Capítulo 35 - Para siempre

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Todo era diferente esa mañana, despertar en esos brazos que lo rodeaban jamás había sido tan perfecto. Esconder la sonrisa de su rostro era una tarea prácticamente imposible, no se podía borrar una sonrisa que reflejaba el corazón. Se había adentrado a un mundo nuevo, un anillo no cambiaba una relación ni sus sentimientos pero por alguna razón saber que esa prenda que resaltaba en su mano era un símbolo de haber sido reclamado por el corazón de otra persona para pasar toda su vida junto a él lo hacía inmensamente feliz.

Miró ese cabello castaño oscuro que se encontraba enmarañado en la almohada, por párpados cerrados que escondían esos preciosos ojos, esa boca que a pesar de los ronquidos que dejaba escapar seguía viéndose demasiado apetecible y hermosa. Su pecho que lentamente se movía lo atrajo hechizado, era maravilloso sentir los latidos del corazón del otro, un corazón que estaba unido al suyo. No pudo evitar sonreír, todo era perfecto, su prometido era perfecto.

Jungkook despertó teniendo como primera imagen una sonrisa amplia y unos ojitos que lo miraban tierna y profundamente. Era maravilloso, acordarse de todo lo sucedido hacía que su corazón latiera más rápido de lo debido, no podía evitar emocionarse sabiendo que frente a él estaba el hombre que había aceptado pasar el resto de su vida con él.

— Buenos días príncipe de mi vida. — Había tirado a Taehyung a un lado y ahora se encontraba llenándolo de besos sin importarle que ninguno hubiera pasado aún por el baño. — ¿Cómo puedes amanecer más hermoso que ayer?

— Eso es porque mi príncipe me sienta bien, dicen que cuando uno está enamorado es más hermoso y como yo hoy te amo más que ayer puede que esa sea la razón. — Besó esos labios con ternura. — Buenos días mi amor. — Abrazó su pecho dejando que sus oídos escucharan una vez más los latidos de su corazón. — ¿Qué haremos hoy?

— Pasearemos toda Lisboa tomados de las manos, gritándole al mundo cuanto nos amamos y lo felices que somos...

...

La capital de Portugal contaba con la visita de dos de los integrantes del grupo Fire quienes la recorrían con alegría. Sus actividades fueron variadas, visitaron lugares de interés como la Torre de Belén,Monasterio de los Jerónimos de Belén que siempre estuvo en la lista de lugares a visitar de Kook entre otros lugares que fueron disfrutando no solamente la historia, arte, cultura y belleza que les brindaban sino también sus compañías.

Tomaron fotos, jugaron, estuvieron prácticamente todo el día sin soltarse las manos y se besaron como si no hubiera fin. No obstante aunque estaban alejados de todos no se olvidaron de sus seres queridos y luego de ir a comprarles souvenirs y recuerdos de la ciudad a la Feira da Ladra, un gran mercadillo que por ser un día especial se encontraba abierto fuera de su horario regular de martes y sábado decidieron que debían degustar más a fondo la gastronomía del lugar.

— Mi amor estoy tan feliz... — Musitaba Tae sosteniendo su mano mientras se sentaban en una de las mesas del exterior de Versículo do Faia, el restaurante escogidos por ellos para disfrutar de una deliciosa comida. — Este lugar es increíble gracias a la compañía que es inmejorable.

— Por supuesto que es inmejorable si no hay nadie mejor que tu prometido para star a tu lado. — Rieron.

— Prometido... — acarició una vez más esa palabra en su boca y se sentía maravillosamente deliciosa. — Me encanta esa palabra. Prometido de mi corazón.

Cosa que era poco común a esa hora del día el lugar estaba tranquilo, sin muchas personas, con un buen ambiente que jugaba a favor de los tórtolos que no dejaban de compartir miradas, besos y risa, incluyendo una que otra comida.

Después de un recorrido en un autobús turístico donde permanecieron sentados al aire libre abrazados, casi sin decir palabras con sus bocas aunque sus cuerpos jamás se callaron, con la brisa batiendo en sus rostros e interminables fotos que se tomaron juntos, decidieron que era hora de regresar al hotel.

...

— Yo creo que esos no son videos que debas mostrarme cuando nos encontramos en esta posición, juntitos y sin que nadie puede interrumpirnos. Ni siquiera la ropa se interpondría así que corres un gran riesgo si continúas mostrándome esas cosas.

— Es que me resulta interesante, nunca hemos hecho nada de eso y me gustaría intentarlo. Mira...

— Lo que nos sobra es tiempo para hacer todas las cosas que quieras, intentaré complacerte en todo pero ahora mismo tenemos que comer algo primero. Ya todo mi cuerpo parece una uva pasa del tiempo que llevamos en el agua. — Tae se quejó haciendo un puchero tratando de manipular a su pareja para que se quedara más tiempo abrazado a él en la tina. — Ni pienses que mirándome con esos ojitos me vas a convencer, vamos...

Aunque a Tae le costó salir de aquel lugar tan relajante le hizo caso a su pareja y mismo si rieron más de lo que comieron pudieron disfrutar de la cena, envueltos en sus albornoces en la tranquilidad de su habitación.

— Ha sido una experiencia fantástica esta que he podido vivir a tu lado en estos días. — Sentados en una butaca y levemente apoyados en el espaldar de la misma Tae dejaba salir aquellas palabras que brotaban de su corazón.

— Yo aprendí a ser feliz a tu lado y aprendí a aprovechar cada momento que comparto contigo como si fuera el primero y último por eso esta aventura que emprendimos juntos me hace tan feliz, mucho más si tú la disfrutas.

— Tengo miedo... — Musitó Tae llevando su mirada al suelo.

— Hmm. — Kook se sorprendió un poco por la revelación repentina de su pareja.— ¿De qué podrías tener miedo amor? — Dejó que su mentón descansara en el hombro de su pareja entrelazando sus manos.

— De todo. Nuestra relación ha sido tan hermosa, estable, tranquila y única que a veces temo despertar y que todo esto sea un sueño. Me preocupa que todo sea color de rosa cuando en esta vida nada lo es.

— No todo es color de rosa, también hemos pasado por situaciones quizás no graves o serias pero las hemos pasado juntos ya fuera como amigos o como pareja. Sí estamos bien y esto no quiere decir que sea igual para siempre, discutiremos, nos molestaremos pero nos amaremos con la misma intensidad, toda pareja atraviesa baches en su vida porque nada es perfecto y para que funcione tiene que pasar de todo sino creo que incluso se volverían aburridas y monótonas las relaciones. — Besó su cuello. — No te preocupes que si juntos ponemos siempre de nuestra parte no habrá nada que pueda separarnos.

Taehyung sonrió y alzó su cabeza para regalarle un beso a su prometido. Un impulso loco lo hizo agarrar su mano y tirar de él corriendo a esa hora de la noche por los pasillos del hotel hasta llegar a la piscina de este, lanzando al agua a su pareja sin previo aviso.

—¡Estás loco! — Gritó Kook entre risas cuando regresó a la superficie y se quitó el agua del rostro. — Estamos practicantes desnudos cubiertos con un simple albornoz que mira, — le señaló — está abierto y dejando ver todo esto que es tuyo.

Lanzándose de clavado a la piscina para acompañar a su pareja Tae rió. — Todo esto es mío así es y nadie más lo está viendo, aquí solamente estamos tú y yo. — Sus intrépidas manos sujetaron fuerte su propiedad en cuerpo ajeno logrando que este diera un pequeño brinco.

— Suéltame amor, esta es una piscina pública y aunque quizás no sepan quienes somos igual saldremos en las portadas de todo el mundo si encuentran a una pareja de chicos haciendo el amor en medio de la noche y al aire libre en un hotel como este. — Bufó besándolo.

— Ya me cortaste la inspiración pero tienes razón, lo siento. — Lo besó mientras abrochaba sus batas. — Regresemos a la habitación que hay algunas cosas que tomaron volumen de las que debo encargarme.

...

— Revisa que no se te quede nada mi amor. — Le indicaba Tae a su novio mostrándole unas gafas que dejaba en una cómoda. — Yo ya tengo todo listo.

— Sí, estas son las que me pondré, vámonos.

Jungkook estaba entusiasmado pero también nervioso y esto no pasó desapercibido por su pareja quien lo miraba intrigado durante todo el viaje a un lugar del que no tenía la más remota idea. Aún así disfrutaba viendo a su pareja conducir, estar sumido en una aventura como esa y disfrutando de todos los paisajes por el que iban pasando. Dos horas y cuarenta minutos más tarde se encontraba abriendo la boca entusiasmado con la encantadora vista que tenía ante él.

Estaban en Lagos, una ciudad en la región de Algarve, en el sur de Portugal. Conocida por su vieja ciudad amurallada, acantilados y sus playas atlánticas. Tae recordaba como le había gustado ese lugar que había visto en una guía de Portugal pero verla en persona era aún más deslumbrante.

Su pareja estaba feliz y orgulloso al ver su reacción, él había visto por casualidad la página marcada por Tae en aquella guía luego de que se pasara media tarde hablando de ello. Le pareció que sería un lugar perfecto para compartir días tan especiales entre ellos.

— ¿Entonces, te gusta la ciudad?

— Mi amor, cómo me vas a preguntar si me gusta... ¡Me encanta! Quería visitarla pero pensé que solamente estaríamos en Lisboa, no conocía tus planes y no quería diferir con ellos pero me sorprendiste gratamente. ¡Uy, te amo! — Se lanzó hacia su prometido para llenarlo de besos.

— ¡Tae cuidado! Estoy manejando amor, mira los acantilados, no llegaremos a nuestro destino. — Bromeó tomando su mano para dejarla caer en su propio muslo. — Estoy muy feliz de que te haya gustado.

Pocos minutos después ya se encontraban aparcando en su destino, Onyria Palmares Beach House Hotel. Un discreto hotel que ofrecía varios apartamentos al que no se permitía la entrada a menores de edad, ni siquiera acompañados de sus padres para garantizar la tranquilidad plena del lugar.

Tae estaba enamorado del lugar y Kook de la imagen de este disfrutando la vista. Era realmente maravillosa y a pesar de que era un lugar muy discreto era hermoso.

— Mi amor, solamente hay una cosa rara en este sitio. — Miraba a sus alrededores en busca de algo o alguien. — Parecen no haber personas en este lugar apartando a los trabajadores.

Jungkook tuvo que contener su risa porque sino su pareja le haría preguntas y su plan quedaría al descubierto pero era sumamente gracioso ver su expresión. No pudo contenerse las ganas que tenía de besarlo y lo abrazó dejando tirada la maleta que venía arrastrando.

— Debe ser porque es temporada baja o algo pero el estilo, como quiera que sea es mejor para nosotros, mientras menos personas a nuestro alrededor mejor. — Esbozó una sonrisa a la par que juntaban sus labios nuevamente.

Llegaron al pequeño pero acogedor apartamento que les había tocado y luego de algunos minutos volvieron a ponerse en marcha.

— ¿Hacia dónde me llevas ahora? Acabamos de llegar mi amor.

— Vamos a ver el atardecer a un lugar mágico del que leí en internet. — Sonrió Kook entrelazando sus dedos pero sin quitar la vista de la carretera.

Luego de subir varias escaleras de cara a un acantilado llegaron a la cumbre de este, observando alrededor el hermoso paisaje del lugar, parecía sacada de un libro de cuentos. Ambos se sostuvieron firmemente para cruzar una zona rocosa para lograr llegar a un pequeño césped que se encontraba al final de esta.

Con sus cuerpos entrelazados y en total silencio disfrutaron de un atardecer como pocos. Viendo como poco a poco las nubes cambiaron de color al igual que el sol y el color naranja se apoderó de sus ojos. Parecía una bola de fuego que temía ser apagada y poco a poco se refugiaba detrás del inmenso mar. Descendieron de aquel lugar antes que se fuera toda la claridad ya que podría ser peligroso bajar por ese difícil camino que no conocían muy bien.

— Mi amor, necesito que estaciones el coche.

— ¿Qué sucede? ¿Pasa algo? 

Jungkook estacionó su coche en aquel lugar donde no daba más luz que la de la luna y vio como Taehyung se bajó precipitadamente del coche, dándole la vuelta antes de abrir su puerta. Lo tomó del brazo y lo sacó del vehículo.

— ¿Qué haces? Dime qué está pasando. — El tono de preocupación era audible.

— Que llevo tiempo queriéndote hacer el amor bajo la luz de la luna en un lugar donde no haya testigo. Quiero que se vaya el control. — Comenzó a besarlo con cierta desesperación entre risas y la mirada sorprendida de su pareja.

— Taehyung...

— ¡Shhh! Por favor amor, compláceme, déjate llevar... — Retiró con un ágil movimiento la camiseta de su pareja, sustituyéndola por los besos que su boca le comenzó a brindar.

— Amor... Falta nada para llegar al hotel, vamos.

— No, quiero hacerlo aquí, quiero tomarte... Que me tomes aquí, ahora, siente.

Tomó la mano de su prometido y se la llevó a su entrepierna para que palpara la dureza que allí se encontraba. La temperatura subió en ambos cuerpos y en pocos segundos estaban a punto de hacer erupción como un volcán. Giró su cuerpo apoyándolo al auto que estaba totalmente apagado para comenzar a acariciarlo, disfrutando la desnudez de sus cuerpos y como la brisa los abrazaba. Podían sentir el olor del mar invadiendo sus vías respiratorias, incluso podían escuchar el leve ruido del mismo.

— Quiero devorarte, saciarte centímetro a centímetro, hacía rato que estaba anhelando este encuentro. — Sus palabras acariciaban el cuello de Kook, su respiración había elevado hasta los vellos de su cara.

— ¿Qué esperas entonces?

...

— Vamos despierta amor...

— Kook déjame dormir, no te hemos nada urgente que hacer, por favor... — Se envolvió en las sábanas cubriéndose hasta la cabeza y enroscándose como una oruga.

— Estás en un error, hay un lugar al que quiero llevarte y tenemos que estar ahí en una hora así que levántate y alístate, usa la ropa que está en el sofá. — Lo destapó y dio un beso mientras esta se cubría los ojos con su brazo y daba patadas al aire. — Saldré por un momento y regresaré para terminarme de vestir, espero que estés listo cuando yo llegue Taehyung. Ni un minuto tarde o te las verás conmigo.

— Te amo pero eres insoportable. — Se quejó. — Ya estoy despierto y sentado en la cama... ¿Contento? — Miró extrañado la ropa que había en el sofá y miró extrañado a su pareja.

— Sí. Ponte aún más hermoso de lo que eres y espérame. — Salió apresuradamente volviendo a respirar, se le hacía muy difícil ocultar sus nervios delante de su pareja.

Varios minutos después regresó a la habitación, la voz de Tae cantando a todo pulmón en la ducha "I Love You" de Kim Bum Soy le sacó una enorme sonrisa. Permaneció contemplándolo durante varios segundos y después se le unió a la ducha, tomando la esponja que tenía en su mano y restregándole la espalda.

— Amo cuando haces esto... — Musitó Tae complacido, estaba tan a gusto en esas manos que no quería alejarse de ellas nunca. Volteó para abrazar a su pareja y darle un beso en sus labios. — Te amo Jeon Jung Kook.

— Y yo te amo a ti Kim Taehyung. — Sostuvo su barbilla y tras un casto beso se alejó. — Estamos contra el reloj, no perdamos tiempo ya tendremos toda la noche para darnos cariño.

— ¿Y si no vamos a ese lugar y nos quedamos aquí? Realmente no quiero salir de este sitio hoy, me apetece quedarme aquí todo el día. — Lo miró con ojos de súplicas.

— Esa no es una posibilidad. Así que vamos o te bañarás solo.

Tae hizo una mueca de disgusto pero se apresuró a seguir bañándose antes de que su novio se fuera, le gustaba demasiado compartir el baño con él. Ambos se ayudaron a acicalarse y vestirse como buenos novios.

— Luces espectacular. Tengo suerte de tener a un novio tan guapo como tú — La verdad que Kook era un hombre espectacular y tenía la suerte de tenerlo para él.

— Tú no te quedas atrás, te ves hermoso. Me encantó lo que le hiciste a tu cabello, casi nunca te haces otro estilo de peinado y escogiste el día perfecto para cambiarlo. — Intentó tocarlo pero Tae se echó hacia atrás.

— Amor me lo vas a estropear. — Se lo acomodó delicadamente frente al espejo. — ¿por qué dices que hoy es un día perfecto para mi cambio de imagen?

Jungkook no pudo responder y simplemente lo besó. Acomodó lentamente su camisa para lentamente tomarlo de la mano y encaminarse hacia fuera de la habitación. Las manos le sudaban sobremanera y sus temblores eran más que palpable. Su pareja estaba preocupada por su actitud tan imprevista e iba preguntar pero no pudo.

Su garganta se cerró, inmóvil en aquel sitio tirando del brazo de su prometido mientras observaba a sus padres, suegros y compañeros de grupo, añadiendo a Jin quien estaba de mano de Hoseok, todos vestidos de traje alrededor de la piscina. Habían pétalos blancos esparcidos por todo el camino hasta un altar que también estaba decorado con flores blancas y un señor desconocido detrás de una mesa con un enorme libro delante.

— Kook... Nu- — ¿Qué estaba ocurriendo? — ¿Qué hacen nuestros padres y los chicos aquí?

— Asistir a nuestra boda... — Sostuvo ambas manos de Taehyung con miedo, sabía que todo aquello había sido muy arriesgado pero era un riesgo que quería correr. — ¿Quieres casarte conmigo Kim Taehyung?

— ¿Aquí? ¿Ahora? Yo...

Un silencio demasiado largo se creó entre los dos, Jungkook estaba aterrado de que su pareja no quisiera casarse de esa manera tan repentina, se había apresurado y organizado todo sin preguntarle y ahora su cara inexpresiva le está diciendo que pudo haber sido una estupidez. Maldijo en su interior pero no dejó ir aquellas manos que sostenía como tampoco dejó de mirar esos ojos perdidos que tenía delante de él.

— Lo siento. No pensé que quisieras casarte conmigo tan pronto... Yo... Apenas hace tres días que me pediste ser tu prometido y-

— No te preocupes. — Jungkook cerró sus ojos mientras todos los miraban expectantes y algo preocupados al ver a Taehyung. — Entiendo que cometí un error al no avisarte, yo... Quería que nos casáramos, vivir una vida juntos y pensé que extenderlo no tenía sentido si ambos estábamos de acuerdo en casarnos.

No podía alzar su cabeza, sus lágrimas rodaban por sus mejillas de la misma forma que lo hacían las de su pareja.

— No tienes que casarte conmigo ahora, no te sientas presionado yo...

Sintió unos brazos que lo rodearon con fuerza y al levantar su rostro vio a Tae con una amplia sonrisa y lleno de lágrimas.

— ¿Cómo no me voy a querer casar contigo? Simplemente estaba en shock, lo siento si te preocupé mi amor.

— ¿Estás hablando en serio? — Sus ojos salían de su cara.

