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La fiesta seguía en su rumbo, con naturalidad. Apenas estaba comenzando todo, ya eran la una de la madrugada. Todos en aquella disco seguían bailando y bebiendo licor.

Algunos se drogaban sin importar quedar conscientes o no.

Algunos ya perdieron la noción del tiempo, como Fernando, que todas los buscaron pero él ya se había ido, se había escapado con su novia, y si. Pará nadie era un secreto que aquel Moreno tenía una fascinación por su mejor amiga, es un año mayor que él, su nombre es Laura Mondregal, es una mujer muy bella y esbelta, le gustaba su parte tierna, aunque no lo hiciese notar, pues aquella parte le hacía recordar a su hermana.

Y por eso él se quedó allí con ella, no por verse como su hermana, sino, por el simple hecho de que fue la única persona que no lo vio con ojos de lástima, así como lo son su prima y hermana, eso lo aprendí muy bien de ellas.

Arianna tenía un poco de hambre y Chiara estaba bailando con un hombre, lo suficientemente guapo que a simple vista y a la de todos, eran la pareja perfecta, aunque aquel hombre se viene un poco mayor que ella.

El pensamiento de todos fue que, Chiara es muy madura para la edad que tiene.

—Waiiii, que pareja —dice Alana  – Ari, te explico; Chiara esta bailando con un hombre de ensueño, parece un Dios, y creo que se sienta en aquella mesa que mantenemos negando bailar, aunque creo que Chiara  acepto, y quien no, yo lo haría, es tan..  Aaahhh

Arianna ríe divertida – Descríbelo.

—Alto, cabello hasta los hombros, lacio, se ve que es de tés blanca, usa lentes oscuros, así que no eres la única — anima a su amiga, ambas ríen, Alana continúa – Tiene un traje casual, que le hace ver sus muy trabajado  brazos, se ve que le gusta vestir bien y oler bien.

—¡No lo has oído, Alana! – ella chasquea la lengua.

—Tan solo verlo, su colonia sube por mi nariz.

—Que cosas dices, Alana– Arianna sonreí, tal vez su prima tenga una oportunidad de ser feliz, pero… Un miedo muy fuerte inunda el cuerpo de Arianna.

—No la quiero perder. – susurra, Alana la había alcanzado a escuchar, y la abraza.

—No estarás sola, Chiara no te dejaría por nadie y lo sabes. —su amiga le trata de dar ánimos.

–Pero... No es justo, ni para ella, ni para mí. —exclamo Arianna triste

—Eso tu no lo decides Ari, es Chiara la que decide – Alana le limpia las lágrimas de las mejillas  a su amiga, pues su gafas estabas empañada, se las limpia y organiza un poco a Arianna, esta le agradece, y continúan moviendo sus cuerpo al ritmo de la música allí sentadas en su mesa.

Al terminar la música, Hae-won vuelve a su mesa, con una sonrisa, él   había detallado cada parte de la mujer con la que bailo, hasta la sonrisa.

—Por esa mujer darán mucho dinero, mira ese porte, ¡diste con una muy buena! – comentó Kajo-ni, Won y Yeon la miran – No esta mal, la iré preparando

—Quieta, ¿quien te ha dado la orden?— aquellas palabras sucumbieron sus huesos, la voz de uno de sus jefes le había hablado, en toda la noche no dijo ni una palabra más por miedo de meter la pata nuevamente, ni siquiera a su amigo, pero si la habría para regañarla

—¡Esa yo la alistó! Pero no para venderla – él de cabellos azules, bebe un poco de su trago y enciende un cigarro, cala el humo y bota – Es perfecta para mí juego.

—¡Panther! – su amigo lo advierte con sólo mencionarlo, el levanta las manos en son de paz.

—Hasta que me canse, después alimento para mis pequeños cocodrilos, que piensas, ¡Wolf! – él no muy convencido tuerce sus labios, mira hacia aquella mesa donde habían varias chicas, ninguna sin importancia, todas le darían bien su ingreso económico, los viejo peces gordos esperan con mucha hambre.

—Quiero esa mesa en el camión, no se como lo van a lograr, pero las quiero en la subasta – les ordenó su jefe, Won ríe y continúa bebiendo de su trago. –, míralas, que fácil será todo —mira a aus hombres — Ya se van, y caminan un poco raro, creo que será fácil. ¡Que esperan!

—Trajiste el químico, las pondremos a dormir – Yunna le dice a su amiga, esta asienta, ya que ella ya sabia la indicación de su amante.

Los cuatro se levantan de la mesa, les dan órdenes a sus peones, quedarse en la mesa y seguir buscando más mercancía, por que para ellos, aquellas mujeres eran sólo una mercancía, aunque algunos de esos peones, violaban a esas chicas antes de ser vendidas, al ver que estaban utilizadas, las enviaban a protruirse a China, así nadie sabría del paradero de las chicas extranjeras.

