Un para siempre

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿Por qué decidimos hallar una salida?

¿Por qué cuando estar perdido en este laberinto nos daba más tranquilidad?

¿Por qué cuando sentía que lo hacíamos bien?

¿Dónde estás? ¿Regresarás por mí? No respondas si no es así.

No quiero escuchar falsas promesas, no quiero amarte de nuevo, Park Jimin.

Vive feliz, déjame aquí. Estaré bien, pues vivo por ti y para ti.

Enamórate otra vez, sonríe otra vez.

No mires atrás, no lo hagas, por favor.

Entre los entristecidos susurros del viento, en esta taciturna noche; oigo tu voz, tan cantarina y jovial como siempre. Y esta noche, tal como todas las noches, te veo en mis sueños una vez más.

Eres muy lindo incluso aquí dentro.

Las estrellas que brillan con autenticidad, predicen mi llanto que está por venir. Sí, es difícil contener mis lágrimas cuando pienso en ti.

Silenciosamente el crepúsculo escucha mis quejas y reclamos; pues sabe que darme una respuesta, es más complicado que observarme.

Llora mi corazón, lloro yo; tu ausencia mata pero a mí me deja en agonía. Ya no puedo abrazarte ni sentirte, y es frustrante, Jimin.

Y otra vez, con desconsuelo ferviente, me quedé dormido; esperando que la diosa Luna te haya contado cada uno de mis tristes pensamientos, que bien son lamentables, pero más lamentable es verte cariacontecido.

Abrazado a una almohada —esperando que tu aroma siga impregnado en esta—, desperté con los rayos de luz entrando por mi ventana, que por cierto, también me recuerda a ti.

Minnie, es desgarrador la sola idea de perderte, pero esta bien, yo estaré bien.

Apenas el sol se posicionó en el centro del celaje que gobernaba el cielo, no dudó en regocijarse en sus esplendorosos rayos de luz, que a cualquiera le brindaría paz.

Con cansancio me trasladé a la cocina, que me recordaba a aquellos juguetones besos que solíamos compartir, mientras que esperábamos que la cena esté lista —aunque claramente deseábamos que eso no sucediera—. Ha pasado un tiempo desde la última vez que toqué tus labios, tan apetecibles como el fruto prohibido del edén. Tan dulces y empalagosos que con solo un pequeño roce, sería capaz de rogar por más.

Serví un vaso con agua, no tenía fuerza, ni ánimo para preparar un desayuno. Y ha sido así desde tu partida. Mis ojeras se volvieron más marcadas, y mi cuerpo menos pulcro, parezco un triste individuo que perdió el alma y este último lo dejó en el olvido.

En pocos segundos, el timbre comenzó a sonar, y de forma agotada; me acerqué a la puerta, el cerrojo de esta misma chirriaba estruendosamente, pero ya nada me importaba. A decir verdad, esta casa perdió vida desde que decidiste marcharte. Ya no es cálida como solía ser, tampoco es acogedora y mucho menos llamativa.

Sin duda eras aquel efímero fulgor que merodeaba en mis adentros.

Pero ya no estás...

Abrí la puerta, el viento se adentró a mis huesos, sentía la piel frígida y por poco me abrazaba buscando calor reconfortante. Sin embargo, ahí estabas tú, tan perfecto como siempre.

Esos cabellos rubios, que traviesamente se posaban en tu rostro; tu nívea tez, que podría ser comparado con el suave algodón; tus profundos ojos azules tan recónditos como el mismo cielo; tus voluptuosos labios, que como ya mencioné antes, eran el pecado más deleitoso que cualquier ser humano desearía cometer.

Minnie, luego de tanto tiempo, ya no hallo palabras para describirte, pues eres el significado de lo más maravilloso y puro que está vida tiene para ofrecer.

Me sonreíste como siempre lo has hecho. Tus bellos ojos hicieron perfectas medias lunas, y tus carnosos belfos me mostraron las lindas perlas blanquecinas que estaban en el interior de tu boca.

¿Cómo puedes verte tan bien mientras yo me ahogo en pena y amargura?

Inconscientemente te invité a pasar al lugar que antes pudo llamarse nuestro hogar.

Le diste una corta mirada al establecimiento y te sentaste en el sofá amarillo que se colaba en nuestra sala.

¡Que recuerdos! En ese mismo sofá fingimos no conocernos para amarnos nuevamente. Ahora solo es un desgastado y cómodo asiento.

Pusiste un sobre blanco encima de la mesa color mostaza que decoraba el salón. Al principio no entendía, pero luego de meditarlo, finalmente comprendí.

—¿Cómo has estado, Yoongi? —con tu cantarina voz preguntaste. No obstante, no podía responderte, escuchar mi nombre salir de tus labios aún me afectaba. ¿Por qué?

