Capítulo 10

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Jimin miraba a su amigo vestirse sin poder despegar la mirada de su espalda. La noche después de aquel encuentro con los Bul en WayL, sintió el miedo recorrerlo creyendo que a su mejor amigo le ocurriría algo fatídico. Cuando lo vio en la noche retorcerse una vez más del dolor sacando aún dormido sus caninos y garras, una licantropía que quedó a medias, no pudo evitar llorar preocupado sin saber qué hacer.

Esa vez había presenciado como nuevos mechones de su cabello se teñían de gris, su espalda volver a alumbrar y más líneas dibujarse en estas. El día en que regresó de la sede después del encuentro con el consejo y alfas de manada, una semana atrás, algo similar sucedió aunque fue menos duradero e intenso que la vez anterior.

Taehyung no llegó a mostrar nada de su parte cánida pero aún así, fue doloroso verlo pasar por eso. No pudo abrazarlo o acercarse a él, aún dormido su piel lo repelaba pero permaneció en su habitación. Ahora dormía cada día junto a él preocupado de que algo ocurra y él no esté a su lado para protegerlo o al menos acompañarlo en su dolor. Buscaba información en internet pero eran realmente vagos los resultados que arrojaban las búsquedas.

Esos sucesos ocurrieron solo esas dos noches, si contaba la primera vez, serían ya tres pero él no podía apartarlo de su mente aunque el menor no le diera mucha importancia a esto. Su cabello volvía a estar castaño porque cada vez que un mechón gris aparecía era teñido pero sabían que debajo de eso color, había algo más. En el espejo, sus ojos se encontraron, mismo si apartó velozmente la mirada, Taehyung lo notó y se acercó a él con cautela tomando su cuello para acariciarlo con sus pulgares.

— ¿Quieres dejar de mirarme así? Me afecta cuando no te muestras fuerte y apacible a mi lado por mi causa. Puedes derrumbarte y yo siempre estaré para sostenerte pase lo que pase pero si ese derrumbe es por mi causa, mis fuerzas flaquean. — Musitó abrazándolo, sorprendiéndose al ver que Jimin no le rehuía y solo se dejaba hacer. — Yo también tengo dudas, no sé por qué me está ocurriendo esto. Mis sueños, las cosas que dices que me pasan pero de las que no me entero hasta que no veo el gris en mi pelo. Mi padre me dijo que él no pasó por nada de eso cuando se convirtió en alfa, todos sus sueños fueron con sus ancestros o cosas así.

— Yo creo que la anciana Young debe saber más de lo que nos dice porque esos "puede que sí, puede que no" son acertijos que ella ya ha descifrado pero no nos comunica. — Perdió su rostro en el cuello de Taehyung, relajándose aunque quizás no tanto como otras veces hubiese logrado porque su cabeza daba demasiadas vueltas. — Tae, ¿sabes que eres todo lo que me queda? Ya perdí a mis padres, nuestra élder principal y tú son lo más cercano que tengo a una familia.

— Yo no te dejaré solo jamás, tienes mi palabra. Ni siquiera si llegaras a encontrar a tu destinado te dejaría a un lado. No te librarás de mí tan fácilmente. Lo prometo. — Mordió el pelirrojo su propio labio inferior sintiéndose un poco culpable de no haberle contado aún que ya había encontrado a su alfa. — Todo esto seguro tiene una respuesta bien sencilla, esta tarde presionaremos un poco a esa anciana y verás que nos dice todo. Lo más probable sea que nos hayamos estado comiendo las cabezas por gusto y esto no es más que yo convirtiéndome en el Alfa Mul.

— ¿Por qué no la vamos a ver ahora?  No hay que dejar para después las cosas que podemos resolver en el momento. — Rebatió pasando su nariz por su cuello y mandíbula, recibiendo un beso casto en sus labios junto a un apretón de nariz por parte del castaño. — Ay, no seas idiota, eso duele.

— No seas exagerado, hay cosas que duelen más.

— Pero nos dan placer esos dolores y son esperados. — Replicaba poniendo distancia mientras el contrario lo miraba con una ceja elevada. — ¿Cuál es tu problema ahora?

— Yo estaba hablando de heridas, fracturas, pérdidas de seres queridos. ¿Por dónde andaba tu mente pervertida? — Jimin abrió sus labios sintiéndose atrapado porque verdaderamente sus pensamientos estaban lejos de los contrarios pero no podían culparlo porque ellos solían siempre tomar esa ruta. — Vaya, es increíble que siempre tengas esas ideas en tu cabeza. ¿Por quién me tomas?

— ¿Por Kim Taehyung? — Se encogió de hombros empujándolo pero el castaño lo abrazó para morder sus mejillas, darle un nuevo beso menos casto que el anterior antes de darle una leve patada y empujarlo a un lado. — ¡Imbécil! ¿Ahora te vas y me dejas atrás?

Jimin corrió al exterior de la habitación del menor luego de mirarse rápidamente en el espejo, alcanzándolo en el pasillo justo antes de bajar por las escaleras. Seguía creyendo que lo pretendido por su mejor amigo era una maldita locura. Después de haber sido testigos de lo que los Bul eran capaces de hacer, no estaba muy seguro sobre molestarlos más de lo debido en esos momentos o interferir en sus asuntos aunque de cierta forma, esos asuntos les incumbían.

No es que ellos fueran santos, sabía que el antiguo Alfa junto a los que le precedieron fueron igual de implacables, no por gusto las manadas Agua y Fuego siempre fueron las más poderosas manteniendo su reputación hasta la actualidad pero lo que ellos presenciaron, simplemente se sintió oscuro y tenebroso por muy rápido o limpio que fue.

— ¿Realmente vamos a entrar a su territorio justo ahora? Quizás ellos no sepan lo que vimos aquella noche pero poniendo eso de lado, para quedarnos lejos del territorio Bul, razones son las que nos sobran. Lo que sucedió en la Sede no creo que les haya gustado mucho, lo ocurrido en su empresa, todo lo que está pasando en estos momentos, la rivalidad que siempre ha existido e incluso ese alfa peligris. — Espetó mordiéndose el labio al notar lo dicho viendo a su amigo de soslayo devolviéndole la mirada.

No quería hablar de Namjoon pero no era menos cierto que no dejaba de pensar en él. Sí, era fuerte física y mentalmente, sabía lo que quería, las metas que alcanzaría, su crecimiento personal y dentro de la manada, incluso más allá.

No buscaba pareja pero si llegaba, quería que fuera algo cultivado preferiblemente con alguien que no fuera alfa, mucho menos un destinado que solo por existir revolvía toda su vida sin la menor de las acciones. Mas, eso no significaba que tenerlo cerca no causara estragos, sus instintos eran tan fuertes como su carácter y fuerza de voluntad.

Kim Namjoon hacía su estabilidad peligrar aún sin intensión, no quería tener que verlo tan seguido. Todavía recordaba su mirada cuando se cruzaron en la Sede.

Ellos junto a otros alfas estuvieron vigilando la puerta para proteger a los reunidos y aún cuando ambos fueron profesionales, su sola presencia lo mantenía inquieto, buscándolo constantemente con la vista y maldiciéndose cuando estas entraban en contacto.

— ¿Alfa peligris? ¿Estamos hablando de Kim Namjoon aquí?

Jimin calló sin querer responderle a Taehyung por laguna razón pero, este era demasiado testarudo como para pasar una vez más por alto sus ideas. Sin pensarlo dos veces se orilló en la carretera y detuvo el auto para observarlo.

— Nosotros somos mejores amigos, en ocasiones jefe y empleado, incluso fuimos por presiones de la naturaleza amantes años atrás. Somos más que todo eso pero no estamos obligados a decirnos todo lo que sucede en nuestra vida privada. Tenemos derecho a nuestra privacidad sin importar cuán bien nos llevemos. Sin embargo, hay cosas que no puedo simplemente pasar por alto y me gustaría que fueras sincero para saber qué posición debo jugar.

— ¿Qué posición vas a jugar, Tae? Ya eso está más que claro, eres mi alfa en todos los sentidos aunque realmente no tengamos ese lazo amoroso desarrollado de manera profunda y no nos amemos de ese modo. Eres mi líder, mi mejor amigo, la persona, el lobo o licántropo más importante en mi vida. Ese es el lugar que ocupas. — Musitó mirando por el parabrisas al punto más lejano que su vista alcanzaba.

— Eso lo sé. — Sonrió entre suspiros volteando su rostro para que lo mirara. — Pero sabes a lo que me refiero. Yo pondré mi vida en la línea por ti frente a cualquiera, eso es un hecho pero quiero saber siempre a lo que me enfrento. No hemos hablado de ello pero la forma en que actuaste y ese peligris nos separó en el club dos semanas atrás, su posesividad contigo, la forma en que te miraba era bastante evidente. Nunca me dijiste que habías estado con él y no tienes obligación de hacerlo, solo que acostumbramos a decirnos todo y su nombre nunca salió a colación pero no parece un alfa aparecido cualquiera. Su posición, tu reacción, todo... ¿Qué hay ahí?

Jimin cerró sus ojos apoyando su cabeza al asiento, exhalando con cierta dificultad para controlarse, frotando sus muslos e incluso su pistola sutilmente en un obvio movimiento que denunciaba su nerviosismo. Taehyung no dijo nada, no presionó vocalmente, solo se le quedó mirando y aún si voltearse para verlo, el pelirrojo sentía el peso de esa mirada.

— Es mi destinado. — Abrió sus ojos y lo miró encontrándose con que Taehyung no estaba tan sorprendido como esperaba, quizás ya se lo imaginaba. Volviendo a mirar a un punto lejano sonrió torpe. — Ese alfa peligris es mi destinado y lo supe el día que te llevó herido a la manada luego del encuentro en el bosque. Su presencia no es un juego, a veces me siento intimidado por él, ni siquiera el alfa Bul ha logrado que se me encojan los testículos como Namjoon. Cuando lo vi en el club aquella noche... Mierda...

No podía hablar correctamente y su mejor amigo lo supo, comprendía el conflicto de Jimin por eso solo revolvió su cabello. Ahora entendía su celo repentino, las tensiones y la seguridad con que Jungkook le decía que Namjoon no lo lastimaría.

— Exuda rudeza e incluso poder pero no se ve brusco o un alfa torpe cualquiera que se deja llevar por sus instintos. No sé, se ve casi como un intelectual, misterioso. Creo que es algo de esa manada. — Musitó el castaño bajo apoyándose él también a su asiento, sonriendo divertido por lo que diría. — Es jodidamente atractivo, de los que dejaría que me diera y le daría gustoso.

— ¿Quieres morir, imbécil? Que no se te ocurra. — Respondió rápidamente el pelirrojo sin entender por qué esa idea acababa de revolverle la bilis.

— ¿Por qué no? Nunca hemos escatimado, lo compartimos todo y sabes que es mi tipo de alfa. A ti no te gustan los alfas.

— Pero es mi alfa, mi destinado. Además, no es que no me gusten los alfas, no resisto si forma de ser pero no los aborrezco del todo, eres una prueba viviente. — El castaño se encogió de hombros y Jimin tuvo que voltearse por completo para verlo. — Tae... No.

— ¿Ni siquiera un trío contigo?

— Voy a desgarrar tu garganta como sigas diciendo estupideces. — Miró realmente enojado a Taehyung hasta que este simplemente estalló en una sonora carcajada.

— Idiota, tengo mis límites, jamás me enredaría con tu destinado, solo quería ver tu reacción por ese alfa que no quieres en tu vida. Yo igual estaré aquí sea que quieras estar con él o no, te ayudaré en lo que necesites, solo deseo que lo pienses bien. Un destinado no es un juego y sabes que tarde o temprano lo necesitarás ahora que sabes de su existencia, quizás no tú pero sus lobos pueden revelarse. No serán los primeros o últimos que intentan resistirse.