—¡Aquí vamos! – dice Won bastante emocionado, pues él quería a su juguete, sabia que aquella chica lo iba a sacar del aburrimiento, bailando una simple canción, y sus palabras lo colmaron por todos lados, aquella chica se sabía hacer cautivar además, de que ella no se le tiro como las demás mujeres de aquella disco, el podría decir que le dio muy igual bailar con su persona, aunque admitir eso le enfurecida.

Al llegar ellos  cerca de aquellas chicas, Arianna se tambalea, pero no por el trago, había pisado mal y su zapato se tuerce un poco

—¡Carajo! – exclamó ella.

De inmediato por reacción propia y para que no lo pisara, Yeon la tomó de la cintura, ya que su amiga no alcanzó a tomarla por completo.

—¿Estas bien? – finge preocupación, esta frunce el ceño

—¡Suélteme! No me toque! Nadie te pido tu ayuda imbécil! – ella se soltó con fuerza de su agarre, Chiara la tomó de una – Chiara, alejame, no quiero estar aquí, vámonos – le ordena.

Yeon la miraba fastidiado, de mal humor, sin una pisca de paz ni paciencia, su humor de pocos amigos incrementaba, quería matarla en ese instante.

Era la primer persona aparte de su madre y mejor amigo que le habla de ese modo, y más una mocosa flaca, de senos grandes, siempre estaba acostumbrado a que se le tiraran encima y desnudas, pero ella no, lo miró con asco y eso hizo que él la odiara.

Pero lo que Yeon no sabía era que… Arianna no podía verlo. Ella solo le dio miedo tener su primer contacto con un hombre que no fuera su hermano y en ese estado solo quería huir de ese lugar y mas de aquel hombre, por que con solo tocarla le transmitió un éxtasis infinito.

…..

Al salir de la discoteca, Arianna seguía furiosa por que un hombre la tomó desprevenida, no sabía quién era, o el por qué la ayuda, ni siquiera debe de saber que es una ciega más, por que así es como ella se decía. Además, no sabía por qué se había sentido así cuando él la tomó de la cintura.

¡Tan solo la había tomado de la cintura! Y sintió mojarse, una corriente eléctrica pasó por su espina dorsal, pero a la vez olvida esa loca idea.

Se sentía una carga para todos, y  para un hombre ella no lo iba a ver.

—Ya calmate, Ari, todo está bien, ya estás conmigo, no te dejare sola, lo siento,  te solté  un poco, choque contra alguien y…

—No te preocupes Chiara, todo estará bien, ya paso todo y yo…

En aquel momento, unos hombres tapan las bocas de todas las niñas, no podian dejar que reaccionaran, debían trabajar  rápido, les aplican aquella sustancia, dejando que todas estas caigan en un sueño profundo.

Las gafas oscuras de Arianna caen al suelo donde todas calleron, tres   hombres toman  a las tres chicas  que estaban en aquel lugar, las suben a una camioneta negra, y las demás en otra,  aquellas mujeres las suben por un lado donde nadie los veían dentro de un camion, a las otras en un deportivo, al subirlas al auto las amarran de pies y manos, vendan sus ojos con una tela negra para que no sepan a dónde van.

Lo único que ellos sabían era que.. Jamás volverán a su bella e infantil realidad, por que ahora ellas les pertenece en cuerpo y alma a esas personas, y no las dejarian ir, hasta que cumplan con todo lo que ellos pidan, y al cansarce las desecharan como si fuese basura.

—¿Dónde estoy? Pero que… —Arianna había sido la primera en despertar, tal vez no le pusieron suficiente somnífero, ella trata de moverse pero los amarres no la dejaban soltarse. – ¡Qué esta pasando! —susurro.

—Shhh, no hagas ruido, me duele la cabeza – aquella voz, no se puede equivocar, ella ya lo había escuchado.

Arianna siente una mano en su pierna, comienza a temblar – Por favor, no me haga daño, yo te puedo dar lo que me pidas, pero no me… —ella se muerde el labio con fuerza, que podía hacer, tampoco podía decir que es ciega, podían hacer lo que sea con ella – Por favor, yo… Yo tengo dinero, no mucho, es lo que ahorre, por favor se lo suplico.

—Calma, no se te hará nada, no por ahora – hablo otra voz, Arianna comienza a temblar, sabía que estaba en muy serios apuros, se sentía sola y…

—¿Chia-? ¡Chiara! – Arianna la comienza a llamar una y otra vez, su voz ya tenía al castaño bastante irritado, tanto que el gruñó con fuerza y le dio una fuerte cachetada a la castaña volteando su cara hacia un lado – ¡Animal! – susurro —¡Maldito animal! – le grito esta vez a él, pero el cataño vuelve y le da una fuerte cachetada.

—Ya basta Wolf, le dañaras la hermosa cara de princesa que tiene, y después será un producto defectuoso, no la podremos subastar – el corazón de Arianna se acelera, ¿van a ser vendidas? Era su pensamiento, estaban con unos narcotraficantes, con personas que trafican con mujeres, trata de blancas y quien sabe si matones, ella prefirió callar y hacerse la dormida, así, ella sabrá guiarse por los sonidos y los olores en donde estarán metidas.

Quien sabe hasta cuando…

...........
Continuará

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