Capítulo 8

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[...]

-Asi que al final si decidiste venir a por mí, ¿o no Nicky? -se jacta el equidna apareciendo detrás del cobalto tomando de los hombros para sorprenderlo.

-Me había olvidado que estabas aquí -suspiró indignado.

En efecto, al ver todas sus opciones se redujeron a los clubes de deporte, terminó por llegar al estadio de la ciudad -que era usado en conjunto con su escuela y no estaba nada lejos- donde entrenaban sus deportistas, y la verdad no estaba para nada entusiasmado, ya sus animos habían sido barridos en el suelo por cierto erizo albino.

-¿Te vas a apuntar a mi club?-

-¡No! No gracias, por chaos no -se apresuró a explicar, conociendo al más alto sería capaz de inscribirlo contra su voluntad.

-Nicky, con tu dureza, serías el mejor saco de boxeo- Estaba interesado por darle utilidad al duro craneo de su amigo.

-...

Tenía un punto, su cuerpo era demasiado duro, por eso no le molestaba ser apaleado, recordaba esos días de clases cuando Antón lo agarraba y lo golpeaba hasta cansarse, pero la lagartija se cansaba antes de que Nicky cayera al suelo, por eso tiempo después dejó de golpearlo, resultó mucho para él, eso no quitó que le siguiera tirando insultos.

Lo extraño era cuando se trataba de recibir golpes de Knuckles, Mighty y de la mismísima Amy, era incapaz de aguantar ¡Golpeaban muy duro!

-Bueno, entonces si no es eso ¿Empecemos por algún otro?- propone Mighty a su lado llamando la atención del más bajo de los tres.

El armadillo fue ignorado por el equidna cuando llegó, parecía no estar dispuesto a mirarle y lo conocía lo suficiente para saber que solo le quería hostigar.

Nicky observó por inercia hacia el campus notando como cada estudiante estaba ocupado en su respectivo deporte, desde el salto de valla, futbol, atletismo, básquetbol, lanzamiento de bala, hasta a lo lejos veía a los de tenis, todo lo que hacían lo llevaban a cabo con fiareza y determinación.

Demasiada determinación, lo único que podía expresar de ver a esos monstruos fue un ahogado suspiro:

-No gracias, ya ví a la mayoría y todos son tan increíbles en lo que hacen -se agachó y recostó sobre el suelo como el conformista que era -yo soy un parásito a un lado de todos- y pegó su cara contra el césped.

Mighty y Knuckes compartieron miradas confusas.

-Hay amigo, quita esos pensamientos intrusivos, no hay razón para sentirse intimidado -Mighty se agachó a su altura tratando de darle ánimos.

-Dile al maestro que un carro... ¡No! Un avión me arrollo y tuve que ser hospitalizado, con suerte podría sacar un permiso médico falso -sugirió con cierta esperanza mirando al armadillo.

-No funciona así -le sisea- se va a dar cuenta.

-¡Entonces voy a romperme las piernas!- se levantó dispuesto a hacerlo, y el fuego en su mirada lo aseguraba.

-¡Hey! Espera ¡¿En qué piensas?!- el oji-azul lo agarró de la cintura tratando de detenerlo.

-Hahaha amo cuando es así de psicópata, se nota la decisión en su mirada, es admirable.

-¡No ayudas! ¡Se quiere romper las piernas, imbécil!- le regaño Mighty aún en el suelo tratando de detener al cobalto, quien trataba de liberarse de su agarre.

-¡Déjame! ¡Ya no quiero seguir! ¡Quiero estar en casa jugando videojuegos!- en ese momento pareció dejar de imponer resistencia, por lo cual el presidente también le soltó -¿Qué sentido tiene la vida?- se volvió a arrojar de cara al suelo desauseado -¿Por qué es necesario pasar por todo esto? ¿Por qué nacemos? ¿No podemos nacer y morir de una vez?-

-¿Qué le pasa?- Mighty ya algo cansado se levanta mirando al más bajo en busca de respuesta.

En serio que no entendía el desesperante comportamiento bipolar del azul, era excéntrico a más no poder.

-Mal momento, está en modo existencialista-

-¿Metal Sonic me quiere? ¿No me quiere? ¿Me considera su amigo? ¿Podremos tener una vida juntos algún día?-

-¡Oh no! ¡Esto es aún peor de lo que pensaba, está en la fase de delirio!-

-¡¿Que hacemos?! -Mighty se preocupó.

-Tranquilo, se que hacer en momentos como éstos -se aproximó al azul para agarrarlo de los hombros y de la forma más cuidadosa posible lo cacheteó tres veces-¡Los hombres no lloran!-

Mighty casi escupe un pulmón.

-No estoy llorando, solo estoy desesperado- su neutralidad era sobria comparado a sus dos cachetes hinchados y rojizos por tremendos golpes.

Ciertos estudiantes que caminaban cerca del trio se les quedaban viendo raro, eso puso algo incómodo al armadillo que no quería dar una mala imagen.

-Nicky, si tu novio robot asesino te viera ¿Qué crees que pensaría de tal basura?-

En ese momento el azul pareció reaccionar ante el comentario de su amigo, eso le dió una idea al armadillo de qué usar para motivarlos.

-¡Es verdad, amigo!- Mighty apartó al equidna para que el de anteojos le mirará solo a él -¡No importa si nadie cree en tí o te quiere! ¡Metal si creé en tí! ¡Y si tú superas esta prueba el vendrá a verte para felicitarte!-

Como su amigo Silver le había enseñado, cuando alguien parece perder las ganas de vivir, debemos recordarle lo bello que es la vida, o solo quedarse a su lado servía también, en el caso de Nicky, a este solo le interesaba Metal, así que en situaciones desesperadas debía tomar medidas drásticas...

Mighty dió un salto hacia atrás un poco asustado cuando el azul se levantó.

-¿Él vendrá a verme?- Nicky se sentó lentamente para ergir su espalda. -¿Él cree en mí? ¿Nos casaremos y tendremos un hijo llamado metal junior...-se volvió a perder en sus fantasías.

-Olvidado, ya lo averiaste- Knuckles se asomó decepcionado de ver el estado del azul, Mighty le devolvió una mirada algo ansioso de haberlo hecho.

-¡Puedo hacerlo!- como si hubiera recibido un subidon de azúcar, se puso de pie empujando al armadillo en el proceso. -¡Yo puedo!- había ganado una confianza abismal. -los dejaré a todos en ridículo, miren y aprendan, perdedores-

Olviden lo dicho, eso era mucha confianza, tanta que daba hastío, y la cara de desagrado por el par frente a él no se hizo esperar por lo ridículo que sonaba.

Nicky no entendía muy bien porqué se sentía lleno de confianza y energía, pero creyó que era algo bueno, porque ahora mismo sentía que podía dominar al mundo, daría su mayor esfuerzo para pasar este reto.

...

En Fútbol, fue aplastado, Basque fue molido, tenis, fue golpeado, lanza de bala, casi aplasta a alguien, salto de valla, se le rompió el palo, y un pedazo fue a dar a un pobre möbian que nada tenía que ver acá, pero ¡Él jamás perdió la actitud!

-¡Ya llevenselo! ¡Nos va a matar a todos!- se quejó un chico no muy lejos, y otros möbian también lo hicieron.

-Amigo, al inicio era gracioso, pero ahora da pena- Mighty tenía muchas dudas al respecto, se veía preocupado de ver como el cobalto había sido aplastado en fútbol americano.

-¡Cuando gustes Nicky, aquí estaré para darte un abrazo si quieres admitir la derrota!- el equidna levantó el puño y saco el pulgar dándole ánimos al azul.

-¡No lo necesito!- le escupió desde la cancha.

En ese momento Nicky observó con cierta curiosidad como detrás del par se encontraba aquella botarga del erizo azul, quieta y silenciosa, tal vez era su imaginación, pero casi sentía que esos ojos sin vida lo observaban de forma intimidante, porque sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal poniendo de punta sus púas.

Sus dos amigos no se habían percatado de su presencia, y él tampoco ¿Cómo era posible tener tan poca pinta siendo un disfraz enorme andante?

-¡Vamos Nicky! ¡Se que puedes!- le dice Mighty desde lejos apoyándolo de todas formas.

Mighty aún tenía la esperanza de encontrar hoy mismo el club del azul, y que la situación no escale al día siguiente, si era posible, para su propio beneficio personal, esperaba que este suplicio acabará pronto, o si no, no podría ir a la tarde de juegos con Ray, su novio podría deprimirse si lo dejaba plantado.

El equidna volteó a ver al armadillo con cierta molestia.

-Sabes, si intentas animar mejor a mi amigo que yo, estás equivocado, yo soy bueno dando aliento- y apuntó orgullosamente sus labios.

-¿Estás hablando en doble sentido?-Mighty levantó la ceja algo asqueado, tal vez había entendido mal.

-Mis palabras solo tienen un sentido, tu cara -se defendió, el armadillo levanto una ceja igual de confundido lo cual fue incómodo -¡Eso no importa! Lo que importa es que... ¡Te reto a ver quién anima mejor al perdedor de Nicky!

-¡Dale!-

Regresando a Nicky, la atención del erizo había logrado ser captada por el par, pero cuando regresó la mirada al tipo disfrazado, este había desaparecido.

Levantó la ceja sacado de onda, pero cuando empezaba a cuestionarse esa rareza -aprovechando que el partido de práctica había terminado dando resultados desfavorables para él- escuchó los gritos del armadillo y el equidna.

Ambos parecían decirle algo, luego hablaban entre ellos ¡Oh! Parece que se gritan... Oh no, solo son diferencias creativas ¡Ahora miran al frente! ¡Le están mirando mientras vuelven a gritar!

Esos dos le estaban dando ánimos, cuando Nicky lo entendió por un momento su corazón se ablandó.

Si esos dos creían en él ¿Por qué el no? Claro que lo hacía.

Entonces recordó aquel encuentro con el ladrón en la tienda, el como se vio tan indefenso en ese momento, el era un inútil... tal vez no era fuerte y grande como los héroes, y mucho menos podía mover montañas, pero si podía mover un grano de arena, debía ser suficiente.

Tenía que empezar a dejar de ser conformista si quería lograr un cambio en él, Amy lo había dicho, el quería ser un héroe, era su sueño desde niño, simplemente fue un sueño arruinado, pero no debía deprimirse por eso.

También existían los héroes sin capa, y esos héroes empezaban a cambiar el mundo cuando lograban un cambio en ello.

Si quería conseguir sus sueños, debía cambiar.

«-El potencial dormido que todos tienen-»

¿Y si él aún no descubre el suyo? Sí, seguramente aún no encontraba en lo que era bueno, no quería decir que el era un inútil, sino que necesitaba seguir buscando.

«Interesante»

¡Él podía hacerlo! Él podía esforzarse, podría superar sus límites y conseguir pasar esa miserable prueba para unirse al club de atletismo, era lo que pensaba mientras corría frenéticamente

Si él podía esforzarse, podría superar sus límites, era lo que pensaba mientras corría frenéticamente los 400 metros en esa pista atlética, si daba las tres vueltas sería admitido, y solo le quedaba este club -sin contar el de natación y el de tutoría- que por obvias razones había omitido, el primero porque no sabía nadar.

A diferencia de los demás clubes, en los deportivos al ingresar en uno equivalía a formar parte del equipo estudiantil y al mismo tiempo el equipo de la ciudad, por eso se exigía más a los candidatos, pasar una prueba era suficiente, claro, pero los de atletismo eran aún más exigentes.

No cualquiera entraba.

En efecto, él era malo en deportes, y era malo corriendo, pero no del todo, en realidad era bueno corriendo, era rápido, lo que él no tenía era resistencia, se agotaba muy rápido por su vida sedentaria, pero por ahora iba relativamente bien.

