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Me quedé mirando un buen rato el cuerpo inerte sobre el suelo. Estaba en shock, siempre quedaba en shock luego de quitar una vida.

Aunque no era exactamente una vida cuando se trataba de un vampiro, pero igual. Era lo mismo, o similar. Excepto que el tal Evan Ackles había dicho todo lo que quería saber y más, pero no lo suficientemente rápido para ser merecedor de misericordia. Y lo mejor, se podía agradecer a TaeHyung y a los suyos por esta mano de justicia infligida. Ackles era una escoria hasta para su propia raza y no dejar rastro alguno de que fui yo quien se había encargado en realidad de ese miserable vampiro, era lo mejor por el momento. No es como si a TaeHyung no lo precediera su fama de dhampir. Él ya había estado preguntando por Evan, habían matado a todos los de su nido por lo que una mancha más al tigre no le haría ningún cambio. O una condecoración más al dhampir no lo haría más o menos engreído.

Pero sabiendo lo que sabía ahora, ya no podía seguir perdiendo tiempo. Yo solo, por más fuerte que sea ahora, no podría hacer nada en un futuro si no tenía respaldo, si no lo tenía a él conmigo. Era más probable que fuera secuestrado otra vez a tener posible éxito en la misión. Ya no podía seguir como un llanero solitario arrastrado conmigo a un humano débil y bastante dependiente.

Pero no, aún tengo un poco de humanidad. No iba a abandonar a Jimin, lo protegería, se lo había prometido a él y a mí mismo. A Jimin no, no necesitaba prometerle nada a un humano que probablemente viviría de ilusiones por sí solo sin necesidad de que yo las alimentará. Y era muy bueno con las computadoras y con algunos inventos que servían de armas y que fueron de ayuda para mí fuera de mi propia fuerza antinatural.  Jimin siempre era una extraña cajita de sorpresas.

Jimin valía, se había ganado su lugar más allá de alimentarme en ocasiones y abrirse de piernas para mí en otras. Nunca ambas al mismo tiempo, nosotros no teníamos ese tipo de intimidad y conexión. O me alimentaba o se dejaba follar.

Jimin era bueno con muchas cosas, pero nunca admitiría en voz alta que le tenía cierto aprecio.

Cuando volvía al hotel donde le había ordenado a que esperara por mí, al abrir la puerta me recibía con un abrazo dramático inesperado. Me tomaba totalmente con la guardia baja y sólo podía quedarme quieto mientras su pequeña figura estaba metida contra mi pecho y sus brazos rodeaban mi cintura.

Lo deje quedarse un momento ahí porque él, extrañamente lo necesitaba, al parecer.

— ¿Qué haces? —pregunté secamente.

—Me preocupaste, pedazo de imbécil —decía con su voz amortiguada por mi pecho. No podía ver su rostro, pero estaba seguro como el infierno que el gatito grande estaba haciendo un puchero.

— ¿Acaso creíste que iba a matarme? —solté secamente.

"Mmhp" soltaba bajo, moviendo su cabeza en un asentimiento.

—Los buscas cada vez más grandes... Ese tipo era una bestia, Jin —susurraba.

Apretando mis dientes me llegaba en oleadas su jodida preocupación. Podía sentirlo en todo su cuerpo. La preocupación y el alivio, a la vez la irritación porque probablemente pensará que soy un cabeza dura. Sé que lo hace, Jimin me lo había dicho muchas veces ya.

—Estás comenzando a molestarme —dije con un suspiro exasperado.

Jimin reía contra mi pecho, podía sentir el latido de su corazón y la calidez de su cuerpo. Era extraño como valorabas algo tan simple que antes quizás no te dabas cuenta, pero ahora había una gran diferencia. Me gustaba, me hacía extrañar lo que no podía volver a tener.

—Creí que te había molestado desde que decidí abrazarte —respondía contra mi pecho.

Apretando mis dientes, puse mis brazos en sus hombros y su "No" casi sollozante me detenía de empujarlo lejos.

—Un momento más —susurraba—. Sé que tú no lo necesitas, pero déjame saber que sigues aquí.

—Estoy aquí, gatito —susurré con mis labios en su cabeza. Su cabello rubio hacía cosquillas en mi nariz, pero olía exquisito.

Una vez que la depresión y las ganas de quitarse la vida habían abandonado la cabeza de Jimin, él se había convertido en una persona muy correcta. Atento, cuidadoso y siempre olía bien. Naturalmente y con sus colonias caras.

Su aroma a piel natural era exquisito, pero su aroma artificial del tipo frutal me recordaba a Rose.

—Ya —dije empujándolo.

Para mi suerte o la de ambos, el chico no actuaba como un adolescente de corazón roto, solo resoplaba y quitaba su flequillo de su bonito rostro.

— Insensible patán —susurraba.

—Te oí —exclamé camino al baño y abriendo la ducha. El agua caliente, no llegaba realmente a hacer nada por mí.

No había forma de calentarme, pero me gustaba la sensación. La extrañaba. Sí, quizás sonaba ridículo, pero aferrarme a las pocas costumbres humanas que recordaba, era lo que mantenía ese treinta por ciento de mi humanidad que aún no había desaparecido. El resto no tenía arreglo.

Y necesitaba una jodida ducha porque podía sentir el olor de Evan Ackles en mis manos y me parecía repugnante. Cuando la cortina se abría, Jimin se metía conmigo. Girando encontraba su bonito cuerpo tonificado, todo desnudo. Era pura piel pálida, abdomen del infierno, piernas musculosas, pero no anchas y unos pezones sonrosados relucientes cuál botones. Su bonita polla, erguida.

No había forma de que matará su libido con mi distante personalidad. A él le excitaba, estaba acostumbrado al trato hostil. Aunque yo me consideraba un caballero a comparación de su anterior vampiro. Su cabello rubio recibía las primeras gotas de agua y hacía su cabello hacia atrás. La estructura ósea de su rostro en sí era increíblemente armoniosa.

Yo consideraba mi rostro delicado y no tenía nada que envidiar, pero Jimin tenía una pequeña nariz respingona y labios preciosos que te gustaría besar día y noche, no me consideraba fanático de ellos o de él, pero admiraba lo precioso que era de pies a cabeza.  Mi mano salía disparada y lo tomaba de la cintura para sentirlo contra mi cuerpo. Mi piel más pálida de lo que solía ser, por momentos olvidaba que estaba muerto porque la costumbre y el gusto de Jimin por los vampiros, no lo hacía sobresaltarse ante lo frío de mi piel o de mis manos.

Él se sentía caliente por todos lados mientras me miraba con sus pupilas dilatas, sus manos acunaban mi rostro y sus pulgares tocaban mis labios. El silencio siempre era cómodo con Jimin. Él no necesitaba palabrerias, ni promesas. Él sólo necesitaba sentirse deseado y cuidado. Su retorcida cabeza tenía el concepto de "ser cuidado" de una forma muy peculiar.

Su rostro se acercaba al mío y me daba un suave beso de labios abiertos, el segundo era con un roce dulce de su lengua a la mía y el tercer intento, era uno demandante que se abría para mí y me dejaba usurpar su boca con mi lengua, hasta el fondo. Sintiendo como le encantaba la sensación de quedarse sin aire. Mi polla estaba erecta, pero no estaba del todo cual mástil. Jimin estaba duro y gimiendo en mi boca mientras mis manos apretaban su culo y su cuerpo se restregaba al mío.

Luego el beso terminaba y como de costumbre, me ofrecía su muñeca. Sentía las venas trabajar el flujo de sangre allí, sentía el dulce olor a cobre y luego la suave piel rozaba mis labios, una última olfateada a la combinación de olores de la piel y la sangre de Jimin, mientras salivaba por ello y luego mis colmillos se cernian sobre la carne y se clavaban allí con una suavidad que me electrizaba.

De inmediato comenzaba a brotar el manantial de rojo carmesí que pasaba de mis dientes a mi lengua y de mi boca y a mi garganta. Espeso, deleitable y exquisito. Un suave escalofrío de placer que hacía a mi polla alzarse cual mástil mientras absorbía su sangre y lo dejaba alimentarme.

Jimin era dueño de uno ojos marrón suave que se volvían totalmente negros cuando mis incisivos se clavaban en su piel y conenzaba a drenarlo con la justa precisión. No podía verme a mi mismo, pero sabía por la mirada fascinada de Jimin que mis nuevos ojos azul pálido estaban del todo negros. Incluso la esclerotica era del mismo color. Como un demonio que estaba condenado a jamás sentirse completo o realmente saciado. Un demonio al que el placer le era más que simplemente pasajero y no tenía derecho a querer más a pedir más.

El dulce sabor del cobre era todo lo que necesitaba, y requería de toda mi concentración para evitar desviarme en los recuerdos de Jimin.

Cada que bebía su sangre, sabía que hacía en las últimas horas, que había pensando y sentido. Imágenes de él sobre la cama del hotel, desnudo sobre las sábanas de seda tocándose a si mismo mientras gemía mi nombre.

El sucio gatito sabía lo que hacía cuando esas imágenes me asaltaban. Su agujero relucía en el frente de mis recuerdos estirado y brilloso. Jimin estaba listo. Sus gemidos me traían de vuelta y cuando sabía que debía de ser suficiente—aunque realmente no lo era—tomaba todo de mi control soltarlo. Beber lo último para sentirme mínimamente saciado y luego de limpiar mi boca, Jimin se abalanzaba sobre mi, colgándose como si fuera un mono con brazos y piernas. No me ofendía su necesidad y desesperación.

Yo lo tomaba, lo apoyaba contra la pared e introducía mi polla que pasaba cual seda suave en su bonito y dilatado agujero. Él gemía complacido y extasiado. No duraría mucho, no me interesaba tampoco que lo hiciera. Sólo era una necesidad del momento, algo que picaba y deseaba rascarme. Mientras más corto, menos intimidad, nula conexión.

Me gustaba así y para él era suficiente no ser golpeado hasta la inconsciencia luego del sexo y el orgasmo como lo hacía su anterior "amo".

Unas arremetidas más profundas, golpeando su próstata en un ángulo perfecto y gemía roto y saciado. Incluso sonriente y más que drogado luego de la mordida. Siempre se quedaba ligero, temblando entre espasmos y me corría con él segundos después de no soportar lo apretado que estaba.

Cuando finalizaba, lo bajaba con cuidado y salía de la ducha. Su olor irradiaba nostalgia. Sabía que siempre quería un poco más de arrumacos, pero eso sólo arruinaría su cabeza y lo confundiría. Puedo ser un increíble cretino, pero no puedo jugar con los sentimientos de Jimin. No lo merecía.

En la casa del dhampir, Lisa la hechicera, había dejado a la humana rescatada en su respectivo hogar. Las noticias ya estaban propagándose, por supuesto la mayoría, cegados el mundo de las tinieblas creían que había sido un secuestro random. En este caso, la historia que Lisa se encargó de depositar en la cabeza de la chica, fue que simplemente había salido con amigos por un poco de aventura.

La chica había optado por lo que TaeHyung y Lisa le llamaban la "píldora azul" permaneciendo en la ignorancia satisfecha total. Esto sucedía con las víctimas rescatadas. El dhampir y la hechicera les daban la opción de recordar u olvidar, como habían hecho con la madre de SeokJin. Así que la chica había optado por olvidar lo sucedido, Lisa la entendía totalmente.

Si ella estuviera en el lugar de la chica o de las víctimas que habían pasado por allí, también elegiría la "píldora azul". No valía la pena recordar tanto dolor y oscuridad.

— ¡Dios mío! —saltaba del susto cuando Jungkook aparecía frente a ella.

— ¿Ahora soy feo, cariño? —soltaba el vampiro.

—Por dios, Kook —suspiraba tocando su pecho, el vampiro sonreía divertido—. ¿No deberías estar durmiendo?

—Sabes que no duermo —mencionaba divertido, besando los labios de la hechicera de forma casta.

Lisa rodaba los ojos—. Sabes a lo que me refiero. Patrullaste toda la noche —decía caminando a la cocina—, deberías recargar energías ¿No te dejo Tae varias botellas para que tomes en ciertos horarios? —cuestionaba buscando en la heladera por el refrigerio del vampiro—. Aquí, toma. Sólo faltan treinta minutos.

Jungkook lo tomaba y sonreía en agradecimiento, luego miraba alrededor mientras intentaba no verse como un animal frente a Lisa por el sabor exquisitamente dulce que volvían sus ojos rojos de puro instinto animal.

Lisa lo observaba en silencio.

Jungkook acababa y recién ahí notaba los ojos curiosos de la hechicera sobre él y entonces apretaba sus párpados y necesitaba apagar a la bestia en su interior y apagar el brillo de sus ojos.

Lisa sólo se había asustado la primera vez de él, luego nunca más. Había confiado una vez que Jungkook le había prometido que jamás la lastimaría y que él había sido creado para cuidarla. Hasta el día de hoy, él había mantenido la promesa.

— ¿Sucede algo? —preguntaba a la rubia.

Lisa negaba—. ¿Por qué estás levantado?

Jungkook suspiraba—. Sólo pensé que TaeHyung había llegado, pero el mal nacido no lo ha hecho. Dijo que averiguariamos juntos sobre Evan Ackles y ¿Míralo? El bastardo está trabajando solo cuando ni siquiera puede concentrarse como es debido —negaba apretando sus dientes.

Lisa suspiraba—. Está desesperado. No actúes como si no hubieras pasado por eso —decía con seriedad.

Hacía siete años atrás, Lisa había sido secuestrada por un neofito que la quería como su amante y quería transformarla a toda costa. Ella no había visto a Jungkook, pero TaeHyung se había encargado de contarle con lujos de detalles todos y cada uno de los berrinches del vampiro. Llevaban sólo tres años de relación en ese entonces.

Jungkook resoplaba—. Lo entendi cuando SeokJin estuvo también secuestrado. Ahora, no puedo entenderlo del todo cuando es decisión suya no volver y permanecer lejos de TaeHyung.

Lisa suspiraba y se acercaba a su amante—. Tienes que dejar de presionar. TaeHyung no funciona bajo presión, ni siquiera bajo la tuya. Mientras más te pongas en su contra, más se alejara.

Jungkook resoplaba—. Sé que tienes razón, sólo me preguntó hasta cuándo seguirá pareciendo un perro mojado añorando a su amo.

Lisa apretaba su bícep y le sonreía con dulzura, dejaba un beso en su mejilla y se alejaba.

—Déjalo en paz —repetía.

Jungkook hacía un puchero—. Más le vale traer más información de la que tenemos o pateare su culo de dhampir mimado.

Lisa rodaba los ojos—. Eres imposible, pero estoy de acuerdo. Fuera de la información pública que todos en el mundo de las tinieblas saben de Evan, no tenemos nada.

Jungkook sacudia su cabeza—. Es un anime la teoría de que SeokJin lo quiero porque claramente debe tener alguna conexión con Jae Joong ¿Creés que SeokJin lo quiera solo porque fue prisionero del V'okkultizme?

Lisa se encogia de hombros—. ¿Qué podría querer SeokJin con el V'okkultizme? Contrario a eso, debería mantenerse alejado porque segura como el infierno los vampiros lideres y más nefastos lo deben estar buscando a él y a Jae Joong.

Jungkook suspiraba—. Quizás busca la manera de acercarse a ellos sólo para acercarse a Jae... No te olvides que Evan escapó de allí, quizás quiera averiguar cómo entrar sin ser visto y no lo sé... Verificar si saben algo de Jae o... Lo que sea, dios estoy perdido aquí —decía frotando sus manos en su rostro.

—No eres el único —sonaba la voz grave de TaeHyung entrando en la cocina.

Jungkook saltaba al verme de pie a unos metros suyos.

