Capítulo Final - Parte 2

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— Yo soy Jung Hoseok. — Los ojos del Theta se estrecharon. — Un Epsilon... — Todos lo miraron sorprendido sin comprender muy bien sus palabras. — Soy hijo del antiguo Alfa Bul y Lezle. Yo no lo supe hasta que m- — Sus palabras se vieron cortadas por el veloz puño que el peliblanco soltó, creando un gran alboroto en aquel comedor.

— ¡Theta! — Gritó Jungkook, llamando a su esposo porque este ni siquiera había dejado terminar de hablar a Hoseok cuando se lanzó para golpearlo sorprendiendo a todos más de lo que ya se habían sorprendido con las palabras recién dichas del Epsilon. — ¡Kim Taehyung, detente! — Su voz de mando fue más potente de lo acostumbrado, aunque no fue afectado directamente, su esposo se detuvo automáticamente.

En el suelo y conteniendo sus deseos de lucha, Hoseok empujó a su Luna en cuanto esta se detuvo para mirarlo, listo para ponerse de pie y alejarse con manos temblorosas. El peli naranja estaba molesto por muchas cosas, comprendiendo una parte de aquello que incomodaba a Lezle.

Que sin hablar, sin preguntar, simplemente lo vieran como un monstruo a pesar de que su padre sí lo era. Pero podía comprender que muchas veces se terminaba siendo víctima de la situación a donde eran empujados. Siempre les había sido leal, ahora, sin siquiera tener la oportunidad de poder terminar de contarles todo, Taehyung se lanzó hacia él.

Era de idiotas cerrarse al hecho y creer que únicamente estaba velando por Lezle, defendiéndolo. Sí, lo comprendía en algunos aspectos, pero él seguía siendo partícipe de que su a padre había que castigarlo. Lo que no comprendía, era que ni siquiera hablaran.

Que se lancen a una lucha, que hagan muchas cosas tal cual las haría Lezle y que al final, se sintieran mejores, más limpios y correctos. Si todos ellos tenían el derecho de atacar, luchar y volverse fieras por lo que le habían hecho, si estaban dispuestos incluso a asesinar niños solamente por no dejar cabos sueltos o una buena estrategia, ¿por qué todos señalan tanto a Lezle cuando hizo lo mismo?

No, no justificaba las acciones del padre que conoció horas antes, tampoco las de Taehyung. Si su Luna tenía el derecho de defender a los suyos sin importar la sangre derramada, Lucas tenía el mismo derecho. Que uno hiciera más o menos a lo largo de la historia, seguía siendo debatidle, lo comprendía, pero no excusaba a ninguno.

— ¡Controla tus jodidos impulsos, Mul, deja que Hoseok hable! — Exclamó el Alfa de Alfas que tiró de él como si fuera un niño, regañándolo con la voz y la mirada. — ¡Detente! — Volvió a gritar cuando el peliblanco empujó su cuerpo. Sacando sus garras y caninos, mostrando sus ojos multicolores, el pelinegro brincó sobre la mesa. Antes de que Taehyung pudiese llegar al Epsilon, lo agarró del cuello para lanzarlo hacia la pared. — ¡Me escuchas o te obligaré a hacerlo, Luna!

— ¿Estás seguro? — Respondió algo más que enojado el Theta que agitó su cuello sacando unos caninos torvos y desafiantes junto a un par de garras que no deseaban quedarse atrás. — ¡Sal de mi camino!

Hoseok negaba confundido, sus lágrimas caían porque de alguna forma le estaba afectando demasiado que sus líderes se estuviesen peleando por su causa. Rugió, mas esto no evitó que el matrimonio líder se aferraran sus cuellos simultáneamente, uno intentando someter al otro con gruñidos, miradas y agarres amenazantes.

La espalda de Jungkook impactó contra la extensa mesa, sin poderse levantar, el menor también brincó sobre esta, pasando a limpiar todo su contenido con el cuerpo del alfa hasta el final del mueble. Solo entonces, lo levantó con una sola mano para lanzarlo contra uno de los cristales que daban a la terraza artificial de ese piso.

— ¡Soy tu puto Theta! — Exclamó cegado por la rabia, que Jungkook intentara detenerlo utilizando la fuerza, intentando someterlo, había sacado un lado nada agradable de su animal.

