Una vez que sus padres y su amigo se fueron con los suministros, Taehyung entró a su cabaña y se sentó frente a la chimenea, sus ojos avellana observaban el fuego arder en aquel reducido espacio, el fuego calentaba su cuerpo casi haciendo que olvidara la sensación de vacío que había en su pecho. Los desafortunados eventos de su manada solo demostraban lo indispensable que era la unión entre Jungkook y él, así que el miedo estaba empezando a apoderarse de su cuerpo, no tenía ni la más remota idea de cómo acercarse al alfa, sabía que si él no lo hacía entonces Jungkook jamás se dignaría a hacerlo y lo que era peor aún era que posiblemente Jeon se negara a pasar el celo juntos.

Un chirrido se escuchó por la habitación y Taehyung supo de quien se trataba por lo que se sorprendió, no creía que Jungkook regresara tan pronto. Rápidamente se puso de pie y caminó hacía él para ayudarlo a quitarse la bufanda, la chamarra y las botas, debía de por lo menos ser un buen omega.

—No lo hagas. — El tono de voz de Jungkook salió levemente más ronco y dominante cuando las manos de Taehyung le ayudaron a deshacerse de la chamarra.

—Si te molesta no lo haré, lo siento. — Taehyung se sintió levemente rechazado ante el tono de voz, parecía como si el alfa estuviera enojado.

—Perdón. — Jungkook suspiró, su lobo estaba algo enojado y el sentir el aroma de otro alfa envolviendo a Taehyung no había ayudado. — No es que me moleste, solo, es algo estúpido pero mi lobo está enojado por el aroma que envuelve el tuyo así que no medí el alcance de mis palabras. — Taehyung lo observó sin entender pero después simplemente asintió y apretó la chamarra entre sus manos.

—En ese caso me bañaré para que tu lobo no este molesto por el aroma. — Taehyung se dispuso a ir en dirección al baño para con algo de suerte bañarse con agua caliente, sin embargo lo dudaba mucho ya que desde hacía varios días que hacía mucho frío y estaba nublado.

Jungkook sujetó la muñeca de Taehyung y lo detuvo, ambos se observaron durante un rato, el omega sorprendido por el tacto de Jungkook sobre su piel y el alfa sin saber exactamente qué decir o hacer. Por lo que parecieron horas Jungkook logró por primera vez conectar sus ojos con los de Taehyung y no pudo evitar pensar en lo hermosos que eran y lo mucho que le transmitían, literalmente esos ojos cafés amielados eran como ventanas al alma del omega.

—No es necesario, hace mucho frío como para bañarte justo ahora. — Murmuró cuando logró salir un poco de su trance. — Controlaré a mi lobo para no volver a decir cosas que no quiero decir. — Taehyung volvió a bajar la mirada y asintió, sus ojos posados sobre el agarre de Jungkook sobre su muñeca, el calor de ambas pieles lo abochornaba levemente ante el recuerdo de Jungkook sosteniendo su rostro entre sus manos, sus mejillas se colorearon y llevó sus ojos a recorrer la habitación tratando de no pensar demaciado, Jungkook soltó su agarre al notar por fin la incomodidad de Taehyung, carraspeó un poco su garganta. — Lo siento, también debo de controlar mis acciones.

Jungkook se sentía estúpido, su lobo actuaba sin sentido y se la pasaba peleando por el control, quería transformarse para pedirle caricias a Taehyung, un comportamiento sin sentido tomando en cuenta de que a penas y conocía al omega. Pero para Jungkook no tenía mucho sentido casi todo lo que había sucedido desde que llegó Taehyung a su vida.