No paraba de llorar pero tampoco gritaba como la niña pequeña que suele comportarse.

Ella seguía en silencio, se muerde el labio al  tratar de hablar pero las palabras no le salían.

—¡Sakura!.

—Mis.. Padres.. Ellos...

—¿Murieron? —ella  asienta  y la abrazo, comienza a temblar, creo que es primera vez que alguien la consuela o ¿Será que es la primera vez que se abre? — Llora todo lo que necesites, no fuerces  más esos sentimientos, deja de hacerte la fuerte. La ira no es buena  —ella comienza a reír.

—Mira quien lo dice, quien casi mata a alguien, ¡deja salir la ira, eso no es bueno! —se burla, cómo cambia su estado de ánimo —Shaoran eso no se hace.

—¡Pero te iba a matar a ti!

—¿Y?  Esa no es la solución, así que no.

—Me gusta verte sonreír, ojalá que todo fuera diferente...

—Pero no lo es —susurra

—Pero es porque así tu lo decides, yo.. ¡Yo te haré feliz!

Vuelvo a besarla y ella me corresponde aunque ahí algo de lo que no me puedo aguantar.

—Sakura te deseo.

—¡Pervertido! —sonrió de medio lado y niego.

—¿Puedo beber un poco?, me he sabido controlar.

Ella levanta un poco su cuello dándome permiso.

—Que sea lo menos doloroso

—Por lo menos no es a las fuerzas —ella me da un golpe y niego, acarició su cuello, siento que se le erizan  los vellos de su cuerpo, paso mi lengua sobre este y clavo mis colmillo, comenzó a beber su sangre, ella entierra sus uñas en mis hombros.

Esta mujer me vuelve loco.

.....

(Cuatro años atrás) (Japón-Tokio)

—Hasta mañana Sakura, no olvides repasar para el examen de matemáticas.

—Claro que lo haré, gracias.

Sonrió y me despido de mi amiga Rika, somo amigas desde kinder, es mi mejor amiga, andamos de arriba para abajo juntas, es en la única que confío aunque algunas veces me guarde pequeños secretos, pienso que no siempre se debe contar mucho a las personas de tus privacidades.

Camino hacia el auto, el chofer de la familia estaba esperando por mi, abordó este y nos encaminamos a la mansión Kinomoto, soy hija única y a veces eso me da mucho aburrimiento, no tengo con quien hablar más que los empleados de la casa y eso. Ya que mamá dice que debo darme mi lugar, pero... Somos humanos, todos somos iguales.

Miro a través de la ventana, soy demasiado feliz, papá y mamá me aman, lo sé, todos los días me lo dicen y me lo demuestran, por eso me esfuerzo con mis notas para que ellos no se avergüencen de mí, y cada vez sean más orgullosos de la hija que tienen.

Mi madre es una abogada muy reconocida, en cambio papá es doctor, el mejor, es director de uno de los hospitales del abuelo… ¿Y cómo fue que se conocieron?, es algo... No se si romántico pero, para mí es algo raro.

Mi abuelo fue el intermediario por así decirlo. Una tarde mi madre fue al día de campo donde siempre él va a descargar o a jugar con sus viejos amigos, y mi abuelo muchas veces le insistió en que  fuera acompañarle, ya que debía tomar un descanso, mamá aceptó y se vio con mi abuelo en aquel lugar.

Jugaron  un poco de golf, se la pasaron  en las piscinas y cenaron juntos, hasta que unos socios y amigos del abuelo se acercaron. En esas llegó papá, mi madre me contaba muchas veces que papá era el hombre más atractivo, bueno aún lo es, y que ese momento  todos hablaban de cirugías complicadas que tendrían para esa semana. A mamá nunca le gustó la profesión, cosa que al abuelo le dolió, era su única heredera, aunque la terminó aceptando con su sueño, él quería ver a mamá feliz.

El abuelo al notar que mamá y papá se llevaban bien, mi abuelo invitó más a menudo a mi padre a la mansión para que mi madre y él se llevaran mejor, poco a poco se fueron enamorando.

Su amor es tan puro,   tan hermoso. Que yo sueño con un hombre como papá, que me ame de tal manera como lo hace él con mi madre.

Pero como toda relación había momentos altas y bajas; ellos discutían pero después estaban felices, no le vi nada de malo a eso, son problemas de adultos.

Pero... Después de que yo naciera, todo comenzó a cambiar,

Al pasar el tiempo, papá comenzó a cambiar, él estaba más nervioso de lo normal, había días que no venía a casa y siempre era por el trabajo, algunas veces el abuelo le decía lo mismo a mamá, la medicina hace perder la noción del tiempo y los días. Aunque a mamá no le creía mucho.

