Capítulo 06

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Seúl, Corea del Sur. 2 semanas después.

Jisoo.

Como dicen por ahí, la tercera es la vencida. Ésta era la tercera prueba que me hacía, las dos anteriores habían salido positivas y quería estar totalmente segura. Llevaba esperando casi 10 minutos, no podía despegar la vista de aquel aparato.

Suspiré cerrando los ojos y sonreí. Ya habían dos positivas, cuando salió en primer resultado por poco y me desmayaba, temblé y grité muy fuerte, también estaba nerviosa, más que ahora. Abrí los ojos y ahí esta el resultando, era un sigo de más.

Positivo.

Comencé a hiperventilar, no sé si gritar, correr, sacarlo en el periódico o llamar a Yeji y decirle que tendríamos un bebé... Bueno, ella no, yo sí.

Mi celular vibró dentro de la bolsa de mis pantalones holgados de lana, una llamada entrante: Chaeryeong.

Dejé la prueba de embarazo en el lava manos junto a las otras dos y salí del baño para contestar.

—Ho-hola Chaeryeong.

Tartamudeaba, no podía hablar de la emoción y alegría, al fin, lo que siempre había querido de estaba cumpliendo. Ya era hora.

—¿Jisu, estás bien? Escucho tu voz un poco rara, ¿no quieres que vaya para allá? —cuestionó con un tono de preocupación notable en su voz.

—¡No, no, no! ¡Estoy muy bi-bien! —le grité por teléfono.

—Fíjate que no te creo, suéltalo.

—Okey, ¿estas sentanda?

—No, de hecho estoy en la fila para pagar mi almuerzo, ¿por?

Inhalé bastante aire y exhalé todo lo que tenía adentro para calmar mis nervios.

—¡Estoy embarazada! —grité de nuevo y no obtuve respuesta, sólo escuché un gran golpe y varios murmullos.

—Espe-pera, me caí —idiota, le dije que se sentara. Reí ante lo torpe que había sido—. ¿Qué, cómo, por qué, cuándo?

—Waoh, waoh, waoh, amiga. Una a la vez. Tú sabes como pasan estas cosas —estaba con las mejillas ardientes y completamente rojas, esta más que claro que ella sabía como se hacían éstas cosas.

—Un momento... Sí no me equivoco, espera —escuché que intercambió unas palabras con alguien, seguro estaba pagando su comida, con un leve "gracias" dirigido a la otra persona, continuó—: Volví. Como decía, si no me equivoco, hace una semana, en la fiesta de Yuna te acostaste con alguien, créeme, por más borracha que estaba me di cuenta, aun me acuerdo de verte a ti subiendo de la mano por la escaleras con alguien.

Me sentía avergonzada, había notado que subí con alguien (Yeji) a mi habitación, que pena.

La línea se quedo un momento en silencio, ni ella ni yo decíamos nada.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás idiota, Choi Jisoo?! —preguntó alterada— ¡¿Con Yeji?! ¡Ahora lo recuerdo, era la pendeja de Yeji! ¡No creas que no vi su alta estatura!

¿Qué se supone que tenga que decir ahora? Sí, lo había hecho con Yeji. Sí, me gustó, tanto que lo repetimos hace cuatro días para asegurar, y vaya que quedo asegurado. Por último, sí, quedé embarazada de ella, pero aún no sabía que contestarle a Chaeryeong.

El timbre sonó y me dirigí a abrir la puerta, debía ser ella, hace un rato me llamó para decir que vendría a mi casa, dijo que tenía una gran noticia.

—Tranquila, están tocando, debe ser Yeji, espera.

El timbre sonaba muy insistente. Abrí la puerta y entró corriendo directamente al baño, el mismo de donde yo acababa de salir. Pasó a mi lado gritando "vejiga llena", y cerró la puerta de ahí.

—Está en el baño. Chaer, creo que mejor nos juntamos para comer otro día, tal vez el viernes —propuse.

—Me parece perfecto... Oye, ¿le dirás?

—Decir qué...

—A Yeji, decirle sobre el bebé, merece saberlo... Al fin, también es de ella.

—No sé... Le diré, pero también le haré saber que no se sienta responsable de hacerse cargo, podría ser, no sé, algo así como su, hmm ¿tía?

—Sí, eso está bien, nos vemos y suerte Jisu.

—Adiós.

Colgué y abrí mi refrigerador para ver si había quedado algo de helado, anoche vino mi madre y creo que se lo comió todo con las niñas. Yeji salió del baño sonriendo y me abrazó.

—¡Tengo una noticia! —dijo alzando la voz efusivamente.

—Yo también —murmure lo suficientemente fuerte para que lo escuchara.

—Muy bien, pero primero yo... ¿Te acuerdas de la vez que nos peleamos, te dije que iba a mandar unas solicitudes de empleo?

—Hmm... Sí.

—¡Pues me dieron el empleo! ¡Conseguí trabajo en Londres!

¿Londres? En Corea no habían lugares llamados así, bueno, pensándolo bien si hay, y el único que es un cabaret.

—¿Un cabaret? Tú no puedes trabajar en uno, eres una chef, a menos que sea uno Gourmet.

—No seas idiota —se soltó a reír —. Hablo de Londres, la ciudad, no el cabaret, que por cierto, es muy bueno.

No, Londres no. ¿De verdad se iba a ir y me dejaría? Ella no haría eso.

—¿Me va-as a dejar? —no quería llorar, pero es lo único que puedo hacer ahora, mi mejor amiga se iba y no se cuando volvería o aun peor, no se si siquiera volverá.

—Sé que es algo lejos, pero Lia, vendré para vacaciones —acortó la distancia y me abrazó—. Además, es el trabajo de mis sueños. ¡Trabajaré en el Royal Eagle Hotel!

—¡Increíble! —me aleje de ella y le sonreí lo mejor posible, no quería que se de cuenta de mi tristeza. ¿Que iba a ser de mi sin ella?

Yeji era como la hermana que nunca tuve, de la cual estoy embarazada...

Oh, el bebé.

—Ahora, tú... ¿Qué querías decirme? —su sonrisa de extendió más, y ahora si sonreí de verdad.

—¡Chaer nos invitó a comer el viernes! —mentí y alce los brazos como si fuera lo más increíble del mundo. Su expresión cambió drásticamente, su sonrisa de borró y su ceño se frunció, parecía confundida.

—Bueno, si es todo, tengo que ir a decirle a mi mamá, adiós —su voz sonó molesta, con algo de fastidio.

Me dio un abrazo corto, con un beso en la frente y se fue.

No podía decirle del bebé, no podía ser egoísta. Conozco a Yeji, sé que si le digo va a querer quedarse y no, trabajar ahí siempre ha sido su sueño desde que entró a la universidad.

Se veía tan emocionada, tal vez arruinaría todo su esfuerzo por mi embarazo.

Suspiré y me dispuse a preparar un emparedado, no había comido en todo el día por los distintos sentimientos encontrados por la noticia.

Me senté y baje la mirada a mi estomago, pasé mi mano sonriendo. Traje saliva. Tendría un bebé, un lindo y hermoso bebé.

Con ese pensamiento le di una mordida a mi sandwich de pollo.

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