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El Hell se escondió entre su estómago cuando se acostó junto a él en la cama. Ambos descansando después de haber cenado ellos dos solos en la casa del alfa que fue reconstruida con la ayuda del concejo al ser los principales causantes de su destrucción inicial y sintiéndose culpables de los daños causados. El White le sonrió y sintió una agradable calidez en su pecho al ver el rostro somnoliento del alfa encima de él, sus pequeños ojos cerrados y con sus pestañas tocando con amabilidad sus pómulos, los finos labios más rosados de lo normal por haber comido picante tal vez, y esa adorable nariz de botón tan linda que le daban ganas de besar o apretar suavemente entre sus dedos. Para él que era un inexperto omega en el ámbito amoroso era imposible no sentirse confundido cuando esos sentimientos se quedaban en su pecho para hacerle sentir un millar de emociones con una simple mirada de su alfa, sonreía inconscientemente al repetir esa dulce frase en su mente y murmurarla por lo bajo para no perturbar el confortable ambiente de calidez, llamar a YoonGi su alfa seguía sacudiéndole el corazón con más fuerza de la que creía soportar.

Su alfa. Y le causaba aún más alegría saber que él era el omega de YoonGi y estaba seguro que ese título tenía un enorme valor para ambos, el alfa por el sufrimiento de hace años por la pérdida de una pareja que marcó su corazón y su vida de manera permanente, pero que ahora superó y llevaba con amor en su corazón como lo que era ahora: un recuerdo. Mientras que para él significaba algo tan valioso al saber que no sólo sus dragones estaban conectados, sino que sus mismas almas parecían ser una sola y sus sentimientos eran fieles a su sentir.

Acarició su cabello azabache y vió a YoonGi suspirar cómodamente para luego esconderse aún más entre su cuerpo y ropa, oliendo con cariño su dulce aroma que se encargaba de darle una paz infinita. Las manos del alfa lo abrazaron por la cintura, sus labios se movieron lentamente pero sin alcanzar a entender lo que decía ya que su voz era muy baja debido al sueño que estaba impregnado en su cuerpo.

—¿Qué dijiste? No entendí. —Le susurró sin dejar de mimar su cabello con sus pequeños dedos, su mano libre viajando a la espalda del alfa para meter su mano en la camisa y acariciar con la punta de sus dedos la nívea piel, riendo cuando YoonGi tuvo un escalofrío por sus acciones.

—Te amo. —Respondió amoroso y JiMin sonrió en grande, porque aquello se sintió como una caricia repleta de amor a su alma. El sentimiento que los rodeaba a ambos seguía siendo un tanto inexplorado, tal vez no tanto para el Hell debido a que antes tuvo una pareja, pero mostrándole a su Omega que con cada día a su lado descubría una nueva sensación, enseñándole los pasos correctos para amar sinceramente, tomado de su mano para que ninguno de los dos fuera a perder su camino, y si éso llegaba a ocurrir, estaban seguros de que tarde o temprano se encontrarían otra vez para retomar el camino que los unía sin excepciones.

Pero sabía que JiMin sacaba un mejor lado de él, que podía mostrar la persona que era en realidad sin tener miedo y que podía entregarle su corazón porque JiMin lo cuidaría como un valioso y raro tesoro. Su dragón también le aseguraba que ellos dos podían cuidar a ese pequeño e inicialmente frágil omega, pero que muchas veces era más fuerte que él ya fuera física o mentalmente y no le avergonzaba admitir la fortaleza de su pareja.

—Yo también te amo.

La sonrisa del Hell se ensanchó al oírlo. Era agradable el tener a una persona tan cálida como JiMin a su lado y recibir las palabras que por años añoró escuchar nuevamente y que ahora lo hacía con una persona diferente a su lado pero que lo amaba sin miedo a demostrarlo ante todos. Se sentía dichoso, porque el amor entre ellos era genuino, tan valioso que podría ser envidiable y eso le hacía sentirse orgulloso de mostrarle a todas esas miradas de rencor y odio que ellos no eran suficiente para perturbar su amor o siquiera provocar una mínima inseguridad en su corazón.

Para él era algo magnífico el poder dar y recibir amor, con cálidas caricias y palabras que la mayoría de las veces ya ni siquiera eran suficientes para demostrar lo que realmente llenaba a sus corazones, las acciones a veces se eran pocas cuando de amor se trataba, las únicas veces que sentían a su amor ser expresado correctamente era cuando sus ojos detallaban su cariño y el brillo en sus orbes les daba aliento para continuar. Ambos teniendo a dos dragones en plena felicidad porque ahora se reconocían sin obstáculos, sin miedo y la constante inseguridad atacando por todos lados. Eran felices, porque ahora estaba juntos y eso nadie se lo podría impedir, ni siquiera los supremos cuando se presentaron ante el alfa con amenazas hechas en contra de un futuro todavía incierto.

—Yoon... ¿recuerdas lo que me contaste sobre los supremos? Me siento inseguro cuando pienso en éso. —Le confesó y el rostro del alfa se frunció suavemente. Se levantó hasta quedar sentado al lado de JiMin y besar sus labios con dulzura para aliviar sus pesares porque podía sentirlos como propios por su conexión, a menudo sentía la angustia de JiMin y eso le hacía sentirse culpable la mayoría de las veces por no poder hacer nada para calmarlo más que sólo tomarlo entre sus brazos y susurrar en su oído que todo estaría bien.

—No te preocupes, estamos juntos. Y hoy, junto a está noche de luna llena puedo jurarlo —dijo con su tono de voz repleto de amor sin dejar de verlo, ambos ojos conectados con una conexión admirable—. Yo, Min YoonGi prometo que te protegeré sin dudarlo, que daría mi vida por ti y que nada malo te pasará, porque te amo tanto que sin ti en mi vida preferiría morir, Park JiMin.

El ardor en sus ojos no fue un impedimento para poder lanzarse a sus brazos totalmente feliz. Era como si hubiera hecho algo realmente bueno en su vida pasada para tener ese gran amor que ahora recibía, para no sufrir más por el miedo a no ser correspondido, ya que ese alfa que ahora besaba su cuello era el mismo que en cada gesto y palabras derrochaba amor por él hasta que quedaba tatuado en su corazón.

Se encargaría de agradecerle todo lo que hacía por él, lo amaría hasta que su corazón dejara de latir en algún momento, porque YoonGi ahora era su vida y su motivo. Al igual que el alfa veía a JiMin como la única razón para seguir viviendo y salir adelante tomados de la mano para enfrentar al mundo juntos, sin miedo y sin dudar.

Porque ahora estaban juntos.

Está segunda temporada se puede decir que es un poco de relleno pero siguiendo la línea cronológica de la historia, sólo para compensar todo el drama que hubo en la primera temporada.

Los capítulos tal vez no sean muy largos, todo depende de mi tiempo libre e inspiración.

Los amo bebés. 💜

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