Los juegos de Cell

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Capítulo 11

Desde mi creación, he sido testigo de un destino predeterminado. Sabía de antemano cómo se desarrollaría todo: la llegada de los androides, la devastación que causaríamos, la aparición de Cell y, finalmente, mi propia muerte. Era una línea temporal que parecía inamovible, un camino trazado por la mano del destino que todos seguimos sin cuestionar.

Pero entonces llegó el Androide 23, Lucas, un chico que no pertenecía a este mundo, y trajo consigo algo que nunca había experimentado: la incertidumbre. Sus conocimientos del mundo real y de cómo se desarrollaban los eventos en mi universo alteraron las cosas de manera inesperada. Introdujo la posibilidad de un futuro diferente.

Lucas alteró mi percepción del tiempo y del destino. Antes, todo era claro y definido: yo tenía un propósito, una misión, y estaba dispuesto a cumplirla sin cuestionamientos. Pero ahora, me encuentro reflexionando sobre las ramificaciones de sus acciones y cómo podrían afectar el curso de los acontecimientos. ¿Podría haber un futuro donde no tengo que enfrentar mi muerte prematura a manos de Cell? ¿Podría haber un camino donde no causemos tanta destrucción y sufrimiento?

Era intrigante considerar estas posibilidades. Me preguntaba si las acciones de Lucas podrían cambiar el curso de la historia, no solo para él y los que ama en su mundo, sino también para nosotros aquí en este universo. ¿Era posible que hubiera esperanza de un futuro diferente, uno donde los androides no fueran una amenaza y la paz reine sobre la Tierra?

Faltaban 30 minutos y comencé a dirigirme hacia el lugar. Según la información de mi cabeza, hoy era el día donde se debía acabar a Cell o la tierra sería destruida. 

Mientras volaba hacia los Juegos de Cell, observé a varios guerreros moviéndose en la misma dirección. En el cielo, vi a Goku y Gohan, ambos envueltos en un aura dorada que brillaba intensamente. Su vuelo era decidido y rápido, y sus rostros reflejaban una mezcla de concentración y determinación. No muy lejos de ellos, Vegeta surcaba el cielo, acompañado por Trunks, que mostraba una expresión de seriedad, similar a la de su padre.

Krillin y Piccolo también estaban allí, tenían las miradas enfocadas en el horizonte. Detrás de ellos, pude distinguir a Ten Shin Han y Yamcha, quienes, aunque no tan poderosos como los demás, volaban con la misma firmeza y propósito.

Al llegar, noté que la plataforma de los Juegos de Cell era un espectáculo visual imponente y, a la vez, intimidante, aunque más pequeña de lo que consideré. Estaba construida con una precisión inquietante, su superficie era completamente lisa, hecha de un material brillante y pulido que reflejaba el entorno como un espejo oscuro. 

Al pisar suelo, pude sentir la energía que impregnaba el lugar; una carga eléctrica casi palpable que erizaba la piel. El aire a su alrededor parecía más denso, cargado de una tensión que solo se experimenta en momentos de absoluta incertidumbre y peligro inminente. El viento soplaba suavemente, llevando consigo el sonido distante de hojas susurrantes y el ocasional grito de un pájaro, creando un contraste inquietante con la quietud de la plataforma.

Cell estaba sobre ella. Verlo me transportó al momento en que absorbió a Número 23. Su cuerpo no cambió drásticamente; seguía siendo el mismo Cell, pero su color había cambiado a un rojo intenso. 

Pero, hablar de su poder era otra dimensión. Trunks había fracasado al intentar luchar con su nueva transformación, solo consiguiendo hacer reír a Cell más de una vez en aquel momento. Fue espeluznante ver sus poderes, aun cuando no había mostrado su verdadero límite. A un lado de la plataforma estaban Vegeta y un sujeto extraño con cámaras de televisión. Cell me observó y sonrió; no respondí de la misma manera.

—Vaya, pero qué sorpresa, es Número 16. No sabía que seguías con vida. Además, veo que te han reparado del daño que te hice.

No respondí.

Pocos minutos después, los guerreros Z me alcanzaron. Cell sonreía al verlos, considerándolos solo una diversión para él. Reconocí a Krillin, quien me saludó con entusiasmo. Aunque era pequeño, siempre había admirado su valentía. Recordé cómo me ayudó en el pasado y como quiso proteger a 18, especialmente cuando necesitaba escapar de situaciones complicadas como la que enfrentamos con Cell.

