Capítulo 41 - Confianza

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— Mi amor, vámonos. A tu madre no le gustan las tardanzas y vamos a llegar tarde si no nos apresuramos. — Jungkook asintió, guardando rápidamente el teléfono en su bolsillo cuando vio a su espeso en la puerta.

Lo miró de arriba abajo y las imágenes que había visto le venían a la cabeza. No se trataba de ver a su esposo en manos de otro hombre, cosa que claramente lo hacía expulsar espumo por la boca de la rabia, tampoco se trataba de las fotos en sí, sino de que hubiera alguien por ahí con esas fotos pudiendo lastimar a su esposo y que se las mandara claramente para quebrar su relación, no tenía pensado caer en ese juego pero aún así debía hablar con él, aunque no fuera en ese preciso instante.

— Tienes razón vamos...

Tae sintió el tono de su esposo algo extraño, incluso su semblante era diferente a varios minutos atrás cuando lo había dejado en la habitación. ¿Había sucedido algo o era solamente su imaginación? Lo siguió tranquilamente hasta el estacionamiento esperando que en algún momento le tomara la mano, sonriera, le hablara, algo pero nada de eso ocurrió. Se sentía paranoico pues su esposo no le había dicho nada y ahí estaba él imaginándose cualquier cosa.

— ¿Mi amor sucede algo? — Preguntó finalmente Tae.

— No, no sucede nada. Voy por los platos de Yeontan que se quedaron en casa, ya regreso.

— Mi amor no es necesario, en casa de tus padres seguro habrá algo en donde pueda comer si desea.

— Me tardaré solo un momento, ya vengo. — Necesitaba intentar comunicarse con ese número que le mandó esas fotos para saber qué quería exactamente.

Intentó llamar varias veces pero parecía un número inexistente, no escribió para no darle el gusto de verlo preocupado pero no podía evitar estarlo. Tomó los recipientes para la comida de Yeontan que fueron su excusa para dejar a Tae solo y regresó. No hablaron por todo el camino, algo que era realmente raro entre ellos que siempre tenían un tema de conversación pero aún así ninguno dijo nada.

Llegaron a la mansión de los Jeon y tras aparcar, Jungkook le abrió la puerta a su esposo, tomó su mano, dirigiéndose a la puerta principal. Taehyung suspiró aliviado, quizás solamente se había imaginado que su esposo estaba molesto por alguna razón.

Fueron recibidos por una de las empleadas de la casa quien los acompañó hasta la sala donde se encontraba toda la familia reunida. Los niños de Jeon Jung Hyun, el hermano mayor de Kook corrían por todo el lugar, sus padres estaban sentados sonriendo con una copa de vino en las manos, la cuñada le caía atrás a los niños y Jung Hyun hacía cuentos de pie.

— ¡Cuñado! — Exclamó Jung Hyun yendo hacia Taehyung y cargándolo con todo y Yeontan. — Finalmente te conozco, bienvenido a la familia.

— Suelta a mi esposo... ¿Tú no piensas saludar a tu hermano, indeseable? — Dijo Kook con una fingida molestia.

— Muchas gracias por darme la bienvenida, finalmente te conozco. — Decía Tae algo sorprendido por la efusividad del saludo de su cuñado.

Se notaba que no vivía en Corea y ya tenía las costumbres extranjeras, los coreanos no solían ser tan abiertos, menos con personas que no conocían realmente pero le agradaba su forma de ser.

— ¿Hermano? ¿Cuál hermano? El insoportable bicho arisco que tenía por hermano desapareció. — Bufó el hermano levantando a Jungkook en el aire como si fuera su hijo. — Te extrañé tonto.

— Yo te extrañé a ti estúpido.

— Pequeño Tae no te asustes, así se comportan esto dos hombre que tengo por hijos. — Exclamó su suegra, llamándolo con la mano.

¡Qué bello perrito! ¿Podemos jugar con él? — Exclamaron los niños entusiasmados, brincando alrededor de Tae.

— Calma niños, el perrito no se va a ir, primero preséntense. — Les dijo la madre con una sonrisa.

— Hola, yo soy Hye. — Dijo la niña extendiendo su mano para saludarlo.

— Hola, yo soy Jun. — Le siguió el niño.

— Hola pequeños, yo soy Taehyung. — Les respondió agachándose para abrazarlos.

— Ya lo sé, eres el esposo de tío Kook. También estás en Fire, yo soy tu fan tío, eres muy guapo. — Musitó la niña haciendo que todos rieran y Tae se sonrojara.

— Ya fue suficiente, a jugar. Perdónala, son muy abiertos y sinceros, no quería que te incomodaran. Yo soy Jeon Sun Hee, la esposa de Jung Hyun. Un gusto conocerte. — Sonrió dándole la mano.

Entre las historias de como todos se conocieron las bodas, niños y demás pasaban la noche. Jungkook estuvo casi todo el tiempo jugando con sus sobrinos y el perro mientras que la familia no dejaba ir a Taehyung con todas las preguntas y bromas.

Kook ya se había relajado, olvidando el incidente de las fotos cuando cenando, volvió a recibir un mensaje pero esta vez con fotos más subidas de tonos. En una de ellas Tae estaba totalmente desnudo sonriendo y tirado en un sofá mientras que en las otras estaba siempre besando al compañero, incluyendo a Sehun. Se podía ver como el rostro de este cambiaba de colores como arcoíris. Toda su mandíbula se tensó cuando apretó su teléfono antes de volver a guardarlo en su bolsillo. Su apetito se había perdido y quería irse de allí en ese momento.

Su esposo, quien se había percatado de su cambio le tomó la mano derecha que tenía en su muslo pero Jungkook se soltó, cogiendo la copa y empinándosela completa sonrió a quienes lo miraban extrañados.

— ¿Y esa cara de velorio cuando acabas de ver a tu hermano y sobrinas después de tanto tiempo? — Preguntó su hermano con una sonrisa.

— Me tendré que disculpar, he recibido un mensaje de que mañana temprano deberemos trabajar así que ya no nos podremos quedar hasta tarde, pero prometo que si no es mañana en estos días estaré por aquí. — Mintió, no tenían trabajo alguno pero no quería que su familia presenciara ese estado de ánimo que tenía en esos momentos.

— Mejor los invitamos nosotros a ustedes para la próxima. — Pronunció Tae poniéndose de pie para ir tras su pareja.

— Tío Tae... ¿Yeontan se puede quedar con nosotros esta noche por favor? No te lo lleves. — Pidió el varoncito que era el más callado con un enorme puchero en su rostro.

— Se los dejaría pero si trabajo no podré venirlo a buscar mañana. — Respondió Tae con pena.

— Yo podría llevárselo mañana, igual estaré cerca. ¿Qué les parece? — Dijo la señora Jeon haciéndole una seña para que siguiera rápidamente a Jungkook quien se hará despedido apresuradamente de todos y ya estaba camino al auto.

— De acuerdo, cuiden mucho a Yeontan chicos. Muchas gracias a todos por la bonita tarde. La próxima vez reunámonos en casa.

Todos se despidieron y Tae se apresuró al auto viendo a su esposo ya sentado, con una cara que parecía querer asesinar a alguien. Algo molesto por su comportamiento Tae se sentó en el coche, mirándolo fríamente.

— ¿Me puedes decir a que vino esa excusa? Yo no recibí ningún mensaje de la agencia que dijera que teníamos que trabajar mañana. No entiendo por qué te comportaste así con tu familia, tu hermano hacía muchos que no te veía, tus sobrinos, todos...

— Taehyung ahora no por favor, lleguemos primero a casa para hablar.

Sin mirarlo puso en marcha el auto, conduciendo seguramente por encima del límite de velocidad, aún así Tae no dijo nada más pero estaba claramente molesto. Llegaron a la casa y Kook no se detuvo para abrirle la puerta o esperarlo, subió rápidamente hasta la casa, dejando a Taehyung atrás quien había estado caminando lentamente.

Jungkook entró primero en el penthouse tirando la llave encima del sofá, sentándose y pasándose las manos por la cabeza, intentando relajarse para poder conversar con calma con su esposo y no alterarse o tratarlo de una forma que lo pudiera molestar. Tres minutos más tarde, Tae también ingresó en su apartamento.

— ¿Me explicas por qué te has estado comportando así? ¿Por qué me hablaste tan seco y me dejaste atrás? Incluso tuve que tomar el otro ascensor porque tomaste el primero sin mí.  — El volumen de la voz de Taehyung era más alto de lo normal cosa que estaba irritando a su esposo.

