+++

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Se materializó frente del ángel que estaba a solo un paso de abandonar la habitación.

- No lo hagas. - soltó sin más , interponiendose delante de la puerta y mirando fijamente los ojos rojos del ángel.

- Fuera de mi camino errante.

- Mírate , no puedes ir allí.

Taehyung se mantuvo firme con su ceño fruncido sosteniendo la mirada del pelinegro. Algo ardía en su ser, y no había manera de calmar lo que sentía más que poniendo en su lugar al cerdo que estaba ocasionando todo en ese hogar.
Antes de parpadear nuevamente , hizo un escaneo rápido a su cuerpo, cayendo en cuenta de lo que el pelinegro decía.

Sorprendido y con temor hizo dos pasos hacia atrás abriendo sus ojos en sorpresa cuando se encontró con sus alas, ropa y su cabello de color gris.

Con manos temblorosas delineó sus alas sintiendolas demasiado calientes.

- Que es esto?, Porqué? - preguntó volviendo su vista al pelinegro que lo miraba con empatía.

- Eres un ángel y estás a punto de hacer algo que no debes , tu cuerpo lo presiente.

- No lo entiendo...

- Yo era cómo tú...- expresó y bajó su mirada a sus pies- no se lo que estás escuchando ahora, pero estoy seguro que no es bueno, no debes interferir porque luego no hay retorno. Cuando cruzas esa línea no puedes volver.- dijo volviendo su mirada los ojos contrarios.

- Eras como yo?- preguntó sorprendido por tal confesión- yo... lo siento- susurró- pero debo ir...no escuchas?...porque no puedes escuchar?- musitó intrigado por la respuesta.

- No lo sé, pero estoy seguro que hay demonios metidos en eso, sino podría oír perfectamente, por lo general nosotros no nos sentimos, pero cuando hay algo que va muy mal y en contra de nuestras reglas lo hacemos, solo que esta vez siento incomodidad nada más y eso está mal... pude oír apenas un grito... pero...- negó sutilmente con la cabeza-que es lo que escuchas tú?...

- Al niño...e-está llorando, lo está lastimando y no se dónde está su ángel...y-yo no entiendo cómo puede dejarlo sólo, su deber es protegerlo...el grito que escuchaste fue el de su madre quizás, era la única que lo estaba protegiendo...- respondió con torpeza y chocándose con las palabras, mientras sus ojos se llenaban nuevamente de lágrimas.

- Tranquilo, respira, iré a ver, tú quédate aquí, y no dejes a la niña sola...- dijo abriendo la puerta a penas.

- Y-yo... gracias y lo siento...

Jungkook miró el arrepentimiento en los ojos del ángel que aún seguía en su tonalidad gris, pero que sus ojos se volvieron celestes cual mar, sonrió tenuemente entendiendo a lo que se refería, muchas veces cuando se encontró en un estado más deplorable pidió ayuda, pero el ángel se negó rotundamente alegando que era todo lo que se merecía por ser un ser desagradable y sin alma. No lo culpaba, los demonios no estaban bien vistos y mucho menos con su reputación, pero no todos lastimaban a inocentes. Con un asentimiento débil abandonó la habitación.

Caminando por el pasillo que lo llevaría a las escaleras pudo sentir el olor metálico de la sangre alojándose en sus pulmones, el olor rancio y agridulce de la putrefacción calando profundo en sus poros. El pasillo se volvió oscuro y rojizo, con sus paredes llenas de moho y hongos, podridas, húmedas y dando la sensación de sangre bañándolas.

Podía sentir el ambiente pesado atiborrando todo el lugar. Eso definitivamente estaba mal, algo iba muy mal.




Llegando al pie de las escaleras no soportó más la peste hasta el punto de provocarle arcadas y se tapó la nariz con la parte interna de su codo, solo quedando así sus ojos libres para analizar el lugar. Todo estaba de color rojo sangre, las paredes y el piso se teñian completamente del color, habian moscas rondando el lugar y posándose sobre unos bultos tirados en el piso que al parecer era carne podrida, llena de gusanos y maloliente.

Agudizando la audición pudo percibir una conversación que provenía de la sala, deslizándose por los pequeños espacios que le permitían avanzar se desplazó en silencio hasta llegar a la puerta...

- Todo listo señor, he creado un campo impenetrable, nadie sabrá ni sospechará nada...

- Muy bien, si no es como dices me aseguraré de arrancarte las entrañas con mis manos.- dijo una voz profunda, rasposa y hórrida. - ahora... ve a revisar la casa, he percibido un olor muy dulce a pureza, quizás hay algún angelito metiche que quiera unirse a la fiesta- una expresión de diversión y perversión se dibujó en su rostro.

- Señor con todo respeto, pero debo ir a hacer guardia hasta que los demás lleguen, no podemos confiarnos, que pasaría si... se entera?- musitó con temor.

Soltó un suspiro pesado presionando el puente de su nariz.

- Si, tienes razón, me emocioné con el hecho de tener a un angelito con las piernas abiertas para mi- posicionó sus manos en la cadera encogiéndose de hombros- entiéndeme soy débil ante la carne pura. Bien, ve afuera, y apenas lleguen los demás me traes al pastelito. Por lo otro no te preocupes, está muy ocupado con el maldito tema del balance, además soy su mano derecha, no lo traicionaría verdad?, Bueno él cree que no.

- Si señor...

- Ahh...una última cosa, invoca al mal nacido de Nanael, debe terminar el trabajo...

-Esta bien señor, algún otro pedido?- viendo al demonio negar con la cabeza, asintió con una pronunciada reverencia y salió rumbo al pasillo que se encontraba del otro lado de la puerta de entrada.


Una vez salió su sirviente, se dedicó a observar todo el lugar, el cuerpo tirado y desgarrado del hombre que poseyó, la mujer extendida en la mesa principal con las piernas abiertas y con un corte que iba desde la garganta hasta sus genitales, el niño en el sillón vivo pero inconsciente era una imagen digna de apreciar para su deleite, una sonrisa de triunfo se plasmó en su rostro.

- Ahh~ solo un poco más y podré tener a todos a mis pies, incluso a ti mi querido amigo, incluso a ti...- suspiró sentándose en uno de los sillones individuales al rededor de una mesa pequeña al centro de la sala, cruzando sus piernas una encima de la otra, sin abandonar la sonrisa de su rostro.











Se quedó rígido en su lugar, procesando todo lo que había escuchado, quién era ese demonio y porqué estaba haciendo todo eso?...

Nanael tenía que ver con algo? ...

Suspiró derrotado al no haber averiguado lo suficiente, todo lo que había oído lo hizo con claves y no era de gran ayuda. Solo sabía que debía sacar al ángel cuanto antes de allí.

El sólo hecho de saber que podían y querían hacerle daño hizo que su estómago se revolviera.

Decidido a volver sobre sus pasos se giró y comenzó a andar, más se detuvo abruptamente al oír esa voz con el tono aún más frío y desagradable.

- Hola Jungkook, es descortés no saludar...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro