Capítulo 48

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Algunos seres vivos eran como los spoilers que llegaban sin ser pedidos, tan típicos pero inoportunos. Justo como Lee Taeyong para el Theta en esos momentos.

No lo iba a negar, el olor y la presencia de su destinado removía algunas cosas en él. Muy lejos de lo que se podía llegar a creer, no era justamente deseo sexual, mucho menos amor o atracción, solo cierto destello de culpabilidad y protección. Sabía perfectamente que estaba coludido con Lezle, ese ser que por desgracia era su tío y compartía una mínima parte de su sangre. No obstante, su pecho se oprimía un poco al verlo.

Lo que sucedía exactamente no lo sorprendía, aunque le había dicho que semanas atrás Taeyong canceló su participación en esa reunión, él tenía derecho a ser parte de la misma. Su olfato en cambio, no lo engañaba, tampoco lo hacía la extraña conexión que tenían, podía percibir la emoción que el otro sentía por estar en su presencia. El brillo que de sus ojos emanaban cuando sin querer sus miradas se cruzaban o se sentía obligado a mirarlo por la fija mirada sobre su persona.

Ese Alfa realmente lo veía como su destinado, pero para él no era así. Solo un alfa como otro cualquiera con la única diferencia de que su presencia resaltaba sobre las demás y podía percibir cada cosa que sentía, por ende, algunos de sus instintos también se despertaban, como el instinto de protegerlo.

No se notaba, nadie lo veía, pero el medallón que Taehyung llevaba consigo era como una ventana que abría, permitiéndolo percibir todo con mayor fuerza. Ahora comprendía algo, su destinado estaba siendo presionado, ahora conocía el aroma de Lezle, ese que Jungkook también desprendía cuando lo encontró en el bosque tiempo atrás.

Feliz sinceramente no era, sus verdaderos sentimientos o pensamientos era lo que desconocía. Hasta qué punto Lucas lo tenía controlado, hasta qué nivel había sido influenciado. No le importaba demasiado, solo lo quería bien, pero lejos de su vida. Para que no sufriera más de lo necesario, le pondría un punto final a todo eso, también porque necesitaba cierta paz mental para enfrentarse con lo que se avecinaba, tenerlo a él rondando por los alrededores no era lo más tranquilizante.

Al finalizar la reunión, Taehyung fue el primero en levantarse y alejarse seguido de Jimin para no darle tiempo a que se acercara, aprovechando que estaba siendo retenido por otros líderes. Necesitaba pensar bien lo que iba a decirle para no dejar que su boca impulsiva cometiera algún error irreparable.

Cuando estaba a punto de salir de aquel edificio en el centro de San Petersburgo, el trote de Taeyong llegó a los oídos de los mejores amigos, siendo Jimin el primero en interferir para evitar que se acercara, cerrándole el paso mientras le mostraba peligrosamente sus colmillos.

Él no era Taehyung, le importaba muy poco ese sujeto, todo lo que necesitaba era un pretexto para despedazarlo y resumirlo a carne trozada en el suelo. Todavía no le perdonaba todo el desastre que causó con su sola presencia. No le importaba si estaba influenciado o no, odiaba que fuera tan estúpido para dejarse manipular y causarle tanto daño a su destinado.

Lo cierto es que si lo mataba en ese instante, a Lezle no le importaría mucho. Él lo envió a Rusia para seguir al Theta a sabiendas de que aunque lo obtuviera, su semen ahora que tenía un vínculo no le serviría de mucho. Su sangre sí, pero en pequeñas cantidades era muy poco lo que tenía para avanzar. Algo intentaría, eso era seguro, pero Lee no era más que un peón descartable que él movía en su tablero de ajedrez en donde no había más reglas que las impuestas por él.

