"Las leyendas son reales. El inicio"

Jungkook tomó su mochila y corrió fuera de casa, se había despertado demasiado tarde, el bus ya había pasado, le tocaba caminar hasta la escuela y si no lo hacía ahora llegaría tarde. No tuvo más opción que asegurar su mochila y correr calles arriba.

Cuando llegó los corredores estaban vacíos. Maldijo. Corrió a su casillero y tomó sus pertenencias, su primera clase era física.

La profesora lo asesinó con la mirada cuando lo miró parado en la puerta del aula llegando otra vez tarde. Jungkook se sintió encoger ante la mirada de la profesora. Esta lo dejó pasar a regañadientes mientras seguía con su clase, advirtiéndole al joven que si volvía a llegar tarde se llevaría una reprenda del director del plantel.

El chico se dejó caer en su asiento, a su lado se encontraba su amigo Taehyung, este lo saludó con una sonrisa, este siempre estaba alegre ¿Él era un ángel? Jungkook se rio ante su propio pensamiento y es que siempre que Taehyung le sonreía pensaba lo mismo. Pero no, Taehyung era un simple mortal igual que él.

Las clases transcurrieron normales, todo era tan aburrido para Jungkook, sus días siempre eran así desde que sus padres murieron. Los días de Jungkook se volvieron grises y monótonos, siempre era la misma rutina, despertar, correr a la escuela, recibir regaños de sus profesores y luego llegar a casa de sus abuelos para unas horas después repetir lo mismo.

El niño alegre había desaparecido, toda su felicidad se fue con ellos. Sus abuelos lo criaron cuando solo tenía diez años, Jungkook no entendía porque sus padres habían decidido irse.

—¿Entendiste lo que dijo el profesor de literatura? Dijo que tenemos que hablar sobre leyendas e historias —Taehyung le habló al castañito. 

—Sí... Yo creo que no quiero participar —lo miró fugazmente.

—Ese es el problema, es parte de nuestra calificación final. Créeme Kookie, si fuera por mí falto ese día a clases —se rio un poco.

Jungkook lo miró y suspiró para luego reírse un poco. El rubio lo tomó de sus hombros y siguieron caminando hasta la salida. Las clases habían finalizado por ese día, era hora de correr a casa y encerrarse en su habitación, oh bueno, esa era solo la rutina de Jungkook.

Al llegar hasta la entrada ambos chicos tomaron rumbos diferentes. Jungkook iba caminando absorto en sus pensamientos cuando escuchó una voz tan linda y pura. Su rostro y cuerpo instintivamente se giraron hasta donde había llegado el sonido. Ahí lo miró.

Un lindo chico de cabellos dorados, ojos pequeños, pero con un brillo inigualable, complexión pequeña y facciones suaves. El chico parecía desorientado, pero mantenía un aura de felicidad. Jungkook instintivamente se acercó al chico. Este lo miró por un momento directamente a los ojos y le sonrió. Jungkook se había sentido tan cálido y feliz que aclaró su garganta al darse cuenta que le había regresado la sonrisa.

—Hola, me llamo Jimin —le habló con seguridad y una enorme sonrisa.

—Soy Jungkook —casi susurró.

—¿Sabes dónde estamos? —miró para diferentes direcciones.

—S-sí —apartó la mirada del chico.

—¿Me podrías decir dónde puedo tomar un taxi? —y ahí estaba esa sonrisa.

—Yo... Creo que te puedo guiar hasta donde normalmente hacen paradas.

El rubio sonrió agradecido y dio unos cuantos pequeños saltitos mientras aplaudía. Jungkook lo tomó como una acción un poco infantil pero no pudo evitar reírse, el chico se veía realmente tierno.

¡Hola!

Iniciamos oficialmente con esto❤

¿Qué les pareció el primer capítulo?

Espero que les guste mucho❤ 

¡Adiós!