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Pasaron varios días antes de que los dos pudieran acabar con todo el trabajo posible para poder disfrutar un día juntos sin la interrupción de obligaciones de papeleos o el concejo llamándolos.

—Lo siento mi señor, le juro que no volveré a dejar que hablen así del omega JiMin —hablo el guardia empujando a los miembros del concejo fuera de la habitación donde YoonGi había ordenado traerlos aún si se resistían.

NamJoon, tráeme a todo el concejo excepto Félix y Jihyo, no les de motivo, solo tráelos.

El soldado asintió yéndose para traer a los hombres que se le ordenó ya que Jihyo era la única omega presente en el concejo.

No pasó tanto tiempo para poder oír a varios de ellos con sus voces irritadas al ser llevados a la fuerza por los guardias del Lord a una habitación vacía donde los encerraron a todos antes de que YoonGi decidiera levantarse para entrar haciendo callar a todos con sus palabras.

—Les daré la oportunidad de decirme la verdad, ¿ustedes hablaron sobre mi omega a sus espaldas?

La mayoría hizo oídos sordos e incluso vio sonrisas disimuladas entre ellos cuando los escucho hablar, el primero en soltar apenas un sonido de su boca solo recibió un golpe con la lanza de NamJoon sobre la boca con tanta fuerza que varios de sus dientes salieron volando con el impacto.

—Vuelve a reírte del Omega JiMin y lo siguiente que rodara es tu cabeza.

YoonGi le agradeció con la mirada y se sentó en la única silla del lugar viendo a todos los hombres arrodillados frente a él con miradas furiosas y la notable incomodidad mientras JunSeon se limpiaba la boca llena de sangre.

—Ustedes malditos imbeciles fueron quieres mas humillaron a mi esposo, su alteza y quien puede ordenar que les corten la cabeza y sin embargo no lo hizo. Podré tolerar ofensas hacia mí pero el nombre mi omega no tiene porque estar en sus asquerosas bocas y mucho menos para ofenderlo como lo hicieron —se levantó y los vio con desprecio, sentía su sangre arder y su corazón latía con fuerza queriendo acabar con sus patéticas vidas por su propia mano.

—Me importa una mierda si mueren, ustedes son muy reemplazables, no son algo excepcional que deba ser cuidado —recibió un escupitajo a los pies cuando dijo eso y YoonGi miro sus pies antes de pasar su mirada al que lo hizo.

—¿No debería mejor encerrar a su omega para que no vaya a la cama de otros? —Su risa ni siquiera alcanzó a salir cuando el alfa se abalanzó sobre él para golpearlo con tanta fuerza que sus nudillos se abrieron y la cara de SeoJun se empapó de sangre hasta desmayarse.

—Asegúrate de darles una lección que les haga reflexionar, lo suficiente para que tengan incluso miedo de ver a mi omega.

NamJoon asintió dejando entrar al resto de sus soldados a la sala donde el concejo esperaba por el castigo a sus acciones.

YoonGi vio con atención al concejo que salía con los rostros hinchados y las ropas llenas de sangre, incluso cojeando por el castigo que NamJoon les dio por haber hablado de su hermano con tanta libertad como si fueran mejores que el omega.

—Puedes retirarte NamJoon, hoy estaré con mi pareja todo el día —lo dejo ir para comenzar a caminar por los pasillos ansioso de llegar con su esposo que lo había mandado buscar con alguien más al tener unos minutos esperándolo en la habitación que compartían.

Abrió la puerta y se quitó los zapatos oliendo discretamente todo el aroma que su pareja había liberado en la habitación demostrando lo contento que estaba al poder tener un día solo para estar al lado de su esposo.

El alfa miro una mesa repleta de bocadillos, postres favoritos de ambos, varias bebidas y sobre todo una tetera llena con té de jazmín, el favorito de su esposo que salió del dosel de su cama para caminar a abrazarlo y restregar su rostro sobre el pecho del alfa con necesidad, sintiendo que lo había extrañado tanto como si hubieran pasado meses sin verse.

—¿Por qué tardaste? —Pregunto separándose para darle un beso y ayudarle a quitarse su durumagi y colgarlo en su lugar.

—Surgió algo repentino —no quería explicarle a su omega lo que había hecho así que mintió un poco para poder disfrutar sin que JiMin se sintiera culpable por lo ocurrido.

JiMin apartó las pequeñas muestras de afrodisíacos que TaeHyung le había llevado y así no podría confundirlas con su té, así que ambos se sentaron y YoonGi lo hizo pasarse a sus piernas para mantenerlo cerca, embelesado con su belleza y embriagado de su aroma que tanto le gustaba.

Hizo que la espalda de JiMin se pegara a su pecho y le quitó el abrigo para poder verlo solo con su camisa bajando un poco la tela para besar su cuello, específicamente en la fuente de su aroma haciendo que JiMin cerrara sus ojos y sus manos buscaran las suyas para acariciarlas.

—Comamos primero, no quiero que te desmayes cuando estemos en la cama —se burló el alfa haciendo reír a JiMin y que se alejara de él para tomar lugar a su lado llevándose una galleta a la boca y extenderla poco después a su esposo.

Las bebidas con alcohol fueron las últimas en tomar porque JiMin no quería estar embriagado a la hora de disfrutar de la intimidad con su pareja. Se dejó llevar un poco cuando el alfa le dio un vaso de soju y le dijo que luego le daría algo de té para equilibrar las bebidas y así no estuviera borracho después.

JiMin comenzó a sentirse ansioso cuando el alfa le dio un trago de té que a decir verdad sabía distinto al té de jazmín, pero supuso que era por el alcohol que había bebido antes.

Sonrió cuando el alfa lo subió a sus piernas y lo acarició con lentitud, besándolo también con sus labios húmedos de soju y metiendo su lengua en la boca de su esposo para saborear su dulzura derritiéndose cuando el sabor de sus besos y el alcohol lo hicieron sentirse deseoso de tomar a JiMin de tantas maneras que sin darse cuenta le hizo endurecerse en sus pantalones.

JiMin se sonrojó sintiéndolo debajo suyo, su culo apretado por la tela y comenzó a lubricar cuando se imagino al alfa metiéndose dentro suyo para darle todo el placer que quisiera. El omega ya estaba sonrojado, se sentía caliente y sus pezones se veían erectos a través de su camisa, la cual el alfa se encargó de quitarle y comenzó a chuparlos sintiendo su dureza entre su boca y con su lengua les dio golpecitos que hicieron a JiMin morder sus labios, aferrando sus manos a los hombros de su esposo, echando la cabeza hacia atrás y meneando sus caderas encima del pene cubierto de su esposo, demasiado excitado para darse cuenta que se estaba calentando más rápido de lo normal ya que su esposo no le había dado té, sino que tuvo una equivocación dándole una muestra de afrodisíaco ya que él no sabía que esas cosas estaban en su habitación.

—Ah~ YoonGi —gimió entrecortado dejándose consentir por la boca del alfa y las manos que le abrieron el pantalón para meter sus manos y tomar entre ellas su gran trasero.

El alfa gimió contra su pecho cuando sus manos se llenaron de su carne pero sobre todo con la punta de sus dedos sintió lo mojado que estaba su esposo, tanto que ya se había escurrido por sus piernas y comenzó a mojar su ropa. Le encantó sentirlo así de húmedo y dejó en paz sus pezones para acomodar a JiMin sobre el piso donde estaban sus camas y lo hizo abrir las piernas luego de quitarle los pantalones dejando su desnudez ante él con una mirada de deseo y adoración.

—¿Puedo comerte? —Pregunto pasando uno de sus dedos por la entrada de JiMin refiriéndose a que pondría su cara ahí, no era la primera vez que lo hacían de esa manera pero le gustaba tener el consentimiento de JiMin. El omega asintió gimiendo suavemente y abrió más sus piernas dándole acceso a su esposo para que hiciera lo que quisiera con él.

YoonGi acercó dos de sus dedos y los metió con gentileza para penetrar por unos minutos a su esposo, con su mano libre poniéndola encima del vientre de JiMin para presionar sabiendo que eso le encantaba, además de ser una zona íntima para los omegas al llevar ahí a sus hijos cuando estaban en cinta.

El alfa gemía junto a él porque sus dedos se estaban empapando de su lubricante y se escurrió entre sus dedos cuando los sacó y bajo la mirada de JiMin los llevó a su boca. El rubio se sentía tan caliente que no lograba concentrarse en un solo placer ya que todo su cuerpo estaba tan sensible que cada parte de su cuerpo se sentía delicada en esos momentos.

—Alfa... alfa —lo llamo llevando su mano a su trasero para meter sus propios dedos, demasiado extasiado como para sentir vergüenza en ese momento. El alfa lo dejó masturbarse unos minutos mientras él lo veía tan caliente que ya estaba acariciando su pene sobre la tela de su pantalón, gimiendo cada que JiMin buscaba que sus dedos llegaran tan profundo como podía, cegado de todo su placer y queriendo recibir todavía más hasta que su cuerpo se sintiera débil.

YoonGi por fin lo detuvo y acercó su rostro al culo de JiMin, cerrando sus ojos y comenzando a lamer su entrada mientras intercalaba tocando con sus dedos y metiendo un poco para que JiMin no desesperara. Sentía todo el lubricante de su esposo en su boca y como escurría de ella, sus gemidos eran fuertes y se sintió orgulloso cuando al meter su lengua en el agujero JiMin casi gritó su nombre y tomó con sus manos el cabello largo del alfa para tenerlo tan cerca como pudiera, tan caliente que comenzó a mover sus caderas para follarse con la lengua de su esposo y decirle entre susurros lo bien que se sentía tenerlo entre sus piernas y mejor aún comiéndole el culo.

—Ah~ —gimió largo y apretó entre sus manos el cabello de YoonGi moviéndose pausadamente, se sentía tan cerca de su orgasmo que se lo hizo saber al alfa y YoonGi simplemente metió más su lengua junto a uno de sus dedos y a la vez que movía sus dedos con un poco de fuerza se aseguró de estar complaciendo a JiMin pellizcando sus pezones con la mano que pudo dejar libre.

El omega se sentía perdido entre tanto placer, porque no sabía si concentrarse en la lengua y dedos que lo follaban o la mano que le tocaba los pezones y lo nalgueaba cuando quería. Sintió sus ojos llorosos y gimió tantas veces el nombre de YoonGi mientras se venía y parte de su orgasmo se liberaba de su trasero lubricando aún más hasta que manchó las sábanas debajo de ellos.

El alfa se alejó quedándose de rodillas frente a él mientras JiMin tenía todavía sus piernas abiertas, su lubricante escurriéndose de entre su culo, con el cuerpo marcado de sus manos y varios chupetones y mordidas desde el interior de sus muslos.

—Mételo, por favor —se oía tan necesitado que YoonGi quería complacerlo de todas las maneras posibles, quería tomarlo con tanta fuerza que su omega le pediría tomar un descanso, quería que JiMin le pidiera dejar su nudo dentro de él y que renovara su mordida una vez más, quería llenar a JiMin tantas veces de su esencia que aseguraría uno o dos herederos para el pueblo.

—¿Quieres qué te folle? —JiMin asintió gimiendo cuando lo vio bajar sus pantalones solo dejando su pene y sus testículos fuera, lo ponía tan caliente que él estuviera totalmente desnudo y su pareja estuviera medio vestido, eso YoonGi lo sabía muy bien y por eso lo hacía con más gusto.

—Quiero tomarte, JiMin —le susurro frotando la punta de su pene entre su culo llenándose del lubricante y dejando los rastros de su semen sobre la entrada que tanto quería tenerlo dentro —, quiero llenarte, darte mi nudo tantas veces que mi semen escurra de tu culo, quiero verte lleno de mí y saber que llevarás dentro tuyo a nuestro heredero.

JiMin gimió con cada obscenidad dicha, deseando que todo se hiciera tal como lo decía y aún más desesperado porque el alfa solo estaba metiendo la punta de su pene dentro de él, sacándola y volviendo a repetir lo mismo por varios minutos sintiendo su pene caliente de su sangre y todo el lubricante que JiMin había derramado en su falo solo con haberse frotado.

—Voy a hacerte mío una vez más, quiero tenerte todo el día para mí, verte llorar de placer y que aún así me pidas que te vuelva a follar —JiMin no soporto más y con sus manos tomo el rostro de su esposo para besarlo con tanta necesidad, con un deseo increíble en su cuerpo y la mente nublada solo con el único pensamiento de sentir a YoonGi.

