Capítulo 17

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Todo era extremadamente tranquilo, como si los sucesos anteriores jamás hubiesen ocurrido y todo estuviera en perfectas condiciones. Como si la paz general reinara y los licántropos no fuesen cazados, como si Taehyung no fuera buscado y como si no estuvieran enterados de que en algún lugar, existía alguien que amenazaba con revolucionar todo lo que hasta el momento conocían.

Jimin estaba sentado en la terraza de la planta baja a petición de Namjoon para darle espacio a sus amigos mientras ambos se daban el tiempo para también conversar.

— ¿Por qué Hoseok no vino con ustedes? — Indagó Jimin estudiando el rostro del mayor.

Cuando los vio al regresar a la mansión creyó que Hoseok tal vez aguardaba en el vehículo, pero se sorprendió un poco al saber que este no los acompañó. Desde que supo que esos dos eran esposos no podía evitar el pensar en ambos. No le agradó saber que tuvieran ese tipo de vínculo al comienzo, pero pronto lo comprendió, él compartía uno igual de fuerte que Taehyung. No obstante, era extraño toda esa situación.

— ¿Estás interesado en conocer el paradero de Hobi? — Namjoon rebatió la pregunta con otra.

A él no le agradaba saber que Jimin estuviese tan preocupado por alguien con quien solía follar. Controlaba sus pensamientos e instintos, pero eso no significaba que ya no le resultara incómodo y un poco molesto que su destinado indague por su esposo y viceversa.

— Sí estoy interesado. — Confirmó el menor viendo como el contrario desplazaba sus manos por el pantalón en un intento de control. — Pero no porque lo extrañe, me guste a morir, simplemente me pareció extraño que vinieran solo tú y Jungkook porque ya pude ver que suelen estar siempre los tres.

— Más allá de todo, tenemos una vida personal y privada de la que no tenemos que rendirle cuentas a nadie. Hobi tenía asuntos que atender, Jungkook necesitaba hablar con tu jefe.

— ¿Y tú?

— Yo quería verte. — Admitió mirándolo fijamente. — No había necesidad de mi presencia, mas cuando supe que venía hacia acá creí que era el pretexto perfecto para encontrarme contigo sin verme como el alfa anhelante de ti que me he convertido. — Rio avergonzado y Jimin se le unió.

— Eso está rozando lo acosador.

— Me declaro culpable. — Ambos sonrieron mirando en otras direcciones antes entrar en contacto visual. — ¿Cómo has estado estos días? Te escribí porque creí que una llamada no sería oportuna, pero no recibí respuesta de tu parte.

— Lo siento, he estado demasiado preocupado por Taehyung. Yo no suelo matar personas, tiendo a dejarlos justo en el fino final del acantilado de la muerte, pero no los mato. Aun así, estoy más acostumbrado a todas estas cosas que él. Supongo que esto fue un golpe para él y pues yo solo tenía cabeza para su bienestar. Sí vi tu mensaje, quería responderte pero dije, ahora le respondo y terminé olvidándolo completamente. En verdad, perdón. Yo he estado entre lo que cabe, bastante bien. ¿Qué hay de ti?

— Estuve preocupado por ti. — El pelirrojo lo miró sin articular palabra. — ¿Te gustaría salir a comer conmigo?

— ¿Ahora? — Namjoon asintió y él solo atinó a mirar a través de los cristales al interior de la casa en busca de su mejor amigo. — No creo que sea un buen momento.

— Yo creo que es un excelente momento, ellos dos necesitan conversar y a mí, me gustaría pasar un poco más de tiempo contigo. Están en territorio Mul, en su mansión, Jungkook no se atrevería a hacerle daño. No se lo hizo cuando creyó que ustedes serían un peligro después de escucharnos en el bosque, no lo hará ahora.

— ¿Supieron que estábamos ahí?— Indagó sorprendido viendo la sonrisa del peligris aflorar.

— No fueron tan precavidos como creyeron, además, no existe en el mundo un lugar donde yo no pueda reconocer tu olor. Digamos que no fue muy difícil reconocer quemados estuvieron allí. Por un momento creímos que podrían intervenir o hasta podrían tener que ver en todo lo que estaba ocurriendo. Me lo negó, pero estoy seguro de que Jungkook pensó en matarlos si confirmaba algo de esto y yo estaba preparado para defender a mi destinado pese a todo. Pero fueron bastante rápido, debo reconocerles eso.

— ¿Vamos? — Jimin quería cortar esa conversación, se sentía extraña. — Me gusta comer en lugares caros, soy un adicto de los lujos.

— Creo que es algo bueno el hecho de que tu alfa destinado no deba preocuparse por esas cosas porque tiene para cumplir cada uno de tus caprichos. — Le guiñó un ojo y Jimin se carcajeó.

