La tormenta continúo así por un largo período.

Ya habían pasado 45 días exactos de torrenciales lluvias, de rocas, de granizo y corrientes de frío polar.

Durante la niebla matinal era imposible ver a más de 2 metros de distancia.

Las casas de la ciudad a los pies de la montaña del reino ya no podían sostenerse en pie.

Una a una las casas o pequeñas chozas iban cayendo por el fuerte oleaje del viento polar.

Los aldeanos huían hacia el valle, para refugiarse en las cuevas que rodeaban el reino, pero también corrían peligro si eran encontrados por los guerreros de los otros reinos que acechaban al Reino de Azarius, en el Valle de los Lamentos.

Los reinos vecinos, estaban siempre merodeando los lugares cercanos al reino del Rey Azarius, buscando la oportunidad para atacar.

El rey Azarius, ya cansado de tanta devastación, convocó a una junta para develar de una vez el problema, pero nadie encontraba solución alguna.

¡Son todos unos malditos ineptos, inservibles.!

gritaba Azarius...

¡Como nadie de este reino puede saber lo que está ocurriendo ahí fuera..!!

¡Mi reino se está destruyendo, se está cayendo a pedazos..!!

¿Cuánto tiempo más creen que va a resistir..?

¡Ustedes pagarán con sus miserables vidas.!!

Siempre hay una solución para deshacer una maldición, un maldito hechizo.

¿Porque creen que tengo una hechicera en el reino..?

¿Donde está la hechicera real.?

Quiero que alguien me traiga a la hechicera del reino, ahora..!!

Ella y toda su familia lamentará no proteger a su Rey.

Juro que pagará con su vida y la de toda su maldita familia, está deslealtad.

Piensan que están aquí para que se rían en mi cara, diciendo que no hay solución para un simple hechizo..?

Largaos de la sala.!!

Fuera de mi vista.!!

¡Desaparezcan de una vez por todas..!!

¡Son todos unos malditos ineptos..!!

Salgan allá fuera de ese maldito pueblo y traigan a algún hechicero o alguna bruja.

¡Lo que sea que pueda sacar esta maldición de mi reino..!!

¡Se les recompensará muy bien..!!

Tengo 100 monedas de oro para quien logré sacar esta maldición de mi reino.

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