"Cuentos y leyendas que se hacen realidad."

El joven chico corrió hasta su aula, le tocaba deporte así que corrió a cambiarse por el uniforme de la misma clase. Cuando llegó hasta la cancha pudo mirar a Taehyung calentando junto con otros chicos. Se apresuró y llegó a su lado. Taehyung le sonrió en forma de saludo para seguir en lo suyo. Jungkook se tuvo que resignar a seguir a los demás.

El profesor los había puesto a correr y para Jungkook que estaba acostumbrado a correr de su casa hasta la escuela se le hizo un poco normal, pero seguía odiando no ser bueno al despertar temprano por las mañanas.

—Yo sabía que tú no eres de este planeta ¿Te viste correr? No, claro que no... —su amigo comentó. Jungkook casi se ríe de este.

Taehyung se encontraba apoyado en la pared de los vestidores con ambas manos en la superficie dura intentando recuperar el aliento. Jungkook bufó y caminó un poco lejos de él hasta llegar a su casillero. Tomó sus cosas y se adentró a darse una ducha, al terminar salió limpio y sin rastros de sudor en su cuerpo.

Cuando ambos chicos estuvieron listos caminaron a su siguiente clase. Literatura, todavía no debían presentar su historia o leyenda final, pero tenían que dar el nombre de la que usarían, eso era un problema pues Jungkook simplemente no había pesando en ninguna.

El profesor mandó a todos los chicos que no le habían dado ningún nombre de alguna historia a la dirección, Jungkook tragó grueso cuando el profesor dijo su nombre y lo miró en espera. Maldijo ¿Qué se supone que diría?

—Yo escogí... —miró a su amigo en busca de ayuda.

Taehyung lo miró mientras negaba, pidiéndole disculpas por no poder ayudarlo. Jungkook negó rápidamente y volvió su mirada al profesor. En su mente llegaron las historias que su madre y abuela le contaban y no tuvo más remedio que decir esa.

—"Criatura angelical" —soltó rápidamente.

El profesor lo analizó, luego asintió mientras sonreía. Jungkook suspiró hundiéndose en su lugar.

—Esa es buena, mis padres me la han contado y mi esposa se la cuenta a nuestros hijos —asintió feliz—. No me defraudes Jungkook, espero ver el sentimiento en cada letra y palabra —el castaño asintió para el hombre.

Después de eso la clase siguió su rumbo normal. Jungkook perdido en sus pensamientos y como haría para escribir la leyenda sobre esos magníficos seres.

Al terminar las clases se encaminó a casa, en el camino se topó al mismo rubio. Este se miraba feliz mientras parecía esperar a alguien. Jungkook suspiró y siguió su camino mirando al suelo cuando antes de seguir caminando en su campo de visión aparecieron unos zapatos muy limpios y bien cuidados. Alzó la mirada y se encontró con la hermosa sonrisa del rubio.

—Hola, Jungkook —lo saludó alegre.

—Me tomaste mucha confianza —habló bajo.

—Es solo que así es mi forma de ser —volvió a sonreír.

Jungkook bufó cuando este le sonrió, no comprendía porque ese chico estaba tan sonriente, el mundo no era más que una mierda.

—¿Estás enfadado? —preguntó. Jungkook destenso su mandíbula mientras lo miraba serio.

—No lo estoy —habló cortante.

No entendía como es que se había molestado tan rápido y el chico frente a él no parecía afectado con su frialdad y molestia.

—Seamos amigos, algo me dice que necesitas cambiar de aires. Te prometo cambiar tu forma de mirar al mundo, si no estás satisfecho con los resultados, tranquilo, se aceptan devoluciones del producto —se rio un poco.

¿Producto? El chico estaba de joda ¿Verdad? Jungkook negó y siguió su camino seguido por el alegre chico que iba dando saltitos y cantando una canción infantil.

¡Hola!

Espero que les guste💜

La historia poco a poco comenzará a tomar forma❤

¿Qué les pareció el capítulo?

Nos leemos pronto💜

¡Adiós!