Heridas y secretos

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Tenía mi cuerpo presionado a mi escritorio. SeokJin era cálido y duro en todas las partes correctas. Es una locura cada vez que pienso en él como cálido, pero así lo siento. Sus manos estaban sobre mi rostro, sosteniéndome cerca mientras su lengua estaba dentro de mi boca. Me estaba besando con decisión y precisión. Cómo si yo le perteneciera, de hecho lo hago. Soy suyo. Desde que lo ví en ese callejón solo y me miró con sus antiguos ojos amielados, yo le pertenezco.

Por eso no entiendo como puede dudar sobre mí. ¿Por qué tenía que preguntarme si estaría hasta el final con él? Por supuesto que lo haría, pero los secretos que me escondía aún era tan inmensos que me arrebataban el aire junto con los besos que me dejaban estúpido, sensible y crudo. Deseando más.

— Necesito... —dije desorientado entre besos, tocándolo y tirando de su camiseta sudada y sucia por la pelea.

— ¿Qué necesitas? —preguntó tan desorientado como yo, besando mi rostro y mordiendo sutilmente mi labio.

Tan sutil que apenas fue perceptible y eso me hizo sentir enojado. Enojado y caliente cuando apenas empujo su cuerpo para quitarme mi camiseta, tomarlo de su largo cuello para atraerlo de nuevo y besarlo mientras él se metía entre mis piernas, me sentaba sobre mi escritorio y cuando lo mordía, lo hacía con auténticas fuerzas, dejando relucir aquellos colmillos pertenecientes también a mi raza.

Y lo pude saborear. Su sangre, el gemido que brotó de su garganta fue ronco y bajo, me hizo temblar entre sus brazos y quería más intimidad. Menos ropa, más cercanía. Más s-...

— ¡Chic-...! Oh mierda —la voz de Lucas arruinaba todo.

Mis dientes soltaban el labio inferior de SeokJin y sus ojos estaban casi, casi negros. Sus pupilas dilatadas y su labio, cuando lo soltaba y notaba la sangre era puro sexo. Sin el maldito sexo de por medio por la jodida interrupción. Mis manos aún estaban sobre su cuello, acunando allí su cabeza y rostro.

La garganta de Lucas aclarándose, hacía que SeokJin girase a verlo.

— ¿No vas a irte? —preguntó.

Lucas chasqueó su lengua y tuve que mirarlo por detrás de SeokJin.

— Usualmente cuando entras en un momento imprevisto, te vas. Carajo —dije entre dientes.

Aún me rehusaba a soltar a SeokJin, su brazo estaba posesivo rodeando mi cintura y su otra mano en mi muslo.

— Lo haría, pero no me sorprende lo que veo. He visto peores cosas —dijo el bastardo divertido.

— Vete —ordené sin pensarlo dos veces.

—Eh, nop. Lisa necesita nuestro apoyo emocional. Pueden follar luego, su amiga quiere saber lo que pasó y... Nos necesita carajo, ya —decía sacudiendo su brazo para apurarnos.

SeokJin suspiraba apretando sus dientes, enseguida noté como su mentón se marcaba, queriendo pasar mi lengua por ahí.

—Bien, mierda —dijo mirándome anhelante y luego alejándose de mí.

Suspirando intenté que mi cuerpo se calmara mientras bajaba de mi escritorio y buscaba mi camiseta. Lucas, el bastardo, me miraba divertido.

— ¿Qué es tan gracioso? —pregunté.

El idiota se encogía de hombros—. Hay visita, bastardo. Ibas a abrirte de piernas como si nada. Admito que en tantos años de conocernos, es la primera vez que te veo sin un mínimo de control. Es interesante y divertido.

Vistiéndome bruscamente, me sentí tentado a mostrarle mi dedo medio, pero no lo hice. Sólo lo miré, él sonrió y salió sin decir nada más. SeokJin estaba limpiando su labio cuando nuestros ojos se encontraron.

— Lo siento, me dejé llevar cuando fuiste muy sutil al morderme —dije saliendo de mi oficina con una sonrisa ladina de su parte como última imagen.

Estábamos rodeando a Lisa luego de que había estado entre las piernas de TaeHyung tratando de olvidarme de todo. Me concentré, mientras estábamos entre todos contándole a qué nos habíamos enfrentado y que tan cuidadosos debíamos de ser luego.