— Deberías aprender a hacerle honor a esa casta que tanto pregonas. — Rebatió el alfa para luego transformarse. Jimin y Hoseok intentaron intervenir, pero sus parejas tiraron de ellos para que no se inmiscuyeran.

Dos imponentes lobos se enfrentaban como si estuvieran en un combate a muerte. No obstante, aquel del pelaje negro brincó antes de que el contrario lo notase, tumbándolo por el lomo, ubicándolo entre sus cuatro patas. Algo en ese acto causó que Taehyung lentamente se sometiera, bajando sus orejas, agitando su cola frente a su alfa.

Eso era algo que solo ese lobo con quien cerró vínculo podía lograr. Fue como recrear ese primer encuentro en el bosque cuando sin querer invadió su territorio. Ya no había ojos rojos, estos fueron cambiados por irises multicolores desde aquella vez que fueron al Ártico. Después de todo, eran compañeros, algunos días más salvajes que otros, algunos más lobos, otros más licántropos, pero eran ellos.

Sus corazones latieron con la misma intensidad, sus feromonas se intensificaron y todos en la habitación terminaron sin querer transformándose, echándose en el suelo. Solo cuando tuvo seguridad de que su esposo estaba más calmado, retiró la pata que presionaba su cuello y se alejó, retomando su forma humana.

— ¡Te quiero fuera de mi mansión en cinco minutos! — Exclamó Taehyung una vez que retomó el control de su cuerpo. — Eres un maldito traidor y ahora es muy entendible que estuvieses defendiendo a la escoria viva que es Lezle. Le has estado pasando información de nosotros, solo confirmas que todo lo proveniente de ese monstruo terminará actuando como él, poniéndose de su parte.

— Yo no estoy de parte de mi padre, no le he pasado información de ustedes jamás. ¡Lo juro! — Se notaba el desespero en la voz del Epsilon que intentaba explicar su situación, una que él mismo continuaba procesando aún. — Hace un día me enteré de que soy su hijo, Tae. No puedes...

— ¡No me llames así! — El Theta interrumpió al peli naranja. — ¿Un día y andabas de hijito protector queriendo que le diéramos una supuesta oportunidad? — Se volteó hacia un Jungkook que recibía una bata por parte de Namjoon.

— Hay que escucharlo, Hoseok siempre nos ha sido leal. — Espetó Jungkook caminando hacia ellos, sintiendo las consecuencias de esa breve pelea en su piel que se cicatrizaba a gran velocidad.

— ¿Siempre nos ha sido leal? ¿Quién confirma eso? Siempre jugó a hacerse el leal y lo hizo casi genial. Fue capaz de traicionarte a ti con Seokjin para ir por lo más bajo. No le importaba arriesgarse cónsul jefe porque tenía a alguien igual de poderoso respaldándolo. No sabes desde cuándo nos está engañando, es solo su palabra y esta vale igual o menos que la de su padre cuando nada de lo que dice puede ser confirmado. Por ser una de tus manos derechas ha gozado de una libertad que le permitió saber cada detalle de lo que hacemos, podía ir y venir con cualquier excusa, algo que ninguno nosotros cuestionaríamos porque confiamos en él.

— Y-Yo no... — Podría parecer lógico, pero nada de lo que Taehyung decía era cierto, la forma en que todos por momentos lo miraban como si estuviesen sopesando todas las posibilidades.

Veía la pequeña espina de la duda sembrada allí y eso más allá de dolerle, lo tenía en un estado en el que no sabía qué decir por más que tuviera las palabras en la punta de la lengua. Sus manos le temblaban, tenía que rebatir todo, mas lo único que hacía era negar y luchar contra unos inauditos deseos de llorar. Había peleado, luchado por años, ahora criaba a sus hijos junto a sus compañeros, no obstante, se sentía acorralado como un adolescente estando consciente de que no había hecho nada malo.

— A la mínima oportunidad defendió a Lezle y estoy seguro de que no tardará en matarnos si así se lo ordena, si llegamos a hacerle algo a ese monstruo, él podría tomar venganza, esa cosa que tiene por hermana también. ¡Lucas y toda su descendencia tienen que ser erradicados de este jodido mundo!

— Fue ayer que nuestro beta... Nuestro Epsilon... — Corrigió Seokjin procurando abrirse paso para enfrentar a un Taehyung que desde lo ocurrido con su hija ignoraba. — Ayer fue que supo que Lezle era su padre, nos lo contó. En estos momentos estás siendo irracional porque no tienes ninguna prueba, nunca ha hecho algo en nuestra contra. Jamás ha lastimado a nadie.

