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Los días pasaban y Won  no  despertaba; Chiara siempre estaba a un lado de la cama, le cambiaba las vendas, le daba agua, lo limpiaba y lo arropaba, siempre lo estaba cuidando, siempre estuvo al  pendiente de su captor

Como es de irónica la vida ¿Verdad? —pensó ella. Negó varias veces y después lo miro. Pasa una lagrima sale de sus ojos, al recordar aquel episodio cuando el castaño lo trae todo lleno de sangre,  no dudo en ayudar, varios de sus hombres estaban adentro, pero poco le importaba su vestimenta en esos instantes, Chiara le había quitado la ropa con tijeras a Won, dejándolo sin nada de ropa, el castaño retiro a todos de la habitación, esperando a que su doctor llegara y suturara todas las heridas de su captor.

Ellos dos no podían ir a un hospital y menos por heridas de bala ¿Que podrían decir? Llamarían mucho la atención de las autoridades, explicar que fue un atentado, es casi nulo, o tal vez explicar que salían caminando y pum les dispararon, no, de una los investigan y se darán cuenta que es el dúo que andaban buscando.

Chiara  había tomado una cubeta de agua y le retiro todo rastro de sangre, Won la miró por última vez y le sonrió, eso le asombro mucho a la azabache y a la vez la asusto, aunque también imagino que él estaba feliz de verla y más con lo que ella estaba haciendo.

El castaño le agradeció, pero era tanto su temor que la terminó amenazando, al pasar el tiempo, él le pide disculpas, cosa que jamás lo hacía, puesto que la castaña estaba muy asusta por lo que le dijo, y después pasa lo de Yunna.

Yeon al visitar a su amigo, y ver que Chiara dormía a un lado de la cama, sin importar el frío que estaba ocasionando la temporada, lo sorprendió, se supone que es su captor, pero era todo lo contrario. Lo cuidaba  de una manera que le hacía pensar que en verdad ella lo quiere.

Cuando Yeon regresó para ver su al fin despertó su amigo, ella lo estaba aseando, se acercó a Won para saber si estaba bien, pero Chiara se adelantó y le respondió.

—Todo va bien con él, continua respirando —calma un poco al Castaño, se le adelanta a su pregunta, este medio sonríe.

—Gracias — él suspiro, y mira a la azabache —¿ Te puedo hacer una pregunta?

—Dos —él frunce el ceño —Anda, dime

—Te pareces tanto a él — murmuró —¿Que le gusta a tu prima? — Chiara lo mira con picardía, le sonríe, por lo menos Arianna estaba bien, y eso la ponía contenta, por que muy en el fondo, Chiara aceptaba que el castaño es muy amable y caballeroso, pero cuando se le sale lo macho, es un vulgar hasta con las mujeres, pero él, él seguía tratando de ganarse a su prima.

—Las esmeraldas, le encantan — de hecho él estaba pensando regalarle un reloj a la joven, pero no sabía cómo, tampoco quería ser entrometido, ni quería intimidar a la chica —Ella es muy sencilla, no te pases.

Le advierte, este pensaba en lo mismo, la había aprendido a conocer, Yeon sale de la habitación sin prestarle mucha atención a Chiara, al bajar se encuentra a Yunna quien tenía un vestido rojo demasiado corto, el castaño tenía sed de acostarse con alguien, y después de pasar un día en el río con una Arianna semi desnuda, desde entonces estaba muy mal, él como hombre tendía deseos de tocar a una mujer, y no tenía tiempo de ir a buscar una afuera en la ciudad de Michigan, y mucho menos podía salir.

Ellos debían seguir escondidos, por lo menos medio año.

Hasta que se calme un poco las aguas turbulentos que se habían ocasionado aquella vez. Seguían investigando al susodicho que los enfrentó sin piedad dejando casi muerto a su mejor amigo.