Mientras los guerreros Z se agrupaban, me preparé mentalmente para lo que vendría. Mi misión era clara ahora: destruir a Cell. No había espacio para dudas ni vacilaciones. Estaba listo para enfrentar el desafío que se avecinaba.

 —Bienvenidos, sean todos —dijo.

Mientras me acercaba junto a Krilin.

—Quería agradecértelo. Muchas gracias, Krillin. Gracias a ti, tus amigos pudieron ayudarme —dije, señalando mi cabeza reparada.

Él sonrió y respondió:

—No te preocupes, 16.

Goku se acercó lentamente. Me tensé un poco, pero él extendió la mano y dijo:

—Juntos pelearemos duro.

Fruncí el ceño mientras le estrechaba la mano.

—Escucha, Goku, me construyeron especialmente para eliminarte —recordé a mis hermanos y continué—, pero ahora todo eso ha cambiado. Mi objetivo es Cell.

Goku sonrió y asintió. No había más que decir. 

Sin embargo, como los recuerdo de Número 23, Goku se volvió a todos, y dijo:

—Bueno, empecemos... creo que yo seré el primero en luchar contra ese monstruo.

Todos se sorprendieron ante su afirmación.

—Espera, Goku, no tienes por qué empezar primero— añadió Trunks, escandalizado.

—¿Verdad que sí puedo, Vegeta?— preguntó Goku.

—Haz lo que quieras. De todos modos, seré yo quien acabe con esa cucaracha— respondió Vegeta.

En ese momento, un hombre extraño comenzó a gritar:

—¡Ustedes no tienen derecho de escoger ese orden!

Se trataba de un hombre alto y musculoso, con una actitud y un aire de confianza que parecía no tener límites. Su cabello era oscuro y su vestimenta llamativa, pero lo que más llamaba la atención era su comportamiento extravagante y su actitud arrogante.

No mentiré, sabía de quién se trataba, pero no era un hombre del que el Dr. Gero se interesase. Sin embargo, le reconocía como un personaje fundamental, pues era el progenitor de la que sería la futura esposa de Gohan, el hijo de Goku.  

Allí, un periodista se acercó para hacernos algunas preguntas tontas, que realmente no me interesaban. Goku fue quien respondió. El hombre, que se hacía llamar Mr. Satán, comenzó a sermonearnos, volviéndose molesto. Tomó una gran roca y la destruyó con su cabeza. Miré en otra dirección; solo era un tipo estúpido, un teatrista que no tenía ni idea en lo que se metía. Y como en los recuerdos de Número 23 extraído, aquel hombre comprobó su ridiculez cuando decidió que él sería el primero.


La hora había llegado y esto comenzaba.

En el cielo, una avioneta apareció y de él descendió un grupo de payasos que se unieron a la pelea, realizando piruetas absurdas y tonterías. Decían que lucharían en nombre de Mr. Satán, lo cual me pareció ridículo. 

El primero en lanzarse fue un chico rubio, lleno de chácharas y preparativos, saltando alto hacia Cell. Sin embargo, el poderoso ser simplemente expandió su energía y lo derribó en cuestión de segundos, sacándolo de la plataforma. Luego, un hombre grandulón y enmascarado subió, se quitó la máscara y comenzó movimientos giratorios con sus brazos antes de correr hacia Cell. Pero el campo de energía de Cell lo detuvo fácilmente, obligándolo a salir despedido de la plataforma.

—Estoy sorprendido de que no se cansen de intentarlo —mencioné para mí mismo. 

Entonces, el charlatán de Mr. Satán subió con alardes de grandeza. Sacó una cápsula que reveló ser una maleta, de la cual extrajo algunas tejas para una demostración. Luego, balbuceó sobre su poder y se preparó para el combate. Cell ni siquiera se movió, mientras Mr. Satán lanzaba patadas y golpes, pero fue en vano. Observé cómo Cell lo espantó con un simple gesto de sus brazos, lanzándolo fuera de la plataforma donde cayó derrotado.

—Esto es una tontería —concluí, mientras veía la farsa de Mr. Satán.

Finalmente, la verdadera pelea comenzó cuando Goku subió a la plataforma. El ambiente se tensó y Cell parecía más relajado que nunca. Comenzaron a hablar, y la emoción por la inminente batalla se reflejaba claramente en ambos rostros.

Goku se lanzó al ataque, pero Cell lo interceptó fácilmente. Intentó golpearlo, pero Goku esquivó el golpe. Siguió con un rápido combo de patadas, pero ambos se movieron ágilmente para evitarse entre ellos. Goku se alejó, giró hacia atrás y desapareció, solo para reaparecer detrás de Cell. Sin embargo, Cell lo vio venir y se defendió eficazmente. Goku intentó otro ataque con rápidos puños, pero Cell los apartó con facilidad. Ambos recibieron golpes en el rostro que los hizo retroceder, pero luego sonrieron.

La verdadera batalla acababa de comenzar.

—Todo indica que tienen la misma fuerza —dije sonriendo, aunque dudoso en mi propia afirmación.

—Pero ninguno de los dos está peleando como debe ser, solo están jugando —agregó Vegeta, ya irritado.

Cell atacó desde el costado, pero Goku se defendió saltando. Ambos intercambiaron golpes, con Goku desapareciendo en el aire y atacando desde diferentes ángulos. Goku, haciendo una ilusión óptica de sí mismo, casi saca a Cell de la plataforma. Observé cómo la pelea se tornaba más seria, con ambos desapareciendo y luchando a una velocidad impresionante en el aire, igualados en velocidad y fuerza. Todos quedamos impresionados al verlos frente a nosotros mientras luchaban, excepto Gohan y Vegeta, quienes parecían estar analizando cada movimiento.

Goku golpeó a Cell y lo derribó al suelo con gran fuerza. Y fue ese gesto, lo que lo enserió un poco, llevando a Cell a dominar la pelea con su poder abrumador, pero sabía que ambos aún estaban jugando. Goku creó una ilusión óptica y apareció detrás de Cell, quien intentó atacarlo pero fue derribado hacia los cielos. Goku lanzó un "Kame-hame-ha", que Cell esquivó con un brazo, pero Goku apareció nuevamente detrás de él y lo golpeó fuertemente en la espalda. Cell, enfurecido, contraatacó golpeando a Goku en el rostro y luego derribándolo contra la plataforma. Goku amortiguó el golpe y ambos proclamaron que el calentamiento había terminado.


La mirada de Goku cambió completamente y su poder se expandió a niveles impresionantes en cuestión de segundos. Mi computadora calculaba rápidamente, indicando que mi poder era ligeramente inferior al suyo a pesar de haber aumentado significativamente. 

Sabía que si él no podía ganar, yo tampoco lo haría.

La tierra tembló debido a la intensidad de sus poderes, que eclosionaron por completo. Mis cálculos confirmaban que mi poder de pelea estaba justo por debajo del de Goku. Él necesitaba ganar; de lo contrario, todo sería en vano. Y como lo sospeché, Cell también mostró un impresionante aumento de poder, incluso parecía superar al de Goku.

—Esto no puede ser —murmuré para mí mismo.

Ambos se miraron de frente, y Cell dijo:

—Pelea...

—Claro —contestó Goku, con una mirada complaciente.

Goku inició el ataque, golpeando rápidamente con precisión. Cell cayó al suelo, se detuvo y sonrió.

Allí me di cuenta de que, en realidad, Goku aún superaba todavía más sus poderes. Me di cuenta del abismo que había entre él y yo, y lo que eso significaba ante Cell. No podría hacer nada contra ese enemigo.

Goku se lanzó nuevamente al ataque, y ambos igualaron su estilo de pelea. La lucha continuó hasta que Cell comenzó a reír. A él le pareció divertido. Entonces, todos observamos cómo Cell empezó a multiplicarse, una habilidad que había adquirido al poseer las células de Ten Shin Han.

Los múltiples Cells se movieron al ataque, rodeando a Goku. Y a pesar de estarlo, Goku luchó contra todos ellos a una velocidad impresionante.

el problema de aquella técnica, era que, aunque Cell se hubiera dividido, su poder no disminuía en lo más mínimo. Pero Goku no perdía impulso. Lugog, todos los clones de Cell comenzaron a lanzar técnicas de Piccolo, pero Goku no solo salió vivo aquello, sino que derribó cada clon fácilmente uno tras otro.

