Jimin y Yoongi se encontraban caminando por un parque muy grande y lindo, niños corriendo de aquí para allá, había personas peseando a sus mascotas u otras simplemente disfrutando de aquiles hermoso día.

El castañito comía animadamente el helado de fresa que Yoongi le había comprado, ambos caminaban en silencio, solo disfrutando del hermoso momento o eso hasta que Yoongi hablo al ver que el pequeño ya había acabado su helado.

— Jimin. — llamó, recibiendo la atención de aquellos ojitos color caramelo al instante. — Y-yo...agh, no sé...no sé si este es el lugar o el momento indicado para hacer esta pregunta, pero no puedo creer soportar otro momento más. — habló nervioso, jimin comenzado a emocionarse pero también ponerse muy tímido al suponer de lo aquello se trataba. Yoongi solto un largo suspiro y tomo la manita libre del castaño, entrelazando esta con la suya, haciendo que las mejillas contrarias se pintarán de un precioso color carmín. — Y-yo, me preguntaba s-si, ¿Puedo s-ser tu novio?. — preguntó  atropelladamente.

Jimin dio saltitos emocionado en su lugar, mostrando su bella sonrisa rectangular y asintiendo rápidamente. Su timidez había desaparecido, pues la felicidad que en ese momento sentía no se comparaba con nada.

— ¡Yoonie! ¡Claro que sí! — respondió emocionado.

Yoongi hasta ese momento soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo, y se acercó lo suficiente al cuerpo del menor, no importandoles las miradas curiosas y enternecidas que se habían ganado.

El pelinegro tomó las mejillas contrarias, aprentandolas las solo un poco y sonriendole a su chico.

— ¿Puedo besarte?.

Bien, la timidez habua vuelto al cuerpo de jimin, pero claramente nadie impediría aceptar aquella petición de su novio.

Asintio despacito, Yoongi le dedico una sonrisa hasta acercar su rostro lo suficiente, suspirando sobre los labios del contrarios antes de unirlos por completo.

Yoongi sintio lo frío de estos debido al helado y también el leve sabor a fresas a estos. Solo fue un pequeño contacto, dado que estaban en un espacio público.  De ahora en adelante ya abría muchos momentos para besarse libremente. Se separaron con un casi inaudible chasquido, acariciando con sus dedos pulgares las rojita mejillas.

Jimin le sonrió y ambos entrelazados sus manos, comenzando a caminar nuevamente entre risas tiernas, haciendo que todas las personas que presenciaron aquella escena de amor se permitieran de ternura por la reciente pareja.

Espero y les guste el capítulo.

¡Que vivan los novios!

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