— Vaya, me vas a mantener.

— Complacerte de vez en cuando y mantenerte son dos cosas diferentes, mi destinado tiene también todas sus extremidades, es capaz de trabajar y mantenerse por cuenta propia. Digamos que nos mantendríamos mutuamente, no solo doy, me gusta recibir también. Hoy invito yo, pero a la próxima, prepara tu bolsillo. — De acuerdo, eso fue algo que a Jimin le gustó escuchar. — ¿De qué te ríes?

— ¿Quién te dijo que me estoy riendo? Vamos, que te llevaré al lugar más caro que hayas pisado en tu vida.

— La comida al menos debe valer la pena.

— Créeme, lo hace. — Afirmó levantándose de su asiento. — Entraré para dejarle saber a Tae que saldremos, de paso tu jefe también estará al tanto. — Namjoon asintió y Jimin se alejó sintiendo la firme mirada sobre él, una sensación agradable sentirse admirado de esa forma. No se volteó pero sonrió complacido.

Cuando Jimin entró a la oficina de Taehyung para informarle que saldría, pudo sentir el cambio en la densidad el aire concentrado en el interior. Recibió un asentimiento en confirmación por parte de ambos alfas y se alejó algo dubitativo.

— Creo que alguien finalmente ha roto el silencio. — Comentó Jungkook, ya que después de saludarse y hablar de lo ocurrido, ninguno supo qué más decir, terminando sumidos en el silencio.

— Supongo. — Fue la escueta respuesta de Taehyung y el pelinegro no pudo evitar fruncir el ceño porque, si bien no podía decir que conocía a ese otro Alfa, podía notar que algo le ocurría y que su cabeza no estaba justo ahí en ese momento.

No estaba la altanería que lo caracterizaba, no había insinuaciones o risas burlescas, no lo provocaba de ningún modo y todo él lucía apagado. Desde sus ojos y rostro hasta su cuerpo vagamente acomodado en aquella silla.

— ¿Todo bien? — Preguntó con cautela, notando el lenguaje corporal que difería de lo que su boca respondió.

— Sí, ¿por qué no lo estaría?

— No lo sé, no luces bien para mí, como si muchas cosas te estuvieran atormentando en estos momentos. Es claro que no tienes que decirme, son cosas personales seguramente, pero puedo notar que no estás del todo bien, Mul. — De hecho, aunque era ilógico, casi podía decir que también lo sentía. — ¿Estás preocupado por lo que está ocurriendo?

— ¿Has averiguado algo sobre Lezle? — Esa pregunta era una forma de desviar la conversación mientras la daba una pseudo confirmación de que eso era lo que le preocupaba. No del todo incierto, pero tampoco era lo único que rondaba su mente. — No obtuvimos nada del Titanic y él era solo un peón de ese hombre, mujer, licántropo, lo que sea que es.

— Un licántropo hombre que se mueve entre Hong Kong, Shanghái, Corea del Sur y del Norte. En estos momentos parece estar reajustándose y el único movimiento irregular siguiendo las fechas de lo ocurrido se dio China. Sin embargo, ese hombre es demasiado inteligente y escurridizo, no sabemos siquiera cómo luce o su edad, no hay mucho que pueda darte ahora mismo.

— ¿Podrías mantenerme informado si llegas a saber algo más?

— Claro, de hecho, ese fue uno de los motivos por los que vine. — El interés del castaño se hizo presente, acomodándose nuevamente en su silla para mirarlo, intentando alejar de su cabeza aquel que días atrás recordó.

Ese sueño que estuvo mientras se encontraba inconsciente en donde sus lobos se encontraban y comunicaban. Ambos habían estado en sus elementos, él en un sitio que lucía justamente como la zona ártica y el contrario en una volcánica. Mar, lava, fuego, agua, azul, rojo, negro y blanco. Todos parecía estar en una balanza exacta que repartía todo parejo.

Por qué en su subconsciente se había encontrado precisamente con el lobo Bul y no con otro como el de su madre, por ejemplo. Eso se le hubiera hecho más común y fácil de procesar. Que su madre o algún antepasado le sirviera de guía y no el lobo de la manada enemiga el que lo sacara de su encierro, lo liberara y guiara a la salida. ¿Por qué él? No tenía sentido darle mucha importancia a un sueño, pero era inevitable pensar en ello esporádicamente.

— He venido a aquí para definir nuestra relación. — Los ojos del castaño se achicaron por un momento, luego volvieron a su tamaño regular. — Te ofrezco mi amistad y una alianza si la deseas.

Las comisuras de Taehyung se elevaron porque de cierta forma era más de lo que semanas atrás esperó. Que Jungkook le estuviese ofreciendo una alianza y una amistad lo tomaba por sorpresa porque el Alfa de Alfas no tenía amigos y no solía crear alianzas tampoco.