— Eso es lo que él les dijo. ¿Les consta que desde antes ellos no hubiesen estado en contacto? ¿Tienen la seguridad que no fue justo Hoseok, quien le pasó información sobre que Jungkook estaría solo cuando fue capturado? ¿Qué me dicen del Ártico a donde Lezle llegó casi por arte de magia? ¿Cuántos sabían la ubicación exacta de los hijos de Jungkook en Jeju? Porque ni siquiera yo después de ya saber de la existencia de ellos manejaba esa información. Queda más que claro que Hoseok fue quien le estuvo pasando esos datos todo este tiempo. ¡Aquí no lo quiero! ¡Que se largue de una buena vez!

— Taehyung, no hay más que mi palabra y el peso de mis acciones pasadas para afirmar que yo jamás los he traicionado. Sí, me enamoré de Seokjin, estuvimos juntos traicionando la confianza de nuestro Alfa, pero yo nunca quise lastimarlo. Sabía que hacía mal y por eso siempre pediré perdón, pero una parte de mí estaba segura de que no le afectaría grandemente porque no amaba al omega que hoy es mi compañero. Nunca le hubiese dado la información de Jeju, desde que estaban en el vientre de Jin yo he cuidado a esos niños como algo más que parte de la manada o los herederos de esta, los he querido como una familia. Yo sabía que irían al Ártico, pero no manejaba las coordenadas exactas. ¿Por qué demonios no me crees? ¿Realmente me ves capaz de hacer todas esas cosas de las cuales me acusas?

— Sí, eres su hijo, un licántropo, así que sí lo creo. Nada de lo que me has dicho me demuestra que no estás aleado con tu padre. Quiero que te vayas, no te quiero cerca de mis hijos.

— Hipócrita... — Bufó Seokjin sacando sus colmillos, pero el Epsilon lo tenía agarrado con fuerza tal que no podía moverse, no sin darle pelea.

— ¡Si Hoseok tiene que abandonar esta casa, yo me voy con él! — A pesar de que había estado callado, el Kappa dio un paso al frente. — No puedes simplemente echarlo.

— ¿Quién dice que no puedo? Aquí ninguno está pensando con claridad, todo lo que tenemos es su palabra y perdón, pero no es que esta valga mucho. Lezle ha tenido por meses e incluso mucho más total control de nuestros movimientos por lo que nos ha dicho. ¿Cuántas veces debo repetir todo esto para que lo entiendan?

— Tae... — La voz de Jimin se escuchó en el lugar, el omega avanzó cautelosamente hasta su mejor amigo para entrelazar sus manos. — Tae, ahora mismo tenemos la cabeza caliente por las emociones, no tomemos ninguna decisión en este instante.

— No pienso vivir con alguien que puede traicionarnos en cualquier momento. Si ha estado esperando el momento ideal, si todo esto es un complot junto con su padre para hacernos bajar la guardia, no podemos saberlo con certeza. — Se giró para ver a un Jungkook enojado que caminaba lentamente hacia Hoseok. — Si te quieres ir junto a él, Min, eres libre de hacerlo. Son tu pareja, sobrino y hermano, es entendible. Si quieres vivir solo con Hoseok y Lezle que desean una pacífica unión, adelante y armen su propia familia o manda. Pero aquí junto a mis hijos, no quiero ninguna descendencia de ese infeliz.

— Ya tú lo que estás es delirante y no creo que haya palabra alguna que te haga entrar en una razón que por tu propia cuenta estás perdiendo. — Musitó nuevamente Yoongi cuando notó la furia de su sobrino. — Al parecer tu odio y sed de venganza te está cegando tanto como a ese Lezle que desprecias, ni siquiera puedes ver a aquellos que realmente te respetan, quienes te son leales, te adoran y aman.

Peinando su castaña cabellera, se volteó para ver al Epsilon sorprendido por sus palabras. Lo había estado ignorando desde que le contó todo lo sucedido, verlo defendiéndolo en ese momento en que Seokjin también sostenía su mano, se sentía capaz de enfrentarlo todo.

— Yo me iré con ustedes, mis hijos y yo... — Musitaba el omega frotando la mano que sostenía. — No te dejaremos solos. — Taehyung bufó frente a esto.

— Aquí nadie se va a ningún lado, es una orden. — Espetó Jungkook tomando partido a pesar de saber que esto lo pondría en problemas con su pareja. — Estamos hablando de Hobi. — Él tampoco había terminado de procesar que ese Epsilon llevaba su sangre, que el alfa que los procreó era un mismo ser. No estaba hablando por su parentesco, sino por los años que habían compartido juntos desde que sus caminos se cruzaron. — Confío en su palabra y de aquí, no se va nadie. ¡Es una orden!

— Parece que no están comprendiendo, lo mío no es una petición. — Comenzaba a gruñirles bajo, todos sentían sus cuerpos tensarse, ese pitillo lejano en sus cabezas se hacía más y más fuerte. — Esta es una orden del Theta, del líder de todos ustedes y eso... — Se volteó para mirar a un Jungkook cuya marca luchaba por evitar el mandato directo que Taehyung estaba ejerciendo en él por primera vez. Podía resistirse mejor que el resto, pero estaba siendo afectado. — También te incluye a ti. Si tengo que hacer uso de mi posición y someterte incluso a ti por el bienestar de mis hijos, lo voy a hacer.

— Mul... — Había una advertencia en la voz del Alfa de Alfas. — No puedo permitir que mis hijos se vayan.

— No estoy echando a tus hijos, solo estoy corriendo al descendiente directo de Lezle, ni siquiera estoy echando a sus nietos a pesar de que debería. — Jungkook negó irguiéndose, pero Taehyung gruñó alto hacia él, el medallón en su pecho brillando, obligándolo a detenerse.

Todos permanecieron en la misma posición durante casi cinco minutos, cuando el peliblanco cesó el control sobre ellos. Yoongi no pudo evitar mirarlo con la decepción pintada en su rostro, se había negado a escuchar explicaciones, se negaba a creer en las palabras dichas por Hoseok. Durante ese momento, recordó aquella trágica noche de décadas atrás cuando los Bul ayudados por Lezle invadieron su territorio.

Su hermano desde ese instante le dijo que su interés no era matar al padre que tenían en común, pero tampoco le creyó. Escaparon sin creer que este los quería proteger, cuando los llamó, cuando corrió detrás de ello, todo lo que podían pensar era que este quería hacerse con el mando, eliminándolos a ellos también.

El alfa pura sangre también era su padre, al final murió de igual forma a causa de Lezle, había infinidades de cosas que jamás le perdonaría, pero otras tantas, las estaba pensando con detenimiento. Cosas que jamás creyó, situaciones que le achacó por mucho que el menor lo negó. Odiaba que su compañero tampoco tuviera a otros que le creyeran, porque si bien casi todos estaban de acuerdo en que no se marchara, podía ver la desconfianza instalada, se olía en el aire.

Miró al hijo de su hermana por última vez y luego se volteó para acercarse a Seokjin. Besaba su frente mientras sostenía tanto las manos del omega como del Epsilon.

— Por hoy, quédate aquí. Quédate con todos los niños en esta mansión, yo me iré con Hobi, pero cuando esta marea pase, entonces vendré a buscarlos. — Habló sosteniendo fuertemente su nuca para que dejara de negar. — No nos estamos separando, ¿de acuerdo?

— A la habitación. — Musitó Seokjin sin necesidad de mirar, pudo sentir la presencia de sus hijos mayores, su oler se había intensificado y podía sentir la preocupación. Jungkook y el resto de los presentes miraron a los mellizos que habían estado junto con el resto de los cachorros.

— Yo no quiero que Hobi y Yoongi se vayan. — Intervino Jisung ignorando la orden de su padre.

— Mocosito... — La mente de Taehyung divagó por unos segundo cuando los vio a ambos mirándolo fijamente. — Lo siento, pero Hobi no puede quedarse aquí.

— ¿Por qué? — Indagó esta vez Ryujin.

— ¿No escucharon cuando dije que debían regresar a la habitación? — A pesar de que en esos momentos quería llorar, Seokjin mantuvo su voz firma, dándole una advertencia al Theta con la mirada, no lo quería con sus hijos, sus razones solo se incrementaban. — Vayan con sus hermanos, cuídenlos, yo en un rato les explico todo.

Los menores miraron al Alfa de Alfas, este solo asintió caminando en dirección de ambos, yendo con ellos hasta la habitación donde todos sus cachorros habían estado durmiendo. Jisung y Ryujin estaban molestos, pero acataron el pedido de sus padres. Jungkook bajó para ver tanto al hijo de Jimin como a los otros tres cachorros de Jin que continuaban durmiendo a diferencia de los suyos que se habían despertado por la algarabía.

Cuando volvió a subir, se encontró con una escena hasta cierto punto desgarradora. El trío se abrazaba entre lágrimas mientras el otro matrimonio los miraba igual abrazados. Jimin desviaba su mirada entre ellos y un Taehyung que se mantenía firme en su posición porque se rehusaba a exponer a sus hijos. Si debía escoger entre todos y ellos, la decisión era obvia. No iba a arriesgarse, ahora que los tenía, sus hijos eran lo más importante para él y era capaz de aniquilar a cualquiera que intentara siquiera maltratarlos.

Por supuesto que ahora entendía a Seokjin, a Jungkook cuando se volvía sobreprotectores con sus crías, pero justo porque ellos también eran padres, debían comprenderlo mejor que nadie. Ellos aislaron a sus cachorros del mundo por años, él solo estaba eliminando la manzana podrida. Él no estaba corriendo a Yoongi, este se iba porque así lo decidió y eso lo respetaba. Sin embargo, no iba a retractarse porque este decidiera irse con el peli naranja. Solo esperaba que Min no se estuviera equivocando y cayera en las manos de Lezle por culpa de Hoseok.

— Pueden quedarse en la mansión Bul. — Espetó Jungkook cuando los tres se separaron. — Llévense a un grupo menor de hombres porque a pesar de estar deshabitada, la mansión sabes que siguen con varios licántropos resguardándola. — Comentó viendo al peli naranja, viendo sus ojos cristalizados, enrojecidos y brillantes por todas sus emociones alteradas.

Hoseok era hijo del alfa que lo procreó, al igual que el difunto Jungkwan y el resto de sus hermanos, esos que el harem de su padre le brindó. Sin embargo, ahora que lo pensaba con detenimiento, había pasado tantos años junto al Epsilon en donde por momentos fueron más hermanos de lo que él fue con los otros que también llevaron su sangre. Primero con Seokjin, luego con Taehyung, él decidió formar una familia porque había enterrado al resto desde hacía mucho tiempo ya. Sin embargo, ahí estaba el peli naranja, él también era su hermano. De alguna forma, ese lazo ampliaba todo, los conectaba de una forma muy extraña, pero agradable.

— Hey... — Musitó intentando darle una sonrisa que fue devuelta con creces A pesar de todo lo que estaba ocurriendo, quien él creyó un beta hasta hacía horas atrás, le estaba sonriendo.

Extendió sus brazos sorprendiendo tanto a Hoseok como al Theta que se levantó de su sitio un tanto molesto y confundido porque todo eso lo hacía quedar como el malo. ¿Era él el único que se daba cuenta del peligro exponencial que eran tanto Hoseok como la sigma que este tenía por hermana, la hija de Jungkook? Ellos dos en algún momento tendrían que morir, cuando fueran por Lezle, él no iba a dejarlos vivos porque eran cabos sueltos que luego buscarían venganza.

— Hoy creo que será imposible, pero mañana, con más calma, hablaré con Tae, te lo prometo. — Musitó en su oído, sintiendo los brazos del mayor apretarlo con fuerza. — Siempre hemos sido jefe y subalterno, pero también amigos, es agradable saber ahora, que también eres mi hermano. — Terminó de decir Jungkook, abrazándolo con mayor fuerza. — Esto es algo temporal.

— Alfa, yo... — La voz de Hoseok se quebró, resoplaba para intentar componerse, relamiendo sus resecos labios para luego sonreír. — Yo confío en que esto será temporal y, aun si no lo es, gracias. Te lo he dicho muchas veces, principalmente cuando bebemos y me pongo sentimental, pero por todo, gracias. Llegaste a la vida de Namjoon y mía en el momento en el que más te necesitamos, desde entonces has estado ahí para nosotros. Como mi alfa líder, mi amigo y ahora también hermano, te quiero, te respeto. Jamás haré algo en tu contra. Lo prometo.

