Capítulo 18

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Fueron más de veinticuatro horas sin dormir las que Taehyung pasó leyendo aquel libro entregado por su padre. Una vez que lo inició tras la partida de Jungkook, no se detuvo por nada. Fueron algunas las cosas que le quedaron claras con estas, pero otras no tanto, la información del libro era muy vaga sobre algunos temas.

Lo primero que descubrió fue esa estrella aguamarina que le entregó su nana y que era perteneciente a su mamá. Ese medallón supuestamente era la llave al lugar donde se exilió la Diosa Luna. La aguamarina supuestamente era un mineral creado bajo presión por las lágrimas de los dioses al igual que el zafiro, pero cada una era diferente porque contenían esencias diferentes dependiendo del dios que derramó esas lágrimas.

Las cuatro puntas principales simbolizaban los cuarto elementos de la naturaleza: agua, fuego, viento y tierra. Las otras cuatro más pequeña eran los elementos con aparentemente menos protagonismo, el éter, la madera, el metal y el vacío. Esta llave le fue entregada al primer lobo creado y este se lo entregó a su hijo, comenzando una cadena donde el primer descendiente o siempre lo recibía, pasando solo a un segundo hermano si al primero le ocurría algo o no lo deseaba.

Así llegó al Alfa pura sangre que fue único hijo y abuelo de Taehyung, luego, a su madre que fue la primera hija de la relación y luego, según la tradición, debía llegar a sus manos, tal como en ese momento. Este medallón lo haría reconocer frente a cualquier lobo o licántropo como el más cercano a la Diosa Luna, el líder de la manada del Ártico y también, el único que podría regresar todo a sus días de gloria por tener la bendición directa de la diosa.

Su sangre, mezclada con la aguamarina fundida podría ser utilizada para crear un nuevo tipo de lobos, incluso nuevas castas. Estas últimas fueron otra cosa con la que pudo familiarizarse bien mucho mejor aunque para eso tuvo que dibujar una pirámide en la pared que ahora observaba.

Faltaban algunas páginas que seguro se perdieron, deterioraron o alguien las arrancó deliberadamente, pero entendía lo dicho por su padre mucho mejor. Descubrió que la pirámide jerárquica de los lobos y licántropos no era de cinco escalones como creía; Alfa, Delta, Beta, Omega y Gamma en lo último. En realidad, eran nueve los escalones de esta pirámide y con más castas de las que creía.

En el fondo de la pirámide se encontraba una casta de la que aún no conocía el nombre porque faltaba esa página. Solo aparecía una "T", el resto de esta no estaba. En el octavo escalón estaban los Omegas y no los Gamma como él creía.

Los Gamma fueron una casta con gran fortaleza porque solían tener la habilidad de, al igual que los Kappas, volverse el receptor o el activo aunque su mayor taza de fertilidad la tenían cuando eran ellos quienes se embarazaban. Su aroma podía llegar mucho más dulce que el de los omegas pero podían esconderlo aún sin necesidad de supresores o apareamiento.

Sin embargo, podían volverse muy sumiso ante cualquier casta y esto fue lo que les costó que comenzaran a aprovecharse de ellos. Fueron usados, esclavizados, despojados de sus poderes al obligarlos a suprimirlos tanto, que fueron quedando en el olvido. Eran utilizados por todos, incluso por los propios omegas que quedaban sin pareja o con un vínculo roto que ninguna otra casta superior quería aceptar.

Por esto en la actualidad se creía que los Gamma estaban por debajo de los Omegas pero no era cierto. Los verdaderos dueños del octavo y penúltimo escalón de la pirámide eran los omegas, los gamma ocupaban el séptimo.

Hasta ahí lo entendió bien, no tenía más que voltear las fichas y todo seguía estando casi igual que antes. Su primera confusión llegó cuando leyó sobre el sexto...

Los Phi, pronunciado como "Fi".

Estos eran el resultado entre un kappa y un gamma u omega. Solo con estas uniones se podría obtener un Phi. Estos solían ser los activos en las relaciones aunque bien podrían ser versátiles. Sin embargo, eran dóciles, curiosos, amables y muy joviales. Su actitud era bastante tímida, en especial si no conocían a la persona o estaba frente a individuos más altos en su jerarquía.

Una de las razones por las que tan abajo en la pirámide se encontraba fue porque eran extremadamente propensos a enfermedades, pero principalmente aquellas que afectaban su sistema nervioso. A muchos los alejaban de sus hijos porque tras tenerlos, si se enfermaban de los nervios muchos de ellos asesinaban a sus cachorros o a la pareja. Muchos se volvían asesinos y delincuentes, razón por la que eran bastante rechazados.

Su aspecto físico era comparado al de los gamma, omega o kappa, a veces incluso parecían Betas. Lucían delicados y frágiles, algunos incluso muy afeminados, pero no poseía un útero funcional, les era imposible concebir aunque su aspecto gritara lo contrario. Tampoco contaban con un nudo mas expulsaban tanto semen como un kappa por lo que su tasa de fecundación era alta.

Eran lobos de celos irregulares y se presentaban tardío en comparación con el resto que solían hacerlo ante de los quince años. Ellos lo hacían entre los quince y dieciocho años. Contaban con un aroma suave yendo entre tonos florales o frutales, a veces una mezcla de ambos heredado de los Kappas.

Su compatibilidad siempre fue mejor con los Kappas, Gamma, Beta femenina o con su contraparte Ksi, pero solo podían formar lazos con Kappa y Ksi, con quienes compartían un lazo fuerte. Decía el libro que hubo casos de Alfas que los reclamaron y formaron lazos, pero normalmente estos no se mezclaban para algo más que sexo casual. Marcaban y podían ser marcados. Se dieron algunos casos de muchos que fueron denigrados por los alfas que los creían omega o gamma, pero eran cruelmente tratados cuando notaban que estaban equivocados.

Los Betas, estos se encontraban en el quinto lugar porque pese a que sus aromas eran más débiles que la mayoría y sus olfatos menos desarrollados, seguían teniendo una gran fortaleza física. Eran muy parecido a los humanos en casi todo excepto en que su fuerza siempre era superior al igual que la velocidad o las capacidades de sus cinco sentidos.

Fueron siempre libres de formar una relación con cualquiera de los géneros, pero la procreación era lo que a veces le dificultaba las cosas. Ellos eran ese punto neutro donde casi no había problemas. Al no ser por un destinado, estos no podían marcar o ser marcado, aun así, cuando esto sucedía, los vínculos no eran tan fuerte como entre otras castas.

Los Ksi, pronunciado "Xi" quedaban en el cuarto lugar.

Los Ksi eran todo lo contrario a los Phi, producto de Kappa y Delta, Kappa y omega o Kappa y Phi. Podrían hacerse pasar fácilmente por cualquiera de las castas superiores, pero su mayor diferencia era que estos no podían fecundar y su taza de fertilidad estaba por debajo del cincuenta por ciento. Eran compatibles físicamente con Kappa, Delta, Beta masculino o su contraparte Phi, formado lazos solo con Kappa y Phi. Hubo casos de algunos emparejados con Omegas, pero también fueron los menos y el éxito de la relación era ínfimo.

Los Deltas, prácticamente alfas que perdieron su posición al ser marcados y sometidos por otro Alfa. Sin embargo, existieron algunos casos de Deltas por nacimiento que en su formación, simplemente rechazaron los gametos alfas. Estos estaban en la tercera posición, pero de igual forma, casi nadie quería ser un Delta porque solía ser prácticamente una deshonra. Si tenían un lugar tan alto era por la fuerza, su capacidad de someter y procreación.

En el segundo lugar había un empate, esa posición era ocupada por dos castas. Kappa y Dseta.

Las características de estas dos castas no tenían mucho entre sí, pero el poder que podían llegar a tener los mantenía en un mismo nivel. Compartían muchas similitudes pero también muchas diferencias. El Dseta, por ejemplo solo podía concebir mientras el Kappa era capaz de concebir y procrear. El Kappa era un polígamo por naturaleza el Zeta un ferviente monógamo.

En la cumbre de esa pirámide se encontraban los ya conocidos Alfas, pero para sorpresa de Taehyung, había otra casta muy pequeña que podía compartir el podio principal con ellos. Sin embargo, tampoco pudo saber mucho sobre esta porque tampoco estaba la página y, al igual que aquella en el escalón nuevo, solo había una "T".

La mayoría de la información de ese libro tenía que ver con la Diosa Luna y los lobos del Ártico, pero no había mucho más de aquello que ya sabía. Era frustrante mas no era el fin, sino solo el comienzo. Él ya sabía que estaban detrás de él, su procedencia y la de su familia, incluso tenía muchas más pistas de las que esperaba tener. Ahora, solamente le quedaba una cosa por hacer.

