XII. "Es menor que tú."

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Los Walcott fueron los primeros, al menos los primeros de los que la manada se enteró. Cuatro asesinatos. Sean, su hermano y sus padres. Los mató un asesino profesional llamado el Mudo, el arma usada fue un hacha de guerra militar, pero Peter Hale mató al Mudo tras su intento de volar a Derek con una mina Claymore.

El siguiente fue Demarco, llevó un barril de cerveza a la fiesta de Lydia en la casa del lago y lo decapitaron afuera de su auto. El cadáver fue encontrado por Chris, Maya y Scott.

Y luego, anoche, Carrie Hudson de veintitrés años.

— Es una lista negra, una lista de muerte de criaturas sobrenaturales— explicó Scott al padre de Stiles, antes de entregarle un papel—. Esta es solo una parte, aún hay que descifrar el resto.

— ¿Quién encontró esta lista?— preguntó el Sr. Stilinski.

— Lydia— contestó Stiles.

— ¿Cómo?

— Ella la escribió, la transcribió sin darse cuenta— explicó Maya cruzando sus brazos y al ver la cara del adulto, afirmó—. Banshee.

— ¿Qué indican estos números junto a los nombres?

— Llegaremos a eso, primero debes saber que rompieron el código con una clave cifrada— lo interrumpió el castaño.

— Espera, ¿te refieres a una clave?

— Es un nombre— contestó dudoso, sabiendo lo que aquel nombre provocaría en los otros dos adolescentes en la oficina.

— Allison— dijo finalmente Scott, provocando que ambos se ganaran una mirada de lástima.

Maya bajó la vista, tratando de recobrar su compostura, cuando le pareció ver a la nombrada detrás de Noah.

— Su nombre descifró un tercio de la lista— siguió Stiles con su explicación.

— Y creemos que hay otras dos claves cifradas— terminó Maya, volviendo la vista a la situación actual—. Lo cual nos dará el resto de los nombres.

Noah asintió.

— De acuerdo, ¿cómo conseguimos las claves cifradas?

— Tal como conseguimos el código, Lydia— respondió Scott.

— Pasa el fin de semana en la casa del lago, tratando de hallar las otras dos claves— siguió la Alfa—. La he estado acompañando junto a Malia, realmente se esfuerza.

— Ustedes no sabían lo de Demarco y Carrie, ¿qué hay de estos dos nombres en la lista?— habló el Sr. Stilinski—. Kayleen Bettcher y Elías Town, ¿también son hombres lobo?

— No lo sabemos— dijo Scott—. Deaton dijo que el Nemeton atraería criaturas sobrenaturales.

— ¿A Beacon Hills o al Condado de Beacon?— preguntó el adulto—. En Beacon Hills hay menos de 30.000 habitantes.

— Y esa cifra está bajando— bromea Stiles, ganándose una mala mirada de su padre.

— Pero si nos referimos al Condado de Beacon, allí hay casi 500.000 habitantes— siguió Noah— ¿De cuántos hombres lobo, banshees, kitsunes o lo que sea que esté allá afuera, estamos hablando? ¿Qué pasa si la próxima clave cifrada no revela doce nombres, sino cien?

— No debe haber tantos, hay un límite— le explicó Maya—. Por los números.

— Creemos que, al descifrar los nombres, los nombres sumarán 117— habló Stiles.

— ¿A 117 qué?— preguntó el Sr. Stilinski.

— Millones— siguió, antes de escribir las "k" y "m" correspondientes—. 117 millones de dólares robados de la bóveda de los Hale, que alguien está usando para pagar estos asesinatos.

— Quiere muertos a todos los sobrenaturales de Beacon Hills— terminó Scott.

— Entonces, sale la lista cifrada y de alguna forma, estos asesinos profesionales la obtienen— Noah intentó ver si había entendido todo.

— Con una clave cifrada— remarcó su hijo.

— Y van tras los nombres en la lista. Son asesinos sin boca, usan hachas de guerra, cables thermo-cut que pueden decapitarte.

— Carrie también fue apuñalada— señaló Stiles viendo las fotos— ¿Qué es esta marca?— señaló alrededor de las apuñaladas una forma hexagonal.

— No estamos seguros, aún esperamos el informe del forense— explicó Noah, antes de preguntar—. Hay otra cosa que no entiendo, ¿cómo supo el asesino nuevo que Demarco iría a la casa del lago?

— Todos saben que les lleva cerveza a los chicos por un dinero extra— responde Scott.