— Claro que sí... — Le extendió su mano derecha. — Nuestra boda nos espera.

Todos los presentes aplaudieron aliviado cuando vieron que se acercaban sonrientes y tomados de las manos. Saludaron a las dos parejas presentes que serían sus padrinos, quienes vestían de forma combinada con un color salmón y blanco, variando solamente en las corbatas. Jimin y Jin llevaban una pajarita color salmón mientras que Nam y Hoseok lucían corbatas del mismo color. Se veían sensacionales juntos, Tae no podía contener sus lágrimas según iba saludando a cada uno.

Ambos chicos se desplomaron en brazo de sus madres. Todos estaban felices y los vitoreaban, animándolos para que subieran rápidamente a la tarima donde los esperaba el notario.

— Kim Taehyung... Eres lo mejor de mi vida, prometo reír contigo, acompañarte en los momentos y crecer juntos todos los días de nuestra vida. Te amaré en todo momento, estando juntos o separados y por eso prometo que haré todo lo posible para construir un hogar lleno de honestidad, sinceridad y amor. Yo, Jeon Jungkook, te tomo como mi esposo y elijo como mi compañero de vida, mi amigo y confidente en las buenas y malas sabiendo que soy tu complemente perfecto. Con estas palabras y todas las demás que guardo en mi corazón y que infinitamente te he dicho con anterioridad me ofrezco a ti como compañero de aventuras y para hacerte feliz el resto de nuestras vidas

— Yo Kim Taehyung, me comprometo a estar a tu lado disfrutando de tus alegrías y apoyándote en tus momentos de tristeza, creciendo juntos y siendo felices. Tú, Jeon Jungkook eres la persona al lado de la cual quiero caminar toda mi vida, bajo sol, lluvia y sereno, entre las sombras y la luz, por siempre y para siempre. Te elijo para caminar juntos, dormir a tu lado, ser dicha para tu corazón así como tú lo eres para el mío, ser la alegría de tu espíritu. Prometo respetarte, amarte y honrarte por el resto de mis días pero te juro que si te portas mal tampoco me contendré y te castigaré. — Todos comenzaron a reír incluyendo al notario que había estado serio todo el tiempo. — Este día prometo que siempre te defenderé ante los demás, aún cuando sepa que estás equivocado. Intentaré siempre darte el beneficio de la duda antes de romper en llanto por cualquier tontería y que nunca te diré "te lo dije", no importa si realmente te lo había advertido.

Sus ojos se miraron y no pudieron evitar reír.

— Juro que no va a importarme si engordas, adelgazas o te envejeces a mi lado. Respiraré profundo y recogeré tus desastres en el baño, habitación, el salón y todo los rincones aunque sea yo casi siempre el que riega. Siempre voy amarte, no importa mis celos, las locuras que te diga o las tonterías que haga, lo cual será difícil porque sabes que soy un tonto enamorado que siempre mete la pata y juro que intentaré no interrumpirte ni hacerte spoiler de tus series y películas favoritas al no ser que esté enojado contigo porque no me prestas atención. Te amo Jeon Jungkook.

— Después de haber escuchado claramente de ambos contrayentes su expresa y libre voluntad, su determinación de contraer matrimonio a mi presencia y a la de los testigos manifestando, cada uno de ellos, que consiente en contraer matrimonio con el otro yq ue efectivamente ambos lo contraten n este acto, yo, el notario, en alta voz y a presencia de los contrayentes y testigos, de acuerdo con las facultades que me concede la Ley, los declaro unidos en matrimonio.

Entre chiflidos, aplausos, llantos y gritos por parte de los presente los recién casados unieron sus labios tratando de contener la risa y vergüenza del momento, regalándose el primer beso de esposos, diciendo en un leve susurro un "Te amo" cargado de amor y felicidad.

Hasta aquí este capítulo, puede ser un tanto soso 🙈🤷🏾‍♀️😂 Pero espero que les haya gustado... Nos vemos mañana 😘

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