Había pasado un año y yo cumplía mis dieciséis años, las cosas seguían igual aunque por no decir peor.

Fingí muchas veces mi sonrisa con tal de que ellos no sintieran que la situación me estaba afectando, pero en verdad me estaba matando, pensé que  papá y mamá estaban muy unidos.

Una noche la casa se llenó de escándalos de parte de mis padres. La pelea se había vuelto cada vez más fuerte y más agresiva. No quería saber nada cada vez que se ponían así, entonces recurrí a la biblioteca, preferí encerrarme ahí para no molestar a nadie.

Comencé a recorrer los grandes pasillos, me gustaba estar en aquel sitio, me sentía bien, llena de paz, casi todos los libros los había leído, me faltaba la sesión de mamá, sus libros de abogado, quería saber por qué le gustaba tanto ser una gran abogada, así que decidí subir al segundo piso de la biblioteca que era su lugar.

Comienzo a mirar libro por libro, pasillo por pasillo, eran tantos que no sabía por dónde comenzar, hasta que..

Había un lugar, estaba bastante escondido, era muy privado, y creo que nadie lo sabía, ni siquiera mi padre.

Había varios diarios, también libros de mitos, historias del inframundo, magia, brujería.

Pero había más que todo de hechicería, sentí miedo la verdad.

—¿Por qué mamá tiene esto aquí? Será que colecciona todo esto, son demasiado antiguos—decidí indagar más sobre estos libros.

Comencé a leer uno en uno, las horas se me pasaban y cada vez se me hacía  más interesante, en una noche no me podía leer todo esto, así que decidí llevarme dos libros, pero parecían más que todo diarios bastante viejos, se veían bastante interesante, mi curiosidad cada vez crecía más la necesidad de leerlos me llamaba.

Leí su nombre.

Sakura Amamiya (wao, el apellido de mi madre cuando estaba soltera) … El diario  era realmente viejo, demasiado viejo pero... Me sigue llamando  mucho la atención.

Así que decidí leerlo.

(Londres-Inglaterra 1560)

He decidido ayudar a una familia desesperada por querer estar unida por siempre, aquella pareja buscaba alternativas para hacer lo que sea con tal de no desaparecer de este mundo.

Decidí ayudarlos ya que  mi familia tiene el don  y así nos volveremos más fuertes y también mis generaciones.

Aquella pareja estaba dispuesta a entregar el alma al diablo por no ver a su familia muerta y más por su pequeña hija, estaba en las últimas, así que..

Recurrieron a  mi hechicera, y como buena bruja, por qué no darles brindarles mi  mano.

Nosotras las Amamiya por varias generaciones tendremos  varios dones, la vida y el universo nos han brindado esos dones aunque,   (algunas lo mantendrán dormidos, pero en otras se desencadenara  las tragedias). Ya que maldije mi apellido y a los miembros femeninos de mi familia.

mi familia será la heredera absoluta de estos dones. No existirán más brujas que no sea de mi familia.

Aquella pareja vino al mes como se los ordene, la luna estaba en su punto más alto, rojo carmesí, era el momento perfecto para dar inicio al encantamiento, dibuje los símbolos de mi familia y en medio de estos símbolos  dibujo una  estrella, mi estrella, mi marca de pertenencia, ellos ahora me pertenecen; produje un conjuro y comencé hacer de las mías brindándole poderes sobrenaturales y la vida eterna, volví una familia completa con sus cuatro  hijos pequeños en vampiros de sangre pura.

—Min alzalam 'ahdir lak quati wasatakun masaasi dima' nuqiiyn yantamun faqat 'iilaa mirath eayilatina , wisam alhayaat al'abadiati

Aquella noche había comenzado una nueva era para los  humanos que quisieran ser mortales y yo les brindare el poder para cumplir ese  deseo, hasta que mi vida se vaya de este mundo, <Pero reencarnare> y mis poderes caerán en mi reencarnación, aunque más poderosa de lo que soy ahora.

(Traducción:De la oscuridad les traigo mi fuerza y ​​serán vampiros puros pertenecientes únicamente a la herencia de nuestra familia, os Orden la Vida Eterna.)
....

-—Uff.. —tremendo cuento el que me acabo de leer, es increíble las historias que te puedes llegar a  leer, pero es claro que son mentiras, vampiros, brujas, baa, eso no existe, eso solo existe en los libros como este o películas

Bueno por lo menos tenía como pasar mis tiempos, tenía horas para leer y no escuchar esta realidad en la que me están sumergiendo mis padres. Me encaminó a mi recamara y me encierro, debía descansar, ya más tarde sería otro día.

Le he hecho un último vistazo a la hora, las 03:00 a.m, creo que se me dará duro levantar me para ir a la escuela.