Yeon juro vengarse y de la peor manera. Quería que se lo trajeran, sus hombres estaban trabajando en ello, aquel policía debía llegar vivo, muerto no le servía, quería torturarlo, debía ser capturado clandestinamente, tenían que  dormir al moreno, ya que se ve que es bastante complicado como persona.

—¡Me las pagaras, Fernando Okelly!.

……

Una tarde tranquila se estaba viviendo en casa del castaño, el silencio reinaba en aquella mansión. Nadie interrumpía nada y Yeon  estaba tranquilo y por que no,  contento.

Arianna estaba de rodillas en la cama del castaño y este estaba acostado en sus piernas, mientras ella le acaricia su cabello, hablaban de cosas normales de la vida.

Compartieron gustos y disgustos. Aunque Arianna solo le dijo algunas cosas no más, no quería saber más de él o que ella le diga más de su vida.

—Arianna, cuando cumples tus 21 años? —ella abre sus ojos, había perdido la noción del tiempo que ni eso sabía. No lo recordó, ella ríe nerviosa.

—Me crees si te digo que no lo recordaba —este se paro de sus piernas y acaricia su mejilla

—Osea que cumples años y no te acuerdas —ella asienta.

—Siempre he sido así, Chiara me ayuda a recordarlo —ambos se quedan en silicio —¿Que día es hoy? —Yeon suelta una suave risa y niega.

—cinco de mayo — le soba su cabello y se lo acomoda detrás de la oreja, Arianna lo tomó de los brazos.

—¿En serio?. —ella estaba tan sorprendida que no lo creía

—Muy en serio, y son las tres de la tarde —al ver la reacción de Arianna este pone su frente morada — No me digas que…

—Hoy tengo 21 años, Yeon —este la atrae a su cuerpo con fuerza, la abraza acariciando su espalda.

—Feliz cumpleaños —se sorprende ante tal acto de cariño, la besa, la besa tan profundamente, haciendo suspirar a la chica, esta sonríe con amabilidad, le encantan aquellos besos que el castaño le daba y viceversa.

Sin pensarlo dos veces, Yeon se retira de la habitación dejando a una castaña bastante dudosa, ¿que le había pasado?  —fue el pensamiento de Arianna.

El castaña, ya había bajado a la plata inferior de la mansión, llamó a varios de sus hombres y a ellos les pidió varios favores, y no solo eso, los puso a correr por que antes de las siete debía estar todo preparado. Después camino tranquilo a la habitación de su mejor amigo.

Al llegar a esta, Chiara le estaba acariciando el cabello al peli negro, este ya tenía sus ojos abiertos, Yeon se sorprende.

—¡Por qué no me dijiste que estaba despierto!— frunce su ceño

—Por qué apenas me desperté, idiota, además, por que le hablas así a Chiara, malagradecido, ella me cuido.— Won le saca la lengua, ya estaba mucho mejor.

El mejor regalo para la castaña.

—Arianna hoy está de cumpleaños, los quiero abajo a las 7 pm, sean puntuales. — ambas personas se miraron asombrado, Chiara se tapa la boca y grito como loca.

—¡Lo había olvidado!.

—No te preocupes, la cumpleañera también lo olvidó—  Yeon ríe divertido. Su mejor amigo  se asombra, jamás había visto a su hermano tan contento con algo, y menos preparar algo. Siempre le aburren las fiestas y su mejor amigo debía rogarle.

—¿De que me perdí durante este tiempo? —Chiara lo mira y se encoge de hombros.

—¡Ni yo lo sé! — ambos ríen cómplices, se miran a los ojos, tantas cosas comienzan a cambiar, sobre todo, al darse cuenta que ella fue su enfermera personal.

—Te extrañe —Chiara se asombra, sus ojos se llenan de lágrimas y lo abraza acostada en su pecho y llora en silencio, Won la comprendía y lo único que hizo fue, acaricia su espalda hasta que ambos se quedaron completamente dormidos.

Esperando despertar a tiempo.

……..Continuará

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