Justo antes de empezar a correr tomó una deliciosa bebida energética que encontró en la nueva máquina expendedora de la cancha, no había estado ahí cuando llegaron ¿Cómo apareció de la nada? No sabía, pero Mighty fue quien se la dió.

Era como si esa lata le hubiera dado la energía que le faltaba, y se notaba que no le estaba costando nada, ante esto Mighty y Knuckes parecían algo sorprendidos, observando todo desde las bancas.

-¿Siempre ha podido correr asi?- el armadillo fue el primero en total algo extraño.

-No que yo sepa, tiene el trasero sentado en esa computadora todo el día, no creí que si quiera aguantará una vuelta- Knuckles no tarda en responder.

Si ellos estaban sorprendidos era claro, Nicky lo estaba aún más, ahora que corría sin que un monstruo, robot o científico loco lo persiguiera, en realidad podía disfrutar de correr, y lo hacía bien, ni siquiera se había tropezado, tal vez era bueno en esto.

Una sonrisa surco sus labios.

La sensación de sentir el viento golpear su rostro y remover sus púas, el como la adrenalina subía por sus venas y la cara de sorprendidos de quienes le observaban volvía todo tan divertido, casi se sentía como si estuviera volando por el cielo, con ese pensamiento fugaz su velocidad iba en aumento, había superado con una vueltas de delantera al estudiante más rápido del instituto, quien le miró con la boca bien abierta de verse superado.

«¿Qué pasa?»

-¿No te parece que va muy rápido?- Mighty ahora se sentía algo preocupado, casi parecía ir a la velocidad de un automóvil.

-Tienes razón... -no quería admitirlo, pero el cobalto estaba llamando mucho la atención, eso no pareció gustarle.

La pregunta de "¿Cuál es el sentido de la vida" estaba muy quemada, y sus respuestas podían ser tan diversas, desde algo tan simple a una concepción ominosa y astral que escapaba del simple entendimiento de un mortal.

Nicky jamás le dió importancia a esas cuestiones, él era alguien más de ciencia, pero si le preguntaban ¿Qué es vivir? Ahora mismo podría responder con seguridad.

-¡Divertirme!- gritó a todo pulmón con una amplia sonrisa, nuevamente aumentó su velocidad.

La emoción que sentía podía compararse a cuando le ganaba al jefe final en su juego de aventura y plataformas favorito, esa satisfacción llena de una agradable sensación de autorrealización era impecable, o hasta podría superarlo.

Un fugaz recuerdo lo invadió, cuando de niño Metal lo raptó, una de tantas veces, aún cuando era llevado contra su voluntad el robot lo colocó suavemente en su espalda, en ese momento pudo sentir en carne propia lo que era volar, y la sensación le agrado tanto que se volvió uno de sus recuerdos favoritos.

Ahora ese mismo sentimiento invade su pecho, nostálgico, en ese instante sus pies se vieron rodeados por una especie de electricidad azul, que en cuestión de un instante provocó una chispa inexplicable y en un estallido, su velocidad alcanzó la luz.

Como un clip, en un estallido sonico, había desaparecido sin dejar ningún rastro de él.

Todos los presentes se quedaron con la cara pasmada, y la ropa desarreglada, el golpe de la onda fue muy duro, algunos hasta fueron arrasados, se quejaron, y otros trataban de darle una explicación lógica a lo que sus normales ojos habían visto, además surge la pregunta ¿Dónde estaba?

-¿Qué acaba de pasar?- como siempre, Mighty trata de encontrarle una lógica a todo, y trás salir de su momento trance, sus preguntas no se hicieron esperar.

No entendía qué acababa de pasar ¿Acaso el azul había sido tragado por la tierra? ¿O fue otra cosa...?

El equidna miró a todos lados, entonces observó hacia cierta dirección, su mirada se frunció.

-Parece que está en problemas.

-¿Qué? ¿Dónde?-

El más alto empezó a correr y el armadillo le siguió desde atrás sin entender qué pasaba.

-¿Por qué decidiste unirte al club de natación?-

-¡Obvio, porque aquí está shadow!-

-¡Desde que él se hizo presidente del club, este lugar ha estado repleto! digo, ¿quién en su sano juicio quiere nadar en pleno otoño?-

-Se me congelaría el culo-

-¡A nadie le importa eso cuando Shadow es quien te enseña!-

-A todo esto ¿a Shadow no le dará frío el agua?-

-¡Cierto, cierto! Su cara es tan rígida, parece que no tiene emociones-

-Eso lo hace más guapo~-

Un grupito de mobian no dejaban de cuchichear en las bancas de la alberca, mientras esperaban pacientemente der atendidas por el azabache, quien estaba ocupado con los niños más pequeños.

No era un secreto que desde la llegada del azabache al instituto había movido el corazón de muchas chicas y chicos que amaban a los tipos góticos y misteriosos, tenía su encanto.

Lamentablemente era muy callado, y su círculo social solo era el adorable erizo albino que llegó este año del extranjero, y las dos chicas más guapas del inti, Amy Rose y Rouge the Bat, la última había llegado hace dos años atrás, al mismo tiempo que el azabache, y era con ella con quién más se le veía hablar.

Claro que en esos tiempos los rumores empezaron a correr, algunos envidiosos de que ese erizo parecía ser el novio de la hermosa murciélago, y viceversa, que esa chica fuera novia del candente azabache, parecía que se había creado dos naciones en guerra y constante discusión sobre a quién odiar.

Algo ridículo si te pones a pensar, como si no tuvieras nada mejor que hacer.

-Shadow ¿Ya acabaste?- mientras las chicas están en su fantasía, cierto erizo albino había llegado al lugar, buscando con la mirada al mencionado, cuando lo halló se le acercó con un ánimo tan relajado.

Algunas le reconocieron, otras no habían tenido la suerte de conocerle aún.

