3- Recuerda a tus padres.

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Una semana después.

★★Habitación Gulf ★★

—Qué aburrido, no puedo hacer nada y para peor ese maldito de Mew sale de viaje y no me deja ir a ningún lado, estoy en Italia y creo que solo conoceré esta estúpida mansión. Debería estar estudiando, ya me quedaba poco para graduarme, ¿cómo está mi sobrino? Lo extraño junto a mi hermanita.

Tok-tok.

—Permiso —dice nana entrando—. Ya está despierto, ¿por qué no ha bajado a comer?

—No tengo hambre nana, estoy aburrido, estoy en Italia, pero solo conozco esta horrible mansión, debería estar terminando la universidad —dice Gulf poniéndose de pies.

—Lo siento por el cambio tan brusco en su vida joven Gulf, pero aquí tiene piscina, una cancha de fútbol y otras cosas que puede hacer —dice nana proponiendo ideas—. Debe comer, si llega mi niño y ve que no ha comido, tendremos todos problema aquí.

—¿Cuándo llega? —pregunta Gulf sentándose en la cama.

—Mañana si no me equivoco —responde nana—. Pero es relativo, puede ser mañana o incluso hoy, está en Francia. Realmente no podría darle mayor detalles.

—Está bien, bajaré a comer, no deseo que tú o alguien aquí tenga problemas por mi culpa, luego jugaré fútbol, me gusta jugar. En la universidad estaba en el equipo de medicina —cuenta Gulf poniéndose de pies y caminando a la salida de la habitación—. Tengo ganas de comer panqueques, ¿podría pedir?

—Claro que sí —dice nana siguiendo a Gulf—. Puede pedir lo que quiera, puede jugar fútbol con otros empleados.

—Me parece excelente idea —dice Gulf abrazando a nana y salir de la habitación.

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★★  Aeropuerto ★★

Mew llega a Italia después de 4 horas de viaje desde Francia.

—¿Qué dijiste? —pregunta Mew a su guardaespaldas que le daba un pequeño reporte de lo Gulf ha hecho en su ausencia.

—El joven Gulf no ha estado saliendo de la habitación, muchas veces se escucha llorar y como le digo, no se ha visto por la mansión —responde el guardaespaldas abriendo el auto.

—¿Qué ha hecho nana para que Gulf salga? —pregunta Mew subiendo al auto.

—De todo, pero el joven que trajo es terco —responde el guardaespaldas para subir al auto y cerrar—. Vamos a la mansión.

—Sí —responde el chófer para poner el auto en marcha.

—Salió terco tu esposo —se burla Bright trabajando en el notebook.

—Creo que te quieres ir corriendo —dice Mew mirando a Bright—. Recuerda que eres mi guardaespaldas y estás aquí como eso, no como familia y menos como un consejero.

—Lo siento, señor Mew —dice Bright haciendo una corta reverencia—. Ya no está en su habitación el joven Gulf.

—¿A qué te refieres? —pregunta confundido Mew—. ¿Dónde está? ¿¡Escapó?! ¡Lo mató!

—Daré la orden de búsqueda enseguida, señor Mew —dice el guardaespaldas sacando su celular.

—Guarda eso Tay, el joven Gulf está en la mansión —dice Bright mostrando su notebook—. Detecte una señal extraña en la cancha de fútbol y al ver, es él, está jugando fútbol con unos empleados.

—Al menos ya salió de la habitación —dice Mew mirando por la ventana—. ¿Sabía que llegaba hoy?

—No, nadie lo sabía, señor Mew —responde el guardaespaldas Tay—. ¿Desea que avisé?

—No, quiero llegar de sorpresa —responde Mew cerrando levemente los ojos—. Déjalo así.

—Como ordene, señor Mew.

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Mansión.

★★Cancha de fútbol ★★

—¡Gol…! —grita nana aplaudiendo feliz—. ¡Ese es mi niño Gulf!

