Capítulo 61

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Con sus orejas gachas y la vista perdida hacia la luna, Jungkook estaba sentada a la orilla del río escuchando el agua correr. Había escuchado a su esposo desde rato atrás, este le había seguido el rastro hasta allí sin acercársele completamente, algo que agradecía.

Sabía que estaba junto a él y eso era suficiente para ambos. Por momentos lo escuchaba respirar, escuchaba los latidos de su corazón, su aroma o cuando se movía y bajo sus patas las hojas crujían. Sigiloso, mas no para él.

Aun sabiendo que no podía, cuando todavía creía que era un alfa, Jungkook solía fantasear un hijo de ambos porque simplemente la idea se le hacía hermosa. Aquella primera rutina de Taehyung cuando ellos salían de su adolescencia, ya como jóvenes adultos, él disfrutó liberarse por completo en él, impregnarlo imaginando que podría llevar su cachorro aunque fuera imposible.

El día que supo que era un Theta y las características de este, la sola idea de poder concebir juntos le hizo olvidar toda molestia o preocupación. Amaba a sus hijos, lo hizo desde el primer instante en que supo del estado de Seokjin, pero un hijo con el hombre que amaba era su sueño.

Amaba al castaño más allá de sus posibilidades para darle un hijo, simplemente amó todo de él prácticamente desde el momento cero de su encuentro. Era solo que ver unos cachorrillos peludos con su pelaje blanco y sus ojitos, ellos enseñándolos a aullar, cazar, correr. Ver un niño con la hermosa sonrisa del menor, compartir juntos su calor para transmitírselo al fruto de ese amor era una de las experiencias más puras y hermosas que deseaba compartir juntos.

Fue su culpa ilusionarse tanto desde un comienzo, lo admitía. Taehyung le recalcó muchas veces que no estaba en cita, debió haberle hecho caso en vez de tener esa seguridad y fe absoluta en sus instintos. Creyó que haber estado en un sitio casi mágico los iba a ayudar a concebir, lo pensó desde que pegó la frente a su pecho mientras se derramaba en su interior.

Ese hijo que inconscientemente buscaba desde hace mucho no llegaba y otro inesperado, no deseada, andaba por ahí, en algún lugar del mundo. Lo consideraba injusto.

Sus orejas se movieron levemente al igual que su cola cuando escuchó a Taehyung moverse e ir a su lado. El lobo blanco iba a quedarse apartado, pero ya le estaban incomodando demasiado esos pensamientos, le dolía demasiado que tuviera tanta culpa en su mente. Pasó su cabeza desde el pecho hasta so hocico, dejándole saber que estaba ahí. Mordisqueaba su cuello y orejas hasta que el pelinegro lo aprisionó bajo sus patas. Era divertido a veces molestar al lobo negro y verlo controlarse, entrar en ese círculo al que siempre lo arrastraba.

Juguetearon en la tierra, incluso metieron sus patas en el río y se ensuciaron como cachorros antes de acostarse a orillas de este, juntos. La noche estaba fresca, pero se notaba el cambio de la estación, ya estaban en primavera y todo se sentía diferente. En su forma animal captaban todo de forma diferente a como comúnmente lo hacían.

Taehyung vio esos ojos rojos mirarlo intensamente y tuve que admitir que tal cual la primera vez que se encontraron en ese bosque cuando invadió sin querer su territorio, esos eran tan intimidante como hermosos. Algo muy parecido ocurría con el alfa, algo que él encontraba realmente hermoso.

Ver a su Theta era como un destello de sol en el horizonte una mañana o tarde, le daba la bienvenida y despedida de la forma más maravillosa. Solo que su brillo era diferente, no era naranja, sino blanco e incluso azul. Un esmalte de belleza y elegancia que goteaba sobre el borde del bosque o lago, como si a su paso siempre tuviera la habilidad de descongelar o congelar todo. La sola presencia suya lograba que su más gris cielo se despejara. Por eso se convertía en su calma, en su lugar seguro. Avivaba y calmaba su fuego interior, lo hacía amar hasta las más pequeñas cosas.

Te amo, Theta. — El lobo blanco le dio en respuesta un lengüetazo en su mentón y hocico, dejando que Jungkook repitiera la misma acción en él.

Deteniendo la sesión de cariño y cuidados, el Alfa permaneció concentrando todos sus sentidos sin inmutarse, dejando que su oído se expandiera, escuchando el crujido de varias pisadas. Fue entonces que su olfato se agitó, notando que si bien pertenecían a sus manadas, habían cubierto su aroma.