-¿Quién es? También se ve bonito-

-Mejor vete bajando de la nube, es el novio de Shadow-

-¿Qué? Pero si son muy diferentes, uno parece un rayo de luz y el otro oscuridad-

-Has escuchado el dicho de que «Los opuestos se atraen»-

-No puede ser cierto ¿Eso funciona en la vida real?

-Eso es una idiotez, no sé si podrían durar, digo, estoy seguro que uno va a cansar al otro-

-Yo apuesto a que primero se cansa Shadow, Silver es mucha luz para él-

-¡Ya cállense! Yo creo en el poder del amor, y el poder de amor y el fanfic que les escribí dicen que van a durar más que toda mi carrera estudiantil!

-Que drama...-

-Los mejores chicos siempre resultan ser Gay...-

Algunas chicas suspiraron amargamente por ese hecho, ellas querían vivir esa fantasía.

Si, después de que iniciaron los rumores con Rouge, estos mismos quedaron sepultados cuando un grupo de chicas acorraló al albino y le preguntaron que si eran pareja, y el albino lo confirmo.

-¡Claro! Somos una gran pareja- sonrió alegremente.

Al verlo responder con una genuina felicidad las hizo sentirse culpables y también se sintieron humilladas ante tanta magnificencia.

Él desprendía tanta bondad y genialidad donde pasará, hasta ya tenía su propio club de admiradoras, lamentablemente también era algo tímido y su círculo de amigos, aunque más amplio que el del azabache, se centraba en su novio, Amy y Rouge.

Solo un ángel tan puro estaría a la altura para salir con un demonio tan ardiente.

Es verdad que una gran parte terminó decepcionada, ya que cuando alguien tenía una pareja no había chiste en perseguir a tu crush, pero aún así habían möbian dispuestos a suspirar cuando veían al azabache, por eso la popularidad en el club de natación, dejando de lado a los más pequeños de los primeros años que si venían a aprender.

-¿Por qué viniste?- le responde el azabache, después de pedir disculpas al grupo de niños que estaba enseñando, salió del agua para recibir al oji-ambar.

-Ya se, me vas a regañar, pero en realidad estoy aquí por una buena razón- el azabache le miró con su silencio característico esperando que se explicará -Veras, sentí que algo malo iba a pasar...- en ese momento acorto toda distancia entre ambos susurrando en su oído.

La chica que escribía el fanfic se cayó para atrás desmayada, ya que desde su punto de vista parecía que le había dado un besito en la mejilla, mucho drama gay por hoy.

-Ya te dije lo que pienso de tu sentido- tomó distancia desviando la mirada, se cruzó de brazos.

-Pero si es real ¿Por qué no me crees?- le agarró del hombro tratando de hacer entender al más bajo, su expresión se suavizó -Se que me dijiste que no querías que te interrumpiera en tus horas de club, pero si no fuera importante, no lo haría.

El azabache rueda los ojos, se ve algo molesto, pero parece darle la razón, ahora quería saber qué había sentido.

En ese momento sintió algo, un presentimiento extraño, y cuando giró la mirada observó en primer plano como cierto erizo azul aparecía en lo alto de la alberca, terminando colgado del techado.

Él y el albino fueron los primeros en darse cuenta de su aparición.

-¡Hah! ¡alguien está colgando del techo!- fue el primer grito que se escucho de los Möbian presentes.

De pronto todos empezaron a mirar curiosos al pobre tipo en el techo, otros se veían preocupados, hasta que escucharon los gritos del mismo asustado de morir.

-¡Por Chaos! ¡¿Qué estoy haciendo aquí?!-

-¿Espera, ese no es Nicky?-

-Ah, yo pensé que era alguien importante-

-Que se caiga, igual no le resta ni suma nada a nadie.

Algunos se empezaron a reír de la situación, otros aún seguían algo preocupados y sobre todo curiosos, ya que habían empezado a grabar el suceso, como siempre para publicarlo y ganar fama.

El azabache había escuchado todas sus palabras silencioso, una mueca de desagrado se dibuja en sus labios, se ve irritado.

-¿Quieres que me haga cargo?- Silver se notaba preocupado a su costado.

-Hay mucha gente.

-Cierto... Pero podría salir lastimado -insistió- tal vez podríamos...

-¡¿Nicky estás aquí?!- una fuerte voz arriba en el lugar.

Los estudiantes y ambos erizos al frente voltearon en su dirección encontrándose a un equidna muy conocido, algunos le saludaron al reconocer al capitán del club y equipo de boxeo, pero éste los ignoro haciéndose paso entre la multitud, Mighty venía siguiéndolo desde atrás.

Justo cuando paso por el costado del azabache por un momento la mirada de ambos rozaron, el equidna se veía poco entusiasmado de encontrarse a esa sanguijuela aquí.

-¿¿Knuckles eres tú?!- grita Nicky, por su posición no podía ver al frente donde estaban todos, pero reconocería la voz de su amigo en cualquier sitio.

-¡Ya llegué para salvarte! ¡así que no te asustes ¿de acuerdo?!- le gritó desde abajo, se hizo paso entre ambos erizos y se apresuró a correr hacia uno de los pilares del techo.

-¿Silver, sabes qué paso?- Mighty reconoció a su amigo, claro que no le sorprendió verlo en el club de su novio.

-Él llegó recién, sabe lo mismo que tú- el azabache interceptó la pregunta por el albino, mirando con esos agudos carmín al armadillo.

-Gracias, pero a tí no te pregunte- le miró de mala forma, como le caía tan mal ese chico tóxico.

Shadow rueda los ojos, y toma distancia con ese semblante sombrio.

-Shadow dice la verdad, y él tampoco vio qué paso, ya que estaba hablando conmigo, cuando nos fijamos Nicky ya estaba arriba, apareció de la nada- como siempre, le tocaba hacer de muro entre ambos para amainar el ambiente.