— El que pidió esa cerveza mató a Demarco.

— Fue alguien de la fiesta, un estudiante— afirmó Maya con la voz algo temblorosa.

Si lo que acababa de decir era cierto, eso significaba que su manada estaba en peligro a todas horas.






[...]

Maya y Scott veían como su plan era ejecutado por Derek, molestando a Liam en los vestidores al romper, el que el joven creía que era, su palo de Lacrosse. El pequeño intentó atacarlo, más Derek lo sostuvo fácilmente del cuello contra los casilleros de los vestidores.

— Liam— lo llamó Maya entrando junto a su Co-Alfa, para ubicarse frente a la escena. Al escuchar su nombre de los labios de la castaña, el chico desactivo su lado lobuno, volviendo a la normalidad.

— Tienes razón— le dijo Derek, para luego soltarlo—. Es bravo.

— Gracias, papá— agradeció la muchacha por su ayuda, al demostrarle a Liam que aún no estaba listo para jugar por sus ataques de ira.

— ¿Papá?— preguntó el rubio intercalando su mirada entre los dos.

— ¿Tienes un problema con ello?— preguntó Derek con aire protector.

Liam negó rápidamente, aún sin dejar de mirarlos a ambos, reconociendo los rasgos y gestos que tenían en común.

— Este es el tuyo— habló Scott mostrándole el palo de Lacrosse en sus manos, antes de entregárselo.

El timbre sonó, indicando el inicio de las clases.

— Ve a clase, Liam— le ordenó Maya, decepcionada de que su Beta no haya pasado la prueba.

El pequeño les dio una mirada a todos antes de irse.

Derek los miraba a ambos con una sonrisa, en especial a su hija, quien lo miraba extrañada. Derek no sonreía a menudo.

— ¿Por qué sonríes?— le preguntó Scott algo asustado.

— Van a ser buenos en esto— afirmó agrandando su sonrisa.

— ¿Bromeas? No tenemos ninguna preparación— se quejó Maya— ¿Recuerdas cuando le dijiste a Scott que le enseñarías algo? Bueno, creo que este sería el momento que nos dijeras tus secretos de Alfa y tener un curso intensivo.

— Les diré una cosa— contestó sin sacar su sonrisa orgullosa—. Esa ira que él tiene, lo hará fuerte.

— Y peligroso.

— Muy peligroso.

Maya bufó mientras se apoyaba en una pared cercana y Scott caía rendido en uno de los bancos.

— Este debía ser el semestre que me concentraría en la escuela— dijo Scott abatido, mientras Derek se sentaba a su lado—. Pero Kate regreso, y tenemos un Beta. Y hay una lista negra.

Y Allison está en esta habitación mirándome ahora mismo, pensó Maya mirando hacia las duchas.

— Si nuestros nombres están en esa lista, deberíamos concentrarnos en eso— le dice Derek, antes de preguntar— ¿Creen que Lydia pueda conseguir esa segunda clave?

— Está trabajando en ello— contesta Maya, volviendo su vista a los dos hombres frente a ella, cuando Allison desapareció.

Cada vez Allison aparecía más seguido donde se encontraba, la mayoría de las veces no hablaba, solo se encontraba allí. A veces la salvaba de su soledad nocturna o tan solo miraba sus interacciones desde lejos, pero sabía que el que ella apareciera solo para sus ojos, debía significar algo. O tal vez, solo era un producto de su imaginación para atormentarla.

De cualquier forma, sabía que era algo a lo que debía darle cierre.






[...]

— La desigualdad económica existe en todas las formas— habló el entrenador, mientras Stiles miraba algunas de las imágenes de los homicidios, a la vez que Maya se inclinaba sobre el pupitre de éste para apreciarlas de igual forma. Aún debían averiguar qué eran esas marcas hexagonales alrededor de las heridas principales—. Tomemos los deportes, por ejemplo. Algunos equipos tienen mejores instalaciones de entrenamiento, algunos están mejores equipados.

»No como Bacon Hills, que a duras penas paga la cinta para que no se desarme el equipo«, se quejó con uno de los palos de Lacrosse en sus manos, hasta detenerse junto al pupitre de Stiles, apreciando como ambos adolescentes miraban con atención aquellas alarmantes imágenes.

Maya notó su presencia, enderezando su cuerpo para volver a su lugar, sin embargo, Stiles necesito de un golpe en el banco para notar al entrenador.

»Sabes, Stilinski, si pudiera calificar cuánto me perturbas, te daría la nota más alta.«

— Gracias, entrenador— le dio una pequeña sonrisa.

— Guarda esas fotos— le ordeno, antes de golpear el banco nuevamente con el palo de Lacrosse, llamando la atención del castaño. Stiles agarró el extremo de éste, mirándolo con atención, antes de dirigir su vista a las fotos.

Del otro lado, el entrenador luchaba para que lo soltara hasta que lo logró.

— ¿Qué está mal contigo?— preguntó, antes de negar—. No respondas.

Scott y Maya se acercaron cuando el entrenador se fue, para descubrir lo que Stiles había descubierto.

— Es un jugador de Lacrosse, el asesino es del equipo.

Apenas la clase terminó, los tres corrieron a la sala de equipamiento para revisar los palos de la escuela. Se sentía como los viejos tiempos, ellos tres contra un gran problema.

— Esto no tiene sentido— dijo Scott al terminar de revisarlos todos—. Casi todos juegan con su propio equipo.

— En vez de buscar un palo de Lacrosse con un puñal oculto, deberíamos hacer que cancelen el juego— sugiere Maya, apoyando sus manos en la mesa del centro.

— El juego es la mejor forma de atraparlo en el acto— le recuerda el morocho.

— ¿Qué tal que tenga las manos bañadas en sangre de quién acaba de apuñalar?— pregunta sarcástico Stiles—. Lo cual, por cierto, podría ser cualquiera de ustedes.

— O Liam— sigue Maya preocupada—. No tenemos la lista completa, y él podría estar ahí.

— No sabemos nada de esta lista. Cómo la hacen, cómo la actualizan— habló el castaño—. ¿Quién ha hecho un censo de criaturas sobrenaturales?

— Saben de todos— murmura Scott.

— Maya tiene razón, deberíamos suspender el partido.

— No tengo miedo.

Maya suspira antes de erguirse.

— Yo tampoco— dice la castaña, apoyando a su Co-Alfa.

— Yo estoy aterrorizado y ni siquiera estoy en la lista— se suma Stiles—. Chicos estos son asesinos profesionales, es su profesión. ¡Uno de ellos tiene un cable thermo-cut que corta cabezas! ¿Quién sabe qué más tienen?

Stiles tenía razón estaban con una gran desventaja.

Los tres salieron afuera, encontrándose con que los jugadores de la escuela Devenford, con la cual competirían esa noche, habían llegado. Pero eso no era todo. Liam se encontraba frente a ellos, junto a su amigo Mason y podía sentirse la tensión a kilómetros de distancia.

Los puños de Liam se encontraban sumamente apretados. Maya pudo notar como una gota de sangre salía de uno de ellos, por lo que corrió rápidamente para detener lo que fuera que estaba ocurriendo. Scott y Stiles no dudaron en seguirla.

— Hey, hey, hey...— dijo con una sonrisa interponiéndose entre ellos, mientras los chicos sostenían a Liam—. Hola, ¿qué tal?— preguntó algo coqueta al notar lo atractivo que era el muchacho frente a ella, quién le dio una sonrisa de oreja a oreja, que mataría a cualquiera—. Bienvenidos a Beacon Hills, nuestra escuela. Estamos emocionados por el juego de hoy y espero que juguemos limpio y con violencia.

— Sin violencia— la corrigió Stiles con una tos falsa.

— Pero me gusta la violencia— le dijo para que solo él la oyera, aunque la sonrisa del muchacho frente a ella le hizo entender que él también había escuchado—. Bueno, si necesitan algo no duden en pedirlo— terminó con una sonrisa, de la cual Lydia estaría orgullosa.

— Eso está más que seguro— contestó el chico, provocando que las hormonas de Maya saltaran y los ojos de Stiles rodaran.

Es menor que tú. Es menor que tú, se repetía mentalmente mientras corría detrás de los chicos y Liam, ante la intensa mirada de Mason.








Un nuevo capítulo finalmente ha llegado.

He leído que muchos de ustedes dicen que Allison volverá o que Maya está obteniendo nuevos poderes, pero nada de eso es cierto. Espero que con estos pequeñas apariciones vayan uniendo de qué se trata.

Apareció mi Brett hermoso, but es menor que Maya. No debería pasar nada... ¿verdad?

Gracias por leer, y no olviden de votar y comentar. Realmente me motivan a continuar con la historia de Maya.







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