Fortalecerse en todos los sentidos. Su manada, su poder físico y general, ya no se trataba como en un comienzo donde solamente quería demostrarle al Alfa Bul que se equivocaba al mirarlo por encima del hombro. Ahora la vida de toda su gente y la suya propia estaba en juego. Él podría llegar a ser tan pacífico como agresivo y, si había una cosa que no le gustaba, esa era perder.

+++

Un año después...

Kim Taehyung se había vuelto un visitante común y algo regular de esos lugares. Esa noche, llevaba un traje de tres piezas gris acero ajustado a su forma y tenía un hermoso compañero en su brazo mientras charlaba suavemente con el director del ayuntamiento de Seúl.

En el último año, la fortaleza y el alcance de Kim había ido solamente en aumento. No se equivocó en algo, para hacerse de un nombre a nivel internacional y no solo en su región, tuvo que cambiar las reglas del juego. Entró en pequeñas guerras por territorios ajenos a su manada, tomó otros que habían estado libre. Si él subía, su manada, el poder y el respeto también lo harían.

Si bien Jimin le advirtió en un comienzo que eso lo podría hacer entrar en guerra con otras manadas, Taehyung no se detuvo porque la abeja reina saldría de alguna de esas colmenas y, si no lo hacía, lograría reforzarse para cuando el encuentro llegara.

— ¡Señor Kim! — Un grito repentino cortó el aire, provocando que varios invitados miraran en dirección a la puerta.

Al escuchar esto, Taehyung volteó la cabeza; era su mano derecha, Jimin. El rostro del pelirrojo estaba pálido y su frente sudorosa mientras trotaba. Detrás de él, lo siguieron otros dos guardaespaldas.

La persona que no debería haber aparecido en la fiesta de esa noche era justamente Park. Él debería haber estado en una de esas eternas citas con Namjoon, no ahí, menos en ese estado porque solo significaba una cosa.

Las cejas de Taehyung se fruncieron ligeramente. Levantó un brazo para mirar su reloj. Fue ahí que recordó que Jimin no estaría esa noche con Namjoon y eso solamente le preocupaba más. Cortésmente se excusó de su conversación con el hombre de enfrente y caminó apresuradamente hacia su mejor amigo. El mayor debería haber estado completando una transacción por él, no en esa fiesta.

Hubo un lote de armas de fuego programado para llegar al pequeño muelle de carga de Sokcho al noroeste del país porque Incheon era demasiado visible. Por ser su único hombre de confianza, Jimin fue a quien designó para recibirlo

— Kim... — Grandes gotas de sudor frío caían por la frente de Jimin, su voz temblaba incontrolablemente.

El pelirrojo era una persona extremadamente tranquila en los negocios y salió mucho más templado para todo eso de lo que ambos creyeron. Siempre con la mente fría y el gatillo caliente. La única razón por la que estaría tan asustado, sería si algo le hubiera pasado a ese envío de carga.

Taehyung lo guio detrás de un pilar romano relativamente oculto y le hizo un gesto para que se limpiara el sudor antes de hablar.

— Nuestro barco de carga. — Tragó Jimin. — Estaba vacío.

Le entregó su teléfono al castaño; en él había algunas fotografías que había tomado.

El escenario de las fotos estaba sucio y desordenado. La tripulación del barco había sido atada y arrojada al área de almacenamiento, con cinta adhesiva sobre la boca y la espalda apoyada contra un contenedor. La carga oficial en ese barco era algodón y juguetes para niños, pero en el revestimiento de cinco contenedores de carga había un cargamento de rifles de francotirador Barrett M82A1 y más de diez mil balas de rifle automático Browning.

Taehyung fue solo el intermediario de este cargamento de armas de fuego. Había llegado a un acuerdo con un comprador de Rusia. Los rifles M82A1 y sus balas solo tendrían que permanecer en Sokcho durante 10 horas antes de ser transportados al almacén del comprador. Taehyung recibiría un pago considerable de ocho cifras por esto que utilizaría para incrementar las construcciones de algunas viviendas y edificaciones para las manadas que adquirió y no estaban en buenas condiciones financieras. Esas personas, principalmente los niños necesitaban una mejora en su estilo de vida.

Para Taehyung, esto no se consideraba una gran transacción, por lo que había enviado a Jimin a recibir el envío solo. Pero si no podía completar su parte del trato comercial, entonces tendría un problema mayor en sus manos.

Después de las fotos había un video corto, tomado cuando Jimin accidentalmente cambió del modo foto al modo película. El video estaba lleno de tomas temblorosas de los rostros de las tripulaciones del barco. El pelirrojo hizo que alguien arrancara la cinta de la boca de un tripulante, pero al recuperar la libertad, el otro solo supo gritar tan fuerte como pudo pidiendo ayuda antes de que Jimin se acercara para callarlo.

Sosteniendo el teléfono en una mano y con una linterna extra brillante en la otra, se dedicó a mirar los alrededores. Cambió el lente del rostro del hombre a la pared oxidada del barco, solo para ver un trozo de papel A4 clavado torcidamente en un panel. En él, escrito en letra grande y en negrita solo dos letras: JK.

Taehyung maldijo en silencio relamiendo sus labios antes al darse cuenta de lo ocurrido. Pausando el video le pasó el teléfono a Jimin y este maldijo por lo bajo captando también lo que ocurría.

— Estamos jodidos. — Mencionó el mayor. — ¿Irás a verte con él?

— No me queda otra opción. ¿Sabes dónde está en estos momentos?

— Namjoon me dijo que estarían en WayL esta noche. Supongo que allí se encuentra ahora mismo. — El castaño asintió girándose para ver al alfa que lo estaba acompañando esa noche para con una seña decirle que se acercara.

— Vámonos.

Cuando los Mul llegaron a aquel club, fueron recibidos por una gran comitiva de los empleados de ese lugar. Antes de incluso ser el líder de su manada, él ya era reconocido pero ahora, era el segundo Alfa más poderoso de todo el continente en absolutamente todos los sentidos.

Jimin y él fueron guiados no a los cubículos que utilizaban normalmente sino a una zona muy diferente que apenas meses atrás logró conocer. Al entrar rodeando la cintura de aquel Alfa con el que pretendía pasar la noche, se encontraron con los líderes de las manadas Viento y Tierra conversando con Jungkook y sus dos hombres de confianza.

A pasos lentos pero firmes, Jimin se le acercó a Namjoon para colocarse a su lado. Hoseok los miró a ambos, pero luego, todos cambiaron su mirada a un Alfa que expulsaba feromonas tenebrosas que demostraban su gran molestia. Apartando sus ojos del vaso de bebida que sostenía, Jungkook miró a Taehyung, a su acompañante y nuevamente al castaño. Su lengua estaba agitada empujando el interior de sus mejillas, el agarre en el recipiente de cristal solamente incrementó hasta romperlo mientras miraba la mano que agarraba aquella cintura.

— Todos fuera. — Mandó Jungkook, pero los presentes se quedaron confundidos mirándose. — ¡Dije que salieran todos! ¡Ahora! — Su voz de mando los sobresaltó a todos y, a excepción de aquel que no fue afectado por ella, todos abandonaron el lugar, dejándolos a ellos dos fuera.

Ellos dos seguían siendo aquello acordado por ambos, amigos y socios. Jungkook lo ayudaba cuando era necesario, a veces se encontraban los cinco para comer o simplemente conversar. En algún punto, las provocaciones de Taehyung mermaron, pero cada vez que las retomaban, sacaban de Jungkook lo peor, justo como en ese momento. Sabía lo que causaba en el otro Alfa, pero no entendía por qué motivo se resistía tanto a él.

En un comienzo lo hacía por diversión, Jungkook le atraía, le gustaba sexualmente, mas las ramas de esos sentimientos crecieron y ahora eran un frondoso árbol que albergaba algo diferente. Sin darse cuenta, aun cuando fue él quien le dijo muchas veces a Jungkook que no sentía nada por él, Taehyung se encontró enamorándose de ese pelinegro contra a sus propios deseos.

Junto al resto de los hombres, el Alfa de Alfas lo trataba con cierta distancia. Como a un socio más que parecía no afectarle, pero siempre con un respeto que agradeció. De hecho, debía reconocer que gracias al pelinegro algunos comenzaron a tomarlo en serio.

Sin premeditarlo, Jungkook lanzó el vaso en dirección del castaño que solo ladeó su cabeza para esquivarlo, escuchando como se quebraba contra la pared a centímetros suyos. El mayor se levantó de su asiento y caminó hacia él agarrándolo por el cuello hasta estamparlo contra la pared fría que acarició su espalda.

— ¿Qué mierda pretendes? ¿Cuál es tu juego ahora, Mul?

— No pretendo nada, solo he venido a conversar contigo y a aclarar las cosas. — Dijo sintiendo una vez más esa terrible emoción que le golpeaba cuando Jungkook perdía los estribos y le daba esa mirada asesina. La odiaba porque era débil a ella, justo como en ese momento en que su excitación comenzaba a crecer, deseando lanzarse a esos fruncidos labios. — Vi que incautaste el cargamento que recibiría.

— Tú y yo llegamos a un acuerdo, te dije que te dejaría ser libremente siempre que no te metieras en mis territorios o me causaras problemas. Te ofrecí una alianza, pero estás tirando demasiado de esa soga que puede reventarse en cualquier instante. No me quieres de enemigo nuevamente, Mul.

— No me amenaces, recuerda que incluso estoy aquí cuando creíste que no lo lograría, mírame a tu nivel.

— ¿Mi nivel? No has llegado ahí todavía, has ganado poder, reconocimiento pero te sigue faltando mucho para alcanzarme porque mientras tú avanzas, yo también lo hago. Te falta mucho más, respeto principalmente, algo que no se compra ni se obtiene con ese leve teatro de terror que tienes montado. Puedes lograr obediencia y miedo, comprar seguidores, pero no respeto o lealtad.

Taehyung se relamió sus labios intentando controlar sus caninos y respiración, luchando con su mirada para que se concentrara en los ojos contrarios y no en su voz, su cuello, tensada mandíbula o ese brazo que apretaba su cuello y en el que varias venas resaltaban.

— Yo sinceramente te felicito porque tus méritos, todo lo que has alcanzado este año, nadie los puede menospreciar, pero eso no significa que hayas llegado a mi nivel porque yo nunca me mantengo estático, siempre subo, crezco y me supero. Mientras vas aprendiendo cómo subir, yo simplemente lo hago sin necesidad de planearlo. Por eso, me veo en la obligación de frenarte ahora que te has sobrepasado. ¿Contrabando en mi maldito territorio, Kim? ¿Investigándome? ¿Es en serio?

— T-Tus garras. — Musitó Taehyung sintiendo las uñas contrarias clavarse en su cuello. — Todo se trata de un error.

— ¿Qué buscabas en Jeju?

— Yo solo quería tener una brecha donde pudiera recibir en esa isla algunos barcos de intercambio sin hacerlos llegar a Sokcho, no quería invadir un territorio que es tuyo, no creí que te molestaría tanto.

— Hay un límite para todo, incluyendo tus provocaciones. Detén toda esta mierda. — Ordenó acercándose sin poderlo evitar a sus labios, respirando sobre estos antes de mirar hacia arriba y encontrarse con esos ojos que se estaban volviendo azules brillantes.

— ¿Seguimos hablando de los negocios o esto ahora es sobre mi acompañante?

— Las dos. — Confirmó ejerciendo mayor fuerza en su cuello. — Llévate a ese jodido alfa de aquí antes de que pierda mis estribos.

— ¿Qué ocurre si no me lo llevo? — Los caninos de Jungkook se alargaron mientras apretaba más el cuello de Taehyung.

— No quieres adivinarlo. — Separó y pegó con fuerza a Taehyung a la pared antes de soltarlo y regresar a su asiento.

— Socios y amigos, ¿no fue eso lo que dijiste? — Jungkook peinó su cabello ignorándolo, caminando hacia la puerta para volver a hacer pasar al resto. — ¡Vete a la mierda, Bul!

Antes de poder abrirla, la puerta se abrió mostrando a un Namjoon agitado que los miraba confuso. Le entregó su móvil a Jungkook y se le quedó mirando.

— Creo que tenemos problemas, es la tercera vez esta semana que un lobo desconocido entra a los territorios Mul y Bul sin ser captado siquiera por las cámaras. Solo hemos podido encontrar alguna de sus huellas, pero no sabemos siquiera cómo luce o su casta. Es un licántropo probablemente por la ciencia de su olor, seguro toma supresores.

— Envía a varios de nuestros hombres a su captura.

— Yo me encargaré de mi territorio. — Mencionó Taehyung alejándose de ellos, tomando a Jimin consigo para irse sin despedirse de nadie.

— No le puede pasar nada, así que envíale a alguno de nuestros hombres. — Mandó Jungkook ignorando las palabras de Taehyung.

— Él dijo que se encargaría de su propio territorio.

— ¿No escuchaste lo que dije? Mándale hombres a Taehyung, no quiero que le suceda nada, si algo le ocurre te haré responder, Namjoon.

— Sí señor.

Las castas Kappa y Dseta no las volví a explicar en este capítulo porque lo hice en el anterior... 😌
Pd: Perdónenme los errores, la forma en la que logro hacer estos capítulos no me permite corregir muy bien, lo haré en algún momento.🙈
LORED

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