El alfa lo sorprendió metiendo su pene repentinamente, lleno su interior y JiMin le mordió el labio por accidente haciendo que en medio de su beso el sabor a cobre se mezcle. Lo atrajo a él para enredar sus brazos, gimiendo en su oído y recibiendo todo lo que él alfa le estaba dando con esas estocadas fuertes, cada una metiéndose tan profundo que al momento de separarse y que YoonGi lo tomara de las caderas viera una sonrisa de orgullo en el rostro de su esposo.

—Cada que lo meto puedo verlo golpear en tu estómago —dijo feliz poniendo una mano donde su pene se resaltaba con cada embestida que llenaba a su esposo. Se estaba volviendo loco viendo esa escena y sintió que podría correrse con solo seguir así.

JiMin se acomodó para ver también lo mismo que su esposo, se sintió tímido cuando el alfa lo penetró con más ímpetu para lograr ver los golpecitos de su pene dentro del omega. JiMin toco con la punta de sus dedos esa zona, presionando cuando el pene lo tocaba ahí y comenzó a abrir su boca con más gemidos incontrolables al sentir esa presión de su mano, la brutalidad con la que lo estaban follando y esa manera de su cuerpo en apretar a YoonGi para impedirle dejar su interior.

Le gustaba tanto la manera en que estaba siendo follado que quiso cambiar la posición para probar más de su placer. Quedó en cuatro mostrándole el culo al alfa, lo nalgueó y bajo su rostro unos minutos más para volver a comerlo, golpeándole el culo con su palma abierta sintiendo el picor del golpe y ver la marca que dejaba en su esposo, tan tembloroso que se apresuró a tomarlo de las caderas antes de que cayera y meter su pene con facilidad al interior mojado.

La vista que tenía era muy caliente, veía a JiMin deshaciéndose en gemidos que repetían su nombre tantas veces que parecía más un instinto el seguir repitiendo. Detalló esos hoyuelos de Venus en su espalda baja y puso sus pulgares ahí sin dejar de penetrarlo, soltó un gruñido cuando bajo más su mirada y vio esa manera desesperada de follar a su esposo y que su culo hambriento de tragara con tanto deseo su pene.

—Oh, JiMin, mi omega —gimió dándole varias nalgadas para observar su culo rebotar.

—Mi alfa... me follas tan bien —lloriqueo sin poder mantener sus piernas tan firmes, agradeciendo la fuerza de su esposo para seguir teniéndolo en la misma posición.

—Mi omega... —susurro besando su espalda —, ¿vas a recibir mi nudo? ¿Lo harás, mi amor?

JiMin gimió con los ojos llenos de lagrimas, su aroma era tan fuerte y tan dulce que YoonGi inhaló de él para llenar sus pulmones. El omega estaba tan excitado que ya no sabía qué hacer con tanto placer, deseaba acabar y poder continuar por mucho tiempo más, quería montar a YoonGi, tal vez intentarlo estando ambos acostados de lado y que YoonGi sintiera la presión de su culo al entrar y salir, solo deseaba ser follado toda la noche por su esposo.

—Lléname... d-dame tu nudo, por favor, por favor.

YoonGi lo apretó de las caderas, golpeó su culo cuando podía y metió tan profundo su pene que el orgasmo de JiMin vino acompañado de un squirt que mojó las sabas e hizo que su culo se apretará mientras YoonGi gemía tan ronco y fuerte en su oído que no sabía si le estaba gruñendo, solo sintió la manera tan abundante en que llenó su culo y de no ser porque el pene de su esposo se ensanchó con su nudo el semen ya se estaría escapando y resbalando por sus piernas.

El nudo de YoonGi se sentía tan grande y tan bien que otro orgasmo lo acompañó y lloro con gemidos acompañados cuando los colmillos de su esposo renovaron su marca para lamer los hilos de sangre y lo soltó de las caderas para juntos dejarse caer con suavidad. YoonGi encima de su esposo sin sacar su pene ya que el nudo ni siquiera tenía apices de bajar hasta unos minutos después.

Se sentía tan sensible, tan cansado que se alegró de haber comido ya que seguramente sí habría acabado desmayado como bromeó su esposo al inicio. Después de todo no estaba acostumbrado a ser follado con tanto deseo y brutalidad como ese día.

Queda un capítulo más.

Los amo. 💜

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