★★Casa ★★

Bright y Gulf llegan muy felices a la casa y lo primero que hace Gulf es tirarse en los brazos de Mew quien feliz lo recibió.

—Está muy feliz mi bebé, ¿algo que contarme? —pregunta Mew al levantarlo del piso.

—¡Sí! Felicítame, oficialmente me gradué de medicina, mi profesor y el decano llegaron al acuerdo que ya estoy apto para ser doctor y me harán llegar por correo mis reconocimientos, ya que les dije que me fui del país —responde Gulf muy feliz.

—¡Felicidades, cariño! ¡Muchas felicidades! —le dice Mew al ponerlo en el piso y besarlo.

—Estoy aquí —dice Bright moviendo sus manos—. Pero ya no, iré a tomar algo.

—Bright, pronto iremos con Tay y Mile a visitar a los Kanawut, prepárate —pide Mew.

—Sí —responde Bright subiendo a su habitación.

—¿Mile? ¿Por qué él irá? ¡Mew! ¿¡Le harán daño a Love?! —interroga nervioso Gulf apartándose un poco.

—Tranquilo bebé, nada de eso, solo me quiere acompañar y ver la clase de ratas que son tus padres —responde Mew tomando el rostro de Gulf y dejar cortos besos.

—¿Puedo ir? —pregunta Gulf con un puchero.

—Por supuesto cariño, así tu hermana ve que estamos bien entre ambos y viene con nosotros y tu sobrino —responde Mew volteando a ver a Mile con Apo bajar.

—¿Cómo te sientes? —pregunta Gulf caminando a Apo y ayudarlo a bajar.

—Ya mejor, gracias a ti, me ayudaron mucho los medicamentos, muchas gracias —responde Apo—. No pensé que fuera tan complicado tener un bebé.

—No lo he vivido, pero doy fe que es complicado —responde Gulf—. Lo que más tienes que hacer es descansar y cumplir todos tus antojos por lo más mínimo que sea.

—Ahora íbamos a la cocina, quiere comer Limón con Azúcar —manifiesta Mile—. Es extrañó.

—Créame que existen otros peores —responde Gulf.

—Mile, ya pronto iremos a la casa Kanawut —interrumpe Mew—. ¿Estás listo?

—Sí, le pediré a Nana que se encargue de Apo —responde Mile—. Amor, ya te expliqué a dónde vamos, luego cuando vuelva te voy a consentir más.

—Está bien, vayan tranquilos —responde Apo—. Veré si puedo ayudar a Nana con el almuerzo.

—Está bien amor —responde Mile—. Tienes la tarjeta por si falta comprar cosas, pídele a Nana servicio a domicilio, no quiero que salgas.

—Está bien, no te preocupes —responde Apo sonriendo.

—Bright se arregla y nos vamos —interrumpe Mew.

—Está bien —responde Mile.

Después de unos minutos y ya listo Bright. Tay, Mew, Mile y Gulf emprenden el viaje a la casa Kanawut.

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20 minutos después.

★★Casa Kanawut ★★

—Sigo sin entender a qué viene Suppasit aquí —manifiesta, Dan moviéndose de un lugar a otro.

—¿¡Y si viene por Love?! —interroga Ging nerviosa.

—¡Seguro el estúpido de Gulf no lo hizo feliz y ahora viene por nuestra hija! —responde Dan nervioso.

—¡Jamás me iré con él! —grita Love poniéndose de pies—. ¡Ese maldito se llevó a mi hermano! ¡Quizás ya lo mato!

—¡Es lo más seguro! —responde Dan viendo a su pequeño nieto llorar—. ¡Llévatelo a la habitación! ¡Su llanto no me deja pensar!

—¡Ustedes provocaron todo esto! —le hace recordar Love—. Ya mi pequeño, iremos por nuestras cosas y nos iremos lejos.

—Ja, no me hagas reír, no tienes a dónde irte y sin dinero no eres nadie —le recuerda Dan.

—Prefiero vivir en la calle o pedir dinero que seguir aquí esperando que ese estúpido mafioso venga por mí o le haga algo a mi hijo —responde Love—. ¡Ojalá a ustedes los maten y paguen lo que hicieron con Gulf y si está muerto que sus conciencias les pese de por vida!

—¡Malagradecida! —grita Ging—. ¡El solito se fue con Mew, no nos culpes a nosotros!

—¡Se fue por salvarnos! —grita Love—. ¡Pero les juro que si me lleva, les haré pagar todo esto!

La madre se acerca y le da una fuerte bofetada.