Goku comenzó a darle un consejo, advirtiéndole a Cell que no era conveniente dividirse. Entonces, Cell se levantó del suelo y utilizó el poder de Krilin intentando cortar a Goku, pero este comenzó a esquivarlo con técnicas ilusorias. De repente, el poder de Cell cambió completamente y se preparó para lanzar un Kamehameha. Goku se sorprendió e intentó detenerlo, ya que ese ataque tenía el potencial de destruir la Tierra por completo.

Contuve la respiración mientras observaba el ataque, pero el poderoso rayo salió disparado hacia la atmósfera. Goku lo esquivó en el aire y apareció detrás de Cell, golpeándolo. El polvo comenzó a disiparse y nos quedamos ahí, observando la intensa batalla.

Cell continuó atacando después de haber hablado durante varios minutos, derribando a Goku. A Goku ahora le costaba seguirle el ritmo, la situación se estaba complicando. La lucha prosiguió, pero Cell dominaba y presionaba. Goku contraatacó y lanzó a Cell al cielo, donde comenzaron un espectáculo de ataques y esquivas impresionante. En ese momento confirmé que mi poder nunca podría compararse con el de Cell. La ventaja de Goku era su experiencia, pero algo estaba cambiando.

La mirada de Cell cambió. "¡No puede ser!", pensé, "¿Qué está tramando?"

La pelea se prolongó durante un tiempo considerable, pero Goku estaba al límite. ¿Cómo podía seguir luchando? De repente, Goku gritó dirigiéndose a nosotros.

—¡Oigan, apártense de la plataforma, quítense!

Me moví rápidamente del lugar, primero en dirección hacia todos los humanos que logré alcanzar de allí. La intención de tomarlos, era para protegerles. Vi a otros hacer lo mismo.

Entonces, en cuestión de segundos, el lugar explotó y la plataforma desapareció por completo, revelando un gran abismo que se había formado. Los humanos me agradecieron, pero les recomendé que se alejaran, ya que estaban estorbando.

Luego me dirigí de nuevo a observar la batalla, donde Cell empezó a lanzar grandes cantidades de energía que explotaban por todas partes. Era un espectáculo de luces, pero Goku seguía adelante. "Vamos", pensaba para mí mismo.

La tierra volvió a temblar violentamente.

Su poderes me impresionaban. ¿Cómo podían ser tan fuertes?, fue lo que me cuestioné. Ambos eran verdaderos monstruos.

Goku salió volando por los cielos y empezó a formar un Kamehameha. ¿Acaso iba a destruir la tierra? ¿Se había vuelto loco?

En un instante, Goku desapareció y apareció delante de Cell, y allí liberó la energía contenida entre sus manos, su Kamehameha, golpeándolo directamente. ¡Lo había derrotado!, celebré. Era imposible que Cell esquivara ese ataque.

El polvo empezó a disiparse y vi a Cell en el suelo, sin brazos y sin cabeza. ¿Cómo podría regenerarse si su cerebro estaba destruido? Pero su poder no había disminuido.

Krilin, entonces, advirtió que tuviera cuidado, y en ese momento vimos cómo el cuerpo de Cell comenzaba a levantarse y a regenerarse, gracias a las células de Piccolo. Aunque su poder había disminuido, seguía siendo extremadamente fuerte.

La lucha continuaba... ¿Hasta dónde podían llegar? Seguían peleando al mismo nivel hasta que Cell comenzó a dominar de manera sorprendente, otra vez. Goku lanzó una ráfaga de energía, pero, aunque parecía que esta vez Goku tenía la ventaja, yo no lo veía así.

¿Qué estaba sucediendo?

Empecé a sentir ese poder. Era el campo de energía perfeccionado con el Ki de mis hermanos, expandiéndose para protegerse de manera increíble. Goku estaba cada vez más agotado.

"Esto pronto terminaría... ese Ki..."

Cell era un maldito, solo usaba los poderes de los demás.

Apreté mis puños. Aunque era inútil luchar, no me detendría, incluso si debía morir. El poder de Goku disminuía. ¿Y ahora qué sucedería? Y al igual que en los recuerdos de Número 23, escuché:

—Me rindo, me doy por vencido... Así es, Cell, lo entiendo. Pude comprender a la perfección tu fuerza, y es mejor que renuncie de una vez.