-¿Ya llamaron a algún maestro?- ambos erizo negaron, y solo le basto ver con decepción a todos los demás estudiantes que solo miraban y grababan -¿Por qué siempre todos son así, ush! Nadie tiene cerebro - saco su móvil y empezó a marcar un número.

El azabache miró al albino y éste a él.

Mientras tanto Knuckles ya se había adelantado, empezando a escalar las varillas, la gente se preocupó porque era peligroso para el boxeador, no lo querían perder a él.

-¿Y qué vas a hacer? No quieres mi ayuda- volvió a insistir el albino.

-Eres muy vistoso, todos se darán cuenta- el azabache parecía pensarlo mientras veía colgado al cobalto en la cima, y la aparición del molesto equidna a la ecuación le había dañado su plan inicial.

El azabache no entendía porqué ese chico buscaba la muerte cada vez que podía, tenía tan mala suerte que siempre acababa metido en un problema, no le daba descanso, aunque... si intentaba algo podría llamar la atención, lo que menos quería, pero si lo hacía lo suficientemente rápido, tal vez...

-Si sigues subiendo te vas a morir- el azabache le advirtió al equidna con "mucha" preocupación, tratando de sonar convincente.

Como el líder del club debía cuidar de los integrantes, aunque era un dolor de cabeza, aún así no tenía mucho entusiasmo de que ese Equidna sobreviva.

-¡No le eches tantas ganas!- bufó sarcástico Knuckes ya casi llegando a la cima -¡Nadie hace nada, y yo no me puedo quedar parado viendo como se puede morir mi amigo, malditos insensibles!-

-Knuckles...- Nicky desde su lado se le llenaron los ojos de lágrimas.

Las palabras de su amigo resultaron ser muy emotivas, si dejaba del lado que aún seguía colgando del techo.

Nicky trataba de recapitular todos los sucesos hasta ahora, no entendía porqué estaba colgado en el techo, si hace un momento había estado corriendo en la cancha, a una distancia algo considerable de dónde estaba la alberca.

Todo había sucedido en un instante para su percepción.

Tenía miedo, sus dedos se empezaban a entumir, ya había dicho que él no era el möbian más atlético del mundo, pero hacia lo posible para aferrarse del techo como podía.

Odiaba el agua, mejor dicho le tenía pavor a cualquier cuerpo de agua, y las piscinas eran una de esas, por eso no sabía nadar, asi que su miedo no era precisamente caer, tal vez con lo duro de su cuerpo podría aguantar, pero no pensaba saltar si lo que lo estaba esperando abajo al era agua.

Él siempre fue muy cobarde, y le tenía miedo a muchas cosas, al crecer le perdió el miedo a varias, pero el agua era diferente, era casi como un temor arraigado en lo más profundo de su subconsciente -eso le había dicho su psicoterapeuta al que ya no volvió jamás- no podía ser arrancado, y no recordaba una razón o algún evento qué lo hiciera odiarlo.

Simplemente lo odiaba y temia de forma descomunal.

Ante la desesperación apenas le prestaba atención a los gritos de su amigo, no quería que Knuckles se lastimara por su culpa, aunque tuviera mucho miedo, trató de hacerle entrar en razón, aunque el rojizo era tan terco y heróico.

-¡No vengas Knuckes, te vas a caer!- pedía en su desesperación al ver lo torpe que estaba siendo el mencionado trepando.

-¡No puedo quedarme y no hacer nada!- necio, seguía intentando trepar.

-¡Oye! Yo también estoy yendo a por tí ¿Por qué no te preocupas por mí?- le gritaba Mighty desde el otro lado, el también había empezado a trepar.

-¡Eres un armadillo, seguro que si te caes no mueres!-

"¿Por qué eso se sintió como un déjà vu?" Pensó indignado el armadillo.

-¡Eres un insensible! ¡Pero de todas formas te voy a salvar!- aún así siguió subiendo.

-¡Knuckes ya dejá de subir, en serio es peligroso!- le volvió a pedir al equidna.

-¡Un guerrero no retrocede ante su palabra! ¡Le dije a Tails qué te iba a cuidar! ¡Eso haré!- por fin había llegado al filo, ahora le tocaba agarrarse del techado si quería alcanzar al azul. -¡Ahora tú trata de alcanzar mi mano!- extendió su brazo intentando agarrar al cobalto.

-Knuckles...- por un momento los ojos del erizo se llenaron de brillo al ver el rostro del más alto, trató de seguir su indicación, pero como siempre su mala suerte jugaba en su contra, sus manos se soltaron -¡Hah!- se escuchó en alto el grito del cobalto al verse caer estrepitosamente.

Todos gritaron asustados y sorprendidos esperando ver la caída en primer plano.

Lamentablemente el espectáculo se echó a perder cuando el cobalto fue sujetado a tiempo por algo que evito su caída al agua, con rapidez, se elevó sobre el cielo revelando su identidad.

-¡Metal!- la sorpresa en la cara del de anteojos era notoria, pero fue reemplazada de inmediato por una amplia sonrisa llena de felicidad de ver a su robot favorito, de quién se abrazó con fuerza.

La gente miraba esto aún sin comprender qué pasaba, otros dedujeron que ese robot venía a secuestrarlo como las otras veces, lo mismo pensaba Knuckles y Mighty que se quedaron en la nada, sintiéndose unos completos idiotas.

Mientras tanto, Shadow observó con cierto fastidio al robot azul, algo que notó de inmediato el albino a su lado.

-Gracias por salvarme otra vez, Metal- Nicky no dejaba de agradecerle, ahora mismo el mundo se había reducido en solo ellos dos, por lo que su mirada estaba fija en el androide -Dime ¿Qué haces por aquí? No creo que hayas venido a nadar, así que ¿Inspección de campo?

Metal también tenía solo su mirada sobre los ojos del menor, al escuchar su pregunta negó con la cabeza.

-¿Ah no? Bueno, entonces ¿otra vez me viniste a raptar? ¿En qué está pensando el gordo del doctor?- ahora se ve molesto por eso, pero claro que no se iba a resistir a ser secuestrado por su héroe, pero Metal volvió a negar -¿Entonces?

En ese momento el robot empezó a descender lentamente para dejar a Nicky en tierra firme, al topar suelo, lo bajo de sus brazos.

-¿Ya te vas a ir? - Nicky se veía decepcionado, no quería que su fantasía terminará, por lo que agarro firmemente el brazo del más alto.

Metal negó otra vez, eso tranquilizó al de anteojos quien le soltó.

-Hoy andas muy misterioso ¿Qué pasa?- está vez se ve reflejada cierta preocupación en su rostro, aquello es notado por el erizo metálico, pero se abstiene de responder.

Aunque ahora mismo estaban bajo la mira de muchos möbian, Nicky solo tenía su mirada fija en los holográficos carmín del robot, una silenciosa lucha de miradas, ahora solo quería entender qué pasaba por la cabeza del androide.

-¡Déjalo engendro!- en ese momento un equidna rojo se interpone entre ambas miradas golpeando en el proceso al robot con un gancho y apartando a Nicky de él.

-¡Nuckles no! ¡¿Qué te pasa?!- le regaña el azul.

-¡Esa cosa es malvada!- le reprendió el rojo aún haciendo pared entre él y el robot.

Metal miró al equidna silencioso, parecía molesto.

-¡Metal no me iba a secuestrar! Está aquí por otra razón -le riño desde atrás, intentando apartarlo para ir por el androide.

-¿A si? A ver dime ¿Qué otra cosa haría la copia maligna robotizada del héroe de la ciudad aquí en una alberca? ¿Nadar?-

-¡Ay por Chaos! ¡Estás siendo muy paranoico!- se quejó.

En eso Mighty venía bajando de la pared en dónde había tratado de escalar, mientras que el equidna se lanzó de arriba aterrizando como loco desquiciado en el suelo sin problemas, él no podía hacer eso, por eso bajó como un möbian normal.

Se acercó al trío, pero decidió quedarse algo alejado, no quería estar cerca de Metal Sonic, además si ya estaba ahí Knuckles sería suficiente, aunque parecía que el cobalto y el rojizo se pusieron a pelear.

-Mira el lado bueno, no tuviste que mover ni una púa -festejó el albino aliviado de ver al cobalto sano y salvo.

El erizo azabache no parecía muy contento con la noticia.

Metal analizo el lugar con los sensores en sus ojos, había muchos espectadores que miraban curiosos a su dirección, entre ellos estaba cierto individuo que identifico como «Shadow the Hedgehog» el segundo erizo que se mostró en la pantalla de su creador.

-¡Pues tu novio robot maligno sigue suponiendo un peligro para todos aquí!- siseó el rojizo.

-No, tranquilo, Metal no supone ningún peligro- lo defendió con confianza.

En ese instante el erizo metálico extendió su brazo platinado el cual transformó en una arma de destrucción masiva, la cual apuntaba sin piedad hacía el gentío detrás de Nicky.

Todos los espectadores gritaron asustados, y otros empezaron a correr.

«-Protocolo de eliminación-» una voz mecánica femenina que avisaba de alertas en el sistema operativo del robot se escuchó, dejando claro sus intenciones.

-Ay pero parece que hoy está de mal humor -insiste con una gota de sudor en el rostro, ganándose una mala cara por parte del equidna.

Knuckes no lo pensó dos veces para saltar hacia el androide, pero en ese mismísimo instante en el que disparó, Metal desapareció.

Todos se quedó en silencio, se había esfumado en la misma nada, como si no hubiera estado ahí en un principio.

O al menos así fue ante la vista de muchos de los presentes, pero Nicky pudo observar algo, un destello amarillo y rojizo que se trató a Metal, solo eso.

Entonces la tierra tembló, algunos gritaron asustados al escuchar una sonora explosión muy a la lejanía, nadie entendía qué había pasado.

-¿Qué acababa de pasar?- Tomó la palabra Mighty quien se aproximó al equidna y el erizo cobalto, éste último parecía pensativo.

-¿Qué no viste? Ese cobarde huyó con la cola entre las patas- aseguró el rojizo orgulloso de su intimidante presencia que hizo correr de miedo al robot.

Silver, que se había mantenido en su sitio sin moverse, miró a su costado notando en efecto que su compañero había desaparecido.

-Supongo que al final decidió intervenir- se encogió de hombros, entonces se hizo paso entre la gente y empezó a gritar -¡Ya el escándalo paso! ¡Las clases se han acabado! ¡Retirarse a casa por favor!- empezó a aullentarlos.

Los estudiantes empezaron de a poco a marcharse, Nicky suspiró, la verdad el susto había sido horrible y sobre todo no entendía qué pasó con Metal, ni siquiera había podido pedirle una cita.

Ahora que la emoción se habia ido sentía la cabeza dolerle, toda la energía que había tenido, lo abandonó, casi como si hubiera sido drenada de tajo.

Su mirada se posó en los ojos ámbar de ese albino, el dolor de cabeza se intensificó.

-¿Nicky estás bien?- Mighty fue el primero en tomar de los hombros al cobalto mirando como de su nariz bajaba un hilo de sangre.

-¿Qué pasa? ¿Otra vez le sangra la nariz? -Silver se acercó igual de preocupado.

-Estoy bien... no es nada- Nicky limpió la sangre, pero volvió a bajarle aún más abundantemente.

Esto ya no era una mancha de sangre, se había convertido en una hemorragia, ante tal perdida de sangre Nicky se empezó a marear, hasta que sus rodillas cedieron, cayendo de bruces al suelo.

-¡Nicky!- gritaron sus amigos tratando de agarrarlo.

En ese instante se vio sujetado con suavidad por alguien más, no podía verlo porque tenía su cabeza arrimada a su hombro, pero si podía ver sus púas, eran oscuras.

-¿Qué le pasa?-

La voz... esa voz... Nicky conocía esa voz, sí era de...

Ahora mismo el pasillo se encontraba en silencio, no había ni un alma a excepción de cierto armadillo, equidna y erizo albino que esperaban pacientemente fuera de la habitación 133 del hospital a la que había sido designado el cobalto.

Debido a su gran perdida de sangre tuvieron que llevarlo de emergencia al hospital, esperando que la factura no fuera muy elevada.

-Yo se que estoy aquí porque soy el mejor amigo de Nicky, pero ¿Tú porque esperas Mighty? Yo puedo encargarme solo- siseó el equidna.

-Soy el presidente de clase, por eso NECESITO estar aquí -se defendió- y tú Silver ¿por qué no te vas?-

-¿Ah yo?- el albino apartó su vista del libro que estaba leyendo mirando al par -Shadow está adentro, y sigo preocupado por Nicky.

-¿Por qué esa sabandija está adentro y no yo?- ofendido, los comentarios ofensivos del oji-violeta no sé hicieron esperar.

-Porque él lo cargo todo el camino hasta aquí -contesta Mighty- y porque la doctora lo dejó pasar solo a él y no a nosotros.

-Yo podía haberme encargado solo.

-Bueno, parece que no soy el único möbian terco aquí- le respondió ya un poco molesto por su actitud.

El ambiente empezaba a calentarse entre ambos chicos, en verdad que el equidna no le aguantaba para nada, Mighty solo se defendía.

-No peleen, los amigos no pelean -Silver tomó la mano de cada uno y las junto haciendo señal de paz -Todos debemos amarnos, somos hermanos- predicó con paz en su corazón.

Mighty sonrió ciertamente orgulloso y enternecido del gran corazón del albino.

-¡No me toques cara de conejo!- Knuckes le apartó la mano molesto -No somos amigos.

-¿Cara de que...?- Silver le miró confundido.

-¡Oye, nadie trata mal a mi amigo!- Mighty le agarró del brazo encarando su molesta actitud, se podía meter con él pero jamás tocar a uno de los suyos.

-¡Ven pues! ¡Vamos a golpearnos hasta que solo uno quede en pie!- le siguió ahora con una sutil sonrisa.

-Este no era el resultado que esperaba...- Silver dudoso empezó a leer su libro tratando de buscar una manera de detener una pelea pacíficamente, ya que el paso uno no funcionó. -¿Han pensado en besarse para romper la tensión?- propuso con una sonrisa.

En su libro «Pasos para hacer amigos» en el capítulo,; Tips para evitar escenas incómodas, ponía en el paso 3. Besarse para romper la tensión.

Ambos chicos miraron con cara impactada al albino, quien les sonreía sin entender bien lo qué habia dicho, otra vez el par se volvió a ver y se apartaron asquedados.

-¡Que asco!- ambo imitaron el sonido de vómito.

-¡Knuckles! -una voz alarmada resuena en el pasillo, al voltear los presenten ven como llegaba casi volando un zorrito amarillo. -¿Dime dónde está Nicky? -le exigió totalmente preocupado en cuanto tuvo al equidna cerca lo sarandeo- ¡Dijiste que le ibas a echar un ojo! ¡Que inútil eres!- se quejó.

-Está bien, tienes razón, me descuide un poco- admite con calma dejándose batir por el más pequeño.

-Trata de mantener la calma Tails- le sugirió Mighty a un lado, ya había regresado a su calma- Shadow está con él, la enfermera ya mismo ha de salir a decir cómo esta.

Habían pasado más de tres hora desde que se desmayó.

-¿Shadow?-entonces su vista se dirigió al erizo albino, que era al único que no conocía de ahí.

-Sí, es la pareja de Silver, éste de aca- apunta Mighty, el albino al verse apuntado sonríe algo tímido levantando la mano en forma de saludo.

-Un gustó...

A Tails no le pudo importar menos, pero algo si llamó su atención ¿Shadow? ¿Quién era Shadow? Había escuchado ese nombre en algún lugar antes...

Otra cosa que escapaba de su comprensión era ¿Qué había causado la hemorragia que tuvo Nicky? Según le había comentado Knuckes por llamada, perdió mucha sangre.

Esperaba que se apuraran, quería verlo por él mismo, en realidad si tuviera la oportunidad quería sacarlo de ahí y hacerle el mismo un chequeó, no quería que nadie sospechara algo.

-Bueno, parece que la hemorragia ya pasó, y no parece haber daño en el cerebro, diría que fue la impresión-comenta la doctora revisando la tomografía que había realizado -Hay que dejar que descanse, ya se le suministro la sangre que perdió, asique apenas acabe esa bolsa, podrá marcharse, claro luego de pagar el recibo- y le mostró la factura al erizo azabache.

Shadow agarró el papel y lo miró en silencio, la Doctora se sintió algo incomoda por lo que le mencionó que saldría a avisarle a los demás chicos, mientras él busca su cartera, a lo que ella salía no dejó de ser observada por el chico.

Tomó el papel y lo partió en dos para tirarlo a la basura, odiaba las cosas triviales.

Su atención ahora fue dirigida al erizo cobalto a su costado, que seguía recostado en esa camilla sin muchas ganas de despertar, la desvío brevemente para observar ahora los lentes cuadrados del menor, se los había retirado hace un rato para que no le molesten, pero desde que lo hizo algo le estaba incando desde lo más profundo de su inconsciente.

Su rostro ¿Por qué se parecen tanto? Muchas dudas surgen en su cabeza.

-¿Por qué sigues aquí?- hasta que sus pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos.

El mayor miró al cobalto, se había despertado por fin, ahora mismo miraba fijamente el techo.

-Se dice gracias- siseó algo molesto por el tono grosero en el que le hablo.

-Yo no pedí tu ayuda- otra vez, le respondió con molestia, pero está vez se levantó de la cama encarando al azabache.

Fue momentáneo, pero sus miradas se encontraron, y está vez no fue un abismo sin fin el que se vio reflejado en los carmín del azabache, sino un bosque que se mantenía fuerte ante cualquier tormenta.

Un paisaje que hace mucho tiempo se le habían negado el derecho de ver.

El cobalto agarró sus lentes de las manos ajenas, se los puso, cerrando sus ojos se apartó aún con esa actitud molesta, trató de salir de la habitación sin decir nada más.

-La doctora dijo...- trató de hablar con él, pero otra vez lo calló.

-Yo se lo que dijo, no necesitas repetirlo- sin más salió de la habitación ante la mirada extrañada del azabache.

Shadow observó como el catéter guindaba chorreando aún la sangre faltante que había quedado en la bolsa, se lo había quitado a la fuerza.

Cuando el cobalto salió de la habitación, fue recibido por el fuerte abrazo de Tails, quien había estado a punto de entrar.

-¡Nicky no sabes cuánto estaba preocupado por tí!- le miró con ojos llorosos.

-Lo lamento Tails, la última vez que hablamos solo hice que te enojaras- pide disculpas con una sonrisa algo ligera.

En eso el zorrito le mira con los ojos bien abiertos, esa forma de hablar, esos ojos...

-¡Nicky, que bien que ya estás despierto!- Silver también se acercó a él, ahora se sentía aliviado de que estuviera bien.

El azúl le miró en silencio, y luego sonrió, eso descolocó al albino, pues Nicky no le tenía mucha estima como para dedicarle una sonrisa.

-Gracias.

Sin más se marchó sin decir mucho, Tails le siguió desde atrás y Knuckes también.

Cuando la doctora entró, el azabache había salido, mirando como el trío se alejaba lentamente, Silver se le acercó junto a Mighty.

-¿Estará bien?- Silver seguía algo preocupado.

Por alguna razón esa mirada que le lanzó Nicky hace un momento le hizo sentirse extraño.

-Sí, ahora tranquilízate, porque nadie irá a la cárcel -comenta Mighty más para su propio alivio.

El oji-carmín no hizo ningún comentario, solo se dedicó a observar al par, una mueca de molestia se reflejo en su rostro, mientras su entrecejo se frunció.

¿Por qué sintió que él le estaba hablando?

-¡Bueno, ya vamos a casa, quiero comer!- Silver se estiró un poco con pereza, para arrastrar del brazo al azabache por el pasillo, Shadow solo se dejó arrastrar, se veía muy sumido en sus pensamientos.

Mighty y Silver se despidieron, mientras el par iba saliendo del hospital, el albino notó algo extraño.

-¿Oye, y éste disfraz?- soltó brevemente al azabache notando como una botarga algo desgastada se encontraba arrinconada en la esquina del pasillo -Mira, es un disfraz de Sonic- sonrió sutilmente.

El azabache miró aquel disfraz con cara de pocos amigos.

-Dejá eso, está sucio- le regañó jalando de la manga de su buzo para que se levantará.

-Yaya, está bien lo dejo- se apartó del disfraz para seguir al azabache, se había alejado mucho, aún así regresó brevemente su mirada aún algo curioso -¿Me preguntó quién la dejó aquí?-

A veces en la vida hay dudas que jamás tendrán respuesta, esta es una de ellas.

Mientras tanto, dentro del hospital.

-¿Oigan, alguien cancelo la factura de la habitación 133?- preguntó la doctora a la recepcionista, está negó -¡¿CÓMO QUE NO?!

|Continuará|
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N/A:
¡Sorpresa! ¿Qué por qué una actualización tan rápido? Como dije, esta parte era la mitad del cap anterior, así que no me tomo tanto tiempo.

Bueno, como dice el capítulo, a veces hay dudas que jamás tendrán respuestas, espero ya hayan adivinado quien estuvo detrás de todo este tiempo.

Les dije que iban a ser recompensados por su paciencia, ¡Shadow volvió a aparecer! Corto, pero apareció más que las otras veces.

Parece que cada vez más las piezas empiezan a encajar, estoy segura que después de este episodio muchas dudas ya casi van a estar resueltas, si es que ya lo están claro.

Pido disculpas si encuentran muchos errores de ortografía, ando medio ciega.

¿Qué fue lo que más les llamó la atención está vez? ¿Qué le paso a Nicky en la pista atlética? Todos se quedaron con cara WTF, ¿Alguna teoría? ¿Alguna otra teoría con la parte final? ¿Qué creen que pase con la gente que vio todo?

Fue muy divertido hacer el episodio, digo, pasan muchas cosas bajo fuerte tensión, pero yo me cagaba de risa, «si no puedes reír en los momentos difíciles no hay chiste en vivir» es uno de mis lemas.

Estaba muy deseosa de publicar esta parte, por la escena de Metal y Nicky, obviamente, aunque también estaba emocionada por la escena final, son las que más me gustaron, wey Nicky tipo «Metal es un amor» Metal procede a sacar la arma más destructiva de todas «Pero hoy está de mal humor, si eso» Nicky tan random, ah, menciones honorífica para el pobre Silver tratando de amainar la furia entre Mighty y Knuckles «Besense» y los otros con cara de WTF.

Otra mención honorífica para el club de fans de Shadow, el club de fans de Silver, y el club de fans del Shadilver, jajajaja amo ver sus comentarios respecto a su relación, no voy a comentar nada, solo me retiraré en silencio.

¿Y cuál fue su parte favorita del episodio? ¿Parte menos favorita? La mía cuando el Knuckes trata mal al pobre angel de Silver (Dedicó cap→)

Hay una alta probabilidad de que me demore en subir el siguiente episodio, estoy organizando algunas ideas, además está es la semana final de exámenes, asi que ya saben, eso es todo.

Estoy felíz que a pesar de todo les ha caído bien Mighty, tan random cómo Nicky, me preguntó quién es más random.

Sin más que decir, no olviden de comentar, dar estrellita ★ y compartir la historia con sus amigos, me hace muy feliz<3

Nos vemos en la siguiente actualización!
Bye!

By:
|@LuliTan2|

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