—Muy bien joven —felicita uno de los empleados—. Es realmente muy bueno.

—Gracias —dice Gulf para hacer una corta reverencia—. Gracias a todos por jugar conmigo, me divertí, me iré a duchar.

—¿Quiere comer o tomar algo joven Gulf? —pregunta Nana acercándose con una toalla.

—¿Pueden prepararme Pad Thai? Es una comida típica de Tailandia y deseo mucho comerla —pide Gulf secando el sudor.

—Será un placer para mí, yo la prepararé, es mi especialidad —dice Nana con una amplia sonrisa.

—Muchas gracias Nana —dice Gulf para pronto ver cómo todos hacían una reverencia—. ¿Qué pasa?

—Que sean dos Pad Thai —dice Mew entrando a la cancha seguido de sus guardaespaldas—. Vayan todos a descansar.

—¡Sí! —gritan todos para empezar a irse.

—Iré a la cocina, sea bienvenido señor Suppasit —dice Nana con una corta reverencia e irse quedando solo Mew y Gulf.

—¿Me extrañaste? —pregunta Mew acercándose a Gulf y tomar la toalla para secar su sudor.

—Yo creí que llegabas mañana, bienvenido —dice Gulf con una corta reverencia.

—Creíste mal, ya terminé mis pendientes y necesito de ti —dice Mew acercándose y besar de sorpresa a Gulf—. Abre la boca, entrégate a mí, no olvides porque estás aquí.

—Sí, señor Suppasit —responde Gulf con un nudo en la garganta, abre la boca y empieza a recibir la lengua de Mew quien lo besaba con pasión y deseo, Gulf solo se limitaba a observar como la realidad lo golpeaba, la realidad que solo era el juguete de Mew Suppasit, un gran magnate mafioso de Italia.

—¿¡Cómo te atreves a solo mirarme y no corresponderme de igual forma?! —grita furioso Mew—. ¡No olvides que eres mi juguete! ¡No olvides que debes hacer lo que yo deseo!

—Gulf se limpia el beso y lo mira fijamente. —Llega y me besa con sorpresa, estoy sudado y cansado, déjeme ir a ducharme y arreglarme, podré estar preparado para usted y para lo que desee.

—Ve entonces, ve a ducharte y no te pongas mucha ropa, que no la vas a necesitar —dice Mew tomando el rostro de Gulf—. Te di suficientes días para prepararte para lo que vendría y no te quiero así con cara de funeral, ¿me escuchaste?

—Sí, señor Suppasit, permiso —dice Gulf para irse rápidamente y hacer una corta reverencia junto con una disculpa a Bright a quien choco por no tomar atención a dónde iba.

—¿Qué le paso? —pregunta Bright quedando al lado de Mew—. Ese chico iba con los ojos llorosos, ¿qué le hiciste?

—Nada, solo lo mandé a ducharse, sabes perfectamente por qué está aquí, suficientes días tuvo para asimilar que es mío y lo tomaré las veces y días que yo quiera —responde Mew pateando el balón—. ¿Qué pasa?

—Bueno, guárdate a tu amiguito abajo porque te debes ir a cambiar de ropa y debemos salir —responde Bright mostrando su celular—. Tienes una fiesta, recuerda el cumpleaños de Zee Pruk y te espera.

—¡Maldición! ¡Discúlpame con Zee! ¡No iré! —manifiesta molesto Mew recordando la fiesta de Zee, un mafioso del lado Oeste de Italia—. ¡Quiero estar con Gulf! ¡Suficiente he esperado! ¿¡Para qué lo traje entonces si no puede ser mío?! ¡Si no es una cosa, es la otra!

—Está bien, me disculparé —responde Bright caminando hacia la salida de la cancha para luego voltear y mirar a Mew que estaba enojado—. Cómo tu primo te diré que a tus padres no le hubiera gustado ver cómo tratas a otro ser humano.

—¡Bright! —grita furioso Mew para voltear a mirar a su primo—. ¡No te atrevas a nombrar a mis padres!

—Lo hago porque hay una promesa primo —responde Bright sollozando—. Mi tía estaría muy decepcionada de todo esto, tus padres fueron mafiosos, pero eran justos, jamás trataron mal a un inocente o le hicieron daño. Con lo que haces solo los decepcionas.

—¿¡Crees que no lo sé?! —grita Mew acercándose a Bright y tomarlo de los dobles de su camisa—. ¡Yo sé cómo eran mis padres! ¡Fue injusto que murieran! ¡Ellos no lo merecían ser asesinados!

—¡Claro que no! ¡No lo merecían! —grita Bright tomando el rostro de su primo—. ¡Honra sus memorias y vuelve a ser quien eras antes! ¡Deja de hacer daño! ¡Deja a tus padres descansar en paz! ¡Mira esta mansión! ¡Es un lugar oscuro y sin vida! ¡Así no era cuando tus padres tenían vida! ¡Mira cómo tratas a ese chico! ¡Ese pobre chico es víctima de sus padres que lo cambiaron por saldar una deuda y tú lo tratas como un objeto como si no tuviera sentimientos! ¿¡Dónde mierda quedó mi primo?!

Mew suelta a su primo y pega un fuerte grito al cielo y cae al piso en llanto.

—Yo sé que Gulf te gusta, no lo niegues —dice Bright cayendo al lado de su primo—. Aprende a amar. Primo eres joven y tu vida se está yendo en crear un mundo oscuro, no sigas creando ese mundo. Si trajiste a Gulf es por algo y es mejor que lo dejes ir, si solo quieres hacerle daño si me estoy equivocando, viste que tiene a su hermana y a un sobrino de meses que él adora, por eso no dudó un segundo en venir contigo por protegerlos, yo te daré el dinero, pero déjalo libre.

—¡Jamás! —grita Mew volteando a mirar a su primo—. ¡Lo quiero para mí! ¡Quiero que sea mío! ¿¡Acaso quieres que vuelva a Tailandia al lado de esa horrible familia?! ¡No será así! ¡Su hermana abrió las piernas que se las arregle ahora! ¡Él no tiene por qué volver a ese asqueroso lugar!

—Es su hermana de todas formas —dice Bright limpiando sus lágrimas—. Con lo que acabas de gritarme me es evidente que Gulf es de tu completo interés, por eso no has sido un completo monstruo que sueles ser y fuera de todo lo has respetado. Creo que mi primo de hace 3 años está volviendo de a poco y es gracias a Gulf y no lo niegues.

—¡Solo eres un entrometido! —grita Mew poniéndose de pies y cae nuevamente algo mareado—. Qué mareado me siento.

—Bright lo toca. —Primo, estás con fiebre, te llevaré adentro, debe verte un doctor.

—Sabes perfectamente que odio a los doctores, son inútiles —reclama Mew volviendo a ponerse de pies—. Me iré a duchar, prepárense para ir al cumpleaños de Zee.

—¿¡Estás loco?! —regaña Bright poniéndose de pies—. ¡No irás a ningún lado! ¡Estás con mucha fiebre!

—Cárguelo a su habitación —dice Gulf entrando a la cancha—. Yo lo revisaré, estudiaba medicina, estaba por graduarme, sé lo que se hace en estos casos.

—Sí —responde Bright sujetando a Mew que nuevamente se iba a caer—. Vamos primo, te debo llevar a tu habitación.

—Gulf… —llama Mew mirando algo borroso en dirección a Gulf—. Eres solo mío…

—Lo sé, señor Suppasit —responde Gulf para ayudar a Bright a cargar a Mew hasta su habitación que se había desmayado—. Vamos, debemos llevarlo, tiene una evidente fiebre.
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★★ Habitación Mew★★

Gulf y Bright dejan sobre la cama a Mew, Bright empieza a quitar sus zapatos y lo acomoda mejor.


