Capítulo 2: No era lo que esperaba.

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Adara estaba un tanto cansada de entrenar. Había estado entrenando desde el medio día y ya estaba para oscurecer, así que no le sorprendió cuando Luke Castellan entró en su campo de visión con un sim pack de Coca-Cola.

Luke era su mejor amigo, o uno de sus mejores amigos en todo el campamento. Llevaban no más de dos años de amistad.

Adara se limpió la frente y se dejó caer en las gradas del campo de tiro. El sol estaba por ocultarse y solo quedaban unos cuantos hijos de Apolo que se ocupaban de recoger las flechas pérdidas y un pequeño grupo de hijos de Ares que no dejaban de cuchichear entre ellos mientras le mandaban miradas de reojo a la morena.

«Incómodo», pensó.

Pero Adara ya estaba acostumbrada a ese tipo de miradas. Así que era inmune.

—¿Ya dejarás ese arco? —preguntó Luke, les lanzó una mirada larga a los hijos de Ares y se dejó caer a mi lado.

Pasó un brazo por mis hombros y los hijos de Ares empezaron a irse, no eran tan estúpidos como para enfrentarse al capitán de la cabaña 11.

Sonrió con cansancio. Le gustaba que Luke se pusiera celoso, cuando pasaba, solía ponerse muy cariñoso.

—Es suficiente por hoy.

—Eres la mejor con el arco, no entiendo porque sigues practicando, deberías ocuparte de la espada, eres un asco con ella.

—No dejarás el tema hasta que diga que sí, ¿verdad? —pregunté mientras transformaba mi arco en mis aretes de plata.

Luke no se sorprendió por mi acción, pero empezó a juguetear con mis dedos que estaban llenos de anillos. Me gustaba cargar con accesorios aunque estuviera en el campamento, y siempre me las arreglaba para nunca perderlos.

Miré el rostro de Luke, estaba iluminado por los últimos rayos de luz, la cicatriz que cruzaba su rostro solo me hacía querer acercarme más para cortornearla con mis dedos. Como siempre, no me contuve. Deslicé las llemas de mis dedos por ella.

Luke se estremeció.

Enredé mis piernas entre las suyas y decidí que podía esperar un poco más antes de tomar un baño.

—Me gusta tu cicatriz.

—A mí no —murmuró con amargura, perdiendo todo el buen humor que había adquirido en las últimas horas.

Adara sonrió.

—A mi sí. Te hace ver rudo —murmuré en su oído—. Me gustan los tipos duros.

Sí, bueno, aquella respuesta pareció gustarle. Tomó el sim pack que había dejado en el olvido con una pequeña sonrisa y me ofreció una. La acepté con una sonrisa y me desenredé de sus brazos. Luke me dejó ir con un murmullo inentendible.

—Debo irme, nos...

Estaba por marcharme, pero la mano del hijo de Hermes me detuvo en el último segundo. Cuando voltee a verlo, éste tenía la mirada brillosa. Sus ojos parecían un mar de constelaciones y un aroma que conocía muy bien llenó mis fosas nasales. Era dulce, como una caricia en mi rostro. Su aura tomó un matiz rosado y me soltó del brazo cuando vió que no iba a marcharme.

Me estremecí al reconocer aquel aroma, una sensación ardiente lleno mi pecho y la emoción junto con el asombro casi me tira como si me hubieran dado una pedrada.

—¿Por qué no te quedas?

Estuve tentada a tomarle la palabra, pero recordé que debía de ayudarle a Travis con un asunto que el había catalogado como "urgente" e hice una mueca.

—No puedo, debo ayudar a Travis y antes quiero darme una ducha.

No era ningun secreto que Luke me gustaba, más de lo que debería, pero no siempre coincidíamos y me era imposible el estar cerca de él. Además, también estaba el hecho de que Annabeth, una campista un año menor que ella también parecía gustar del mismo chico y siempre estaba a su alrededor como una acosadora.

Adara había notado que cuando la hija de Atenea la miraba, casi hechaba chispas y le quería pulverizar como a una benévola.

No le tenía miedo. Adara estaba segura de sus capacidades y si algún día ella intentaba hacerle algún daño, estaba segura que podría darle unos cuantos golpes antes de que intentara inmovilizarla con alguna estrategia de hija de Atenea.

La hija de Eros tenía sus trucos bajo la manga.

La mirada de Luke se oscureció un poco, pero se las arregló para regalarle una sonrisa despreocupada que no se tragó ni un poco, había cierta decepción en su mirada.

—Lo entiendo —masculló. Se puso de pié y limpió su pantalón de una tierra invisible—. Deberías irte, debe estar esperándote.

Usó un tono venenoso y Adara se dió cuenta que estaba celoso. Otra vez.

Luke se dio la vuelta y empezó a caminar con paso rápido. Ni siquiera se molestó en tomar el sim pack, no le había gustado mi respuesta.

Una punzada en su pecho la hizo salir de su sorpresa. Sinceramente, no se esperaba aquella reacción, desde un inicio había decidido ayudar a Travis porque así le sería más fácil estar cerca de él, pero parecía ser que la idea no le gustaba. Había sido una estrategia para poder verlo, pero había fallado.

«Oh no»

—Luke —lo llamó, pero él siguió con su camino—. Luke, ¡espera!

Cuando él volteó, Adara supo que debía de hacer algo para que no se marchara molesto; su ceño estaba fruncido y sus ojos azules estaban centelleando con fuego.

¿Tanto le había molestado?

No lo sabía. Pero sabía que cosa debía de hacer para que dejara todo el odio que llevaba en su alma. Dió unos cuantos pasos hacia él y se puso de puntitas.

Besó su mejilla.

Fue extraño. Nunca le había besado en la mejilla, ni de ninguna otra manera. Había estado esperando la oportunidad para hacerlo, pero ahora que había tomado el valor... no se sentía como creía que sería.

Luke contuvo la respiración, como si no creyera lo que estaba haciendo. No me di cuenta que había apoyado mis manos contra su pecho hasta que sus manos se aferraron a mis muñecas y no pude evitar sobresaltarme por su tacto frío y áspero.

Cuando alejó sus labios de su mejilla, estaba segura que sonreiría y se marcharía, o tal vez solo le despeinaría el cabello y le diría que todo estaba bien entre los dos. Lo que nunca se esperó fue que sus musculosos brazos se aferraran a su cintura y la acercaran a él.

Su mente se puso en blanco.

¿Qué estaba haciendo?

No tuvo que pensar mucho, sus manos calleron en sus mejillas y su rostro se acercó al mío.

«Oh dioses, está pasando», pensó con asombro.

Su respiración era pesada al igual que la mía, pero cuando estaba a unos cuantos milímetros de distancia, no pude pasar por alto aquella sensación de estar haciendo algo mal, como si el universo conspirara contra el momento que había estado esperando por meses.

Y pasó.

Sus labios se encontraron con los míos y sus dedos se fundieron en mi cabello cual carbón. Su piel se pegó contra la mía, pero ni siquiera eso la hizo olvidar aquella sensación de inquietud.

Sus labios se deslizaron por los míos, era una sensación pesada, como si estuviera concentrando toda su frustración en ello. Él quería olvidar y ella solo quería que aquella sensación de vacío se fuera para poder disfrutar aquéllos segundos de contacto, pero no fue así. Los dioses conspiraron en su contra.

La sensación pareció aumentar.

Cuando nos separamos, nuestras respiraciones eran pesadas y pude darme cuenta de cuán alto era. Parecía haberse sernido sobre Adara, no era nada sorprendente sabiendo que era menor que él por bastantes años.

Así que...

«He besado un consejero que es mucho mayor», pensó.

Cool.

Una hermosa sonrisa se deslizó por los labios de Luke y la cicatriz se contrajo en su rostro. Ella se quedó mirando a ese punto, esa marca que lo había estado atormentando por años solo lo hacía ver más atractivo.

Entonces supo que seducir a un hijo de Hermes no era tan difícil.

Y también supo que Luke Castellan no estaba destinado a estar a su lado.

—Ahora sí debo irme.

Me alejé de su agarre de hierro y salí huyendo del chico que me había gustado desde hace algún tiempo. Solo porque sabía que no estábamos destinados a estar juntos.

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Un tanto fuerte para el segundo capítulo, ¿no lo creen? Pero quiero aclarar que este fic será diferente a los otros que tengo. Adara y todos los protagonistas que he creado en cada libro, no son perfectos, así que tendrán muchos errores porque son humanos.

Este libro se trata de la historia de una hija de Eros, así que si no soportas escenas fuertes o subidas de tono, te sugiero que salgas de este libro o te saltes los capítulos que tendrán lemmon o algo por el estilo (no digo que habrá en este libro porque solo tiene trece años, pero en el futuro no se sabe), dejaré una advertencia en cada capítulo para que sepan si hay contenido adulto o esas cosas que sé que a muchas les gusta (soy una fiel creyente del +18, así como podrán ver en mis muchas listas de lectura 7u7).

Voten y comenten, y espero que esta historia resiva tanto amor como todas las que he hecho hasta ahora. Les mando un fuerte abrazo y espero que comenten sus opiniones y sigan votando en cada capítulo :)

¡No olviden que los amo!

Atte.

Nix Snow.

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