— ¿No sabes con quién estás hablando? Soy Park Increíble Jimin, el único omega actualmente siendo la mano derecha de un alfa líder de manada. Para mí no hay imposibles, solo necesito que mi alfa siempre esté ahí para mí como un apoyo insustituible. Eres el único alfa necesario en mi vida, lo único malo es que no me has dejado follarte nunca pero por lo demás, eres perfecto. — Le menor asintió sonriéndole, disipando cualquier tensión que pudo haberse acumulado.

— ¿Listo?

— ¿Estás seguro que quieres seguir con esto? Creí que le harías la guerra a Jeon.

— Hay muchas formas de hacer la guerra y librar batallas, como las ideas, por ejemplo.

— O el sexo... — El castaño lo atravesó con su mirada. — Lo siento, tenía que decirlo.

Los dos rieron entrelazando sus manos antes de darse una mirada cómplice y volver a ponerse en marcha hacia la mansión del Alfa Bul. Como era de esperarse, todos los licántropos que sentían su presencia se incomodaban, estaban seguros que el único motivo por el cuál no los atacaron desde su primer anillo de seguridad fue porque iban completamente solos. Un riesgo tal vez pero de esta forma les demostraban que sus intenciones no eran una guerra.

— Estamos aquí para visitar a su líder. — Musitó Taehyung viendo a los renuentes alfas que les limitaban el paso imposibilitándoles avanzar.

— No nos informaron que venían y ustedes no tienen cita, está estrictamente prohibido pasar si el líder así no lo decreta. — Jimin rodó los ojos mirando a su mejor amigo.

Ellos nunca habían estado allí pero según sus informes, había mucha más seguridad de la esperaban, los números prácticamente se multiplicaban por tres, como sucedía cuando habían reuniones importantes. No importaba, habían hecho un largo camino, así que no se irían tan fácilmente.

— Avísale a Kim Namjoon que su omega está aquí. — Expresó el pelirrojo sorprendiendo incluso a Taehyung. Todos lo miraban confundidos, algunos a lo lejos casi reían como si estuvieran escuchando un chiste o asistiendo una comedia. — Díganle que Park Jimin está aquí.

— Si usted fuera el omega del segundo al mando, todos lo sabríamos. — Habló uno de los alfas cambiando el color de sus ojos, siendo seguido por no menos de doce alfas. — Retírense antes que esto se vuelva una invasión injustificada.

— ¿Estos imbéciles no me creen? — Jimin bufó sacando su teléfono para marcar el número que creyó jamás utilizar. Esa noche en que se deshizo de la tarjeta entregada por Namjoon, apuntó todos los datos memorizados en su teléfono aún cuando dudaba que fuera a hacer uso de ello en algún momento. — Alfa, soy yo, vine a verte. ¿Le avisas a tus cachorros que me deja pasar?

La llamada de Jimin terminó y el teléfono del sujeto que lo miraba sonó al instante. Este contestó bajo la atenta mirada de todos, mirando al pelirrojo que le daba una sonrisa y luego al alfa.

— Sí, señor, como usted ordene. — Guardó su teléfono en sus bolsillos y lo miró. — Disculpe, s-señor. Nuestro segundo lo está esperando. — Se inclinó en una reverencia mientras Jimin subía la ventanilla ignorando la falsa muestra de respeto. — ¡Escóltenlos!

Los portones se abrieron, un auto los esperaba del otro lado, justo frente a ellos y detrás de su vehículo, un grupo de alfas se transformaron para seguirlos hasta llegar a la mansión, despareciendo rápidamente en el bosque. Taehyung se removió en su asiento mirando todo maravillado porque su mansión era enorme pero esa estaba a otro nivel desde seguridad y estructura hasta ubicación y arquitectura. Tenía que hacer algunos cambios en su manada.

Cuando descendieron del auto, no pudo evitar pensar que esa era la residencia del Alfa Bul, un sitio que en realidad era visitado por muy pocos. Su corazón latía desmesurado, todo él estaba en alerta pero la adrenalina que lo recorría era demasiado fuerte. Por la Diosa Luna, incluso quería transformarse y echar a correr por los alrededores para conocerlos.

— Vaya, estoy verdaderamente sorprendido por tus habilidades manipuladoras y descaro. — La vos de Namjoon los hizo voltear y Jimin no pudo evitar sonreír coqueto. — ¿Soy tu alfa ahora que me necesitabas pero has tenido mi teléfono por tantos días sin llamarme? Incluso te presentaste como mi omega, creí que odiabas estar destinado conmigo.

— Lo hago pero es bueno tener contactos importantes cuando es necesario. Mi alfa, necesita hablar con tu líder. — Comentó notando la forma en que se empuñaban las manos del contrario. — ¿Podrías llevarnos con él?

— Buenos días... — Saludó Taehyung cortésmente antes de proceder a decir cualquier otra cosa, notando la mirada que aquel peligris le daba. — He venido personalmente hasta aquí porque tu líder y yo tenemos asuntos pendientes que discutir, es importante. Sin importar nuestras diferencias, lo más importante es la seguridad de nuestra gente.

— Comprendo pero, no se va a poder. Nuestro líder no se encuentra disponible en estos momentos y no lo estará por varios días. — Explicó desviando finalmente su mirada de Jimin. — Si hubieran llamado antes se hubieses ahorrado el viaje en vano que han dado. Les sugiero que pospongan esta reunión, tienen forma de contactarnos y ahora yo también tengo el teléfono del señor Park, hablaremos en el futuro.

— Ya veo... — Musitó Taehyung estudiando sin poder evitarlo todos los alrededores. No había forma de que Jungkook no estuviera ahí, podía olerlo, sentirlo incluso. — ¿Me lo estás negando o él se está negando a verme?

— Simplemente no está disponible, debe comprender que tiene muchas obligaciones como el líder de los alfas. — Insistió Namjoon preparándose para una lucha cuando notó los ojos del castaño volverse azules, sus garras salir junto a sus caninos.

— Tae... — Llamó Jimin preocupado.

— ¡Dile que salga! — Exigió el Alfa Mul sin poderlo evitar cambiando por completo el tono de su voz, él ya se iba a retirar pero su lobo se rehusaba a hacerlo. Estaba molesto y quizás algo más. — Dile que salga antes de que yo entre y despedace al omega que está junto a él en este momento.

Los ojos de Namjoon se ensancharon incrédulos, su corazón se aceleró y Taehyung pudo escucharlo claramente. Entonces, un aroma que no era del todo desconocido pero tampoco familiar llegó con mayor fuerza a sus fosas nasales. Eran feromonas sexuales que desprendía Jungkook en algún lugar de aquella gigantesca mansión acompañado por otro que le repugnaba, demasiado dulce, un omega sin lugar a dudas.

Su cuello comenzó agitarse de un lado a otro sin poderlo evitar, transformándose junto con un Namjoon que lo estaba mirando. No atacó al lobo gris, simplemente se afincó a sus patas y aulló dolido pero también molesto, siendo rodeado rápidamente por tantos lobos que hicieron que Jimin cambiara de forma velozmente para ayudarlo.

Él supo desde el comienzo que aquella no fue una gran idea y ahora lo confirmaba. Cuando el lobo blanco le gruñó al que le impedía el paso y este hizo lo mismo de regreso, Jimin se ubicó en medio de ambos, enseñándole sus colmillos a Namjoon antes de posicionarse bajo la cabeza de su mejor amigo y empujarlo para que diera pasos hacia atrás.

— ¿Qué está pasando aquí? — La voz de un Jungkook que salía desaliñado y envuelto en una bata de satín totalmente descalzo llegó a ellos.

Las orejas de Taehyung se movieron antes de que su cuello mirara en dirección al alfa que hacía acto de presencia. Su hocico se arrugó mostrando su dentadura y, sin tardar, brincó por encima de los dos lobos frente a él para ir a su encuentro. Los ojos de Jungkook se ensancharon listo para transformarse cuando el lobo blanco fue tirado por su cola por el gris que impedía su avance.

Jimin corrió hacia ellos golpeando a Namjoon con su cabeza, sus patas le arañaron el hocico para que lo cerrara, lanzándose hacia él, rodando por el césped mientras ambos se lanzaban mordidas. El resto de los lobos iban a atacar pero por algún motivo no lo hicieron, Taehyung había inmovilizado a un Jungkook que les gruñó a todos para que no intervinieran dado que el lobo blanco aunque agresivo, no parecía querer matarlo, no súbitamente, lo estaba oliendo, lamiendo mientras resoplaba y mostraba sus caninos. Aún en su forma humana podía acabar con el contrario si sentía su vida en riesgo.

Ellos no le prestaron atención al helicóptero que despegó de allí a varios metros bosque adentro pero en áreas dentro de la mansión aún. Namjoon y Jimin estaban demasiado concentrados en su pelea mientras que el lobo blanco arañaba con rabia la tierra a ambos lados del cuerpo de Jungkook.

Confundido por lo que podía percibir, el pelinegro entrecerró sus ojos atreviéndose a llevar su mano derecha cerca de la cabeza de quien lo inmovilizaba. Lo primero que recibió fue un gruñido de advertencia luego un pequeño ataque en falso que le hizo alejar su manos antes de volverlo intentar, cambiando sus ojos por unos rojos como el fuego que se encontraron con esos azules que lo desafiaban.

Posó su mano sobre su cuello, su oreja derecha para rascar y acariciar esa zona notando como la cola del lobo bajaban junto con sus orejas. Poco tiempo después, el cuerpo desnudo de un castaño se mostró frente a ellos. Ninguno entendía exactamente qué pasaba, todos estaban molestos pero a su vez confundidos. Los movimientos se detuvieron cuando Jungkook aulló, los lobos se voltearon en su lugar, Namjoon y Jimin se pararon también, mirando a sus líderes aún sin retomar su forma humana.

— Apestas a omega. — Fue lo primero que dijo el castaño rompiendo el intenso contacto visual. — ¿Estabas con un jodido omega?

— Sí. — Los caninos de Taehyung volvieron a asomarse y Jungkook entrecerró sus ojos brillantes. — Guarda esos dientes antes de que los quiebre y dame una muy buena razón para tu presencia en mi propiedad.

Lo empujó a un lado, viendo su cuerpo desnudo caer en la hierba. Chasqueó algo molesto su lengua, quitándose la bata que llevaba para lanzársela, quedándose él en ropa interior.

— Estabas follándote a un omega. — Era todo lo que repetía Taehyung mirándolo.

—Explícame desde cuándo le debo yo satisfacciones de mi vida privada al alfa de la manada enemiga. No te importa con quién folle o deje de follar, así que no te extralimites.

— Es claro que me importa. — Contestó levantándose, yendo hacia el pelinegro que por un segundo quedó confundido con sus palabras.

— Estás actuando como un omega celoso de su alfa, ten cuidado. — Se burló Jungkook sin mucha diversión sincera. — Ubícate, Mul y dime de una vez que quieres porque estás colmando mi paciencia. ¿Qué haces aquí?

Taehyung estaba peligrosamente molesto, jamás se había sentido así sin razón. Si el Alfa Bul follaba o no, no tenía un porqué importarle porque ellos no eran nada, no quería que fueran nada, no podían ser nada pero eso no evitaba que le molestara. Quizás era ese asqueroso olor a omega lo que tanto le molestaba o el simple hecho de que Jungkook siempre sacaba lo peor de él.

Él era ahora el alfa de la manada Mul, tenía que comportarse a la altura. Cerró sus ojos mientras cubría su cuerpo recomponiéndose. Peinó su cabello con los dedos y lo miró decidido.

— ¿Te suena Titanic y Lezle?

¡Hola por aquí!
LORED
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