— ¡Jodido gato silencioso! —me acusaba asustado.

—No estás alerta, deja de hablar estupideces y vete a descansar —dije sin gracia.

Lisa asentía—. Se lo dije, pero ya sabes cómo funciona.

—Como un niño, haciendo lo que se le dice no hacer —respondía.

Jungkook me hacía mueca—. Mira quién habla  ¿Por qué te fuiste sin mí? —cuestionaba.

—Porque es de día ¿No es obvio? —respondí, preparando una taza de café para recargar.

Había dormido poco. Bueno, poco y nada para ser honestos.

—No te pases de listo, iríamos en la noche a buscar más información de por qué Ackles estaba en el radar de SeokJin y sin embargo lo hiciste solo —me soltaba enojado—. Se supone que somos como los Winchester —mencionaba Jungkook—. No puedes salir sin tu Sam.

Mis ojos se entrecerraban—. ¿Quién dijo que tú eras Sam?

—Soy el más inteligente de ambos —señalaba, olvidando el punto de la discusión en primer lugar—. ¡Cómo sea! .... ¿Qué tienes, maldito egoísta?

Suspirando, caminé en dirección a mi propia oficina con Jungkook y Lisa pisando mis talones. Querían una explicación, información y para ser completamente honesto yo...

—No tengo nada —dije secamente, cayendo sobre mi silla y apretando mi sien.

Tenía un dolor de cabeza punzante.

— ¿Nada de nada? —pedía Lisa.

—Fuera de su nido, Ackles no estaba tratando con nadie en particular —dije suspirando y buscando algunas aspirinas en mi cajón—. Nadie tenía trato con él y nadie sabía dónde estaba excepto por nosotros y los últimos que me dieron de casualidad su último paradero.

Jungkook gruñía por lo bajo—. ¿Y se supone que matamos a todos los de su nido?

Tomando la aspirinas con la botella de agua a medio terminar que tenía en mi escritorio, sacudí mi cabeza en afirmación.

—A veces detesto que seamos tan buenos —decía Jungkook.

En cierta forma, estaba de acuerdo.

—Entonces descartamos por completo que quiere a Ackles para acercarse al V'okkultizme ¿O mantenemos la teoría intacta? —soltaba Lisa.

—Realmente dudo que SeokJin quiera acercarse al V'okkultizme, Evan Ackles debe tener algo que ver con mi hermano... No me extrañaría que pudiera chantajearlo y hacer algo más grande. Quizás Evan iba a aceptar algún trato de lo que sea.

Suspirando, Jungkook golpeaba con furia mi escritorio y me hacía saltar del jodido susto.

—Te tocaba, gato sigiloso —exclamaba poniéndose de pie—. Ahora sí intentaré descansar —pero su teléfono sonaba en su bolsillo notificandole algo importante.

Su ceño se fruncía y tenía mi atención y la de Lisa sobre él.

— ¿Kook?

—Lucas, tu amigo dhampir envío un correo electrónico encriptado —susurraba—. Bien, descansar nunca fue una opción —decía.

Poniéndome de pie lo seguía camino al sótano donde nuestro equipo se encontraba. Jungkook se mantenía en silencio haciendo su trabajo mientras que mi ansiedad me carcomía por dentro.

Habíamos acordado que si Lucas se enterara de lo que fuera respecto a mi hermano, desde adentro del V'okkultizme, intentaría notificarlo. Jungkook había puesto un programa en su teléfono para utilizarlo y pasar desapercibido de todo aquello que el V'okkultizme le controlaba. Por lo que la comunicación no era directamente conmigo.

— ¿Qué es? —susurre a su lado.

—Fotografías... Y un vídeo —decía abriendo el correo y mi corazón se detenía. Se me escapaban varios latidos y mis piernas se sentían débiles.

Jungkook y Lisa me mirarán para captar mi reacción, yo ni siquiera podía parpadear. Era un hotel en Brisbane California, ciudad cercana a San Francisco y se podía ver claramente a SeokJin con su cabello rubio, un traje caro que enmarcaba su figura perfecta. Su piel pálida relucía como porcelana debajo de ese traje negro. La camisa era del mismo color por lo que era realmente muy llamativo.

Se veía elegante y sus ojos, sus ojos azul pálido resaltaban con un feroz brillo de superioridad. Exudaba poder y no parecía en absoluto un neofito. Parecía un vampiro de añares al que nadie podía tocar ni en sus sueños. Me tenía fascinado y descolocado al mismo tiempo.

— ¿Quién es él? —soltaba Jungkook.

Y recién ahí notaba que el brazo izquierdo de SeokJin estaba sutilmente hacia atrás, con su mano extendedida hacia un chico más bajo, delgado. También pálido de cabello rubio con un rostro precioso que lo seguía sin quitarle la vista de encima. Eran fotos de un breve fragmento de ellos saliendo del hotel en cuestión, un realmente caro.

Más abajo, había un vídeo de la puerta del elevador y cuando Jungkook le daba play, se reproducía la puerta abriéndose y SeokJin saliendo de esta minutos antes de la primera foto, el chico rubio caminaba detrás de él hasta que SeokJin ponía la mano en su cintura y caminaban juntos. El chico tenía su cabello rubio en sutiles ondas, un pantalón negro de vestir y una camisa blanca. Se veía más sencillo que SeokJin y claramente se veía como su adorable acompañante, por decir lo menos.

—Es Park Jimin —decía Lisa.

Jungkook y yo la mirabamos—. ¿Lo conoces? —pregunté.

—No realmente —exclamaba—. Es conocido en el mundo de los donor sumisos —exclamaba—. Dijeron que se había quitado la vida. Tenía un amo hasta donde sabía.

— ¿Quién? —pregunté.

— ¿Qué importa? —decía Jungkook—. Aquí está la ubicación del hotel, hace unos cuatro días se están hospedando allí, Lucas dice que no está con el nombre de SeokJin sino que se hace llamar Phillip JeNam. Ve directamente con él —me decía mi amigo.

Suspirando tiraba mi cabello hacia atrás—. ¿Creés que para cuando llegue siga allí?

—Vale intentar, no estamos logrando nada desde aquí... Si entonces no lo encuentras, averiguamos por Park Jimin aunque si no me equivoco, el niño era bueno con las computadoras —decía Lisa.

—Y al parecer haberlos encontrado fue adrede —soltaba Jungkook.

— ¿Cómo que adrede? —cuestioné—. Él huyó de mí ¿Ahora quiere que lo encuentre?

—Así parece, si el niño Park es hacker, entonces fue intencional que esto se filtrara y no se borrará a tiempo. Aparte Lucas expresa que luego de encontrar y descargar el vídeo, cuando había revisado nuevamente, no había nada allí. Era un registro totalmente diferente —decía Jungkook resoplando—. Quiere que lo encuentres o quiere que alguíen más lo encuentre.

Apretando mis dientes y mis puños por demasiadas emociones acumuladas, enviaba a mis hombres quien patrulllaria la calles por mí. Yo tenia un trabajo que hacer y ese era encontrar a SeokJin, si es que era a mí a quien pretendía atraer con su carnada.

Una mano en mi hombro me interrumpía repentinamente y Lisa y Jungkook me estaban viendo con cautela. Mi mentón dolía por tener mis dientes apretados y estaba seguro que mis manos no habían cesado de temblar.

—No debe ser algo serio —decía Lisa.

Parpedee e intenté hacerme el otro al respecto y no tocar el tema, pero me salía mal.

— Más le vale que no lo sea, significaría que tiene una conexión demasiado profunda si se lo folla y se alimenta de él

—No es como si tú pudieras darle algo así tampoco —susurraba Jungkook. Lisa lo fulminaba con la mirada—. ¿Qué dije? Sabemos que tienes desprecio por nuestra raza y lo que hacemos

— ¿Tú y Lisa no lo hacen, o si? —dije sin tapujos.

Podía notar la mirada de desprecio por parte de Lisa y la forma en que Jungkook apretaba los dientes.

—Nuestra relación es diferente y se basa en un apoyo emocional lo suficientemente grande. SeokJin claramente encontró el placer en follar y alimentarse a la vez, no lo culpo, pero por algo se acuesta con ese niño mientras tú lloras todas las noches su ausencia, SeokJin lo folla a una pulgada de su vid-... ¡...!

— ¡TaeHyung! —Lisa me empujaba momentos despues de haber lanzado un golpe a la mandíbula de Jungkook para que cerrara la puta boca—. ¿Estás enfermo o qué?

—Él empezó —respondí mientras la veía como lo ayudaba a levantarlo.

—Yo no empecé nada, tú decidiste opinar sobre mi intimidad con Lisa

—Por culpa tuya y tu bocaza

— ¡No dije nada que no fuera cierto! Te has hartado hablando de mi raza como si yo no fuera parte de ella y siempre cerré la maldita boca, no dije nada que no fuera cierto. Tienes desprecio por los vampiros

—Eso no te incluye

— ¡Es la misma mierda! ¿Cómo te sentirías si tuvieras que escuchar de mi todo el tiempo como detesto a los de tu clase, eh? Ten un poco de empatía si luego la quieres también, carajo. Tienes la suerte de no tener que ir en contra de los tuyos porque se supone que son los buenos ¿No? —Jungkook escupía un poco de sangre y salía a toda velocidad sin decir nada más.

Por supuesto la mirada de Lisa permanecía sobre mí.

—Él comenzó —susurré.

—Aún así estuviste de más, Jungkook no dijo nada que no fuera cierto ¿Qué se supone que vas a hacer con él si lo encuentras? ¿Quieres salvarlo? No puede ser salvado ¿Quieres tenerlo para ti? Te doy un consejo, no seas egoísta como lo soy yo. Una hechicera y un vampiro ya es una mezcla extraña, suficiente con que Jungkook tiene que lidiar con el hecho de no poder conectarse al cien por cien conmigo sin debilitarme y no lo considero algo fácil. Tener que rechazarlo me desgasta. Si quieres a SeokJin para ti mismo de esa forma, entonces piensa en todo lo que tienes que darle para que se sienta completo o lo terminarás perdiendo de una forma u otra. Y si sólo quieres ayudarlo en la causa de llevar a cabo su venganza contra su hermano, intenta no confundir las cosa, tarde o temprano será un problema.

Apretando mis dientes veía la melena rubia de Lisa salir del cuarto de mando y dejándome solo con mis pensamientos. Sabía que tenía razón, que ambos la tenían y sabía que no tendría que haber opinado sobre ellos porque era un tema realmente delicado. No se trataba de que Lisa no quisiera, no podía o parte de su esencia sería arrancada por la lujuria y el libido de Jungkook.

Yo no tendría una excusa así para negarme ante SeokJin, pero era verdad que la sola idea de la conexión me revolvia el estómago. Me lo revolvia por múltiples razones. El vídeo se reproducía una y otra vez en la computadora, los celos me carcomían desde adentro, un nudo en el estómago de solo pensar que SeokJin no solamente lo hace suyo probablemente cada noche, sino que tienen la más íntima conexión luego del sexo.

Se me secaba la boca y me dolía la cabeza.

Iría a buscarlo y lidiaria con una cosa a la vez, la primera, traerlo conmigo y convencerlo de que soy su aliado en esto y no tiene que huir de mí para llevarlo a cabo, y segundo... Deshacerme de Park Jimin.

¿Deshacerte cómo, Tae? 😭

Chan chan UwU 💜

Volvimos a la rueda de actualización, por el momento mantendré tres fics.

1- UPSIDA
2- ASHES (Libro 3)
3- JUNE 28

Recuerden que si tienen alguna duda o me demoro, no piensen lo peor, visiten mi perfil y chequeen mi tablero para ver qué sigo viva o incluso hacer sus preguntas, ahí siempre respondo seguro seguro. También anuncio cuando comienzo a escribir.

Con amor niñita Nanykoo 💜

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