Creo que nos están emboscando. — Habló mediante sus pensamientos Taehyung, moviéndose muy lentamente. — Pertenecen a la manada Mul y Bul.

Lo sé... ¡Al río! — Avisó saltando en su sitio en el mismo instante que un lobo se abalanzó contra él.

Fue veloz la forma en que con una sola mordida Jungkook dejó a aquel lobo sin vida. En instantes como ese, no podía pararse a pensar con qué intensidad estaba siendo atacado o sus intensiones. Sin embargo, aquel no era el único, muchos fueron saliendo de entre los árboles.

La suerte para Jungkook y desgracia para aquellos que los atacaron, fue el hecho de que el Theta estaba junto a él. Juntos, tomando su forma más salvaje, ambos se cubrían las espaldas, como si una se desquiciara y el otro liquidara. Era como si ellos dos, más allá de todo, fuesen la mancuerna perfecta.

Nueve lobos que terminaron su experiencia en la tierra, siendo ahora cuerpo que se descompondrían y serían tragados por esta para continuar ayudando al ecosistema. Escurriendo sangre y preocupados, los dos se aseguraron de que el otro estuviese bien antes de echar a correr en dirección de la nueva mansión.

Fuera de esta a pocos kilómetros, pero dentro de sus terrenos, había otras tres decenas de cuerpos. Namjoon, Hoseok, Yoongi y el antiguo alfa líder de la manda Mul se habían encargado de protegerla junto a sus hombres. Sin embargo, ninguno llegó cerca de la casa.

— Hay una rebelión. — Habló el señor Kim una vez que estuvieron en el interior. — Ya saben que están unidos, por ende, creo que solo será el comienzo.

Fueron ilusos al esperar que fueran menos agresivos que tiempo atrás. Sus mentes cerradas le seguían diciendo que era incorrecto que dos alfas líderes de manada estuvieran juntos. Evidentemente, muchos los iban a retar juntos y por separados para la posición. No a todos les agradaba la idea de unir las manadas.

— Les advertí que esto podía pasar, te lo advertí desde el comienzo. — Espetó molesto el padre de Taehyung señalándolo.
— No puedo vivir mi vida esperando que todos estén de acuerdo con mis decisiones padre, se pueden ir muy a la mierda. — El castaño estaba molesto, si él ya había aceptado su relación con Jungkook, debería ser el primero en apoyarlo, no en señalarlo.

— No necesito poder leer tus pensamientos para saber lo que piensas. No importa lo de acuerdo que esté en tu relación, hay cosas que te tengo que señalar y no por mal. Estoy de tu lado, lo estaré siempre aunque tengas canas en el trasero y deba abofetearte si haces algo mal. Daría mi vida por ti sin dudarlo un segundo, pero no se trata de echar culpas o señalar a otros. Te digo esto porque tienes que prepararte. Has mejorado en este último año y medio, pero no estás acostumbrados a los combates por posición como tu esposo.

Mordiéndose su labio inferior, Jungkook asintió peinando su cabello. Su suegro tenía razón, estas batallas no eran fácil. Si tenían que luchar individualmente siguiendo las reglas para defender un título, por mucha potencia física que Taehyung tuviera ahora, no le sería nada fácil.

Confiaba en él, si alguien podía lograr las cosas cuando se lo proponía, ese era su esposo, pero no podía evitar estar preocupado. Él estuvo enfrentando esas luchas desde sus seis meses de nacido en su forma de cachorro, desde los diez años en su forma humana. Aun así cuando le tocó defender su posición tras la muerte de su padre, fueron meses de luchas diarias en donde casi perdió la vida, más de una vez.

— Amaneceré en la Sede mañana. — Informó.

— Será en vano, ya lo saben y tampoco están de acuerdo, lo más probable es que si no son derrocados, ellos mismos vengan a destituirlos. En una semana será el consejo internacional, ya todos los líderes de manadas mundiales lo saben, y los consejos de cada continente también. Ustedes de por sí no les agradan a mucho, unidos como pareja, mucho menos. Más que por las costumbres y ley, por interés, nadie quiere tener por encima a quienes podrían apropiarse de todo lo suyo.

— Nosotros no queremos nada de nadie, papá. Malditos sean estos imbéciles que no tienen nada que hacer. Que se persigan la cola, le caigan atrás a una cucaracha, se tiren de un acantilado, me da igual, pero que nos dejen en paz. Es el puto mundo contra dos personas que solo quieren vivir en paz, follar y ser felices con su pareja.

Jimin sin querer se carcajeó alto ganándose la mirada de todos, intentó contener la risa pese a estar también molesto, mas no pudo.

