XIII. "Solo te miraba a ti"

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Scott y Stiles mantenían a Liam bajo la lluvia de una de las duchas del vestidor del equipo de Lacrosse, intentando calmarlo por el reciente encuentro con Brett. Maya los miraba mientras se encontraba apoyada contra los casilleros, mirando toda la escena algo aburrida.

— Podrías ayudar, ¿sabes?— se quejó Stiles mientras el agua le salpicaba toda la cara.

— Nah, lo están haciendo perfecto— respondió sacando un poco de la cutícula de su uña—. Esta ropa no está hecha para mojarse.

— ¡¿Y crees que la mía sí?!

Finalmente, Liam se calmó sentándose en el suelo, a la vez que Scott y Stiles trataban de mantener sus respiraciones estables.

— El auto que destrozaste, creí que era de tu maestro— le habló Scott al Beta, refiriéndose a lo que había dicho Brett.

— También era mi entrenador— contestó el rubio—. Me sancionó por toda la temporada.

— ¿Qué hiciste?— preguntó Maya, ahora acercándose a la escena.

— Me sacaron dos tarjetas rojas.

— ¿Solo dos?— siguió Stiles sarcástico.

Scott se agachó frente a Liam.

— Debes decirnos la verdad— le ordenó el Alfa— ¿Qué más pasó?

— Nada— respondió el rubio a la defensiva—. Me expulsaron de la escuela, me mandaron al psicólogo para una evaluación.

— ¿Cómo lo llamaron?— preguntó Maya.

— Trastorno explosivo intermitente.

Mierda, pensó la Alfa.

— ¿T.E.I?— preguntó Stiles sin esperar respuesta, antes de mirar a la castaña—. Genial, le diste superpoderes a una bomba de tiempo andante.

— Púdrete— le respondió la chica, antes de volver a mirar a Liam— ¿Te dieron algo para eso?

— Risperdal, es un antipsicótico— contestó el pequeño.

— Esto está mejorando— se burló el humano.

— Pero no me lo tomo.

— Obviamente— siguió, ganándose un golpe por parte de la Alfa.

— No puedo jugar Lacrosse con eso, me fatiga mucho.

— De acuerdo, creo que debes salirte del juego— sugirió Scott—. Di que te duele la pierna.

— ¡No!— se quejó Liam mientras se levantaba del suelo, seguido por Scott—. Puedo hacer esto, especialmente si ustedes están ahí.

— Liam, no se trata solo del juego— intentó razonar Maya—. Creemos que el que mató a Demarco puede estar en nuestro equipo.

— ¿Quién es Demarco?

— El que llevó la cerveza a la fiesta— le explicó Stiles—. El tipo al que decapitaron.

— Creemos que quién pidió la cerveza, mató a Demarco— siguió Scott.

Liam se quedó un momento en silencio, antes de hablar.

— No sé quién pidió el barril de cerveza, pero sé quién la pagó.

El recuerdo volvió a Maya como una cachetada.

Garrett.






[...]

La noche llegó y en el transcurso de su arribamiento, Maya había visto a Allison más veces que nunca, desde que había aparecido por primera vez. Primero apareció cuando estaba preparándose para salir, manifestándose a un lado de la puerta de su habitación. Luego, apareció mientras se dirigía al auto que Derek le había prestado, ya que nadie podía llevarla al partido. Y, por último, apareció dentro del auto, a su lado, cuando había aparcado en el recinto de la escuela.

En ningún momento habló, solamente la miraba como si Maya ya tuviera que saber lo que debía hacer. Pero ese era el problema, Maya no lo sabía. Ella no tenía ni la mínima idea de lo que debía hacer.

Así que, ignorando su presencia, salió del auto para dirigirse al campo, el cual ya se encontraba iluminado. Caminó hacia las gradas, esquivando a los jugadores y deseándole suerte a sus amigos, antes de sentarse para apreciar el partido que comenzaría en pocos minutos. Estaba a punto de mandarle un mensaje a Lydia preguntando dónde estaba, hasta que alguien se sentó a su lado.

— Hola, mamacita— la saludó Manuel, ofreciéndole unos nachos con queso que había comprado.

— Hola, papacito— devolvió el saludo, aceptando los nachos, feliz de llenar su estómago.

— Ya que no aceptaste una cita conmigo— comenzó a hablar el latino, antes de beber un poco de su bebida—. Deberíamos ser amigos con beneficios.

— Somos amigos, tu beneficio es que te deje sentarte conmigo— contestó terminándose los nachos, lo cual sorprendió al muchacho por su rapidez, sacándole una sonrisa.

— Lo acepto— finalizó entregándole su bebida, la cual también terminó rápidamente—. No quiero que te asustes, pero hay un jugador del otro equipo que no te saca la mirada de encima.

Manuel habló tan bajo, que, si ella no fuera mujer loba, nunca lo habría oído. Maya se giró disimuladamente, teniendo una clara sospecha del rostro que se encontraría. Allí estaba Brett, mirándola con una sonrisa seductora que ya la estaba molestando.

»¿Quieres que lo asuste?«, le preguntó el chico a su lado.

— No, yo puedo hacerlo.

La Alfa se levantó de su lugar y comenzó a bajar las gradas con agilidad, pasó por un lado de Liam y Mason, quienes casualmente hablaban de su objetivo. Ambos se sorprendieron al ver a la castaña dirigirse a Brett, Liam estaba algo asustado de que lo "regañara" por tratarlo mal aquella tarde. Extrañamente el rubio sentía como si su madre fuera a hablar con sus compañeros, bueno, ex compañeros.

Maya se plantó frente a Brett, quien para su edad era demasiado alto, frente a las miradas de todo el equipo contrario, los cuales alentaban al muchacho como los estúpidos hombres siempre hacían.

— ¿Puedes dejar de mirarnos?— le preguntó Maya con brazos cruzados—. Estás poniendo nervioso a mi amigo.

— ¿Yo no te pongo nerviosa?— contratacó Brett, provocando que sus amigos comenzaran a murmurar nuevamente.

— Ni siquiera un poco— contestó con intenciones de terminar la conversación—. Así que, con esto ya hablado, deja de mirarnos.

Maya estaba a punto de girarse para volver a su asiento, cuando el muchacho volvió a hablar.

— Solo te miraba a ti— la Alfa se giró con una ceja alzada—. Cuando veo una hermosa vista, la aprecio.

Aww...— la castaña fingió ternura, antes de volver a su cara seria—. Cuando veo un hermoso rostro, lo rompo.

Y con eso, Maya se dio la vuelta finalmente caminando hacia las gradas.

— ¡Espero que quieras romper el mío!— exclamó Brett, llamando la atención de casi todo el campo. Ganándose como respuesta, el dedo del medio de Maya sin que se diera la vuelta.

La castaña se sentó nuevamente ante la mirada de Manuel, quien no pudo evitar hablar.

— Tengo miedo de preguntar qué es lo que le romperás.

Maya solamente rió, antes de que el silbato sonara, indicando el comienzo del partido.

El juego resultó ser bastante violento, Brett anotó dos veces seguidas, provocando que la Alfa tuviera sentimientos encontrados. No quería que ganaran, pero mierda... Sí que se veía bien cuando anotaba.

Kira logró anotar una vez, lo cual festejaron sumamente felices. Sin embargo, el entrenador la puso en la banca, ya que no había hecho la jugada que él le había indicado.

Pero eso no fue lo peor, de un momento a otro, Brett, Liam y Garrett chocaron a gran velocidad. Tanto Brett como Liam quedaron en el suelo quejándose del dolor. Maya comenzó a bajar las gradas, cual madre asustada cuando vio que Liam, Scott y Stiles se acercaban a las gradas.

— ¿Está bien?— le preguntó cuando llego a su lado.

— Sí, está bien— le contestó Scott—. Volví a ubicar su hueso.

La castaña dejó salir un suspiro de alivio, antes de ver como se llevaban a Brett, quien no podía caminar.

— Hablé con el entrenador, no volveré a jugar por el resto del juego— dijo Liam.

— ¿Qué vas a hacer?— le preguntó Maya a su Co-Alfa.

— No lo sé, aún hay algo mal— contestó Scott—. Estamos omitiendo algo.

Stiles apareció corriendo con su celular en mano, antes de mostrarles la imagen.

— Lydia descifró otro tercio de la lista— explicó el humano, mientras todos veían los nombres.

— ¿Estoy ahí?— preguntó el rubio.

— No, pero alguien más sí.

Maya le sacó el celular de la mano hasta encontrar el nombre del que Stiles hablaba.

Brett Tabott.

Maya y Scott comenzaron a correr hacia los vestidores, sabiendo que los paramédicos se encontraban tratando al muchacho allí. Llegaron encontrándose con los cuerpos de los paramédicos inconscientes. Scott entró primero, mientras Maya tomaba el pulso de los cuerpos frente a ella. Todos estaban con vida.

El ruido de Scott luchando contra alguien, la hizo levantarse rápidamente para entrar a los vestuarios, encontrándose con Brett en el suelo y a Scott luchando con la novia de Garrett, quien intentaba decapitarlo con el thermo-cut.

Al ver como el arma no lastimaba de ninguna forma a su mejor amigo, Maya caminó lentamente hacia la chica, a quién agarró del cuello girándola hacia ella.

— Elegiste a los Alfas equivocados— gruñó en su rostro, ya con sus ojos rojos, antes de golpearla contra la pared, dejándola inconsciente.

Scott le dio una mirada agradecida, mientras se sacaba el arma de su cuello. La castaña se giró y se agachó junto a Brett, quién giró sobre su cuerpo para poder mirarla mejor.

»Cariño, ya estoy en casa«, le dijo como si fueran un matrimonio casado, lo cual sacó una sonrisa del abatido muchacho, antes de que cerrara sus ojos.

Stiles llegó corriendo, encontrándose con aquella escena frente a sus ojos. Compartió una mirada con ambos Alfas, antes de sacar su celular para llamar a su papá.








Capítulo nuevo con una sassy Maya ;)

Apareció Manuel nuevamente, más chill que antes, pero ocupó su lugar un Brett hormonal, que le vendría bien un golpe para que se le salga lo bruto jasjajsjas

Scott y Maya mi dúo dinámico de Alfas no puedo amarlos más♥

Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado y no olviden de votar y comentar ;)




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