....

Los días  pasaron y yo me  seguía sumergiéndome en aquel viejo diario, eran tres diarios y ya están en el último.

Aquella  bruja continuó haciendo de las suyas, multiplicó familias como vampiros para que el mundo no acabará, qué ridículo, todos los días muere gente y nacen bebés a lo bestia, mi padre lo dice mucho.

No entiendo por qué vivir ese mundo de inframundo, en verdad que esta fantasía es otro nivel.

Lo que sí me causa curiosidad es... ¿Por qué no tiene anotado los apellidos o los nombre de esas familias. ¿Que quería ocultar aquella bruja o será que era confidencial?

Bueno quedaré con la duda, lo que sí sé es que el número  de vampiros puros era demasiado grande; cincuenta  familias fueron convertidas en vampiros puros, pero cada familia con un número de familia de cinco miembros hasta de diez, sí que le rindió a la bruja esa, hasta que esa  bruja cayó en una grave enfermedad que la llevó a la muerte, lo bueno es que no vivía sola, tenía una hija, pero su hija no sabía nada, simplemente hacía sus cosas lejos de ella, pero después le pasó estos diarios y un libro donde le explica que debía hacer.

Pues su hija no aceptó, dijo que quería vivir una vida normal por más duro que fuera, pero.. Que ese era su legado y que lo guardaría como recuerdo porque era de su madre y que no importaba quien era o qué hacía realmente, que la amaba ya que la hizo muy feliz en todo momento.

Leer eso me había conmovido, hasta había llorado, pasó de ser unas libretas llenas de terror, por amor familiar, madre e hija.

Fue muy conmovedor.

Había devuelto  aquellos libros a su repisa los acomodó bien para que mamá no se diera cuenta de ello pero...Mamá estaba ahí, parada al frente de ese estante, la verdad me paralice por  completo.

—¡Mamá! Yo.. Lo..

—Sakura, hija — ella mira mis manos y corre a mí se arrodilló  y me retira los diarios con fuerza, me asombro por su acto —¿ Dime que no leiste eso hija tu.. ¿Dime que leíste?

—Leí todo mamá ¿Por qué? Fue muy emocionante la vida de aquella bruja, quería conocer un poco más.

—No hija, no lo hagas tú.. Debes continuar tu vida como lo hizo tu tatara abuela con mi madre y lo mismo que hizo conmigo, hija, prométeme que ya no leerás más de esta sesión, puedes leer lo que  quieras, menos de aquí.

—Está bien mamá pero.. Mamá ¿ Por qué te pones así, estas rara además que tiene de malo? Son solo historias.

—Si hija son solo historias y deben quedar así, eres una hermosa jovencita que hace caso a lo que le piden, así que hija, no las leas más.

Asiento en afirmación, ella se para y se limpia las lágrimas, no se que la puso así, pero con tal de no verla llorar  mejor no me acerco más aquella sesión con tal de no ver más  triste a mi madre.

No le puedo dar más tristezas de las que debe estar viviendo ella.

Aunque a decir verdad, tenía demasiada curiosidad por saber más de la relación de la bruja con los vampiros, los libros que ella menciona todo, se veía muy  interesante.

....

Ha pasado un mes desde que me leí esas increíbles historias, pero me tocaba volver a mi realidad, las cosas en la  casa se ponían cada vez más pesadas.

Subí a mi recamara y al fondo quedaba la de mis padres, decidí ir para hablar un rato con mamá y comentarle algo que era extraño, la verdad me venía pasando desde hace rato, bueno la verdad desde que comencé a leer esos dichosos diarios me comenzó a pasar muchas cosas raras, sueños extraños, y unos ojos extraños que siempre veía, algunas veces me daba algo de miedo, así que fui donde estaba ella pero..

—¡Cómo pudiste! Eres un imbécil Fujitaka jamas te lo perdonaré —paró en seco casi en su puerta y comenzó a llorar en silencio —Es una niña, le puedes dañar la vida, ¿Por que no me dijiste eso desde un comienzo?, maldición ahora que va ser de ella... —ella solloza y eso me duele más.

—Nadeshiko, no te preocupes, ella continuará con su vida no pasara nada, después de que no le cuentes nada de su pasado y de tu familia  ella seguirá dormida, eso no...

—CALLATE, eso no se habla aquí, cállate y vete, largate, tu no amas, tu no sabes amar

—Dejame luchar por ustedes, Nade, en verdad te amo pero...

—No me digas mas  mentiras, ustedes no tienen corazón.

No quise seguir escuchando su estúpida pelea, más bien me encerré en mi cuarto y lloré, lloré toda la noche hasta quedarme dormida.

No quiero que papá y mamá me dejen.

Continuará.