Lo importante después de curar a Jungkook y dejarlo descansar, era mantenerla activa y distraída. Sus ojos estaban levemente hinchados, ella realmente no hubiera superado una mierda si algo le sucedía a JK.

Aunque parte de mí quería ser egoísta y subir a la habitación de TaeHyung para hacer un desastre de él y yo juntos.

Pero al instante en que Jimin salió del baño lo miramos a la par y debo admitir que desde que lo conocí, era la primera vez que lo veía tan vulnerable. Incluso más que cuando lo encontré en aquel baño con sus muñecas ensangrentadas.

— Iré a mi habitación. Gracias por lo de hoy y... —sus ojos miraban a Lisa—. Lamento que Jungkook allá sido herido por mi culpa.

Lisa suspiraba y brindaba al rubio un pequeño asentamiento con su cabeza y una sonrisa suave.

— Son gajes del oficio —le respondía—. Pero te salvaron, eso es importante.

Jimin sonreía débilmente, despidiéndose de todos en la sala, sus ojos se habían posado un segundo extra de más en mí y luego en Hyungsik y si bien no había hecho nada extraño, el pequeño brillo de interés fue bastante notorio para mí.

— Iré a hablar con él, si no está de acuerdo de irse contigo, no se irá —dije con firmeza mirando a mi viejo colega de trabajo.

TaeHyung suspiraba al otro lado de la mesa, levantando la vista en mi dirección—. Jin, piénsalo dos veces. Lo mejor sería mantenerlo a salvo y lejos de todo esto.

A lo lejos veía la mirada de Lucas en su dirección y TaeHyung se removía exclamando:—. Hablo en serio.

— No dije nada —respondió Lucas alzando los brazos.

Suspirando asentí en dirección a TaeHyung, sin verlo, no me malinterpreten, no se trata de mi dolor ni mucho menos. Jimin estaba tan sólo como yo cuando lo encontré, incluso más perdido. Y a decir verdad, más solitario. Su familia no son personas a las que quisiera volver. Una madre que se preocupa por sólo uno de sus hijos, el menor, particularmente, hijo de su actual pareja, dejando de lado a su primogénito por complacer a su esposo, un hijo de puta abusador que no le dió a Jimin más que golpes y maltratos.

No, su familia no es un lugar al cual volver, crease o no, encontró un hogar cuando le dejé tener un lugar conmigo. No fui la mejor opción, pero lo mantuve lejos de toda la mierda.

De toda la mierda que hoy vino de repente y casi acaba con su vida.

— ¿Jin? —la voz de Jimin me sacaba de mis pensamientos.

Ese trayecto cuesta arriba fue rápido mientras iba perdido en mis pensamientos. Y recientemente notaba que Jimin estaba haciendo sus maletas. 

— ¿Qué estás haciendo? —pregunté rápidamente acercándome a él.

Su rostro pálido y cansado con algunas marcas, y ojos caídos me miraban y sonreía sin ganas.

— He estado demasiado en este mundo como para saber que nuestra amistad ahora está jugando en contra para ambos —respondió guardando más ropa dentro de su bolso.

— Lamento haberte puesto en el radar de tu ex dom —susurré acercándome mientras guardaba mis manos en mis bolsillos para evitar sacar su ropa del maldito bolso.

Jimin sonrió hacia mi una vez más—. Cariño. Fue mi culpa caer en su radar, no la tuya —susurró apenado—. Si bien te estaba buscando mi adicción complicó todo y lo atrajo a tí... —suspirando me miraba con esos ojos humedos—. Lo lamento, Jin. Fui un imbécil yo no qu -...

No le dí tiempo de seguir disculpándose. Solo jale su brazo y atraje su pequeño y cálido cuerpo hacia el mío. Abrazar a Jimin siempre se sintió bien. Cómo si pedazos de mi inexistente alma encontrarán un sutil y amistoso consuelo al consolar la suya desolada. No era algo romántico, solo algo familiar.

Jimin era una perra insoportable en ocasiones, pero porque le importaba algo o alguien, no era realmente una mala persona. Merecía que cuidarán de él sin querer arrastrarlo a tanta mierda.

— Necesito dejar mi adicción de lado y la única forma de limpiarme es alejarme de ti —susurró mientras sus brazos  me rodeaban y apretaban con fuerza.

— ¿Y que me asegura que no irás nuevamente a ese lugar o a un lugar similar a ese? —cuestioné.

Él suspiró—. Iré con Hyungsik —respondió.

Buscando su rostro y aflojando su agarre, miré atentamente a sus ojos.

— No tienes que hacerlo si no quieres. Podemos buscar otra solución —dije.

Jimin sonrió débilmente—. Necesito alejarme de los vampiros. Supongo que podré soportar algunos perros. Sé que cuando se comprometen a cuidar de alguien, realmente lo hacen.

Suspirando acaricié su cabello húmedo, Jimin era tan hermoso. Dejando su adicción de lado y mi condición actual de vampiro, él confió en mí desde un inicio, parte mía estaba encantada con aquella necesidad de ser cuidado que él tenía. Luego de haber sido el asesino de Rose, me repudie por largo tiempo y parte de mí sigue haciéndolo, pero cuidar de este pequeño ser humano me hacía olvidar que era un monstruo. Sentía que hacía un bien de una forma retorcida. No cazaba para alimentarme porque lo hacía de él y él se sentía bien. Entonces era un ganar-ganar, pero no estaba realmente ayudándolo, sólo tratando de olvidar que no soy lo que realmente soy y a él, hunediendolo más en esta mierda.

— Estoy realmente agradecido contigo, Jin. Y no me refiero a la parte perversa de nuestra relación —dijo alejándose y tomando asiento en la cama mientras sonreía con tristeza.

Tomando asiento a su lado lo miraba con atención mientras continuaba—. Me encontraste cuando estaba decidido a irme de este mundo —dijo con voz débil—. Me salvaste, Jin. Y siempre te estaré agradecido por eso y por la confianza que pusiste en mí cuando estabas huyendo de todos —su pequeña mano buscaba la mía y entrelazaba nuestros dedos—. Mi único error fue creer que podías enamorarte de mí y me encapriche de la idea de eso, pero tú y TaeHyung son algo bastante único —dijo aspirando con fuerza—. Y no podemos coexistir en la misma habitación sin desear que el otro no te toque, pero yo sobro en esta ecuación.

— Oye, no digas eso —susurré, sus ojos me miraron y su sonrisa fue impertinente, me hizo reír—. Románticamente hablando, es imposible que estén en igualdad de condiciones. TaeHyung es mío y yo soy suyo, pero no sobras en mi vida. Me preocupo por ti, no por mi donor ¿Si entiendes eso, verdad?

Su mano apretó la mía y asintió sonriente—. Lo sé. Pero tenemos que admitir que fui un paso por tu vida para llegar a un propósito —exclamaba—. Y tú conmigo también, me diste ganas de seguir viviendo cuando me sentía basura y me recordaste que valgo. Me recordaste que eligiendo el bando correcto puedo ser útil en este mundo, no hundirme con él. Pero nuestros caminos, por el momento, inevitablemente tienen que separarse.

Pasando saliva suspiré, sabía que tenía razón. La tenía.

— No estaría donde estoy si no fuera por ti. Me ayudaste a descubrir muchas cosas y a llegar lejos, y no hablo del dinero que pusiste en mi cuenta bancaria —dije. Ambos nos miramos y comenzamos a reír por eso, como si la tensión repentinamente sangrara fuera de nuestros cuerpos.

Cómo si fuera una noche en la que no corríamos en contra del reloj, decidimos medio segundo soltar la tensión. La risa fue fácil, fresca, pero mi mueca de dolor detuvo todo el momento relajado cuando mi mano se poso en mi costilla. Jimin sonreía, sus ojos aún húmedos, pero sus rasgos se enseriaban de inmediato.

— ¿Lograron herirte? —preguntó intentando levantar mi camiseta.

Recién me daba cuenta que ninguno de nosotros se había cambiado la ropa sudada y ensangrentada, excepto Jimin luego de su baño. Cuando mi abdomen estaba expuesto a su revisión, no había nada allí, pero dolía como la mierda y me estaba costando respirar de repente.

— No hay nada ahí... —susurró Jimin con rostro preocupado—. Mierda, estás comenzando a sangrar.

Cuando miraba de nuevo mi abdomen, efectivamente tenía razón. Y el maldito dolor hacía que me costará respirar. Mierda, esto comenzaba a hartarme.

Cuando Jimin volvía con su pequeña valija de primeros auxilios para estos momentos de urgencias, comenzaba a limpiar mi herida y poner una venda allí.

— Tienes que decirle —susurraba concentrado en mi herida mientras yo lo dejaba hacer.

— Aún no —respondí entre dientes por elmdolor que iba en aumento en mi cuerpo.

Maldita sea, era horrible.

— Tendrás que hacerlo eventualmente —exclamó Jimin vendando la zona de la herida—. Si te levantas con un ojo morado o más heridas de la maldita nada, TaeHyung se hará preguntas.

Aspirando con dolor por aire y apretando mis dientes cerré mis ojos y negué una vez más.

— Si le digo ahora, él no podra-... ¡Ah, mierda! —otro agonizante y repentino dolor en mi abdomen—. No puedo. Aún no.

— Carajo, Jin. Tu cuello —decía Jimin de repente, tomando más gasa para limpiar la sangre que brotaba ahora de una zona de mi cuello—. ¿Cómo vas a explicarle estas heridas?

— Acabamos de salir de una pelea, aparte yo sano rápido. No lo olvides —mencioné.

Suspirando cubría la herida del cuello. Mi cuerpo comenzaba a doler en otras zonas, como cuando te dan la paliza del milenio. Incluso peor que mi propia lucha horas atrás para salvar a Jimin. Maldita sea, él tenía razón, tenía que hablar con TaeHyung, pero no ahora.

— Tienes suerte de que no te regañe por tu bonito rostro —dijo Jimin con una sonrisa tensa.

— Creo que hay otro rostro que te parece igual o más bonito que el mío —dije recordando la mirada extra a Hyungsik. Sus ojos se fijaron en mí y sus cejas se alzaron denotando sorpresa, a la par alzaba las mías y él sonreía.

— Si hablas de Hyungsik, es un tipo atractivo y toda esa cosa de hombre lobo es interesante, pero no tienes comparación y lo sabes —exclamó.

Tomando su mentón,. levanté su rostro y lo miré fijo—. ¿Confías suficiente en él para ir con la manada de Min?

Su cuerpo se puso tenso y aspiró con fuerza—. Creo que es hora de cambiar a los vampiros por un perro. Dicen que son buena compañía.

En ese instante de tensión y silencio, el teléfono de Jimin sonó con una notificación que él miraba de inmediato porque era un correo electrónico de su black mail. Sus ojos leían información importante mientras su ceño se fruncía y su carnosa boca se volvía un bonito puchero. Extrañaría al pequeño gatito, pero me refería a su persona y compañía, no a la parte turbia de nuestra amistad.

— Llegó a Rusia —exclamó Jimin sacándome de mis pensamientos mientras lo miraba y evitaba quejarme del dolor en mi cuerpo—. Lo vieron en la república de  Kabardia-Balkaria.

Tomando su teléfono, quise verificar por mi mismo la información.

—De acuerdo, verificaré si Lucas sabe al respecto. Dudo que los del V'okkultizme no estén al tanto y... —removiendome adolorido aspiré, apretando mis dientes y poniéndome de pie—. Claramente no está pasando su mejor momento. Si está en Rusia, hay que actuar, él va a querer posicionarse a si mismo con los vampiros más antiguos. Por eso quiere encontrarme e intentó hacerlo a través de tu ex dom.

Jimin se ponía de pie para terminar de guardar las cosas de emergencia y se acercaba a mí para revisarme una vez más—. ¿Creés que ellos confíen en él? —preguntó viéndome fijamente por debajo de sus pestañas.

— No, no van a confiar en él. Quieren cazarlo, pero para eso, tienen que abrirles las puertas —dije suspirando—. Él va ocasionar caos y tengo que detenerlo cuánto antes.

Jimin asintió—. La legión lo confirmó ¿Cierto? —preguntó en un susurro, yo asentí con lentitud—. ¿Aún sientes esa sensación nauseabunda? —preguntó lentamente.

Por supuesto. La maldita necesidad estaba constantemente en el centro de mi pecho y recorriendo mis venas, pero...

— Es más débil con TaeHyung cerca —respondí viendolo fijamente, una débil sonrisa se dibujó en su rostro, pero no preguntó más. Él sabía que TaeHyung era importante para mí en uchis sentidos.

— Tu labio dice mucho. Lo de ustedes es realmente fuerte —setenció y no lo negué.