— M-Me orino, me hago pipi, pipi, pipi, Nam... Tengo que ir al baño otra vez. Es como la quinta ocasión que voy al baño en menos de diez minutos, maldición. — Mencionó con todos observándolo. — Lo siento chicos, licántropo embarazado en estos momentos, no lo puedo evitar. Alfa, acompáñame. — Asintiendo, Namjoon se abrió paso rápidamente dirigiéndose con su omega al baño más cercano.

— ¿Qué haremos? — Le preguntó el padre de Taehyung a su yerno.

— Nos toca frenar todos los ataques, luchar si toca mientras yo intento buscar una pronta o mejor salida a todo esto. Tengo una semana antes de que el consejo internacional se reúna para llegarle a la Sede. ¿Con cuántos hombres contamos, Hobi?

— En las últimas seis horas, se han dado de baja oficialmente cien hombres pertenecientes a los Bul. La cifra de los Mul es similar, pero es Jimin quien tiene los datos exactos. Muchos de nuestros hombres no están de acuerdo y es probable que algunos hayan desertado de nuestras filas.

— ¡Maldita sea! — Exclamó Jungkook. — Necesito pensar, ni siquiera se me permitirá tomar sus peleas.

— Claro que no, yo puedo pelear solo. No se trata de que tú me defiendas a mí o yo a ti, sino que ambos superemos esto. ¿Cómo van a confiar otros en mí si mi esposo no lo hace?

— Sabes que sí confío en ti, Mul.

— Lo sé, pero eso no es lo que ellos verán si sales ahora a querer defenderme sin dejarme valer por mí mismo. No seré el Alfa de Alfas, pero soy su Theta y como tal tienen que respetarme. — El castaño calló ensanchando sus ojos, mirando a su tío y padre en busca de afirmación. — Eso es...

— ¿Qué es?

— Soy El Theta. — Jungkook enarcó una ceja como si no comprendiera lo que acababa de decir. — Voy a revelar mi identidad, oficialmente, el líder del Ártico es el líder de todas las manadas en este mundo. Para todos esa manada dejó de existir, pero existimos dos integrantes principales, el líder y el élder. Eso sin contar que mi esposo, al estar oficialmente unido conmigo en todas las formas existentes, también forma parte de la manada y comparte poderes.

— Taehyung...

— Lezle ya sabe que yo soy quien busca, sabe que soy un Theta. Si la Sede y el consejo internacional que se formó por la ausencia de la manada líder no quiere escuchar a los líderes Mul y Bul, escucharán al líder y la Luna del Ártico. Es hora de volver a ser la familia líder globalmente.

+++

— Papá regresará en un rato, ustedes se van a quedar aquí con su papi, ¿de acuerdo? — Jungkook abrazaba a sus hijos en la entrada de la casa. — Cuando regresemos, vamos a hacer todo eso que quieren.

— Hasta yo jugaré con ustedes, mocosos. — Añadió Yoongi tomando a Seokjin de la cintura una vez que los pequeños se fueron corriendo ignorando todo lo que ocurría para dejar un casto beso en sus labios. — No quiero que te preocupes, solo iremos a la Sede. Te mantendré informado.

— Está bien, solo cuídense. — Asintió el mayor uniendo su frente a la del Kappa. — ¿Tú no piensas darme un beso de despedida? — Indagó mirando a Hoseok.

— Te daré un beso, pero no de despedida. — Riéndose, Jin estiró sus labios para recibirlo. — Joon, te dejo a cargo de mis tesoros hasta que volvamos.

— Wow, pensé que yo era uno de esos tesoros. — Fingió decepción el Alfa Kim recibiendo una mueca divertida por parte del beta.

— ¿Tú también quieres un besito?

— ¿Nunca has visto a un omega despellejar vivo tirita a tirita a un beta y demorar solo cinco segundos? — Preguntó Jimin sacando sus caninos. — Un paso en falso y te va a tocar el primero. — Por detrás del omega, Namjoon sonrió orgulloso, Jin contuvo su sonrisa.

— No sabía que me guardabas esos resentimientos, tan bien que la pasamos. — Se burló el peli naranja.

— Ese omega descendiente de Jack el destripador terminaré siendo yo. — Espetó Seokjin esta vez. — Acaba de irte y olvida los cariños nocturnos de mi parte o de Yoongi hasta que yo me acuerde.

— P-Pero, bebé...

— Adiós, señor Jung. — Seokjin agitó su mano mientras la otra pareja se reía de la expresión de Hoseok.

— ¿Cuánto más tendremos que esperar por ti? — Preguntó Jungkook desde el auto donde aguardaba.