— Me siento especial, Lobito. — Jungkook negó sonriente porque ese se parecía más al Taehyung que se la pasaba tentando a sus nervios como un alfiler a un globo sabiendo que podría hacerlo explotar. — Gracias por el ofrecimiento.

— Si necesitas de mí o mi manada, estaremos ahí para ti. Si necesitas con quien hablar cosas que no puedes dejar salir ni siquiera con tu segundo al mando, también estaré ahí para ti. Eso sí, llama con antelación, no te acostumbre a aparecerte en mi presencia sin avisar porque no todos los días tenemos paciencia o el ánimo está igual y las cosas podrían confundirse, tensarse y ponerse peligrosas.

— ¿Estás ofreciéndote porque sabes que te devoraré sin piedad? — Bromeó mostrando una sonrisa que el pelinegro agradeció en silencio.

— Ya te he dicho que hay niveles y para ofrecerme a ti de cualquier manera posible, debes trabajar muy fuerte para siquiera acercarte a mí. No obstante, si alguien pudiera acercárseme, ahora creo posible que podrías ser tú el afortunado. Claro, siempre y cuando seas disciplinado, debes pensar con claridad cada movimiento, recordar que cada una de tus acciones no te afectarán solo a ti, sino a cientos de personas bajo tu manto.

— Gracias. — Mencionó Taehyung con una sonrisa trémula. — Por todos los consejos que me has dado desde que nos vimos por primera vez en aquella carretera. — Ante la mención de este momento Jungkook tragó saliva y asintió volviendo a elevar sus comisuras. — No vayas a llorar por mi ausencia, eh.

— ¿Llorar? Las lágrimas son un lujo que no todos nos podemos permitir y menos por razones o seres que no lo merecen. — Taehyung entrecerró sus ojos y Jungkook rio.

— Ya estás siendo un patán insoportable nuevamente.

— No, solo estoy siendo yo, sincero. Creo que pronto te irás dando cuenta. Aun cuando solo querías llorar por la muerte de tu élder, tuviste que incorporarte porque tenías una manada que liderar. Aun cuando tu cuerpo solo pedía estar en cama y dejarte ir fuiste a luchar. Aún herido queriéndote dar por vencido por segundos debiste dejar tu dolor de lado para velar por tu bienestar y así poder ayudar a los otros porque eso es lo que nos hace Alfas líderes y no verdugos como muchos de nuestros ancestros. Nuestra capacidad de dejar de lado nuestro propio dolor para apaciguar el de nuestra gente. Aunque no lo notes, terminarás viendo como ocurre sin que planees hacerlo.

— Eres un buen Alfa, creo que por eso llegaste a donde estás.

— Eso lo sé. — Contestó Jungkook viendo al contrario revolear tus ojos. — Por cierto, ¿qué edad tienes?

— ¿A qué viene esa pregunta?

— Me gustaría saber si soy mayor o menor que tú. Te presentaste después de mí y eso podría ser porque eres menor o tuviste un ciclo irregular.

— Estás escarbando demasiado en la vida personal de tu socio y amigo. Aunque no entiendo cómo es que no manejas esa información.

— Lo que menos he tenido es el tiempo para preocuparme por algo como tu edad. Era algo irrelevante. — Se encogió de hombros con desinterés.

— ¿Ahora no lo es?

— Bueno, no tienes que decírmelo. — Espetó sacando su teléfono para mirar algo mientras Taehyung lo observaba a él.

— Tengo veintiocho. — La vista de Jungkook se elevó para encontrarse con la suya. — Soy un año menor que tú, Jeon. Yo si averigüé tu edad.

Era algo infantil el querer sonreír solo por haberse enterado de que el contrario había andado averiguando cosas sobre él, pero así se sentía. Jungkook asintió sin exteriorizar su sonrisa pero Taehyung sí lo hizo, logrando que el pecho del mayor se sintiera cálido.

— Yo... Tengo que marcharme ya. — Avisó Jungkook casi renuente a decir esas palabras.

— Antes de marcharte, me gustaría hacerte algunas preguntas. — Jungkook lo miró y asintió. — ¿Qué sabes sobre el inicio de los pleitos entre los Bul y Mul?

— Buscando expansión y poder, uno de los pasados Alfas líderes de la manada quiso invadir un territorio y los Mul se entrometieron apoderándose de todo. Eso fue lo que me dijo uno de los ancianos años atrás pero no sé cuál sea ese territorio. Luego el... — Jungkook calló y Taehyung se incorporó viendo que el mayor sabía algo que no le estaba diciendo.

— ¿El qué?

— El amante que mi padre tuvo antes de concentrarse con mi otro padre le ofreció un trato a mi abuelo para permitirle unir los territorios a cambio de dos cosas. Ser la pareja del mi padre, el antiguo líder. La otra creo que era que se le permitiera seguir teniendo el mando sobre su gente aunque compartiera incluso todos los recursos con los Bul.

— ¿Q-Qué sabes de ese amante de tu padre?

— ¿Por qué me estás haciendo todas estas preguntas? Ese no es un tema que me gustaría discutir contigo o cualquier otra persona. — Algo molesto, Jungkook se levantó para dirigirse a la puerta, pero el castaño corrió hacia él y lo detuvo. —No me gusta que me toquen sin mi consentimiento, creo que ya te lo he dicho.

— Por favor, — rogó el menor confundiendo a Jungkook porque este no entendía qué tan importante era para él esa información. — Necesito saber, es cuestión de vida o muerte.

— ¿Cómo puede ser cuestión de vida o muerte lo que pasó con mi padre y ese hombre? Ese no es el motivo por el pleito de nuestras manadas, comenzó desde mucho antes.

— Por favor, Kook, por favor.

— Y-Yo no... — Sus palabras se cortaron al escucharlo llamarlo así. Cerró sus ojos y suspiró sintiéndose algo patético. — Yo no sé quién fue él. Mi padre tuvo muchos omegas, lo único que hizo que el ser que me dio a luz fuera un poco más reconocido fue el hecho de que era su destinado y le dio su primer hijo alfa. Escuché que ese hombre fue el causante de la muerte del resto de mi familia solo para castigar al Alfa que lo abandonó y le dio lugar a alguien más. — Terminó de decir apretando fuertemente sus puños.

— ¿Cuándo sucedió esto?

— Justo poco después de nuestro encuentro. Debido a esto mi padre terminó de perder la razón y subyugó a toda la manada, obligándome a retarlo para tomar el control. Yo tendría diecinueve o veinte años ya, no recuerdo con exactitud.

— Quiere decir que eso sucedió hace máximo diez años atrás. Si ese hombre que le ofreció aquel territorio a tu abuelo y él son la misma persona significa que no murió como mi padre cree. — Jungkook lo miró sin entender nada y Taehyung al darse cuenta solo sonrió. — Lamento haberte hecho hablar de esto, creo que me confundí, creí que ese hombre había atacado a los Mul hace quince años. — Mintió y Jungkook no le creó completamente pero asintió. — ¿Me darías un beso de despedida?

Eso fue inesperado, el salto en el tema confundió al pelinegro una vez más, pero dio un paso atrás para distanciarse de Taehyung.

— No puedo besarte, Mul.

— Pero yo a ti sí y sé que disfrutas de mis besos tanto como yo disfruto de los tuyos. — Sin permitirle pensar cabalmente en sus palabras, el castaño se lanzó a su cuello para atraerlo en un profundo y desordenado beso ante el cual Jungkook por segundos se rindió.

— Dije que no, deberías respetar eso y comenzar a hacerme caso cuando te digo una cosa sino una amistad o alianza entre nosotros no podrá llevarse a cabo. No puedo aliarme con alguien en quien no confío o estar cerca de quien no es mi amigo. Ten eso en cuenta, Kim. — Mencionó dándole la espalda para salir de aquella mención y dejarlo relamiéndose los labios en su oficina.

Sin prestarle mucha atención a sus palabras, ya que solamente quería distraerlo para que no le hiciera más preguntas, Taehyung se cercioró que se marchara para luego cerrarse en su oficina e ir en busca del libro que su padre le entregó.

Si el hombre que fue amante del padre de Jungkook y el hermano menor de su madre era la misma persona, no murió en ese intento de invasión como todos los Mul creyeron. Ese ataque a la familia de Jungkook ocurrió más de veinte años después de aquello, si eran la misma persona, definitivamente había otro descendiente del Ártico vivo y con el rencor suficiente contra ambas manadas. La manada Mul, Agua y la manada Fuego, Mul.

Es que si era así, todo tendría sentido, hubiera sido el único con la información sobre su madre y descendencia, quien pudo haberle pasado el dato a alguien más. Sin embargo, aún tenía algunas dudas y preguntas en su cabeza. ¿Por qué querían llevarlo vivo a otro lugar y no matarlo como hicieron con el resto de los descendientes?

¿Qué tenía que ver todo eso con el tráfico de licántropos que se estaba dando? Si quería venganza de toda la familia líder de los Bul, ¿por qué no mató a Jungkook también? Si era él, ¿por qué no volvió a hacer el intento de matarlo tras la primera vez si por casualidad falló?

¿Quién era ese hombre? ¿Realmente eran una misma persona?

LORED

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