Capítulo 13

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              Maratón 2/3

Narra Bella

- ¿A dónde crees que me llevará? - les pregunté mientras Evie elegía un vestido y Roxanne me peinaba - Quiero decir, él no conoce bien Auradon.

- Supongo que pensará en algo - dijo Roxanne.

- Apuesto a que Carlos te dará la oportunidad de vivir como nosotros, le encanta hacer trucos y cosas así. Tal vez te lleve a un parque -dijo Evie sacando un vestido-. Vale. ¡Es este!

Roxanne y yo volteamos a ver a Evie y tenía un hermoso vestido rojo. Yo iba a levantarme, pero Roxanne me tiró de nuevo a la silla y siguió peinándome.

- Como a Carlos le encanta el color rojo, estaba pensando en vestirte como una hija de una villana de la Isla de los Perdidos - dijo Evie trayéndome el vestido.

Miré el vestido y vi que era una hermosa sombra de rojo con un cinturón negro. El vestido no era ni tan largo ni tan corto, te llegaba unos 3 dedos por encima de la rodilla.

- Es hermoso, E - dije.

- Igual que tu peinado, hiciste un trabajo maravilloso, Rocky - dijo Evie.

- Realmente, nunca he hecho un peinado como este antes. Creciendo como la hija de Robin Hood no se espera que sepa mucho acerca de belleza - dijo Roxanne.

- Sabes, Jay y tú tienen mucho en común - dije levantándome de la silla. Ella miró hacia abajo y sonrió.

- Lo sabía - dije.

Roxanne me miró y sacudió la cabeza. Le sonreí y me reí, miré a Evie y meneé las cejas. Miró a Roxanne y sonrió.

- Entonces, ¿te gusta Jay? - le preguntó Evie.

- No le digas nada de esto a él - dijo Roxanne.

- No lo haré, si tú no lo haces - dije mirando a Evie.

- Tranquila, no le diré nada. - dijo ella sonriendo.

- Date prisa y prepárate. Carlos llegará en cualquier momento - dijo Roxanne.

Evie me entregó el vestido y los botines con tacón mientras Roxanne me empujaba hacia el baño. Me cambié y me puse esto:

Cuando salí del baño, Evie y Roxanne me miraron y sonrieron.

- Estás preciosa - dijo Roxanne.

- ¿Tú crees? - le pregunté mirando el vestido.

- Ven a mirarte, para que veas que decimos la verdad - dijo Evie mostrándome el espejo, caminé hacia él y sonreí cuando me vi.

- ¡Vaya! - dije mirándome.

- Y ni siquiera he terminado de maquillarte - dijo Evie - ¿Cómo puedes ser tan hermosa?

- Lo obtuvo de su madre, pero se parece más a su padre - dijo Roxanne - La llamamos Bella Jr.

- A Carlos le va a encantar tu nueva apariencia - dijo Evie - Parece que perteneces a la isla.

- ¿Eso es bueno? - pregunté.

- Oh, lo es, pero falta algo... - dijo Evie acercándose a su armario, sacó una chaqueta de cuero negra y sonrió.

- ¡Lista! - me entregó la chaqueta y me la puse.

- Perfecta - dijo ella y sonreí.

- Muchas gracias, chicas - dije.

- De nada, B - dijo Evie.

Entonces llamaron a la puerta. Evie sonrió y contestó a la puerta.

- ¡Oh, Carlos! Vienes a buscar a Bella, ¿no?

- Em, sí.... Ella está aquí, ¿verdad? - le oí preguntar.

- Sí, estoy aquí - dije acercándome a la puerta.

              *******

Narra Carlos

Me cambié mi jersey y me puse la ropa que llevaba antes. Arreglé mi chaleco y miré a Colega.

- Deséame suerte - dije inclinándome y acariciando a Colega. Ladró y yo le sonreí.

- Adiós, Colega - dije y caminé hasta el dormitorio de Evie y Mal.

Tengo que decir que estoy muy nervioso por esta cita, y la cosa es que todavía no he pensado a dónde llevarla. ¡Pero no puedes culparme! No tengo ni idea de qué hacer aquí, si estuviéramos en casa sería diferente. Ella va a pensar que soy un perdedor, llegué al dormitorio de las chicas y me arreglé el chaleco y mis pantalones cortos. Tomé un respiro y llamé a la puerta. Evie abrió la puerta y me sonrió.

-¡Oh, Carlos! Vienes a buscar a Bella, ¿no?

Yo asentí.

- Em, sí.... Ella está aquí, ¿verdad? - le pregunté pensando que la oí mal antes.

- Sí, estoy aquí. - dijo Bella entrando en mi campo de visión, acercándose a la puerta.

La miré en estado de shock, estaba hermosa, no hermosa, no. Ella estaba impresionante. Parecía que vivía en la Isla de los Perdidos toda su vida. Cerré la boca cuando oí a Evie y a otra persona, creo que es Roxanne. Bella me sonrió y yo le sonreí también.

- Vaya. Te ves... no puedo pensar en una palabra para poder explicarme... Te ves alucinante - dije.

Bella miró hacia abajo y se sonrojó. Le sonreí y extendí mi mano.

- ¿Estás lista? - le pregunté.

Ella levantó la vista del suelo y sonrió asintiendo. Cogió mi mano y nos despedimos de las chicas. La puerta se cerró mientras avanzábamos por el pasillo.

- Así que, ¿cuál es el plan? - me preguntó Bella.

Me rasqué la nuca y me reí nervioso.

- Um, sobre eso... No estoy seguro de adonde llevarte - dije.

Ella sonrió y se rió.

- Pensé que... Evie dijo algo sobre que te gustaban los parques - dijo ella.

Asentí.

- Hay un parque en la isla... al que iba casi todos los días. ¡Me sentía muy bien allí! Si se trataba de estar lejos de mi madre, entonces yo estaba bien.

- ¿Estar lejos de tu madre? - me preguntó ella con tristeza.

- Allí básicamente era su esclavo, tenía que retocar sus raíces y quitar las pelusas de sus pieles... Fue horrible, la mitad del tiempo me sentía como si ni siquiera fuera su hijo.

Lamentablemente miré hacia abajo y no me di cuenta de que había soltado la mano de Bella hasta que ella la cogió de nuevo.

- Lo siento mucho, Carlos. Tu madre está acostumbrada a usar a la gente para que hagan cosas por ella - dijo.

Levanté la cabeza y la miré confundido.

- ¿Cómo sabes eso? - le pregunté.

Ella me miró nerviosa y sonrió.

- Tenía que hacer un proyecto sobre un villano y como estaba obsesionada con tu madre... decidí hacerlo sobre ella - dijo ella mirando al suelo.

La miré y sonreí, creo que ella es genial. Puse mi dedo debajo de su barbilla y la levanté para que me mirase.

- Está bien... Creo que eso es genial, quiero decir, ¿qué otra princesa querría aprender sobre Cruella de Vil? ¿La mujer que trata de hacer un abrigo de piel de 101 dálmatas? - dije mirándola a los ojos. Ella me miró y se rió.

- Pues yo. Me alegro de que no pienses que eso es raro - dijo ella.

- Bueno... ¿Vamos al parque? ¿O más bien, me llevas? - le pregunté y me reí.

Ella asintió sonriendo y caminamos hasta el parque. Cuando llegamos allí me paré en temor.

- ¿Eso es todo? - le pregunté.

- Sí, mi padre nos traía aquí a Ben y a mí cuando eramos pequeños - dijo ella mirando a los niños pequeños que estaban jugando en él.

- ¡Este sitio es impresionante! - grité.

Ella se rió y me soltó la mano.

- Ve adonde quieras. Te recomiendo las barras de mono - dijo ella.

- ¿Barras de mono? - pregunté.

Miré hacia donde ella estaba señalando y mis ojos se iluminaron. Le agarré la mano y corrimos hacia las barras de mono.

- ¿Cómo se usa? - pregunté.

- Empieza a subir la escalera y luego vas escalando de una barra a otra - dijo ella riendo.

Hice lo que dijo y comencé a subir, después de un tiempo me estaba pasando una explosión de alegría dentro de mí!

- ¡Esto es muy divertido! - dije.

Ella sonrió asintiendo, vi el tobogán y salté de las barras de mono.

- Baja el tobogán conmigo - dije.

- Preferiría que no, Carlos - dijo ella.

- Si es porque llevas puesto un vestido, te digo yo que es mejor que pienses en una mejor excusa - dije sonriendo.

- Carlos - dijo ella.

Antes de que pudiera ocurrir algo, la levanté y la puse sobre mi hombro. Ella gritó y la abracé fuertemente.

- ¡Carlos! ¡Bájame! - gritó ella riendo.

- Vienes al tobogán conmigo - dije.

Me acerqué al tobogán y la bajé. Ella arregló su vestido y le señalé el tobogán.

- Oh, venga. Será divertido - le dije riendo mientras sostenía mi mano en una de las barras mientras subía hacia la cima del tobogán.

Me miró con sus hermosos ojos y sonrió. Ella puso su mano en la mía y sonreí aún más.

- Supongo que está bien - dijo ella.

La ayudé a levantar y la senté en mi regazo y bajamos, ambos nos reímos y la abracé fuertemente. Cuando llegamos al fondo del bosque, empecé a conducirla a un árbol puse mi mochila. Solté su mano y abrí la mochila, saqué una manta y la puse sobre la hierba.

- Un asiento para la amable señorita - dije sentándome.

- Gracias, amable caballero - dijo ella riendo. Me sonrió y se sentó a mi lado. Puse mi brazo alrededor de ella y ella puso su cabeza en mi hombro. Le sonreí mientras ella cerraba los ojos por una fracción de segundo. Sinceramente, es hermosa.

- ¿Tienes hambre? - le pregunté.

- Un poco - respondió ella.

Acerqué la mochila y la abrí sacando unos sándwiches.

- James me ayudó a hacerlos, me dijo lo que te gustaba y lo que no. Y me enteré de que no te gustan las aceitunas y que no las puedes comer - dije entregándole uno para ella.

Ella sonrió y asintió.

- Gracias, Carlos. No tenías que hacer esto - dijo ella cogiéndolo y tomando un bocado de él - PP & J, mi favorito.

- No es nada, lo hice porque quise - le dije sonriendo.

Ella me sonrió y asintió tomando otro bocado del sándwich. Comimos y guardé todo. Luego puse mi brazo alrededor de ella y ella puso su cabeza en mi hombro, y nos quedamos así. Es agradable estar así y no tener que pensar en algo de que hablar.

- ¿Carlos? - preguntó ella levantando la cabeza. 

La miré y tarareé en respuesta.

- ¿Quieres venir a la coronación conmigo? - preguntó ella - Sé que Mal va con Ben, pero ese no es realmente el punto.

La miré y sonreí.

- ¿De verdad? ¿Lo dices en serio? ¿Quieres que vaya contigo? - le pregunté y ella asintió y sonrió. 

- Sería un placer - dije.

Ella sonrió brillantemente y me abrazó. Le correspondí al abrazo y sonreí.

- Puedes llevar a Colega contigo, sé cuánto lo quieres - dijo ella.

- Creo que Evie puede cuidarlo un rato o tal vez Jay - dije.

Ella sonrió y asintió.

- Bien, depende de ti. Vístete como tú quieras por favor, no quiero que pienses que tienes que vestir de una cierta manera para impresionar a mis padres o cualquier cosa - dijo ella y asentí.

- ¿De Verdad? - pregunté.

- Preferiría ir contigo que con cualquier otro chico - dijo ella.

Eso me hizo sonreír un poco sonrojado. Últimamente me encuentro sonriendo más a menudo. Y todas esas sonrisas son por ella.

- ¿En serio? - pregunté.

- ¿Eso es todo lo que tienes que decir? - dijo ella riendo.

- N-No es solo que... No sé - dije nervioso.

- Carlos, está bien - dijo ella riendo - Entiendo que no estés acostumbrado a este estilo de vida.

- Está bien, realmente, entre tú y yo... Me gusta mucho estar aquí - dije.

Ella me sonrió y asintió.

La miré y la estudié. Creo que debería hacerle la gran pregunta que me he estado muriendo por preguntarle.

- ¿Estás bien? - me preguntó Bella mirándome preocupada.

- Estoy bien. Es sólo... que quiero preguntarte algo - dije nervioso.

- Dispara - dijo ella.

Le cogí las manos y la miré a los ojos.

- Vale, Bella... Entiendo que soy un villano y tú una princesa, pero realmente me gustas mucho. Y quiero que sepas que no te estoy usando.

- Carlos... - dijo ella interrumpiéndome pero la paré para que me escuchase.

- No, por favor, solo escucha. Desde que te conocí, siento estos sentimientos que nunca antes he sentido. Tu sonrisa hace que mi día sea aún mejor y me encuentro sonriendo más por ti. Ni siquiera sé qué es el amor... He crecido con uno de los peores villanos de la tierra. He aprendido que el amor es una semana y que el mal es bueno, pero ahora que te he conocido, pienso que el mal no es bueno y que soy todo menos malo - dije pero no pude terminar.

Ella me sonrió.

- Carlos... - dijo pero no la deje hablar.

- Espera, una cosa más. Quiero que sepas que pase lo que pase. Yo siempre estaré aquí para ti, c-c-creo que te quiero.


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