—Bie-en —balbuceaba embarazosamente. ¿Vas a creer esa mentira? Con solo verme deberías saber que no estoy nada bien. Me estoy lastimando, pero no te das cuenta.

—Me alegro por ti, solo vine a dejar estos documentos. Ya sabes —. Señalaste tímidamente el sobre blanco. —Los necesito antes del siguiente fin de semana.

—Ah, claro, sí. No te preocupes.

—Entonces, me voy. —Rápidamente froté mis palmas sudorosas contra mis pantalones y me paré para estrecharte la mano. Al mínimo tacto que tuve contigo sentí la piel erizarse, calentando así mi corazón quien siempre buscaba refugio.

Tenías una mirada lastimera, sin embargo, no dijiste nada. Te marchaste tan rápido como llegaste.

En ese corto tiempo, me di cuenta de que no podré olvidarte. A pesar del tiempo que pasamos sin entendernos no podré sacarte de mi mente. Estas incrustado tal como una daga creando un agujero en mi pecho.

Sin embargo, era obvio que no podría pretender no conocerte. Pues tú fuiste la única persona que me hizo sentir completo.

Desapareciste de mi vista, y rápidamente abrí la cubierta de aquel documento que se encontraba enfrente mío.

Convenio de divorcio, letras en negrita que aún hacían crujir mi corazón. Hace unos meses decidiste darle fin a nuestro matrimonio de siete largos años. Hace unos meses decidiste darle fin a tu falso juramento de amarnos hasta que la muerte nos de fin.

¡¿Dónde están esos votos de fidelidad, de amarnos en la prosperidad y adversidad; en la salud y en la enfermedad?! Todo es falso, Jimin.

Y tal vez para ti, siempre lo fue.

Aquellas inexistentes promesas se quedaron en palabras, y lamentablemente en mi desdichado corazón no queda nada. Ahora que no estas, me convertí en un loco más que no ha entendido el porqué de tu partida.

Minnie, ¿Cómo le explico a la conciencia, al corazón y al alma que tú no regresaras? ¿Cómo le explico a mis ojos que no te verán más nunca? ¿Cómo le explico a mis labios que no te besaran más? Y no es que se pueda morir de amor; empero, vivir sin afecto, es vivir con melancolía.

¡Ay! Triste es la razón por la que no te olvido, pero más triste es la sinrazón de amarte en agonía.

¿Fue esto mi culpa? Tal vez nunca te besé como si no existiera un mañana cuando me amabas, cuando nos amábamos. Anhelo volver, retroceder. Anhelo darte lo que quizá no pude darte ayer. Anhelo que estés aquí de nuevo.

El "vamos a estar juntos para siempre" que alguna vez pronunciaste, fueron palabras falsas para ilusionarme y caer en añoranza; languidez.

No obstante, supongo que te enamoraste de él, tal como alguna vez lo hiciste de mí.

Oh, corazón mío, que tristemente divagas aquí dentro. No te tortures buscando falsas esperanzas de gritos de amor mutuo. No te martirices buscando escuchar su voz, que como el canto de un ángel es.

Oh, corazón mío, deja de atormentarte deseando quedarte en el recuerdo de alguien que ya se ha ido.

No te quedes enjaulado, llorando por un amor no correspondido a pesar de siete largos años. Mas sé que darías cada parte de ti tratando de recuperar cariño olvidado, si así lo quisieras.

¡No te lastimes! Que el llanto daña pero no mata aún si lo anhelaras. ¡No sufras! Que en mi pecho estarás seguro sin dolencia y perjuicio.

Oh, corazón mío, no mereces este castigo.

Jimin, ingenuamente me atrevo a preguntar: ¿Quién es él? No lo conozco, pero ansío saber si es mejor que yo. ¿Cómo es él? Pues finalmente hizo que te olvidaras de mí. Y finamente, ¿cómo fue? En qué lugar te enamoraste de él, en qué lugar se enamoró de ti. Arrebatándome un trozo de vida, me ha dejado con sufrimiento y tortura.

Quiero afirmar que me ha robado todo, tú eres mi todo.

¿Es muy tarde para pedirte que te quedes? Soy lo suficientemente egoísta para suplicarte que estés a mi lado por más tiempo.

Mas, decidiste ir con él; y no soy quién para prohibirte avanzar. Sé que estará esperando a por ti para amarte, aunque a mí me toque ser quien pierda, tu felicidad es mi única razón de existir.

Te extraño, pero el amor no debe doler, y Jimin, no deberías dolerme.


¡Volví! :D

(Si lo guiones son cortos, puse los largos. Pero el gaypad siempre me los cambia) UnU 

Debo decir que también hace referencia a una canción, ya que la misma fue una gran inspiración para esta historia UwU

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro