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La preciosa carita de Taehyung estaba completamente roja de la vergüenza, tanto Jungkook como él caminaban de regreso a la cabaña tras el "incidente" de la cocina y la visita con la curandera de la manada. Pocas eran las veces que Taehyung había sentido tanta vergüenza, una de ellas era el primer momento en que sus ojos conectaron con los del alfa a su lado, pero la vergüenza de ese momento no se comparaba a la vergüenza que sufrió tras llegar entre los brazos de Jungkook a la cabaña de la curandera y explicarle tanto a la señora como al mayor que no le había pasado nada y que no se había cortado ni quemado.

Después del vergonzoso momento Jungkook se había disculpado con la mayor y se retiró de la cabaña, Taehyung casi tuvo que correr para alcanzar al mayor quien se mantenía en silencio pero con una aura de enojo.

—Lo siento. — Murmuró Taehyung en un hilo de voz, ni siquiera estaba seguro de que el mayor lo hubiera escuchado, pero es que por la pena su voz a penas y salía.

Jungkook detuvo su caminar y se giró hacía Taehyung quien también detuvo sus paso y bajó la cabeza evitando la mirada contraria, quizás si las miradas matarán él no estaría muerto, pero si agonizando.

—Si no estabas lastimado... ¿Por qué llorabas tanto? — Esa pregunta había estado rondando mucho en su cabeza, el llanto de Taehyung había sido tanto que parecía algo realmente serio que preocupó demasiado a él y a su lobo, pero al parecer el origen del llanto no era una herida o algo por el estilo, cosa que tranquilizaba a su lobo y a la vez lo mantenía preocupado

Taehyung podía inventar una mentira y no tener que decir la verdad para finalizar aún más avergonzado de lo que ya estaba, pero su fuerte jamás habían sido las mentiras, ni siquiera recordaba la última vez que mintió y aun que la recordara no se sentiría orgulloso de ello, principalmente porque no le gustaba mentir y no era bueno en ello. Resignado suspiró y trató de pensar en las palabras correctas para expresar lo que sucedió y le llevó a llorar de aquella forma.

—Bu-bueno, es que Jimin hyung dijo algunas cosas de co-como enamorar a un alfa. — Sus mejillas se colorearon al pensar en ello, no creía querer que Jungkook se enamorara de él, pero aún así lo intentó y fracaso terriblemente en el intento.— Y una de esas formas era cocinarle, entonces hyung me comentó que a usted le gustan mucho las brochetas de cordero. — Jungkook frunció su ceño al escucharlo, no terminaba de entender como eso se relacionaba con su llanto, pero lo que más le llamaba la atención era la posibilidad de que Jimin hubiera hablado de más contando alguna indiscreción. — Así que yo intenté cocinarle unas brochetas de cerdo, pe-pero la carne se me quemó y al intentar apagar el fuego le eché la salsa, entonces arruiné todo. — Sus ojos se cristalizaron al recordarlo, más inútil no podía ser, quizás por eso sus padres accedieron al acuerdo, porque sabían que Taehyung no tenía lo necesario para enamorar a un alfa por sus propios méritos; habían sido justamente esos pensamientos los que empezaron a desencadenarle el anterior llanto.

Jungkook observó las primeras lágrimas descender por sus mejillas y una vez más su lobo se puso alerta dándose cuenta de lo sensible que era su omega, deseaba envolverlo en sus brazos y acariciar su cabello para calmarlo, pero se reprimió a hacerlo, no haría todo lo que su lobo deseara.

—Entiendo te sentiste mal porque no pudiste hacer las brochetas, pero no te debes preocupar por eso, realmente no me gustan tanto como te habrá dicho Jimin. — Mentira, le encantaban demasiado, pero no se lo diría al omega para arriesgarse a hacerlo sentir peor.

Taehyung levantó su carita y negó mientras trataba de limpiar sus lágrimas.

—No lloré por eso. — Murmuró tímidamente. — Lo que me hizo llorar es el pensar en el mal omega que soy, po-porque ni siquiera pude hacer unas brochetas de cordero, qui-quizás y eso significa que de no ser porque estamos obligados a enlazarnos, hubiera sido el omega rechazado de mi manada, porque soy un mal omega. — Rompió en llanto una vez más, el solo pensar en ello y recordar sus experiencias hacía que su lobito pusiera la cola entre las patas y él mismo se creía aquello que pensaba.

Completamente alarmado y con el corazón comprimido por sus palabras, Jungkook no supo qué más hacer y solo atinó a envolver entre sus brazos a Taehyung y tratar de consolarlo con su aroma y sus manos acariciando su espalda.

[…]

No me gustó el capítulo TT

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