Su objetivo principal con Taeyong ahora era que este en verdad lograra llegarles, romperlos desde adentro para que el vínculo cesara por asimismo y no forzado. Si no lograba que estos se desvincularan, entonces recurriría a decisiones más drásticas para obligarlos a romper su unión sin que él se vea inmiscuido directamente y así, poder hacer uso de ese Theta que se le escabulló de entre sus manos.

Ahora, con el conocimiento que tenía sobre el Alfa de Alfas, esa era una batalla ya ganada y asegurada. El vínculo de un alfa con sus cachorros era tan fuerte, que podía volver a Jungkook esquizofrénico en segundos. Si los humanos pasaban frente a la pérdida de un hijo, los lobos simplemente experimentaban un nivel de dolor triplicado y ni todo el amor del mundo podría contra este. Omegas que mataban a sus alfas cuando este ponía en riesgo a sus crías, a veces situaciones al revés. Era un punto asegurado, solo que él quería lograr sus objetivos sin la necesidad de usarlos.

No le importó matar a casi toda la familia Bul porque allí no había infantes, todos eran adolescentes y adultos, nada de niños. Por eso seguía buscando todas las vías posibles en donde el daño a los hijos de Jungkook no se vieran envueltos. Quería matar a su hermano que no lo defendió y prefirió acatar las reglas de su padre, huir con Yoonji antes de darle siquiera una mirada o abrazo.

Deseaba matar a su sobrino, alguien que sin llegar a la vida tuvo más derechos que él y le sería entregado mayor poder solo por ser hijo de quien era, nieto del Alfa pura sangre que lo redujo a nada por ser el fruto de un omega cualquiera y el Kappa que tenía por Luna de su manada. Quería acabar con todos los que desde niño le dieron la espalda solo por no ser fruto de una unión deseada, por su casta...

No había logrado cambiar su casta aún, pero definitivamente la había mejorado. Él, ese niño que no tenía culpa de quiénes fueron sus padres y que fue obligado a vivir fuera de la residencia oficial porque su presencia molestaba, era quien lograría acabar de una vez por todas con el imperio del Ártico. Aún quedaba Taehyung, un eslabón perdido con el que no contó, uno que eliminaría porque no permitiría que su presencia siguiera borrándolo. Él los mataría a todos y comenzaría por Jungkook.

Por eso es que Taeyong no había muerto en sus manos aún, porque era una esperanza para mantener el único trozo de su alma que quedaba vivo, en honor a su hijo. Le hizo una promesa que deseaba cumplir, que ningún otro niño viviera lo que a ellos les tocó solo por ser hijos de quienes fueron. Sin embargo, si llegaba a ser necesario, tocaría esa tecla sin importarle la sinfonía que entonara.

— Alfa... — Estirando su mano, Taehyung rozó el cuello de su omega para que este no lo atacara como sabía que podría hacer. — Por favor, necesito hablarte. No me ha respondido el teléfono, creo que lo cambió, pero yo sinceramente preciso hablarle, desde aquella vez...

— Jimin, — el nombrado negó ante la tácita orden del castaño — por favor, permítenos unos minutos.

Taehyung estudiaba el rostro de su destinado, dejando que todos sus sentidos le mostraran la verdad oculta. Podía oler su nerviosismo, escuchaba incluso parte de sus pensamientos, algo raro que no había logrado de ese modo ni siquiera con Jungkook. Ese alfa quería besarlo, abrazarlo, todo lo que había en su mente era el deseo de aparearse y ser reclamado. Nada sobre hacerle daño o alguna otra trampa obvia.

— Por favor, Jimin, solo danos diez minutos, no te vayas del todo, solo bríndanos un poco de privacidad. — Con la mirada le señaló unos asientos en aquel lobby, no iría lejos, pero necesitaba ponerle fin a eso. Renuente, Jimin rodó sus ojos guardando sus caninos, dando un paso al lado mientras veía al pobre ilusionada sonreír feliz.

— Estaría muerto si mi cuñado te viera, eres un cadáver viviente y no lo sabes. Que pena me da tu caso. — Susurró como un niño regañado el pelirrojo cuando los vio alejarse, apoyándose en una pared al costado de los ascensores. — Me molestan los idiotas como tú.

Fingió ignorarlos cuando Lee Taeyong se volteó para mirarlo, no le importaba mucho que lo escuchara o no, no lo soportaba. Sacando su teléfono, decidió que lo mejor era escribirle a su novio para relajarse un poquito porque tal parecía que le habían echado dinamita y que en cualquier momento estallaría contra ese odioso ser.

— Te extrañé... — Fue lo primero que dijo ya solos el líder de Oceanía, sorprendiéndolo con un abrazo que Taehyung no pudo romper de inmediato al ver sus cristalizados ojos, y sentir su lucha interna para no llorar frente a él. — Necesitaba tanto verte, Alfa.

Era casi imposible que aún trabajando para Lezle, Lee no estuviese enterado de su verdadera casta. No creía que el hermano menor de su madre fuera realmente de los que comentara sus planes o compartiera información, no hubiese podido llegar tan lejos porque las cosas se daban bien cuando nadie conocía de los secretos que uno guarda. No obstante, tenía el pálpito de que Taeyong sí sabía que él no era un Alfa aunque insistiera en seguirlo llamando así.

— Alfa Lee... — Llamó luchando contra sus instintos de abrazarlo, hacerlo sería darle falsas esperanzas y no quería eso. — Conversemos.

El alfa se separó, pero solo para abalanzarse hacia sus labios e incitarlo a un beso que por breves segundos Taehyung correspondió sin poderlo evitar, recomponiéndose rápidamente para alejarlo. Dios, Jungkook iba a pedir su cabeza en cuanto se enterara.

— Para de una vez, por favor. — Vociferó más alto de lo que deseaba, sorprendiendo a Taeyong y a alguien del personal que por allí pasaba.

— Desde que me defendiste del Alfa Bul no había podido agradecerte, ni siquiera besarte o saludarte, realmente lo extrañaba, lo necesitaba, yo...

— Sí te defendí, pero no por las razones que crees. — Interrumpió Taehyung desesperándose. — Déjame dejarte algo en claro antes de avanzar con esta plática, lo que sucedió entre nosotros no se volverá a repetir. Somos destinados, pero sé que debes estar al tanto de que ese Alfa que te atacó es mi pareja, no una cualquiera, sino con quien yo cerré vínculo. — Al notar que no se sorprendía y que todo lo que hacía era empuñar sus manos mientras pretendía que nada de aquello estaba siendo dicho, que sus lágrimas no estaban cayendo, Taehyung confirmó que estaba al tanto de su casta. De no haberlo estado, estaría vuelto loco preguntándose cómo era posible que dos Alfas fueran capaces de cerrar un vínculo y que ninguno estuviera degradado a Delta.

— No me importa Jeon Jungkook. — Espetó ahora con evidente molestia entre dientes. — Yo soy tu destinado.

— Eso no significa nada, no siento absolutamente nada por ti, no me atraes, no me gustas y no me enloqueces. Para resumir, tu presencia en mi vida es tan negativa como nula. — El enojo contrario comenzaba a golpear ferozmente sus fosas nasales, mas no le importaba. Taeyong no era un niño, algún omega indefenso y débil que necesitaba cuidado. Aunque lo fuera, tendría que aceptar que simplemente no sentía nada por él y que entre ambos no sucedería absolutamente nada. — Nosotros no...

El sonido de su teléfono lo interrumpió, apresurándose para apagarlo, sintiendo su cuerpo temblar al notar que se trataba de su pareja. No era buen momento para contestarlo, por lo que declinó la llamada, ya le respondería más tarde para explicarle todo. Quizás por su reacción, el alfa notó que se trataba de Jungkook, sus colmillos asomándose eran una muestra de esto, pero lo ignoró a propósito.

— Nosotros no... — Su móvil una vez más sonó y eso le confirmó que, si no atendía a Jungkook en ese momento, este era capaz de volar a Rusia en un abrir y cerrad de ojos. — Discúlpame, estos una llamada urgente que debo responder, ya vuelvo.

Dándole una mirada a Jimin para que este vigilara a su destinado, se alejó de aquel lugar en busca de un sitio en donde su conversación no fuese escuchado por el otro licántropo.

— ¿Qué sucede? Amor, ahora no puedo hablar contigo...

Ya sé que estás con Taeyong. — Contestó serio, preocupándose de que ya estuviera al tanto del beso ocurrido momentos antes. — No le hables mal, no lo molestes o digas nada que pueda dolerle, molestarlo.

—¿Por qué? — Indagó preocupado por el nerviosismo de Jungkook. — ¿Qué pasa?

Escúchame bien... Una persona despecha es peligrosa, un licántropo, despechado y dolido por su destinado mucho más. — Su voz dejaba entrever su nerviosismo. — Sabemos que trabaja para Lezle o de alguna forma está ligado a él. Guiándonos por lo que nos ha dicho Yoongi, he estado pensando, por tu protección, no hay mucho que Lucas pueda hacer ahora mismo contigo, la única forma de hacerse con el Theta que él necesita es que nuestro vínculo esté roto. Va a buscar más de una forma para lograrlo, estoy seguro de que puede haber sido uno de los motivos para mi captura...

En ese mismo instante, el teléfono de Taehyung vibró mientras hablaban, mirando, sorprendiéndose ante las imágenes que estaba recibiendo. Lo que visualizaba lo estaba encolerizando, pero también despertándole unas náuseas horribles. Ver a Jungkook en ese estado era devastador. No tenía que adivinar quién era el remitente detrás de aquellas fotos de Jungkook follando con alguien sin rostro. Por las circunstancias y su aspecto, era claro que sucedió mientras estuvo retenido en contra de su voluntad.

¿Qué pretendía con esas imágenes?

Seguramente que dejara a Jungkook, que se pelearan, debilitaran su vínculo. Esa sería una oportunidad perfecta para que por despecho su destinado lograra acercarse a él. Taehyung no podía pensar con claridad en esos momentos, estaba luchando contra una transformación en ese instante, controlándose para no perder los estribos.

Tae...

— Te escucho. — Fue lo único que respondió y, aunque notó el cambio en el tono de su voz, el pelinegro se centró en lo que le había estado diciendo.

Es claro que quieren romper nuestro vínculo y Taeyong es la mejor herramienta para eso debido al peso que puede tener en tu vida. Sin embargo, si Lezle ve que no le funciona, intentará algo más, nos estará bombardeando por todas las fronteras con las cosas menos esperadas para debilitarnos. Dudo que el único objetivo tras mi rapto haya sido molestarte, para hacer un movimiento de esa índole debía haber muchas cosas detrás que terminaban con mi muerte, un vínculo roto de manera forzada que no ponía en peligro sus planes. Taeyong está de su lado y estoy seguro de que su premio para todo esto debes ser tú. No tenerte, lo hará informarle a Lezle que las cosas no están avanzando o funcionando y perderemos una ventaja.

— ¿Cuál ventaja?

Lee Taeyong. Si lo trabajamos bien, quizás pueda volteársele o al menos, ser nuestro caballo de Troya sin notarlo. A través de él, podemos ver alguno de los movimientos de Lucas, alguien que ya sabemos trabaja con él, si nos cambian el juego, nos costará volver a adelantarnos. Por ende, no dejes que se marcha molesto contigo, aclaro que no quiero que te lo folles Mul porque te juro que les arrancaré la cabeza a los dos. — Advirtió serio. — Solo hazle creer que hablarán, que necesitas tiempo para procesar todo esto porque ya me tenías en tu vida, no le estás diciendo que no, solo pídele tiempo para poder organizarte tal cual me dijiste a mí aquella vez.

— De acuerdo.

Taehyung, ¿estás bien? — Preguntó preocupado.

— Lo estoy, solo tengo que volver porque ahora mismo estoy conversando con él como seguramente ya lo sabes gracias a Namjoon y su querido novio, por lo que es muy raro que me ausente tanto tiempo. Si queremos que esto funcione, tenemos que hacerlo bien. Te llamo más tarde.

¿No hay beso?

— No ahora, hablamos después.

Sabía perfectamente que nada de eso fue culpa de Jungkook, que tuvo menos opciones que él para luchar contra eso, pero seguía siendo desagradable ver a su pareja follándose a alguien más aunque fuera por fotos. No quería siquiera pensar en lo que sintió su Alfa cuando lo vio, olió y sintió personalmente aquel día.

Llegando al lugar donde Taeyong aguardaba por él aún molesto, nuevas vibraciones sacudieron su mano, esta vez no era una llamada o fotos, sino un video de su alfa siendo tan salvaje como hasta ahora no lo había visto. Notaba las cadenas que se empeñaron en editar, no obstante, la forma en que su maldito alfa, suyo y de nadie más follaba a ese sujeto, llenándolo de él, instaló un nudo enorme en su garganta y estómago.

No pudo evitar que eso ocurriera, que Jungkook fuera drogado y utilizado como un juguete, una bestia sin alma en su estado más crudo de apareamiento, por ello se sentía culpable. Todo lo que quería hacer en esos momentos, era reducir medio mundo a cenizas o mínimo abrir una nueva carnicería personal que estuviera surtida con cada jodido licántropo que vio, escuchó, participó o siquiera supo de esto sin evitarlo. Por la Diosa Luna, quería hacer fricasé de Lezle y dárselo de comer a las ratas.

Oh, ese hijo de lo mil demonios no sabía que había dejado ir la correa liberando a dos peligrosos lobos salvajes que irían por su cabeza. A partir de ese momento, tal cual Jungkook le dijo, no se regodearían más en la miseria y eventos pasados que ya no podían cambiar. Borrón y cuenta nueva porque ese hijo de puta, fue a jugar con quienes no se jugaba, eso tenía que pagarlo caro sin importar cuánto se tardaran.

— ¿Ya terminaste tu llamada? — Inquirió Taeyong con evidente cinismo y molestia.

Con una sonrisa y la ayuda de su medallón que estaba reaccionando a todo lo que Taehyung pensaba, el alfa no fue capaz de oler o sentir su molestia, ni siquiera podía olerlo como lo había estado haciendo con ayuda de las inyecciones que le daba Lezle. Se sentó cruzando sus piernas, regalándole una falsa sonrisa y su semblante más relajado, a pesar de que en ese mismo instante, Taehyung quería arrancarle incluso a él su cabeza. Le importaba una mierda que fuera su destinado y estuviera siendo usado, lo quería muerto también.

— Sí, ya la terminé, supongo que uno nunca termina de conocer a su pareja. Acabo de enterarme de que Jungkook me fue infiel. — Musitó lamiendo sus caninos en el interior de su boca sin mostrarlos, notando la sorpresa y confusión en el rostro de Taeyong. — Como te estaba diciendo antes de que nos interrumpieran, nosotros no deberíamos estar teniendo esta conversación ahora. Prometo que viajaré a Australia para encontrarte si es preciso. — Sí que lo haría, aunque no para lo que su destinado creía. — Pero dame algo de tiempo, todo esto me tiene muy confundido, Jungkook, tú, nuestro vínculo, nuestro destino... Necesito poner en orden mi cabeza, por favor, solo dame un tiempo.

Alguien le pisó la cola al lobo🤐
🎉🎉🎉 Lo he dicho ya pero... ¡Feliz año nuevo!🎉🎉🎉
LORED

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