El de cabellos naranja tiró rápidamente de su omega para darle un último beso a regañadientes antes de echar a correr hacia el vehículo principal que aguardaba por él. El beta fue al volante con su pareja al lado y el matrimonio detrás. Delante de su automóvil iban tres camionetas con sus hombres por detrás de ellos cuatro más.

Ninguno hablaba, todos iban concentrados en lo que sucedería, esperando que la decisión tomada fuera la correcta porque literalmente, con eso estarían jugando el todo por el todo. La mano de Jungkook se posó en aquella que temblaba, llevándola a sus labios para darle un beso y presionarla firmemente.

— Todo estará bien.

— Claro que lo estará, tengo a mi lado al Alfa de Alfa, tengo a mi tío, a Hobi, nuestros hombres y me tengo a mí. No hay forma en que algo salga mal y si sale, le haremos frente.

— Juntos.

— Juntos, mi amor. — Ambos se inclinaron simultáneamente para besar al contrario, dejando sus labios unidos sin hacer ademán de más.

La última vez que ellos dos se encontraron en la Sede, su relación no era la mejor, eran dos licántropos que se comportaban como perro y gato. En aquel entonces, cada uno defendía un lugar diferente por cuestiones diferentes. Ahora, estaban parados tomados de las manos con su gente detrás. Ya no tenían que esconderse ni aparentar más lo que no era. No es que fuera incumbencia de las personas con quienes se acostaban de todas formas, pero ahí estaban, preparados para defender su amor y derecho a permanecer juntos.

— ¡Por el decreto licántropo número L1980, los líderes de las manadas Fuego y Agua, no tienen permitido ingresar a la Sede! — El sujeto que daba el aviso por el altoparlante y por alguna razón, Taehyung deseaba destronarlo porque su voz distorsionada le estaba poniendo los pelos de punta. — ¡Por favor, retírense y no nos obliguen a utilizar la fuerza!

Todos los hombres que quedaban en las camionetas descendieron del mismo modo que un gran número de activos pertenecientes a la Sede y al Consejo. Aparentemente ellos se esperaban que los fueran a visitar porque nunca tenían esa cantidad de hombres, aquellos que estaban allí eran en su mayoría los que hasta horas atrás habían estado perteneciendo a sus manadas.

Increíble como solo para proteger creencias absurdas, las personas en su fe ciega iban en masas hacia pocas direcciones. Todo eso porque dos alfas líderes estaban juntos oficialmente. La mayoría seguramente habían estado en algún momento de su vida con alguien de su misma casta, lo habían pensado o al menos deseado en silencio, pero ahí estaban de moralistas empedernidos. Señalando solo lo que les convenía, cuando les convenía.

— Repito. ¡Por el decreto licántropo número L1980, los líderes de las manadas Fuego y Agua, no tienen permitido ingresar a la Sede! ¡Por favor, retírense y no nos obliguen a utilizar la fuerza!

— El Alfa de Alfas solicita una audiencia con carácter urgente. — Habló con fuerza Jungkook aun sabiendo que eso no le garantizaría una entrada. — Hasta que no se reúna oficialmente el consejo internacional, no se le puede negar una audiencia al Alfa del Alfa dado que es la cabeza del continente y no un líder más. Decreto L800.

El sujeto se volteó cuando de lo que parecía una enorme catedral de color ladrillo, una puerta se abrió y el consejo salió, justo como ellos querían. Con arrogancia y altanería los élderes se mostraron frente a ellos, listos para despedirlos.

— Me gustaría hablar con ustedes, mis ancianos. Si me lo permiten, agradecería que me permitieran el paso para dialogar. — Espetó esta vez el líder Mul, recibiendo una mirada de desprecio.

— Solo el Alfa de Alfas tiene derecho a unas palabras. — El élder jefe alzó su voz sin dedicarle una mirada, viendo a Jungkook fijamente. — Es un gran crimen el que han cometido como líderes de manada, las principales de Asia. La unión de dos alfas de alto rango sigue siendo penada, además, muchos de sus hombres han llenado solicitudes escritas como petición para que seas destituidos de sus cargos con carácter urgente. Ya no queda de nuestra parte, esto lo decidirá el consejo internacional. Hasta entonces, podrán ser retados y quien logre derribarlos, puede ocupar su puesto

— No puede haber un consejo si yo así lo decido. — Se expresó el Theta con firmeza. Como si de un chiste se tratara, todos comenzaron a reír, no estaban tomando sus palabras en serio, de hecho, lo estaban ignorando deliberadamente

Estamos juntos, Theta. — La voz en su cabeza de Jungkook y su presencia eran el apoyo que necesitaba. — Tú puedes, amor.