A excepción del Theta, todos salieron para despedir a Yoongi y Hoseok. No se iban a otro país, no estaban muertos, no obstante, para la mayoría ahí, era como una gran pérdida. Namjoon se crió con Hoseok, estuvieron juntos desde niños en sus entrenamientos, en su escuela e incluso en sus horarios de esparcimiento hasta que fueron casados. Experimentaron la muerte de cerca, en ese ataque, aunque ninguno lo sabía, fue orquestado por el difunto Alfa Bul cuando los padres de Hoseok le exigieron más dinero y amenazaron con exponer al Beta a todos.

Huyeron juntos, fueron rescatados juntos por Jungkook y con él entraron en esa manada que los acogió a pesar de la sorpresa inicial del Alfa que no esperaba ver al peli naranja allí. Se divorciaron, cada uno continuó su vida con diferentes compañeros, no obstante, jamás se separaron realmente. Seokjin le estaba diciendo adiós a sus compañeros, a los padres de su segundo par de mellizos, los licántropos de los que se había enamorado y con quienes compartieron una vida.

Jungkook estaba despidiéndose de uno de sus hombres de confianza, desde que se encontraron en aquel bosque, Hoseok y Namjoon pasaron a formar parte activa de su vida, de su cotidianidad. Para Jimin, aunque no hubiese compartido un gran pasado con ellos más allá de las dos ocasiones en las que se enredó con Hoseok cuando ninguno esperaba que sus vidas se volvieran a cruzar y el comienzo lleno de desconfianza que lo unía con Yoongi, por tres años ya, esos licántropos andaban rondando por su vida. Eran compañeros de manada, vivienda, eran amigos y toda esa situación era difícil aunque pudieran llegar a comprender que de cierta forma, era necesaria.

— Kook... — Llamó el Theta cuando el pelinegro regresó serio, podía escuchar sus pensamientos, sus maldiciones, olía esa molestia que lo envolvía, pero sus razones para echar a Hoseok eran más que justificadas. — Hablemos.

— No quiero hablar contigo ahora, Theta. Si no quieres escuchar palabras de las cuales en un futuro yo podría arrepentirme, no me hables en estos momentos. — Pasó por su lado dirigiéndose al cuarto de sus hijos más pequeños. — Encárgate de tu manada por hoy, líder, estaré con mis hijos.

Toda su piel se erizó, no le gustaba ese tono, sabía que estaba molesto, pero lo entendería. Cuando su bravura se pasara y analizara mejor las cosas con la cabeza fría, él comprendería. Cuando el omega con quien él había estado toda su vida apareció en su piso, dándole una mirada que no le hacía mucha gracia, no pudo evitar rodar los ojos.

— ¿Tú también?

— ¿Yo también qué? Deja de estar a la defensiva, no soy todo el mundo y cuando tengo que darte una opinión, te la doy sin importarme si el resto está de acuerdo o no, si alguien más te lo dijo o no. — Espetó Jimin serio pasando a recoger todo el desastre que se había hecho. — Ven a ayudarme.

— Jungkook está molesto. No sé por qué le cuesta tanto darse cuenta de las cosas. Después de todo lo que le ocurrió, era para que él tuviese más razones que yo. Maldita sea, incluso fue violado, pero defiende al hijo de puta que le hizo eso, defiende a lo que salió de esa violación. ¿Cómo puede llamar a eso aún su hija? — Bufó dejando caer en el paño húmedo con el que limpiaba la mesa.

— ¿Eso?

— Taehyung, es cierto que solo por ser quien eres, por tu procedencia, eres el líder, pero esto conlleva más que solo nombre y fuerza bruta. Yo comprendo tu posición en todos los aspectos, como tu omega, amigo y también mano derecha. Soy padre y esposo al igual que tú, puedo ver y entender tu preocupación, no obstante, hay algunas cosas que no veo bien y no es una crítica, sino una observación.

El Theta cerró los ojos, inhaló y exhaló con profundidad para luego sentarse en la silla a ver a Jimin hablar. El mayor sabía que a Taehyung no le gustaba que lo regañaran o dijeran qué hacer. Simplemente era una parte de su carácter que no se podía cambiar.

La esencia de las personas a pesar de que estas aprendieran a modificarlas, iban a estar ahí por mucho que pasasen los años o se enamorara. Tener una pareja e hijos, obligaba a medir algunas cosas por el bien de alguien más que uno mismo, pero no cambiaba a nadie. Se adaptaban, mejoraban, pero no cambiaban y por eso sabía que era una parte de Taehyung que jamás mudaría.