—¿¡Que necesita joven Gulf?! —pregunta Nana preocupada.

—Un pocillo con agua fría, un paño para bajar la fiebre —responde Gulf para empezar a revisar a Mew—. Un termómetro también.

—¡En seguida! —grita Nana para salir a toda prisa en búsqueda de lo solicitado.

—Es mejor que llame a un doctor —dice Bright preocupado.

—No me ofendas —dice Gulf mirando a Bright de forma seria—. Era el mejor de mi clase y siempre felicitado por mis profesores por mi inteligencia, es evidente que si entro en fiebre es a raíz de un estrés, no presenta secreción nasal, no tiene tos, sus pulmones están limpios y ambos gritaban demasiado.

—¿Escuchaste todo? —pregunta Bright sin dejar de mirar a su primo.

—Sí, escuche todo, había dejado mi celular en la cancha y me devolví, escuche todo —responde Gulf tomando la presión de Mew—. No le recuerdes el pasado a Mew, eso debe ser muy doloroso para él.

—Lo sé, pero es la única forma para que ya recapacite, estos años he estado a su lado sin problemas porque no se vio jamás interesado en alguien —responde Bright mirando a Gulf—. Soy su primo y crecimos juntos, él puede engañar a todos, pero menos a mí, en ti él está interesado, trata de ser duro y cruel, hiriéndote, pero en el fondo solo quiere estar contigo y cuidarte, tú escuchaste como no quiere que vuelvas a Tailandia por tus asquerosos padres.

—Lo sé, escuché todo muy claramente —dice Gulf mirando a Mew—. Cuando me recordó que era su juguete en la cancha me dolió profundamente, increíblemente estaba deprimido estos días porque… Olvídalo, ¿dónde estará Nana? Necesito bajar la fiebre de Mew.

—No cambies el tema, ¿Por qué? —interroga Bright—. Termina tus palabras, no diré nada de lo que escuche de tus labios.

—Estaba deprimido porque extrañamente lo extrañaba, extrañaba a ese imbécil, yo sé que él es una persona cálida, pude sentirlo cuando estábamos en mi habitación y me besó, su beso no fue cómo el de hace un rato, el beso de aquel día me demostró otra persona y cuando me recordó el porqué estaba aquí, partió mi corazón, pensé que me había extrañado y deseaba verme —dice Gulf con una leve sonrisa—. Que iluso soñar tan lindo para luego caer en una pesadilla.

—Aquí traigo todo lo que me pidió joven Gulf —dice nana entrando con todo lo pedido—. ¿Necesita algo más?

—Con esto estoy bien, iré monitoreando su fiebre y la iré bajando, vaya a descansar, si necesito algo le aviso —dice Gulf para colocar el termómetro y luego ir limpiando a Mew con el paño húmedo.

—Déjame ayudarte a cuidarlo —dice Bright tratando de tomar el paño.

—Yo lo haré, ve y has el llamado que Mew está enfermo y no asistirá al cumpleaños, no te preocupes, no le haré nada, no soy tan desgraciado para dañarlo —responde Gulf apartando la mano de Bright—. Haz lo que te digo.

—Sí, tienes razón, debo llamar —responde Bright poniéndose de pies—. Te lo encargo, vengo en un rato más a ver si necesitas algo.

Bright y nana salen de la habitación y Gulf siguió limpiando a Mew y cuidando de él.

—Hmm… —se queja y mueve Mew.

—Shhh… Tranquilo, no te muevas —pide Gulf mirando el termómetro—. 37° grados, está bajando la fiebre.

—Gracias —dice Mew con una leve sonrisa.

—Oh, no sabía que tenías sonrisa —se burla Gulf, limpiando la fiebre ahora.

—Estoy aprendiendo a amarte —dice Mew para volver a dormirse.

Gulf se acerca y le da un beso en la mejilla y siguió limpiándolo con una leve sonrisa.

Palabras 2333

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