31 de diciembre de 1977

GWEN SE PREPARÓ PARA LA FIESTA. De todos modos, necesitaba un descanso de toda la investigación. Decidió usar un pequeño vestido rojo y se maquilló para cubrir sus obvias ojeras por quedarse despierta hasta tarde todo el tiempo. Se acercó a su escritorio y abrió sus notas por última vez. ¿Dónde colocaría sus Horrocruxes alguien como Tom Riddle, aparentemente el psicópata perfecto? Es obvio que el señor oscuro es arrogante. Es un mestizo que predica la supremacía de los sangre pura. La hipocresía es absolutamente ridícula. Es descendiente de Salazar Slytherin. Casa de los Gaunt. Eso es todo. Tal vez, sólo tal vez, el villano sea lo suficientemente estúpido como para esconder el Horrocrux en la casa de Gaunt. Gwen se dio cuenta de que debería decírselo a Dumbledore tan pronto como regresara de las vacaciones. Un golpe la sacó de sus pensamientos.

"Gwen. Querida." Es su mamá. Miró la hora, ya era tarde.

"Si Mamá."

"¿Estás lista?"

"Sí. Saldré en un minuto". Gritó Gwen.

"Bien entonces."

Al bajar las escaleras, su padre no estaba a la vista. Parece que ahora que los chicos conocen la Orden, no están tratando de ocultar el hecho de que se han ido a una misión. Su madre, sin embargo, estaba sentada en el sofá esperándola.

"Mamá."

Allegra miró hacia atrás y le sonrió a su hija. "Te ves impresionante, querida".

"Gracias." El rostro de la madre se contrajo de preocupación. Parece que hay algún tipo de problema. "¿Hay algún problema?"

"Estoy feliz y preocupada al mismo tiempo por tu hermana".

"¿Qué pasó?" Ha pasado un tiempo desde que Gwen se comunicó con Adeline. Ambos están ocupadas con sus propias responsabilidades.

"Tu hermana está embarazada". Los ojos de Gwen se abrieron como platos.

"Esa es una noticia maravillosa".

"Sí. Pero me preocupa que ella tenga que equilibrar entre realizar misiones peligrosas y el embarazo no es un asunto fácil". Allegra lo sabe muy bien, especialmente siendo jefa de la unidad de maternidad en St. Mungo. Las victimas. También hubo muchas mujeres embarazadas que sufrieron abortos espontáneos como resultado del estrés y la depresión por perder a sus seres queridos.

"Ella estará bien mamá". Gwen aseguró. Ella no lo sabe con seguridad. Ella sabe que juega un papel muy importante en la derrota del ejército del señor oscuro. Descubrir sus debilidades y hurgar en secreto en los malditos Horrocruxes. Ella tiene que hacer esto. No sólo por su propia seguridad. Pero para todos en el mundo mágico. Familia. Amigos. Jaime.

"Tienes razón. Debería ser positivo." Allegra sonrió, "Vamos a la fiesta, ¿sí?"

"Sí."

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Llegando a la fiesta. Allegra inmediatamente se fue a buscar a los otros padres: los Potter. Estaba lleno de gente importante. Gwen no sabía que los Potter conocían a tanta gente. Logró ver a Sirius, quien estaba mirando a una chica. Gwen se rió entre dientes al darse cuenta de que es Solis Edwards, una chica de Hufflepuff de la que Sirius ha estado enamorado durante años pero al respecto no hizo nada.

"Deja de mirarla, asqueroso y ve a hablar con ella". Dijo Gwen sorprendiendo al chico.

"Desearía que fuera así de fácil."

"Es así de fácil." Una voz apareció. De repente, un brazo se deslizó por la cintura de Gwen.

"Oh, cállate Prongs. Te tomó muchísimos whiskies de fuego confesarle a Gwen que te gustaba". Sirius puso los ojos en blanco.

"Está bien, señor Atrevido". James se burló. Miró a su novia que se reía con una sonrisa en su rostro. "¿Quieres ponche de huevo?"

"La Navidad ya pasó, Jamie". Ella se rió entre dientes.

"¿Quién dijo que sólo se puede tomar ponche de huevo durante la Navidad?" Él sonrió.

"Muy bien, conviértanse en lindos amantes en otro lugar". Sirius se burló. Ahuyentó a la pareja. La chica sacó la lengua y llevó a James a la cocina.

"¿Cómo es que Padfoot no ha hecho ningún movimiento hacia ella? Escuché que rompió con Lockhart". Dijo Gwen mientras llenaba su vaso con ponche de huevo.

"No lo sé. Tal vez a él realmente le guste". Respondió. "Nunca lo había visto tan nervioso".

"Quiero decir que al menos ha estado bajando el tono de todo el asunto del playboy. Imagina a Siri dejando a alguien embarazada. Eso sería una locura". Ella se rió entre dientes.

"Probablemente nunca sucederá". -murmuró James.

"Hablando de embarazo, mi hermana es una".

"Wow. Felicitaciones a Adeline. Le escribiré una carta". Él sonrió, "Vas a ser tía".

"La tía Gwen tiene mucho derecho a ello. ¿No es así?"

"Sí lo hace."

Han pasado unas horas, la pareja está sentada en el sofá. Gwen apoyada en el hombro de James. Estaba un poco borracha por el ponche. Es casi medianoche. Lo que significa que es casi 1978. Por el rabillo del ojo, pudo ver a Sirius acercándose a Solis Edwards, lo que la hizo sonreír.

"Finalmente tuvo las agallas de hablar con ella". Gwen sonrió.

Todos estaban contando desde 30.

"Chérie." James gritó.

"Tú y tus palabras en francés". Ella se rió como si estuviera borracha.

"¿Por qué los odias?"

"No. Me encanta. Puedes llamarme como quieras, James".

15 segundos más hasta año nuevo.

"¿Te dije lo hermosa que estabas esta noche?" Preguntó.

"Todavía no. Sin embargo, es bastante obvio que me veo bien". Ella sonrió.

10 segundos más hasta año nuevo.

"Mi señora, ¿me hará el honor de ser su beso de año nuevo?" James abruptamente la acerca más a él.

La niña se acarició la barbilla fingiendo pensar en ello. Como si hubiera algo en qué pensar. Él la miró con una ceja arqueada. Haciéndola reír.

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"¿Es eso siquiera una pregunta?" En lugar de eso, Gwen tiró de su cuello y junta sus labios. Su mano instintivamente agarró su cintura. Todos empiezan a gritar feliz año nuevo. Ahora es un año nuevo. 1978.

La pareja se separó. "Feliz año nuevo Chérie."

"Feliz año nuevo, amor. Deberíamos tomar más bebidas". Gwen no era del tipo que le gusta el alcohol porque no puede soportarlo. Ella es del tipo que se desmaya y se olvida de todo al día siguiente.

"Pero ya estás bastante borracho por el ponche de huevo".

"Relájate James. Es año nuevo". Gwen se levantó y lo llevó al depósito de bebidas que pertenece a los Potter.

"¿Está segura?" Mientras abría una botella de whisky de fuego.

"Por supuesto. Tú también deberías beber". Ella sonrió y sirvió la bebida en un vaso de chupito.

"Solo miraré". La verdad es que estaba preocupado. Por mucho que le guste beber. Sabe que Gwen no bebe mucho. Él debería cuidar de ella.

"Bien." Gwen bebió el trago.

Un trago.

Dos tragos. James quiso detenerla después del tercero.

Tres tragos.

"Gwen, paremos."

"Quiero más…" dijo arrastrando las palabras. Es un milagro que todavía no se haya desmayado.

"Chérie, paremos, ¿sí? Puedo oír que la gente se va. Te llevaré a dormir". James intentó alejarla pero ella no se movió.

"¡No! ¡No quiero dormir!"

Su último recurso es cargarla y así lo hizo. Él la levantó hacia sus brazos. Estilo nupcial. Mirando alrededor de la casa parece que todos se fueron. Fleamont y Mia ya se habían ido. Quizás descansando en su habitación. Contempló llevarla a casa, pero tal vez llevarla a su habitación sea la opción más fácil en este momento.

Colocándola en su cama, ella se levantó tratando de irse. James tuvo que atarla en la cama. Sería incómodo para ella usar ese atuendo. Entonces, rápidamente se lo cambió con su camisa. Curiosamente ella no quiere dormir.

"Gwen. Vete a dormir."

"No puedo..." de repente, rompió a llorar.

"¿Gwen? ¿Qué pasa bebé?" Él inmediatamente la abrazó.

"Estoy tan cansada. Tengo miedo. Odio tener que hacer esto. Odio tener que encontrar los Horrocruxes. Odio que tu vida pueda estar en peligro. Odio todo". Ella sollozó: "No quiero que nadie salga lastimado".

James le acarició el pelo. Quizás sea cierto lo que dicen, las palabras de un borracho son los pensamientos de un hombre sobrio. Al igual que su confesión a ella. Le duele verla llorar. Por lo general, muestra su sentimiento de compostura. Nunca había visto su verdadera tristeza. Quería quitarle el dolor. Pero no puede y eso le enfada.

"Prometo que todo estará bien." Él besa su frente. Lentamente ella estaba durmiendo, tal vez cansada por su crisis histérica.

N/A: La escuela ha vuelto para mí. Apesta, lo sé. Bueno aquí tenéis otro capítulo. Ojalá pueda escribir otro lo suficientemente pronto.