—¡Ojalá te lleve lejos! —grita Ging mirando a su nieto—. Ni creas que te criaremos a Alexander, se va a un orfanato.

—¡El título de madre te queda muy grande! —le grita Love con odio—. ¡Te odio! ¡Nadie tocará a mi hijo!

—Ya lo veremos, derecho se va a un orfanato, se va Alexander —le vuelve a repetir Ging.

—Ja, ¿Y piensas que te lo voy a permitir? —manifiesta Gulf al entrar junto con Mew, Mile, Tay y Bright.

—¡Gulf! —grita Love y corre a abrazarlo—. ¡Hermano! ¡Estás bien! ¡Estás vivo!

—Tranquila, ¿por qué estaría muerto? —pregunta Gulf al abrazarla y tomar a su sobrino—. Ya mi pequeño, qué hermoso estás.

—Señor Suppasit —habla Dan al acercarse.

—¡Siéntate! —grita Mew al acercarse a Gulf y acariciar la frente de Alexander—. ¿¡No me escuchaste?! ¡Tu esposa también!

Dan y Ging se sientan y Tay con Bright se les acercan de forma intimidante, quedando detrás de ellos.

—¿Qué los trae por aquí? —pregunta Dan bajando la cabeza.

—Mile, ellos son los padres de Gulf, los Kanawut —le presenta Mew.

—¡Amor! ¿Qué te dije de ellos dos? —regaña Gulf serio.

—¿A-Amor? —interrogan sorprendidos los padres al mismo tiempo.

—Perdón cariño —dice Mew—. Mile ellos son las ratas que me dieron a Gulf como pago de sus deudas.

—Realmente son unas ratas —dice Mile acercándose—. ¿No les dio ningún cargo de conciencia regalar a su hijo?

—¿¡Quién es usted para interrogarnos!? —pregunta Ging mirando con desafío a Mile.

—¡Muestra respeto por el líder de la mafia del Este de Italia! —regaña Tay tomando el pelo de Ging de forma brusca—. ¡No le faltes el respeto!

—¿M-Mafia Este? —pregunta Love perdiendo las fuerzas de sus piernas y caer sentada.

—Si es, ahora me conoces —responde Mile—. Los dos tenemos que conversar, ¿te gustó ir a Italia? Hubieras avisado para recibirte.

—Exacto —responde Mew—. Hubiera sabido que mi cuñada estaba en Italia, te hubiera recibido como correspondía.

—¡Perdón! —pide Love llorando—. Y-Yo pensé que… Que estabas dañando a mi hermano.

—¿¡Por qué le dices cuñada?! —pregunta Dan poniéndose de pies y Bright lo vuelve a sentar—. ¡Gulf! ¿¡Qué eres de Suppasit?!

—¡Bájeme la voz ahora mismo! —regaña Gulf haciendo una señal a Tay quien saco su arma y lo apunto—. ¡Usted no tienen ningún derecho a preguntarme nada!

—¡Eres su asqueroso amante! ¿¡Te gustó que te follara?! —grita Dan—. ¡Veo que después de todo no te fue tan mal, sabía que fue la mejor decisión regalarte por mis deudas!

—¡Eres un ser despreciable! —grita Love—. ¡Te odio!

—Qué asquerosa rata —dice Mile para darle un fuerte combo que aturdió a Dan y lo deja inconsciente—. Que ser más despreciable.

—¿Está bien su mano, señor? —pregunta Tay.

—Sí, se sintió bien golpear a este bastardo —responde Mile mirando su mano—. Vale la pena.

—¡Ustedes no son mejor! —grita Ging tocando el labio de su esposo—. ¡Ustedes son unos mafiosos de mierda! ¡Solo son unos asesinos! ¡No tiene corazón! ¡Llegan y entran a una propiedad a realizar este daño! Dan… Dan…

—No llegaron y entraron —les corrige Gulf sacando una llave de su bolsillo—. Yo los invité, después de todo esta también es mi casa, recuerda que esta casa es mi herencia junto con Love. Tus padres nos hicieron herederos de este lugar. Ustedes son los intrusos.

—¡Eres un ser despreciable! ¡Días con ese estúpido y ya eres como él! —regaña Ging—. No, espera ¡Eres peor!

—Gracias —responde Gulf ayudando a Love a ponerse de pies—. Tranquila.

Dan empezó a despertar y miro a Ging que lo ayudaba a sentarse otra vez de forma correcta.

—Yo no soy amante de Mew, él es mi prometido —dice Gulf mostrando su anillo—. Pero no me importa lo que ustedes digan o especulen, yo solo me voy a llevar a Love y a mi sobrino de aquí. Solo por eso estoy aquí o jamás hubiera vuelto aquí.

—¿De verdad? —pregunta Love mirando asombrada a su hermano y luego a Mile con Mew—. Yo…

—No dudes, ya luego hablaremos lo ocurrido en Italia, ninguno te hará nada. Empaca un poco de tus cosas y las de Alexander. Nos iremos de aquí —responde Gulf con una pequeña sonrisa.

—E-Está bien —responde Love—. Iré por mis cosas y las de Alexander.

—Tay, acompáñala y ayúdala —ordena Mew.

—Sí —responde Tay para subir junto con Love.

—Espero no vuelvan más aquí —dice Dan tocando su rostro.

—No te preocupes que dudo que Gulf y Love tengan deseos alguna vez de volver aquí —responde Mew—. Es muy pequeño. Me dio ganas de tener un bebé también cariño.

—Eso luego amor —responde Gulf viendo como Alexander se dormía—. Primero, práctica con Alexander.

—Ja, no tienen ni vergüenza —interfiere Dan—. Hablan de familia como si los Mafiosos como ustedes pudieran tener amor para darles a otros.

—Ja, ustedes no son Mafiosos y no tienen amor para darles a otros —responde Mew—. Nosotros, si tenemos amor, solo qué gente como ustedes nos sacan nuestra peor faceta, nos hacen enojar al grado de querer matarlos.

—Solo váyanse de aquí, no sabes cómo me arrepiento de haber parido un hijo como tú —le hace saber Ging levantándose y acercarse a Gulf—. Felicidades, ahora eres otro Mafioso, otro ser sin corazón, en ti no existe el amor. El único que pierde solo eres tú por perder el amor de tus padres. Estos padres que te hicieron lo que ahora eres o no serías nada mi nadie.

Gulf solo miraba a su madre con mezclas de emociones y lo domino la rabia. Entrego a Alexander a Mew y empezó a empujar a su madre hasta que cayó al lado de su padre.

—¡Yo no te pedí nacer! ¿¡O sí?! ¡Yo no pierdo nada! ¡Yo a ustedes dos los di por muertos el día que sin pensarlo ese señor acepto la propuesta de Mew! —grita Gulf apuntando a Dan—. Ese señor dijo Sí, al trato de Mew. ¡Y No! ¡Ustedes no me hicieron lo que soy! ¡Mi abuelo y abuela lo hicieron! ¿¡Olvidas a qué edad llegué a vivir con usted?!

—Y-Yo… —queda sin hablas Ging.

—¡Que bien que te quedes callada! —regaña Gulf—. ¡Llegué a los 18 años! ¡Por qué a la señora le dio depresión y no podía criar! ¡Sí que no te lleves el hocico diciendo que gracias a usted soy alguien! ¡Termine la universidad gracias a mis esfuerzos y beca! ¡Por qué los señores no tenían dinero para pagarla! ¡Ja! Pero si tenían para viajar, para casinos y hasta prostitutas, ¿o no Dan?

—¿Q-Qué? ¿E-Eso es verdad? —pregunta Ging mirando a su esposo.

—Señora, hasta con la tía Annais se metía su esposo, ¿o me equivoco? —interroga Gulf—. Si no se acuerda cuando yo tenía 12 años en la cena navideña.

—¡Cállate Maldito! —grita Dan tratando de levantarse y Mile lo vuelve a tirar al living.

—¡No te muevas! —grita Mile—. Esta familia tiene historias fascinantes.

—¡Maldito asqueroso! —grita Ging golpeándolo una y otra vez.

—Ja, y la señora se hace la ofendida —le dice Gulf a Mile—. Ella se hace la gran señora y pregúntale por el vecino y el tío Carlos.

—¿¡Mi hermano?! —grita Dan—. ¿¡El vecino?!

—¡Eres impotente! —le grita Ging—. ¡Eyaculas antes sin darme placer!

Love bajo junto con Tay cargando unas maletas.

—Ya estoy lista —le hace saber Love.

—Bueno, nos despedimos, ustedes arreglen sus problemas matrimoniales, ahora —le dice Gulf—. Adiós.

—Familia realmente fascinante —dice Mile riendo—. ¿Crees que se maten?

—Seguro que sí —responde Mew mirando a Alexander—. Cariño, quiero un hijo.

—Practica con Alexander y hablamos —responde Gulf encargándose que todos salieran y mirar una última vez la casa y salir cerrando la puerta dejando atrás los gritos de Ging y Dan.

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