Tomándonos unos momentos, minutos más tarde bajaba, Jimin también necesitaba descansar y yo quería conocer en persona al tal Min, por lo que no se iría esta noche con Hyungsik.

— ¿No vendrá? —preguntó mi ex compañero de trabajo cuando estaba abajo.

De inmediato los ojos de TaeHyung se pasaron en mí. Su ceño fruncido y sus pasos acelerados.

— ¿Qué te pasó? —cuestionó al ver mi cuello, la zona donde Jimin cubrió con gasa y su mano posándose en mi abdomen.

Maldita sea, la sangre manchó la tela de mi ropa. Y su rápida mano levantando mi mentón para ver mi rostro, dejaba en claro que tampoco estaba decente, al parecer.

— Unas heridas de la pelea de hoy —respondí.

TaeHyung frunció su ceño otra vez, preocupado e incrédulo—. No estabas herido. No recuerdo haberte visto llegar herido.

— No lo noté hasta que estuve con Jimin y comenzó a doler —dije mirandolo, sus ojos miel llenos de preocupación y escudriñandome con suma atención.

— No estabas herido, te ví —repetía con seguridad.

En ese instante Lucas aparecía entre medio de ambos—. Quizás se trate de que necesite, ya sabes... —susurraba—. Todo esto empezó porque no te alimentaste bien, es muy probable que a causa de eso, tus heridas se presenten de forma tardía —dijo mirándonos a ambos.

TaeHyung se ponía de un rojo furioso, si fuera caricatura sería divertido, pero era caliente como el infierno cuando recordaba porque se puso así. Dios, lo había olvidado y recordar ahora el sabor de su sangre y lo dispuesto que estaba a darmela, sólo desestabilizaba mi mundo por completo haciéndome olvidar del dolor sordo en mi cuerpo .

Aclarando su garganta se alejaba un poco—. Tengo reservas —susurró apenas mirándome. Por supuesto no esperaba tener suerte más de una vez en una noche, él aún peleaba consigo mismo con respecto a mis necesidades.

— De acuerdo, tomaré una ducha y luego beberé algo ¿Lisa fue con Jungkook? —pregunté al no verla en la sala, todos asintieron y mi mirada se centro en Hyungsik—. Jimin irá, mañana. Quiero que descanse esta noche. Si puedes hacer una cita con Min, estaría agradecido —ordené.

Mi ex compañero de trabajo asintió—. Seguro. De todos modos, él realmente quiere conocerte —dijo con un tono que no pasó desapercibido—. Mañana entonces te enviaré toda la información para que puedas llevar a Jimin con nosotros y conocer a Min. Los dejaré por ahora.

Minutos más tarde, estaba listo para una ducha mientras Lucas se despedía para ir a descansar por su lado y TaeHyung quedaba finalmente a solas conmigo. Sus ojos estaban viéndome con atención, cada rincón, como si estuviera buscando más heridas.

— Estoy bien —mentí. La verdad era que mi cuerpo dolía como la mierda, pero sanaría, eventualmente.

— Vamos —dijo extendiendo su mano.

— Necesito una ducha —dije con voz rasposa, las imágenes que pasaban por mi cabeza con respecto a él, eran todas subidas de tono en este momento.

Ni siquiera el dolor detenía el anhelo y el deseo desgarrador que tenía por volver a fundirme en él. Con él.

TaeHyung sonrió ladino y agitó su mano una vez más—. También yo necesito una —dijo con su voz grave y ronca—. Ahorremos agua. Aparte... —relamiendo sus labios me miró una vez más—, tengo que alimentarte.

Y la desesperación dentro de mí se desestabilizó por completo. El hambre y la sed que tenía por él era tan aterradora como literal y figurativa.

— No puedes hablar en serio —susurré débilmente.

— Cierra la boca y ven y conmigo —ordenó, sus pupilas dilatadas al punto de volver sus ojos amielados totalmente negros—. Ven conmigo —susurró, repitiendolo sin aliento.

Iba a volverme loco.

Perdón, me tardé feo. Mejor capitulo corto que nada ¿No? Y capitulo con muchas cositas que serán reveladas. Presenten atención, chan chan.

Me di cuenta que no respondí sus mensajes en el capítulo anterior, así que lo haré, perdón 🥹

Con amor niñita Nanykoo 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro