Sus manos se entrelazaron por debajo de la mesa, sintiendo una fuerte emoción al haberse decidido a comentar el cortejo frente a la familia del omega y los pocos amigos más cercanos del alfa.

El concejo estaba presente siendo los anfitriones para festejar que todo había terminado y una nueva etapa comenzaba en sus vidas. Las parejas se mostraban felices y entusiastas haciendo evidentes más de una sonrisa o dejando oír sus risas por algún comentario o anécdota divertida contada por los otros que al igual que ellos estaban reunidos en la mesa.

—Ustedes dos se ven bastante felices, chicos —les mencionó HongJoong con una sonrisa, su mano entrelazada con la de MinGi mientras veían de reojo pelear a JongHo y YeoSang por una galleta de arroz que estaban rompiendo sin darse cuenta.

—Debe ser porque ahora ya no hay peligro —respondió JiMin evadiendo el tema un poco mientras tomaba de su bebida y recargaba su cabeza sobre el hombro del Hell con calma sintiendo la brisa de la noche.

El líder del concejo sabía que traían algo entre manos, pero solamente les sonrió y sacudió suavemente los cabellos de JiMin estirando su brazo a través de la mesa. Su mirada se fijó en YoonGi y no pudo sonreír más grande porque ya no podría hacerlo, pero cuando observo al Hell tan resplandeciente no se arrepintió ni un poco de haberle pedido a JiMin que intentará conquistar ese duro corazón herido que ahora se veía más sano y recuperado a pesar de que habían cometido muchos errores al unirlos inesperadamente habían podido obtener un buen final.

Los ojos escarlata del Hell estaban puestos en el omega que ahora se refugiaba entre sus brazos, una pequeña sonrisa llena de amor mientras lo veía y sus brazos rodeando el pequeño cuerpo para no dejarle pasar frío. MinGi también los vió y sonrió ya que todos ellos vieron el dolor, la angustia y sobre todo el sufrimiento que el alfa atravesó durante años donde se consumió en su amarga soledad.

—Me siento muy feliz por ustedes —dijo San apareciendo de repente con su rostro manchado de chocolate en las orillas de sus labios, WooYoung detrás de él con una servilleta para limpiarlo y besar sus labios suavemente después.

—Se ven mucho mejor que hace un tiempo, YoonGi daba miedo siendo tan sangriento —bromeó WooYoung y rieron en voz alta, el Hell solamente negando para no sentir vergüenza y ocultando parte de su rostro bebiendo de su vaso.

—Yo creo que se veía ardiente —comentó YunHo de sorpresa, hizo que tocaba el hombro de San con su dedo y sus labios hacían un sonido como si estuviera ardiendo.

JiMin se rió y abrazo a YoonGi, los otros riendo a carcajadas cuando notaron su reciente sobreprotección sobre el Hell después de esos cortos comentarios hacia su pareja.

Las horas pasaban rápido entre risas y celebración, cerca de las doce de la noche la pareja se puso de pie y JongHo llamó la atención de todos para que guardaran silencio.

—Uh, bueno... N-nosotros quisiéramos comentar algo frente a ustedes, ya que fueron quienes me ayudaron cuando pasó toda aquella pelea por JaeHyun —habló el alfa, siendo notables sus nervios al hablar frente a todos—. Yo sé que no hice las cosas bien en un principio con JiMin y me arrepiento de eso. Pero lo que sé muy bien ahora es que él se convirtió en mi todo y en mi razón para seguir viviendo, le prometí al señor Park que su hijo no volvería a sufrir aún si yo no estaba a su lado y pienso cumplirlo.

JiMin le abrazo por el torso y fue recibido con calidez por el Hell, quien carraspeó y bajo su mirada para ver los ojos azules del White.

—Y es por eso que le pedí a JiMin el permiso para cortejarlo como se debe, porque quiero hacer las cosas bien y que él sepa cuánto lo amo y que todos los presentes aquí sean testigos de ello.

Los ojos de JiMin se mantenían cerrados, porque se sentía inmensamente feliz entre sus brazos, era un deleite de alegría para su corazón el escuchar a su alfa diciendo todas esas palabras que a su vez sonaban como un bello juramento de amor. Se sintió en plenitud cuando entendió que había encontrado a la persona correcta para pasar el resto de sus días, el hombre que ahora lo aferraba a su pecho era aquel que le prometió amarlo frente a las estrellas. Quiso llorar, porque ahora se sentía realmente feliz y sin tener que fingir que su vida era perfecta, que la monotonía no estaba presente y que no se sentía solo.

YoonGi estaba a su lado, lo amaba y lo sabía perfectamente porque incluso su dragón había conectado con el suyo y lograban sentir aquel millar de emociones revueltas.

Tal vez la raza Hell ya no sería totalmente pura al unirse con un White, pero eso no podía importarles menos, eran solamente ellos dos cuando pensaban en su felicidad y no lo que les daría satisfacción a otros. Por qué preocuparse en personas ajenas cuando eran ellos los que se estaban amando con esa gran intensidad. El mundo podía irse a la mierda si lo quería, porque no importaba la forma en que ellos se amaran si eso no afectaba a nadie.

Habían superado una guerra para estar juntos, ¿qué podrían hacer unas simples críticas contra ellos?

La segunda temporada se estrena oficialmente.

Muchas gracias por llegar hasta aquí conmigo.

¿Parte favorita de hoy?

Los amo bebés. 💜