— Tú y Jungkook son esposos, cerraron un vínculo, pero no puedes mandar en sus sentimientos e instintos. Es comprensible que tú no quieras a esa niña, incluso si no se hubiese procreado del modo en que sucedió. Eres libre de terminar tu relación e irte, pero ninguno de los dos se puede obligar a aceptar lo que el otro quiere si no está de acuerdo. Jungkook no te puede obligar a tener esa niña y tú no lo puedes obligar a él a no quererla si así lo siente.

— Según tú, ¿qué es lo que siente mi alfa ahora? — Jimin echó un vistazo y guardó silencio, buscando la señal de que podía hablar sin problema.

— Hace unos días sin querer lo escuché hablando con mi esposo. Tu alfa se siente mal porque frente a ti, debe sellar incluso su mente muchas veces para que no seas capaz de escuchar sus pensamientos, para no molestarte o hacerte sentir mal. Porque cuando habla contigo, te cierras y no lo dejas expresarse. Tal cual hiciste con Hoseok. Tú siempre fuiste muy inteligente, antes de tomar el mando de la manada Mul, eras un cerebro que usaba más la cabeza que los músculos y desde que tu Theta despertó, a veces yo que no soy tu compañero, quiero mandarte a la mierda aunque te amo con mi vida.

— Jimin...

— Un líder, escucha, analiza, estudia y cuida a los suyos.

— Justo esto hice. — Protestó Taehyung frotando su rostro. —Comprendo que sea Hoseok, es alguien en el que todos confían y justo por eso es mucho más peligroso, porque nunca se esperará la traición de su parte. No obstante, si piensas a cabalidad las cosas, te darás cuenta de que mi decisión fue la más correcta por decirlo menos.

— Yo en tu lugar, haría lo mismo que dijo Jungkook cuando se trataba de Taeyong. Si en verdad es un enemigo, cosa que no creo, lo mejor hubiera sido mantenerlo cerca, controlarlo, monitorearlo a cada momento sabiendo ahora todo lo que sucede mientras administrabas la información que querías que le llegara. Asegurarte que él estuviera trabajando con Lezle, porque es cierto que solo tenemos su palabra, pero al menos siento que se merecía el derecho de la duda.

— No, podría fingir por meses e incluso años, dejar que nos acomodemos para acabar con absolutamente todos de raíz. Cuando volviésemos a confiar en su persona, la puñalada llegaría certera.

— Son suposiciones.

— Al igual que las que dicen que él no haría nada, son suposiciones. La verdad aquí solo lo saben ellos dos y yo no pienso arriesgarme. No soy yo solo, somos todos nosotros y en estos momentos, Jungkook no puede pensar con claridad porque sus emociones están expuestas. Acaba de descubrir que ese... Que Hoseok, es su hermano. La descendencia de Lezle, de una forma u otra tiene que ver con Jungkook en este momento. Es mucho lo que está procesando y me toca a mí pensar por él, en un futuro me lo agradecerá.

— Las mismas palabras que más de una vez le recriminaste a tu padre.

— Las mismas que ahora comprendo y justifico porque de no ser así, no podría estar aquí hoy. Entonces, eso me da la razón. — Jimin cerró sus ojos por varios segundos y luego lo miró.

— Jin está allá abajo llorando junto con tres de sus hijos... — Musitó sin poder escuchar, pero oliendo la fuerte tristeza que invadía al otro omega.

— Ya se le pasará, no están muertos, están a pocos kilómetros de aquí, por la Diosa Luna. Él puede ir a verlos cuando quiera, aquí hay personas suficientes para encargarse de los niños. Si quiere llevar a sus hijos y arriesgarse es cosa suya y de Jungkook, yo en eso no interfiero. Son mis hijos... — Calló y miró a Jimin. — Nuestros hijos, los que no quiero exponer. Ellos son adultos, saben lo que hacen.

— Solo espero que no te estés equivocando.

He salido de un bloqueo, el típico que me da cada vez que llego al final de mis historias. No obstante, aquí estoy. No sé si lo que escribí sea de su agrado y espero que el final no les dañe toda la historia. 🙈😂

Esta es la penúltima parte, la última definitivamente, llegará en aproximadamente una hora. Puede que más o menos, pero ese es el estimado. Fueron más de de diez mil palabras, definitivamente no iba a poner todo eso en una sola parte. La anteriormente publicada, esta y la siguiente, todo es un único capítulo.

Nos vemos en un rato.

LORED

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