— Habla más bajo.

— Estoy hablando bajo. ¿Qué tienes que explicarme Jeon Jungkook?

— Más bien Kim Taehyung... ¿Qué tienes que decirme o explicarme tú? — Le contestó en un tono bajo poniéndose de pie, para quedar frente a él.

— ¿De qué estás hablando? Si el que se ha estado comportando como un idiota toda la tarde eres tú. Nunca te has comportado así pero no me dices qué te pasa.

Odiaba que Taehyung gritara o hablara alto cuando se molestaban, no solían hacerlo pero Tae tendía a hacerlo cuando se incomodaba y estaba consciente que no se percataba de ello pero aún así en el estado que se encontraba su paciencia se había reducido bastante. Guardó silencio durante algunos segundos, auto-controlándose cuando Tae volvió a gritar.

— Estoy hablando contigo. ¡Contéstame! ¿Qué tengo que decirte o explicarte?

Sacó lentamente su teléfono del bolsillo y se lo entregó, callado, mirándolo a los ojos, Tae lo tomó pero lo miró extrañado.

— ¿Qué se supone que haga con tu teléfono?

— Entra a la galería y observa las últimas fotos. De ellas quiero que me expliques.

Con una mueca Tae desbloqueó el teléfono de su pareja que tenía como código la fecha de su boda y entró a la galería pero no se esperó ver aquellas fotos. Palideció viéndolas una y otra vez aquellas fotos. ¿Cómo era posible aquello? ¿Cómo estaban en manos de Jungkook? No había explicación lógica, al no ser que él...

— ¿Me mandaste a investigar?

— ¿Qué? No, por supuesto que no mi amor, si no lo hice cuando te conocí, ¿para qué hacerlo ahora?

— ¿Entonces por qué demonios tienes estas fotos? — Gritó tirando el celular al sofá con rabia pero también miedo.

Sus manos les temblaban, ahora entendía por qué Jungkook estaba así pero en qué momento las consiguió y cómo si unas horas atrás todo estaba perfectamente bien entre ellos.

— No te alteres ni me grites porque estoy tratando de hablar contigo tranquilamente para esclarecer todo esto. Debería estar más molesto que tú y heme aquí, hablando contigo sin alzarte la voz en un solo momento.

Sin saber que decir o hacer, procesando aquellas fotos, algunas que él mismo no había visto y se dio la vuelta para irse a la recámara, no quería hablar de eso hasta que no entendiera bien que estaba pasando. Estaba molesto, pero también apenado de que su esposo viera aquellas fotos.

— ¡Taehyung, estamos hablando! Ni se te ocurra irte y dejarme con la maldita palabra en la boca. — Gritó esta vez Jungkook, algo exasperado por su actitud y la situación, exaltando a su esposo que se detuvo en seco. Kook jamás le gritaba. — Tengo también mis límites, por favor no me hagas pasarme de ellos, no lo hagas.

Suspiró tratando de calmarse y tras dar una media vuelta con la mano en su cintura y otra en su cabello se le acercó lentamente y lo tomó de la mano, llevándolo hasta el comedor donde lo sentó en una de las sillas. Se apoyó en la mesa observándolo pero Tae no se atrevía a levantar la mirada. Cuando lo sintió ir hasta el refrigerador alzó la vista y lo vio sirviendo dos vasos de agua. Sus miradas se cruzaron cuando este regresó y colocó el vaso en la mesa, pasó la mano por su cabeza para después tomar asiento frente a él.

— ¿Mejor? — Le preguntó una vez que había bebido un poco de agua a lo que Tae asintió con lágrimas en los ojos.

— Yo... — Quería hablar pero las palabras se detenían a mitad de camino sin querer salir completamente.

— Amor, solamente necesito que me expliques algunas cosas, no me interesa quien estuvo antes que yo en tu vida porque eso es pasado, ahora eres mío, estamos juntos y el pasado allí se queda. Pero quiero, necesito entender por qué hay fotos tuyas de esa índole cuando yo fui tu primer hombre según tus palabras y lo que yo mismo comprobé. — Alzó su cabizbaja cabeza con suavidad, obligándolo a mirarle. — Date cuenta que es una situación preocupante porque allá fuera hay alguien con este tipo de fotos que pueden perjudicarte y no tiene temor de usarlas. Mírame... Yo soy tu esposo, en las buenas y malas. ¿Recuerdas? — Colocó su manó izquierda encima de la de él, acariciándole el anillo. — Confío en ti, te apoyaré pero necesito estar enterado de todo por ti, no por terceras personas.

El silencio se hizo en el lugar pero tras varios minutos Tae se decidió hablar. Siempre había habido confianza entre ellos y no podía mermar ahora. Era un capítulo vergonzoso de su vida pero si no se lo contaba a él, a quién más...

— La foto donde salga desnudo fue tomada por ese mismo chico quien fue mi primera pareja. Yo estaba en ese momento según mis pensamientos enamorado de él y cuando me pidió ir a su casa la primera vez no me negué en lo absoluto, al contrario. Habían varias personas reunidas, entre ellos Yoongi quien estaba con otro chico en la sala besándose. Nosotros bebimos, bueno principalmente yo pero ese... — Pausó y suspiró antes de continuar. — Ese estúpido me drogó e hizo esas fotos que estás viendo, mismas que yo pensé que ya no existían, no las recordaba. Yoongi ese día lo golpeó y me llevó a su casa para que no me apareciera en la mía en ese estado. Al otro día fui a reclamarle a su casa para saber por qué me había drogado y ahí vi  que andaba con alguien más.

Jungkook escuchaba atento pero con unas ganas enorme de hacer pagar a ese idiota y lo iba hacer, sí que lo haría. Por su culpa esas fotos aún siguen dando vuelta y perjudicando a su esposo.

— El otro chico fue el otro con el que te dije que había tenido algo, esas fueron fotos que nos tomamos en aquel tiempo, antes de que también me engañara por negarme a tener sexo con él. Pues las otras también sabes, Kai y tú. Todas son fotos viejas mi amor, yo jamás te engañaría.

— La que menos entiendo es esta de Sehun. Lo conociste cuando ya estabas conmigo. ¿Por qué hay una foto de ustedes besándose? ¿Es un montaje? — Tae negó con la cabeza y Jungkook se paró algo molesto.

— Pero tampoco es lo que tu crees. — Volvió a tomar asiento haciendo temblar su pierna y mordiéndose el labio inferior intentando controlar los enormes celos y ganas de todo que tenía en ese momento. Si le incomodaba ver a Taehyung en brazos de idiotas de su pasado más lo hacía con ese tipo que él sabía que estaba interesado en él y no solo eso, sino que las fotos habían sido tomadas mientras ellos estaban juntos.

— ¿Qué es entonces Tae? — No entendía por qué estaba tan asustado de Jungkook cuando a pesar de todo estaba tan tranquilo. Quizás porque su mirada parecía la de un psicópata tranquilo pero asesino en esos momentos...

— El día que nos reunimos para celebrar el final del programa, luego de que Nam se marchara, ¿recuerdas? — Kook asintió. — Bueno, cuando salimos a caminar porque el tenía algo que decirme me confesó que tenía sentimientos por mí y me besó. Yo lo separé rápidamente, incluso le dije que tenía pareja y él se disculpó pero no entiendo como había precisamente alguien que tomara una foto en ese preciso instante. — Bajó su cabeza. — Perdona por no decirte nada, creí que no tenía importancia y no quería que te molestaras. Tú me advertiste de que él podía tener sentimientos por mí y no te hice caso, temía tu reacción, me sentía mal.

— Si temías a mi reacción significa que era algo que sí tenía importancia y tu deber era habérmelo dicho ese mismo día porque para eso siempre te he dado la confianza desde el comienzo para que te abrieras sin reservas conmigo. ¿Cuándo he sido violento contigo Taehyung? — Con lágrimas en los ojos negó con la cabeza. — Exactamente, nunca. ¿Cómo reaccionarías tú en mi lugar?

Era cierto, él se hubiera enloquecido, ni siquiera hubiera podido hablar calmado con él e incluso golpearía a cualquiera que se atreviera a besarlo de esa forma. Se sintió una vez más culpable y bajó su cabeza.

— Yo voy a tomar cartas en el asunto Taehyung pero necesito que me des nombre y apellido de tus anteriores parejas. Estoy seguro que si no corto esto por lo sano, habrán más consecuencias y no queremos eso. — Su esposo asintió y Kook ante tal imagen y la ternura que emanaba de él no pudo contenerse, lo besó castamente para después sonreírle. — Gracias por confiar en mí y decirme mi amor. Juntos arreglaremos esto pero te pido de favor no me ocultes nunca nada. Incluso si me molesto será en ese momento y pasará pero mientras más pasa el tiempo peores son las consecuencias. No dejemos que esto vuelva a ocurrir, ¿de acuerdo?

— De acuerdo mi amor.

— Prométemelo amor... — Se acercó hasta él y lo levantó, envolviéndolo entre sus brazos para depositar un tierno beso en sus labios.

— Te lo prometo. — Lo besó nuevamente con una sonrisa que se comenzaba asomar en su rostro lleno de lágrimas. — Gracias por confiar en mí, por ser comprensivo, por amarme. por escucharme, por ser mi esposo... ¡Te amo!

...

Rebobinando su día en su mente una vez más Jimin regresaba siempre al momento en el que se iba a ir de la agencia y vio a Namjoon frente a él. No podía describir cuantas cosas le pasaron por su mente y corazón en cuestión de segundos. Pasó de la sorpresa a la alegría, de la emoción a la tristeza, quiso abrazarlo, huir, reír, llorar y todo en un santiamén.

Una cosa estaba más que clara y es que lo seguía amando pero cómo decirle a quien no podía que lo estaba amando, que en ese momento en el que estaba delirando con su presencia su amor por él lo llevó como en vendaval. No tenía confianza en si mismo. Temió ir hacia él y que se le escapara un beso, olvidándose de todo y todos. No quería que incomodarlo, importunarlo o incluso interferir en una relación, no lo haría pero mismo así su corazón no lo pensó de la misma manera en el instante que lo vio, cuando lo vio regresar hacia él.

Cuando Namjoon se dio la vuelta para alcanzar a Jimin las puertas del ascensor se cerraron mientras sus miradas se cruzaban. La corriente de adrenalina que lo recorría lo había hecho ir tras él tomando el ascensor de al lado varios segundos después de haberse quedado observando las puertas del mismo. ¿Por qué estaba corriendo? ¿Qué le iba a decir? No sabía pero al menos quería saludarlo. Llegó abajo pero no encontró a Jimin, este había tenido la misma idea y había vuelto a subir en su búsqueda pero sus caminos se cruzaron y no se vieron.

Una opaca sonrisa llegó a sus rostros y luego de sacudir sus cabezas, ambos siguieron su camino, mismo si no pudieron concentrarse por el resto del día.

Nam no podía creer que la primera persona que viera fuera precisamente esa. Se mentiría a si mismo si se dijere que no se puso feliz de verlo, pero las emociones mutaban tanto a cada segundo que no supo qué hacer o como diferenciarlas. Tenía mucho tiempo que no se sentía así, con su corazón a punto de sufrir un ataque cardiaco, con sus piernas sin control o sin idea de tan solo ver a alguien pero claro, no era un alguien cualquiera. Estaba consciente de que no lo había olvidado, eso era algo que jamás sucedería así sufriera de amnesia porque recobraría con fuerza su imagen con solo mirara un jardín o cualquier cosa de igual belleza, una belleza como la de Jimin, aún así no esperó que ese momento lo desestabilizara de esa manera. Rió dejándose caer en la cama, reviviendo una y otra vez ese momento, al menos lo había visto y eso había sido suficiente.

"Monie, ya estoy en Nueva York, allá debe ser de noche así que te deseo dulces sueños. Por cierto quiero agradecerte por tenerme paciencia y no terminar conmigo la última vez que discutimos. Te quiero... - Tu Chichoo"

De vuelta a la realidad con ese mensaje. Al ver a Jimin se había olvidado absolutamente de todo, había una vida sin él, sabía que su mundo no giraba entorno a él pero aún así en el fondo de su corazón deseaba que ambos colindaran dentro del mismo mundo, uno parejo, sano y lindo, tan lindo como él. No era posible que luciera aún mejor que antes, sin dudas en términos de belleza no tenía contrincantes. ¡Namjoon detente! dijo interiormente antes de sonreír. Debía dejar todo como un hermoso recuerdo del pasado para que pudieran al menos tener una sana amistad aunque, eso no fuera tarea fácil.

"Me alegro que hayas llegado bien. Ya voy a dormir, gracias por escribirme. Un besito - Namjoon"

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