Capítulo VIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo VIII

Hubiera preferido seguir durmiendo o haber despertado antes de que Mew lo encontrara en la situación en la que ahora estaban. ¿En qué momento entró la dichosa enfermera de la que hablaba Mew? Quizás pudo haber evitado toda esa situación, pero no lo hizo. El día anterior se había dedicado a contemplar a Mew y a dormir a su lado, estaba tan cansado que aunque su sueño fuera ligero no pudo despertar a tiempo.

- En este hospital solo atienden a familiares directos de los socios - mintió, pues no solamente eran familiares directos también podían ser de primer o segundo grado.

- ¿Y hermano o primo no te parecieron buenas opciones? - preguntó Mew.

- En el hospital saben que soy hijo único, te recuerdo que mis padres son socios - comentó Gulf - y el parentesco de primos no entra como familiar directo - Gulf seguía entre sus brazos con una mano sobre el pecho del mayor, pareciera como si a pesar de todo no se dieran de la posición en la que estaban o quizás solo no querían hablar de ello - pero lo que importa es saber cómo te encuentras... ¿Estás bien? - preguntó con inocencia sabiendo que le estaba mintiendo.

- Lo estoy -

- ¿No te duele nada? -

- No - respondió Mew.

- No tienes que hacerte el fuerte conmigo - le dijo Gulf con una sonrisa - te prometo que no le diré a nadie - Meew lo observó por un momento para seguir con la conversación -

- ¿Cómo fue que los secuestraron a Mild y a ti? - preguntó de pronto cambiando el tema.

- Saliendo del departamento nos... - Gulf no pudo continuar porque Mew lo interrumpió.

- ¿Y por qué demonios iban a salir? ¿Acaso no fui claro cuando les dije que se quedaran ahí? - Mew se encontraba molesto - ¿A dónde iban? -

Mew, definitivamente estaba enojado y decirle que habían querido salir a cenar sin duda lo enojaría más. Una mentira más no le podía decir, no se atrevía, sabía que podría ser descubierto y meterse en problemas con él. Le había dicho a su madre que intentaría conquistar a Mew, pero era cosa sencilla decirlo, hacerlo se le presentaba como una verdadera misión imposible, de pronto toda la seguridad de intentar algo con él, desapareció.

- Íbamos a seguirte - respondió Gulf bajando la mirada - pero no culpes a Mild, yo lo obligué a acompañarme -

- ¿Eres estúpido? - cuestionó el mayor - ¿Qué parte de quédense en casa no entendiste? - Gulf seguía con la cabeza baja sin responder, y Mew aún seguía abrazándolo - ¿Eres consciente de que pudiste haber echado todo a perder y tu padre pudo haber muerto? -

Gulf sabía que Mew se iba a molestar, y su regaño le estaba doliendo mucho. ¿Cómo podría acercarse a él si solo se la pasaba diciéndole que todo lo que hacía estaba mal? Quizás jamás podría tener una oportunidad con él, notaba el desprecio del mayor y no había ni una sola señal de que pudiera agradarle.

- Todo salió bien - dijo Gulf desanimado - te pagaré como acordamos -

- No se trata de eso - aclaró Mew.

- Tus antecedentes también estarán borrados - dijo Gulf.

- Gulf... -

- Ya sé que puse en riesgo la vida de tu medio hermano - habló el menor - y de verdad lo siento -

- ¿Por qué siempre haces exactamente lo contrario a lo que te digo? - preguntó Mew.

- Yo solo quería ayudarte Mew... -

- Si te digo que no quiero ayuda, es porque no la necesito - dijo el mayor - si te digo que hagas algo es porque tengo todo planeado, si los hombres de Mean no los hubieran secuestrado no había tenido porque seguir con su estúpido juego -

- De verdad lo lamento - Gulf sentía que en cualquier momento lágrimas saldrían de sus ojos.

- ¿Por qué lo haces Gulf? - preguntó cansado - Dime ¿Por qué te empeñas en ayudarme? -

Esa era la oportunidad perfecta para hablar con Mew respecto de sus sentimientos, de cómo se sentía con él, de lo que provocaba en él, sabía que no habría otro momento así y aunque tenía todas las de perder lo mejor era hablar claramente con aquel hombre y terminar de romper su corazón si le daba una respuesta negativa. Se sentía un idiota por haberse enamorado de alguien que a leguas no sentía ni la más mínima atracción por él, pero no pudo evitarlo, Mew era simplemente irresistible en todos los sentidos.

- Es que me gustas Mew... - dijo el mejor de pronto sin verlo a la cara - y no quería que nada malo te pasara -

- ¿Te gusta un asesino? - preguntó Mew con sarcasmo.

- Sé que has asesinado a muchas personas Mew... - dijo con seriedad - pero yo no he conocido ese lado tuyo... yo he conocido a un hombre malhumorado, bastante arisco, algo desabrido, fácilmente irritable... -

- Tienes gustos muy particulares - interrumpió Mew al notar las características que enumeraba Gulf respecto a su persona - la gente suele detestar ese tipo de rasgos en otra persona pero vienes tú a decirme que te gusto precisamente por eso -

- No solo por eso - aclaró el menor - yo sé que no eres una mala persona, has tenido que pasar por muchas cosas y yo estoy dispuesto a estar a tu lado para cuidarte -

- ¿Le dices a un criminal que ha asesinado a trece seres humanos que no es una mala persona? - cuestionó el mayor con incredulidad - creo que tienes serios problemas Gulf, hasta yo soy consciente de lo mierda que soy, por eso cuando me capturaron y me encerraron en prisión no hice absolutamente nada por defenderme -

- No eres una mierda Mew -

Mew observó con atención al joven que estaba entre sus brazos. Era hermoso y tenía tanta inocencia que rayaba en lo absurdo. Sus sentimientos eran puros y realmente muy bellos, ese joven quería estar a su lado para cuidarlo cuando nunca nadie en el pasado quiso estar con él, incluso antes de que se convirtiera en el mounstro que era solo su madre había permanecido siempre a su lado.

- Lo que dices es absurdo - comentó Mew - yo no soy el indicado para ti -

- ¿Cómo puedes estar seguro de eso? - preguntó Gulf.

- No soy una buena persona Gulf - respondió - tú eres un buen niño, dueño de una empresa, millonario, debes de estar con alguien de tu clase que este a tu altura -

- Pero yo te quiero a ti -

- Gulf, tenemos días de conocernos ¿Cómo puedes quererme? - preguntó pero no le dejo responder - nunca habías conocido a un delincuente y quizás te llamé la atención, así son las personas... -

- Mew, eso no tiene que ver - dijo molesto - ¿De verdad no tengo ninguna oportunidad contigo? -

- No, no la tienes - respondió Mew.

- ¿No te gusta nada de mí? -

A esa pregunta Mew no pudo responder de inmediato como la anterior. Claro que había algo que le gustaba de Gulf. Él. Ese chiquillo era el ser más precioso que había visto en su vida, pero alguien como él no lo merecía, Gulf Kanawut era luz, Mew Suppasit era oscuridad, un hombre dañado que no podía aspirar a estar con alguien como el joven empresario.

Gulf pudo notar la duda en el rostro de Mew, esa era la señal que tanto estaba esperando, quizás era pequeña, pero para él significaba todo. Aprovechó la posición en la que aún se encontraban y el estado de Mew para acercarse a él y besar sus labios.

El menor iba a definir todo en esa acción. Si no correspondía su beso se haría a un lado y lo dejaría ir, pero si respondía positivamente a esa caricia entonces haría lo posible para hacerle ver a ese terco hombre que estar juntos podía ser la mejor experiencia que ambos vivieran.

Grata fue su sorpresa cuando Mew correspondió el beso y el abrazo en el que lo tenía se hizo más fuerte. Cuando Gulf pidió acceso a la boca del mayor, éste aceptó de inmediato la intromisión y gimieron al unísono cuando sintieron la humedad de la boca del otro a través de sus lenguas. Era un beso que ambos deseaban, aunque Mew no se atrevería a decirlo en voz alta, desde que lo vio en prisión lo primero que había llamado su atención habían sido esos carnosos labios rosados tan seductores que invitaban a probarlos hasta perderse en ellos, en ese momento recordó que deseó que el maldito cristal no existiese entre ellos para reclamarlos y disfrutar de su exquisito sabor. Pero con todo su auto control, supo ocultar su inesperada necesidad de besarlo.

Sin embargo, no hubiese imaginado que días después de su primer encuentro iba a tener el privilegio de degustar el sabor de la boca de Gulf. Desde el instante que el menor rozó sus labios con los suyos se dejó llevar e incluso lo abrazó con más fuerza.

Inconscientemente Gulf empezó a pellizcar levemente el pecho de Mew olvidando por completo que la herida que había recibido estaba cerca de la zona que masajeaba, pero el beso que compartían lo tenía completamente ajeno de la realidad.

- Gulf... estás lastimándome - habló el mayor sin despegar sus labios del joven.

- Lo lamento - se separó un poco de él para verlo a los ojos.

- ¿Tienes gatos en casa? - preguntó de pronto el mayor confundiendo a Gulf.

- Sí... tengo uno ¿Por qué lo preguntas? -

- Eso explica porque empezaste a amasar mi cuerpo con tus manos - dijo con una sonrisa que cautivó a Gulf, era la primera vez que lo veía sonreír y se veía como un verdadero ángel - esto no puede ser Gulf - dijo Mew volviendo a su semblante serio e imperturbable -

- Solo dame una oportunidad Mew - pidió el menor aun emocionado con la sonrisa del mayor.

- No insistas - respondió - no soy la persona indicada para ti - sentenció.

- Solo una oportunidad Mew - repitió - y si después de intentarlo por un tiempo sientes que no vale la pena estar conmigo, lo dejamos -

El brillo en los ojos de Gulf le dijo que si aceptaba nuevamente una propuesta de aquel chico iba a estar perdido. Desde que se conocieron había permitido y tolerado varias cosas de Gulf bajo la aparente excusa de no saber el verdadero motivo, pero después del placentero beso que habían compartido, tenía que admitir que se sentía atraído por Gulf, muy atraído en realidad, pero lo mejor era que entre ellos no pasara nada, su pasado no le permitía estar junto a un joven que era inocente, Gulf se merecía y necesitaba a alguien mejor que él.

¡No! gritó una voz en su interior. Solo pensar que "ese alguien mejor que él" pudiese besar aquellos sublimes labios lo hizo reaccionar como nunca hubiese imaginado, acercó nuevamente la boca de Gulf a la suya para besarlo de manera más apasionada y el joven gustoso se acercó más a él sin lastimarlo para corresponder el ardiente beso.

El menor supo que Mew le estaba dando una oportunidad, no eran necesarias las palabras que afirmaran ese hecho, sus labios poseían a los suyos de forma demandante, era un beso desenfrenado, desordenado, ruidoso y posesivo, sentía que Mew reclamaba sus besos como suyos y él con una sumisión inaudita se los concedía sin oponer resistencia.

- Una sola cosa que hagas mal... - empezó a decir Mew.

- Y tú personalmente te encargarás de mí - terminó de decir Gulf con una sonrisa abrazando al mayor.

No estaba convencido que haber aceptado a Gulf había sido una buena idea, no tenía nada que ofrecerle salvo protección, era lo único que podía hacer por él, cuidar su bienestar por encima de cualquier cosa, hablar de amor era muy complejo para él, podía decir que sentía algo por ese joven que permanecía acostado prácticamente encima de él, pero llamar a ese sentimiento amor eran palabras mayores.

En ese instante alguien golpeó la puerta y enseguida entró una enfermera con carrito y dos bandejas de comida. Ninguno de los dos hizo algo para cambiar de posición, no sentían vergüenza de estar acostados juntos en la cama. La mujer los vio y les regaló una sonrisa.

- Me han pedido que traiga dos bandejas - comentó la enfermera - al parecer el joven Kanawut ha estado aquí desde ayer y no ha comido nada -

- Gracias señorita - le dijo Gulf mientras se ponía de pie.

- ¿Se siente mejor señor Suppasit? - le preguntó a Mew.

- Si - respondió sin agregar nada más.

- ¿Sabe cómo siguió mi padre? -

- Mucho mejor, incluso ha empezado a caminar por los pasillos desde muy temprano - comentó la mujer - dice que se sentía entumido -

- Mi padre suele ser un hombre que siempre está en movimiento, estar en cama lo deprime muchísimo - dijo Gulf - todo lo contrario a mí, que se me da muy bien pasar el día entero en cama - bromeó el joven y solo la enfermera se rio.

- Los dejo solos, buen provecho -

- Gracias - dijeron los hombres al mismo tiempo.

Se formó un silencio tranquilo. Gulf ayudó a Mew a sentarse en la cama cuidando de no lastimar el pecho del mayor que era la zona en donde estaba la herida, le acercó una mesita y colocó la bandeja con la comida que le correspondía él. Después le sonrió y depositó un beso en su frente.

- ¿Gulf? -

- Debes acostumbrarte - dijo - soy una persona muy cariñosa -

Mew lo volvió a observar con los ojos entrecerrados. Él no era cariñoso y nunca había permitido que alguien más lo fuera con él, pero extrañamente las caricias de Gulf no le molestaban en lo absoluto solo no sabía cómo responder a éstas.

- Yo no soy así - le dijo con seriedad.

- Lo sé - Gulf se encogió los hombros y acercó una silla a la cama para tomar su bandeja de comida y empezar a comer, el olor de la comida le había abierto el apetito -

- Gulf... - Mew lo llamó.

- ¿Qué pasa? -

- Después de que Mean me disparara, ¿Qué fue lo que sucedió? -

Gulf sabía que tendría que hablar con Mew respecto a eso, no era como su fuese a ocultarle las cosas, después de todo Tong o Mild le pondrían contar como pasó todo, quería ser él que se lo dijera para poco a poco irse ganando la confianza del mayor, pues sabía que esa era una tarea bastante complicada.

- Perdiste el conocimiento - respondió Gulf mientras mordía un trozo de pan tostado que estaba en la bandeja - no pude moverte para ir hacia ti porque me habían inyectado una droga que tenía mi cuerpo entumecido - relataba el menor - Mean volvió a dispararte pero su puntería falló y la bala solo te rozó el brazo, y cuanto iba a dispararte una vez más... - Gulf hizo una pausa y miró a Mew a los ojos.

- ¿Llegó Tong? - preguntó.

- No - respondió Gulf - ¿Cómo sabes de que Tong estuvo con nosotros si estuviste inconsciente? -

- Me conoce y lo conozco - fue la respuesta del mayor.

- Tong llegó después - dijo Gulf continuando con la conversación - en realidad la persona que impidió que Mean te disparara fue...tu padre Mew -

- ¿Mi padre? -

Continuará...

Bueno ya se besaron por fin... pero no todo será color de rosa entre ellos, tenía que decirles antes de ilusionar sus corazones.

Recuerden que se aceptan todo tipo de comentarios, pero me reservaré de contestar ofensas e insultos.

¡Nos leemos en la próxima! (/◕ヮ◕)/

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro