+380 votos para continuar

— ¿Asesino del Hacha? — preguntó Maya mientras caminaba por los pasillos junto a Stiles, Scott y Kira; sobre el mensaje que había llegado al teléfono del primero.

— Asesino del Hacha que mató a una familia— explicó Stiles, deseoso de que iniciaran una investigación sobre ello, como en los viejos tiempos.

— Ya me había enterado— dice Scott mientras abre su casillero.

— Espera, ¿qué? ¿Cómo?

— Mi mamá, sabía que veríamos las noticias.

— Perfecto, ¡vamos! — exclama emocionado el humano, pero nadie lo siguió, provocando que éste los mirara perplejo.

— Tenemos economía en cinco minutos— le recuerda Kira.

— ¿Se olvidaron del Asesino del hacha que mata familias?

— ¿Te olvidaste de que tu papá es el Sheriff? — le respondió Maya con otra pregunta.

— No quieren que nos metamos en esto— continúa el Alfa.

— ¿Es una broma? — pregunta Stiles indignado— Hay un asesino suelto, ¿no vamos a hacer nada?

— Mejor se lo dejamos a los adultos— respondió Kira.

— Adultos humanos, para homicidios comunes— siguió la castaña, cansada de no tener un momento de paz desde que se fue de Francia.

— Así que ustedes quieren quedarse, ir a clase— dijo el mundano sin poder creerlo—. En mi vida, nunca escuché algo tan irresponsable.

— Bo-ho, you whore...— se burló la Alfa cual Regina George.

— Lo esperaba de cualquiera excepto de ti, Maya Van Acker Hale... Argent, ¡o cómo sea que te llames ahora! — explotó el castaño—. Estás muy negativa con respecto a todo últimamente, deberías comenzar a atraer energía positiva y apoyarme— terminó antes de marcharse molesto.

Maya lo vio irse con los ojos sumamente abiertos de la sorpresa por las palabras de Stiles. Ella, ¿negativa?

Cuál habrá sido la razón, ¿verdad, Stilinski?

Stiles quería positivismo, ella le daría la energía más positiva que haya visto en su vida.

Ese maldito se va a arrepentir.

[...]

Malia y Kira se encontraban en las bancas del campo de Lacrosse, apreciando las pruebas del equipo. Al parecer, este año todos los puestos estaban disponibles, incluso el de capitán, dejando a Scott con la misma ambición que los demás.

— ¿Dónde está Maya? Dijo que estaría aquí— preguntó Kira, preocupada de que la Alfa se perdiera las pruebas.

— No lo sé— respondió Malia aun viendo su libro de matemáticas—. La última vez que la vi, estaba hablando sola bastante molesta, mientras entraba al vestuario con una bolsa con ropa.

Kira la miró confundida y preocupada, pero todo fue aclarado cuando Malia señaló a la distancia una persona que se acercaba corriendo, mientras gritaba emocionada.

— Oh— fue lo único que salió de los labios de Kira, reprimiendo una risa, al ver como Maya se acercaba dando pequeños saltos, acercándose al equipo, quienes estaban a punto de practicar su puntería con el arco.

La Alfa se encontraba vestida con uno de los uniformes de las porristas de Beacon Hills, junto a los pompones correspondientes. Su rostro estaba maquillado con pintura, demostrando su espíritu escolar.

— ¿Qué está haciendo? — le preguntó Stiles a Scott, mientras la veía totalmente fuera de eje.

— ¡Hola, chicos! — exclamó con voz chillona— ¡Stiles, estoy siendo más positiva y apoyándote como me dijiste!

— No me refería a algo como esto— se quejó sabiendo perfectamente que Maya se burlaba de él, aunque sinceramente no podía quejarse mucho por las vistas.

— ¡Van Acker! — gritó el entrenador— ¿Cuál es el significado de esto?

— ¡Estoy demostrando aprecio y enviando vibras positivas, Entrenador!

— Te ves bien, Maya— habló coqueto Garrett mientras la admiraba de arriba a abajo, recordándole al castaño que todos se encontraban viéndola—. Si Stiles no toma la oferta, podrías ser mi porrista personal.

— ¡Hey, Garrett! ¡Cállate! — intervino Stiles molesto.

— ¡Sí, Garrett! ¡Cállate! — dijo el Entrenador de igual forma, sorprendiéndolos a todos.

Era el turno de Stiles para lanzar hacia la portería, entre los gritos "positivos" de Maya se preparó y con un gran impulso, envió la pelota a la portería, siendo atrapada sin nada de dificultar por el arquero.

— ¡Aquí no hay perdedores, Stiles! — exclamó la Alfa con sarcasmo irradiando por cada poro de esas palabras, ocultadas con su tono agudo. Mientras cruzaba el campo hacia las gradas, cansada de tener el sol sobre su cabeza.

El nombrado la miró mal, antes de dejarle el lugar al próximo en tirar. Aquel chico de primer año, anotó como todo un profesional, dejando a Maya un poco perpleja. Luego siguió Scott, quién erró sorprendentemente. Y así fue, intento tras intento. Hasta que el Entrenador los detuvo para practicar la defensa y el ataque.

— ¡McCall y Stilinski, agarren los palos largos! — ordenó—. Van a cubrir el arco dos contra uno. ¡Vamos! ¡En formación!

Todos hicieron lo indicado, mientras Maya seguía diciendo frases positivas de vez en cuando alterando a Stiles más de lo normal, sobre todo por llamar la atención de tantos chicos. Esto último lo tenía un tanto confundido.

Lo suyo había terminado hace tiempo, lo superó gracias a Malia, o al menos eso creía. Pero estos celos repentinos, le estaban dando la clara señal de que aquello no era así. Al mismo tiempo, la teoría de que al primer amor nunca se lo olvida, también rondaba su cerebro. Sería casi imposible para él no decir "sí", si alguien le preguntara si aún amaba a Maya.

El silbato del Entrenador sonó, sacándolo de su ensoñamiento. Garrett comenzó a avanzar hacia ellos, más con un rápido movimiento, Scott lo detuvo provocando que soltara su palo.

— ¡Esos son mis chicos! — exclamó el Entrenador completamente emocionado—. Esos dos son como mis hijos— les habló a los jugadores que tenía cerca, antes de que su mirada cayera sobre Maya—. Tú también, Van Acker.

La nombrada sonrió, antes de dar una patada como toda una porrista, haciendo que el hombre rodara los ojos.

Varios chicos fueron pasando, sin embargo, todos fueron detenidos. El turno del chico de primer año llegó y la tensión podía sentirse en el aire. El silbato sonó, el chico pudo esquivar a Scott y Stiles en segundos, antes de anotar.

— ¡Eso fue falta! — gritó Maya tratando de buscar alguna excusa para que sus amigos no fallaran.

— ¡Sal de mi cancha, Van Acker! — le gritó de vuelta el Entrenador.

Malia no entendía muy bien aquella práctica, mucho menos aquel deporte. Pero al ver cómo reaccionaban Kira y Maya, cada vez que les ganaban a los muchachos, sintió la necesidad de apoyar a su Alfa.

— ¡Fue solo suerte! — exclamó de igual forma— ¡Que lo hagan de nuevo!

— Oh, no. Cállense chicas...— murmuraba Stiles.

— Queridas, no hace falta. Es solo una práctica— trato de tranquilizarlas el hombre.

— Apuesto diez dólares a Scott y Stiles.

Maya se acercó al Entrenador, quedando frente a él, y dejando todo su positivismo y sonrisas atrás, mientras se cruzaba de brazos.

— Que sean veinte— lo enfrentó.

— Acepto— les dijo a ambas— ¡Una vez más, Liam!

Finalmente, el niño tiene nombre, pensó Maya.

Los tres adolescentes se prepararon, el silbato volvió a sonar, Liam volvió a correr. Pero esta vez, Scott lo detuvo. Demasiado fuerte.

Crack.

El niño gritaba del dolor ante su pierna rota.

Scott y Stiles se ocuparon de llevarlo a la enfermería, ante esto, Maya se acercó a las chicas, sentándose junto a Malia para ver por qué capítulo iba. Iba aún por el primero.

El Entrenador lanzó furioso una pelota, en dirección a Malia y Maya, pero esta fue detenida por Kira junto al palo de Lacrosse que tenía en sus manos, sorprendiendo al adulto.

— ¡Buena atajada! ¡Lánzamela de vuelta!

Kira lo hizo, golpeándolo en el estómago, provocando que callera al suelo.

» Que alguien le pregunte si alguna vez jugó Lacrosse. «

[...]

Maya se encontraba desempacando, Melissa había encontrado la llave de la habitación de invitados, por lo que la Alfa finalmente tenía una cama para ella sola. Scott seguía en el hospital esperando por los resultados de Liam, y se aseguró de que le avisara cuando estos estuvieran listos.

A la castaña solo le faltaba una caja por desempacar, sin embargo, era la más dolorosa. Por lo que se tomó su tiempo para abrirla. Todo lo relacionado con su parte Cazadora se encontraba allí, su ballesta, su arco, sus flechas, sus balas, guantes, cinturón. Fotos con Allison.

No pudo evitar quedarse viéndolas. Tantos recuerdos impresos en unas simples fotos, que dolían un infierno. Fotos de pijamadas con Lydia, en la biblioteca tratando de no ser descubiertas, alentando a Stiles y Scott en los partidos, cumpleaños, navidades y boberías. Pero la que más le llamó la atención, fue en la que ambas se encontraban en aquel baile hace muchos años. Dónde Maya finalmente había aceptado sus sentimientos por el sarcástico castaño, dónde Maya aún era humana y dónde Allison aún seguía viva.

— Nos veíamos tan lindas.

El cuerpo de Maya comenzó a temblar, con miedo a girarse hacia la voz que hablaba tras su espalda. Aquella tan conocida voz y a la cual le lloró tantas noches.

» Aquella noche había sacado una foto tan hermosa de tu baile con Stiles «

Las lágrimas comenzaron a caer lentamente por el rostro de Maya, quien empezó a girarse lentamente, encontrándose con el rostro de Allison a pocos centímetros del suyo. Sus labios comenzaron a boquear.

— ¿A-Alli...?

La nombrada no contestó, mientras la rodeaba para sentarse frente a ella, sujetando otra fotografía. Específicamente, una del cumpleaños de Maya dónde Stiles sonreía a la cámara junto a ella y la piedra que le regaló. La cual se mantenía escondida en el cajón de su escritorio.

— Aww, eran tan tiernos— siguió la morocha como si nada—. Hubiera dado todo para que duraran más.

— A-Allison...

— ¿Si?

Pero antes de que pudiera decirle algo, una extraña sensación comenzó a recorrer su cuerpo. Scott necesitaba su ayuda.

» Él te necesita «

Maya no dudó en comenzar a correr en dirección al hospital.

» Ve a salvar el día, prima «

Y desapareció.

[...]

La Alfa llegó al hospital a toda velocidad, su mirada se dirigió a la azotea encontrándose con una pelea allá arriba, por lo que corrió escaleras arriba, transformándose en el proceso con miedo a llegar tarde.

Abrió la puerta, encontrándose con Scott tratando de calmar la situación, ya transformado en Alfa. Su vista se fue hacia Liam siendo sujetado por un chico desconocido para ella, el cual tenía unos colmillos sumamente afilados.

— No tienes que hacer esto— le dijo Scott—. Lo que sea que te pase, lo que seas, podemos ayudarte.

— No, no me pueden ayudar— contestó el desconocido, llevando a Liam aún más a la cornisa.

Maya ya se estaba cansando de este juego, Liam no tenía por qué estar allí y su estado mental no estaba siendo el mejor.

— Déjame ayudarte.

— Los Wendigos no necesitamos ayuda, ¡necesitamos comida!

Intentando liberarse, Liam terminó colgado del borde del techo, siendo sujetado únicamente por sus manos. Scott trató de alcanzarlo, más el Wendigo comenzó a pelear con él, por lo que Maya se lanzó hacia Liam para ayudarlo a subir.

— ¡No puedo aferrarme! — le gritó Liam justo antes de que sus manos se soltaran.

Maya estuvo a punto de sujetarlo, pero el Wendigo se tiró sobre ella, siendo imposible usar sus manos. Así que, sin pensar, y como último recurso, sus dientes mordieron el brazo de Liam provocando que no cayera.

Liam gritó del dolor por segunda vez aquel día.

Por alguna razón desconocida, el Wendigo salió de arriba suyo. Por lo que sujetó a Liam con sus manos, ayudándolo a subir y encontrándose con el cuerpo muerto de la criatura, a Scott del otro lado de la azotea y a un extraño hombre sin boca, quien acercó su dedo a su inexistente boca, en forma de silencio, antes de desaparecer.

Los quejidos de Liam la volvieron a la realidad, cayendo en la cuenta finalmente.

Había mordido a alguien.

Nuevo capítulo largo por tardar tanto. Perdón pero realmente la tesis me deja sin tiempo.

Muchas cosas pasaron en este capítulo y quiero que me digan qué piensan sobre cada una.

• Maya Porrista.

• Stiles sin superar a Maya, ¿bo-ho you whore (ahre)?

• Maya y Malia amigas, ¿lo aman o lo odian?

• Aparición extraña de Allison, ¿producto de la imaginación de nuestra protagonista? ¿Volverá a aparecer?

• MAYA MORDIÓ A LIAM AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH, es algo que estuve pensando desde el tercer libro de esta saga and i'm living for it!    ¿Ustedes qué piensan?