¿Cómo era posible que, a pesar de tantas alteraciones, algunos eventos siguieran su curso previsto? La llegada de Número 23, debería haber desviado la línea temporal de manera significativa. Sin embargo, aquí estamos, con Goku rindiéndose, se suponía que ahora debía llamar a Gohan para enfrentarse a Cell, tal como estaba destinado a suceder. ¿Qué determina cuáles eventos se alteran y cuáles permanecen inmutables?

Podría ser que ciertos eventos en la línea temporal sean demasiado fundamentales para cambiar, no importa cuántas variables nuevas se introdujeran. Estos hechos, eran pilares del destino inamovibles. La presencia de Número 23, Trunks y los cells, habían alterado algunas cosas, sí, pero quizás había una especie de 'elasticidad' en el tiempo que aseguraba que ciertos momentos claves ocurrieran sin importar los cambios en las circunstancias.

Otra posibilidad era que las acciones de los personajes principales, como Goku y Gohan, fueran tan poderosas y significativas que inevitablemente dirijían el curso de la historia hacia ciertos eventos predestinados. No importa cuántos factores nuevos se presentasen, las decisiones y el poder de estos guerreros podrían ser el motor que mantiene la historia en su rumbo esencial. Una forma de salvarse a sí misma la línea temporal.

Tal vez, realmente hubiera un equilibrio natural en el universo. Las alteraciones en la línea temporal provocaban reacciones compensatorias que restauraban el equilibrio en momentos cruciales. Así, aunque el camino pudiera desviarse, siempre encontraría su curso hacia estos puntos de convergencia inevitables.

Fuera cual fuera la explicación, una cosa era clara: estábamos en medio de un flujo temporal complejo y dinámico, pero mi objetivo sigue siendo claro: destruir a Cell y proteger a la humanidad, nada más. Sin embargo, debía mantenerme alerta, ya que cualquier cambio, por pequeño que fuera, podría tener repercusiones imprevisibles en nuestro destino. Cada acción, cada decisión, podría ser la clave para el desenlace de esta batalla.

Todos se mostraron escandalizados, llamándole cobarde. ¿Por qué lo hacía en esta línea temporal?

—¿Te estás rindiendo? Dime, Goku, ¿acaso quieres perder esta batalla sin hacer ningún esfuerzo? —preguntó Cell.

—Sí, así es, ya perdí esta batalla.

—De verdad sabes qué significado tienen esas palabras —le cuestionó Cell.

—¡Sí!

—Si todos ustedes pierden en mi torneo, haré que desaparezcan de la faz de la tierra. Eso fue lo que les prometí, ¿les queda claro?

—Cell, creo que estás equivocado —dijo de inmediato Goku, interviniendo—. Eso no quiere decir que ya nadie peleará contigo.

—Para mí es lo mismo. Vegeta, Piccolo y Trunks, aunque hayan incrementado sus poderes, no se comparan con los tuyos. Ellos no son el oponente indicado para mí, solo son unos insectos. —Cell aún no se lo creía y añadió—: ¿De verdad tienes pensado darte por vencido?

—Estoy seguro de que el siguiente peleador acabará con el gran torneo de Cell. Pero si él pierde, nuestras esperanzas desaparecerán. —Después de unos segundos, agregó—: Con esta pelea que acabamos de tener, comprobé que él sí tiene posibilidades de ganarte, Cell.

—¿Qué? —se cuestionó Cell, y todos tuvieron la misma expresión de asombro. Yo ya lo sabía, así que no podía sorprenderme.

—Por eso me rendí, para que él se encargue de todo esto y te ponga en tu lugar —gregó Goku.

—Déjame ver si entendí bien, ¿acaso estás insinuando que ese sujeto es mucho más poderoso que nosotros dos?

—Sí.

Cell comenzó a reírse a carcajadas.

—Qué estúpido... no existe nadie en este mundo que pueda ganarme.

—Pues sí lo existe —refutó el saiyajin.

—Entonces déjame preguntarte, ¿cuál es el nombre de ese sujeto que es invencible?

Los segundos pasaron eternamente. Goku dirigió su mirada hacia nosotros, observando a Gohan con una amplia sonrisa.

—Es tu turno para pelear, Gohan...

Todo estaba bien si el curso de la historia continuaba así. Aunque eso significaba una cosa: Yo estaría muerto dentro de pocos. 

Nota: Chicos, espero que estén tan emocionados como yo. Esta parte es una de las mejores para los fans. ¡Espero que les guste! No olviden votar y comentar.

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