militares que se encargó de responder como era debido.

—¡Una nueva era comienza! —exclamó el sacerdote—. Una donde Park Jimin es nuestro líder, digno hijo de su padre, y con sangre pura fluyendo por sus venas cargadas de historia valiosa.

Todos llenaron el salón ceremonial de exclamaciones:

—¡Larga vida al líder Park Jimin!

—¡Larga vida al líder Park Jimin!

—¡Larga vida al líder Park Jimin!

El nuevo líder caminó luciendo su corona en la cabeza que combinaba con la majestuosa capa dorada. Recibió la reverencia absoluta, que era un acto simbólico donde todas las autoridades se postraban de rodillas para demostrar lealtad, respeto y entrega.

El omega sonrió, finalmente daría comienzo.

—Acaba de ser coronado. Park Jimin es el líder de la manada Dacrontt, continuando con el legado de su familia de mantener el apellido Park en la cima del poder.

—¡Imposible! Se suponía que la coronación sería en unos meses.

—YoonWoo fue astuto —reconoció Suyin—. Casó a su hijo y lo hizo cumplir con todos los requisitos para que el consejo no protestara, la ceremonia de coronación fue realizada de inmediato, y solamente estuvieron presentes las máximas autoridades.

—Lo que acaba de suceder cambia todos nuestros planes.

—No cambia nada —habló Kaisa por primera vez.

—Acéptalo Kaisa —gruñó Suyin—. Teníamos más control con YoonWoo en el poder, su hijo es completamente diferente y no sabemos las medidas que tomará.

—Sin mencionar los cinco ejércitos que tiene ahora bajo su poder —mencionó otro de los presentes.

Sin embargo y pese a todo lo escuchado, el líder de los rebeldes se encontraba tranquilo con las noticias escuchadas. Es más, incluso se emocionó con la posibilidad que le llegó a la mente.

—Los clanes se levantan y también caen —dijo Kaisa con una sonrisa siniestra—. Me parece que ha llegado el momento de darle al nuevo líder un regalo de bienvenida.

Porque al final de todo, solamente uno quedaría de pie.






























Tenemos un nuevo líder. 🙌🏻

Este libro es de todos nosotros, así que, ¿qué consejo le darían a Jimin para que comience a liderar? Ustedes saben más que él, ayúdenlo. 😼

Se vienen cositas jajaja.

Me iré a dormir 🥱 el día está lluvioso y cuando está así duermo mucho. 🥰

Espero que el capítulo les haya gustado, muchas gracias por leer.

⛓️Yoon~

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