GWEN SELWYN ESTÁ ESTRESADA. Sus amigos ahora la están interrogando sobre por qué siempre va a la oficina de Dumbledore. El maldito mapa revelando su tapadera. Ella no sabe qué decir. ¿La verdad? No puede decírselo sin el permiso de Dumbledore. Las últimas semanas ha estado teniendo 'clases adicionales', aprendiendo Oclumancia del mismo director.

"Por favor, dinos por qué has estado yendo a la oficina de Dumbledore". suplicó Sirius. "Esto es demasiado sospechoso".

"Solo hago mandados para el viejo". Gwen mintió.

"Mentiras." James señaló. Esto apesta para el lado de Gwen porque él la conoce demasiado bien para saber si está mintiendo o no.

"No me digas-" Sirius usó un tono sorprendido.

"¿Qué?" preguntó Gwen ansiosamente. No hay manera de que él pueda saber lo que ha estado pasando en su vida.

"Estás teniendo una aventura con Dumbledore".

Gwen se atragantó con su saliva, "¿Qué diablos? ¡No! Qué-eso no tiene absolutamente ningún sentido. Es repugnante".

"Estoy bromeando." Sirius puso los ojos en blanco. "Solo quería alegrar el ambiente. Ustedes están demasiado involucrados en esto. Gwen probablemente solo esté haciendo mandados como dijo".

"Amor, ¿no puedes simplemente decirnos la verdadera razón?"

"Te lo dije, hago recados para él. Ni siquiera sé lo que estoy haciendo la mayoría de las veces". Completo. Pronunciar. Mentiras.

"Winnie. Eres una mala mentirosa". Remus se rió entre dientes. No quería obligarla a salir para decirles algo que no quiere o no puede decir. Sin embargo, está intrigado y extremadamente curioso.

Pasó un patronus de Phoenix, obviamente de Dumbledore. Básicamente les dijo a los Merodeadores que fueran a la oficina del Director. Gwen no sabía lo que estaba pasando. Dumbledore realmente no le dio nada, como siempre. Es un anciano misterioso.

"¿Por qué nos está llamando a su oficina?" preguntó Peter.

"Quién sabe." dijo Gwen.

Los Merodeadores llegaron a la estatua de Griffin frente a la oficina de Dumbledore. Como Premio Anual, James tuvo el privilegio de saber la contraseña para tiempos de emergencia.

"Fudge de melaza". Él dijo. Gwen, por supuesto, sabía la contraseña, pero no quería dar un paso adelante y parecer sospechoso de ninguna manera.

"¡Ah! Buenas noches estudiantes". saludó Dumbledore.

"Buenas noches señor." Los Merodeadores dijeron al unísono.

"Deben estar preguntándose por qué los llamé aquí a los cinco".

"Sí, señor." James respondió.

"Como todos saben, la guerra se está gestando afuera. Estos terrores muggles están planeados por quien todos conocen como el Señor Oscuro o Voldemort. Él es el líder de estas masacres, junto con sus seguidores".

"Lo entiendo, pero ¿qué tiene que ver con nosotros?" preguntó Remus confundido. Acababan de cumplir la mayoría de edad este año después de todo.

"Tengo una organización. Para luchar contra los llamados magos y brujas oscuros. Los invito a ustedes cinco, magos y brujas prometedores, a unirse a nosotros". anunció Dumbledore. Durante las últimas semanas de aprendizaje de Oclumancia, Gwen no fue informada de nada de esto. Parece que sus padres son parte de eso. "Sus padres son miembros de la Orden, Sr. Potter, Sra. Selwyn". Básicamente leyó su mente.

"¿La orden?" preguntó Peter.

"Sí, la Orden del Fénix".

"¿Por qué nos dices esto? ¿Qué pasa si nos negamos? ¿Qué pasa si le decimos a otros?" preguntó Sirius. Especialmente con él siendo relacionado con toda la familia manía sangre pura.

"Debo decir, señor Black, pensé en eso. Sin embargo, estoy seguro de que ustedes cinco no rechazarán ni difundirán esto a todos".

"¿Podrías por favor darnos tiempo para pensar en esto?" preguntó James. Parece que los demás todavía están conmocionados con la revelación. Aceptarán la oferta, por supuesto, es por el bien del mundo mágico. Pero, precipitarse en esto no parece muy bien.

"Por supuesto. Estaré esperando sus respuestas entonces. Pueden regresar a sus respectivos dormitorios".

"Gracias Señor." Gwen sonrió con fuerza. No hay señales de que le permita contarles a sus amigos sobre su nuevo poder. Tal vez debería mantenerlo en secreto un poco más.

El grupo salió de la oficina y caminó de regreso al dormitorio de Gryffindor. Gwen definitivamente se vio obligada a pasar la noche o probablemente parecería extremadamente sospechosa. Al llegar al dormitorio, todos se cambian inmediatamente a su ropa de dormir. Gwen usó la camisa de James como de costumbre. El mismo pensamiento ha estado dando vueltas en su cabeza últimamente, después de la última visita de la Muerte. ¿Quién la traicionará? Sus amigos son las personas más leales que ha conocido. ¿Entonces quién?.

"¡-wen! ¡Gwen!" Alguien llamó.

"¿Perdón? ¿Qué?"

"¿Qué piensas de esta situación de la Orden? ¿Lo sabías?" Remus preguntó, "Has estado terriblemente dentro de tu cabeza recientemente".

"No. Él nunca me habló de nada como esto". Admitió Gwen. "Estoy bien."

"Está bien." James entrelazó sus dedos dándole consuelo.

"Definitivamente me uniré. Quiero decir, si podemos ayudar a la gente. ¿Por qué no?" dijo Sirius.

"Yo también." Peter intervino.

"Yo también." Remus estuvo de acuerdo.

"Así es. Ni siquiera sabía que mis padres eran parte de la Orden". James apoyó la espalda en la cama.

"Supongo que todos nos estamos uniendo". Gwen sonrió.

"Entonces, dinos, ¿es esta la razón por la que has estado yendo a la oficina de Dumbledore por esto?"

"¿Supongo? Siempre ha sido vago al respecto. No sabía nada sobre la Orden. Solo vine a aprender algunos hechizos, eso es todo". Gwen finalmente admitió. Ella podría estar omitiendo las cosas sobre que ella es descendiente de la Muerte. Eso es para otro momento.

"Entendemos por qué lo mantuviste en secreto". James asintió. Gwen estaba un poco molesta porque se había esforzado mucho en mantener todo esto en secreto, pero Dumbledore les contó sobre la Orden así de fácil.

"Vámonos a la cama. Me estoy cansando". sugirió Gwen. No quería revelar sus secretos.

"Está bien. Buenas noches a todos". dijo Remo. Todos cerraron los ojos en la oscuridad excepto Gwen. Se acostó de lado y miró a James por un rato. Remus empezó a roncar, Sirius parecía dormido y Peter probablemente ya estaba en el reino de los sueños.

"¿Por qué me estas mirando?" James susurró. Eso sorprendió a Gwen, casi se cae de la cama.

"Me asustaste, tonto".

"Estabas mirándome espeluznantemente a la cara. ¿Hay algo que quieras decirme?" Preguntó, todavía con los ojos cerrados.

"No, simplemente no puedo dormir".

"Nos dijiste que estabas cansada".

"Lo estoy. Simplemente no puedo dormir".

"Dime lo que tienes en mente".

"Esto de la Orden. Es peligroso. Nos enfrentamos a magos oscuros y brujas. No quiero que todos salgan lastimados. Especialmente tú". Gwen suspiró.

"Estaremos bien. Me protegerás, ¿verdad?" Se rió profundamente. Ella golpeó suavemente su pecho desnudo. "Al igual que yo te protegeré. Tú me protegerás".

"Por supuesto que lo haré. Que me condenen si te lastimas". Ella resopló.

"Entonces no debes preocuparte". James sonrió, la tomó en sus brazos. Ahora está abrazada a su pecho. Le acarició el cabello, "Duerme, amor".

"Mmm." Ella respondió.

Esa noche durmieron plácidamente. Gwen no sabía cuándo volvería a ver a Muerte. Necesitaba más pistas para encontrar esos Horrocruxes. ¿Puede sentirlos? ¿Cómo sabría ella lo que se siente? Quedan demasiadas preguntas sin respuestas. Está molesta por las vagas pistas que le han dado. Pero, en este momento, estar en los brazos de su novio definitivamente la ayuda a instalarse finalmente en el oscuro abismo del sueño.

Nota de la autora:

Estaré publicando al azar ahora. No puedo poner un horario debido a las vacaciones. ¡¡¡Lo siento mucho!!! Publicaré todo lo que pueda. ¡¡Gracias!!

Nota de la traductora:
Hola! Que tal? Paula subiendo capítulo?!?!?! Que milagro. Nah, ya enserio, les quería subir capítulo hoy ya que esta semana tengo 4 exámenes y no les quería dejar sin cap. Enserio perdón por no actualizar. Si fuera por mi esta historia ya habría estado acabada el verano del año pasado pero como he entrado en el Instituto las cosas son diferentes y casi nunca tengo un descanso. Perdón.