— Jimin, hermoso, ¿Por qué te fuiste? — pregunto Yoongi entrando al salón vacía de ciencias, sabiendo que su chico estaría ahí después de haber huido de él.

Y en efecto, jimin estaba allí, con un libro cubriendo su carita, ya que se encontraba sumamente avergonzado.

Yoongi se acercó a él con una sonrisa y se arrodilló frente a él, quitando cuidadosamente el libro de las manos contrarias para poder ver aquel bello rostro, el cual estaba completamente rojito.

— Minie, bebé, lindo, precioso. — hablo meloso, intentando obtener la atención del castaño, cosa que logró con éxito, pues el pequeño lo había mirado atravez de sus lentes. — ¿Por qué te fuiste, bebé? — volvió a preguntar.

Jimin mordió su labio inferior nervioso, el sonrojo no se iba de su rostro y eso solo avergonzaba más. — No q-queria que m-me vieras a-asi. — respondió, Yoongi hizo una mueca confundida.

— ¿Así como, lindo?.

— Asi. — el castañito señaló su rostro con el dedito. Yoongi se derritió de ternura, jimin era una bolita de amor.

— Pero si te ves perfecto.  Me encanta tu carita siempre se pone rojita cuando te dijo cosas bonitas.

El más pequeñín sonrió, le gustaba mucho todo las palabras y los halagos del pelinegro,  lo que no le gustaba era la reacción que su cuerpo tenía.

Siguieron platicando por un rato más, Yoongi dejó el tema de lado, pues sabía que sí seguían hablando eso Jimin seguiría igual de tímido y nervioso, y el quería platicar bien con su pequeño, ya habría otros momentos para hacer que se pusiera rojito.

Espero y les guste el capítulo.

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