— Desde mi posición, exijo no solo que nos atiendan, sino que paren en este momento la solicitud de consejo y cancelen todos los retos legales orquestados por ustedes. — El Élder jefe lo observó por primera vez, logrando que el castaño elevara sus comisuras complacido.

De soslayo miró a su tío, este la noche anterior les había enseñado lo que deberían hacer, ya que él mismo hasta el momento no había aprendido a dominar los poderes que yacían en él. No obstante, lo que haría, sería suficiente para ganar la atención de todos.

Cerrando sus ojos, Taehyung canalizó el elemento de la energía junto al éter que yacía en su cuerpo para dirigirla a un punto único. Abriendo su camisa para que todos tuvieran la mejor de las vistas, mostró el relieve del medallón incrustado en su pecho.

Como lo esperaba, los ancianos miraron todos en su dirección comenzando a murmurar, algo que desapareció por completo cuando este medallón comenzó a alumbrar. Según emitía luz, su cabello se tornaba blanco, luego sus cejas y pestañas.

Jungkook dio dos pasos al frente para entrelazar sus manos, comenzando tal cual sucedió en el Ártico al entrar a la cueva, sus brillantes ojos rojos cambiaron de color junto con la luz que comenzó a emanar de su cuerpo. Aquel tatuaje del fuego y el agua desintegró esa zona de su camisa para mostrarse, lentamente, su propio cabello quedó prácticamente blanco a excepción de un único mechón que permaneció negro.

Por último, Min Yoongi, élder del Ártico avanzó para situarse delante de ellos realizando una pequeña ceremonia que simulaba varios símbolos. El primero, aquel conocido por obligación por todos los élderes de manada que consistía en sus dos manos en alto por encima de su cabeza, juntas, mostrando sus palmas hacia los otros ancianos. Luego la derecha hacía un círculo alrededor del brazo izquierdo que permanecía estirado, regresando a su posición inicial, siendo la siniestra quien imitara este acto. Cuando volvían a juntarse en lo alto, ambas palmas se unían para bajar a la frente y pecho para inclinarse.

El segundo símbolo se trataba el de la manada del Ártico. Con las yemas de los dedos de sus manos unidas personificando una punta, debía mover en distintos ritmos sus manos en ocho direcciones. Hacia arriba lentamente y una vez que llegaba, debía descender a gran velocidad hasta su barriga, ahí giraba sus manos señalando la punta creada por la unión de sus dígitos hacia abajo. De ahí de regreso al centro con lentitud, rápidamente a la derecha y lentamente hacia la izquierda, todo a la altura de sus hombros. Una vez recorridas las cuatro puntas de los cuatro elementos principales de la naturaleza, debía dibujar las otras cuatro puntas alternas a una gran velocidad para regresar a la posición inicial, realizando una nueva venia.

Por último, el tercer símbolo, el de la familia líder. Como si fuese un saludo militar, del pecho llevaba ambas manos separadas a ambos lados de su frente y desde ahí, saludaban al resto.

Finalizando esos saludos oficiales que muy pocos conocía porque no tuvieron la oportunidad de interactuar o siquiera saber sobre la manada del Ártico, Yoongi creo una barrera de energía visualizada como una pared de luz al rededor de su sobrino y esposo. Acto seguido, se posicionó detrás de ellos, permitiendo que su propio cabello cambiara de color, dejando un mechón gris y el otro castaño en su cabeza.

Yo, Kim Taehyung a quien hasta ahora habían conocido como el Alfa líder de la manada Mul, quien se unió al Alfa de Alfas Jeon JungKook, soy en realidad, el Theta líder de la manada del Ártico. Por consecuente, yo, soy quien los gobierna a todos ustedes. — Dicho esto, las luces que emanaban de ellos fueron mermando hasta darles un aspecto casi normal a excepción de sus cabellos. — Ahora, repetiré lo que antes pedí. Desde mi posición, exijo no solo que nos atiendan, sino que paren en este momento la solicitud de consejo y cancelen todos los retos legales orquestados por ustedes.

¡Doble actualización!

El Theta ha reclamado su lugar. 🙈 ¿Qué les ha parecido el capítulo? ¿Fue de su agrado?

Me hubiera encantado hacer nuevamente una triple actualización hoy porque aparentemente tendría tiempo, pero ya no se pudo. Mi padre celoso de ustedes, reclamó mi atención toda la tarde y noche. Ahora solo quiero descansar y dormir🙈😂

LORED

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