Capítulo 47 - Sólo te necesito a ti

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— ¿Quieres tener hijos? — Preguntó finalmente Kim Taehyung cuando secó sus lágrimas. — Dímelo Jungkook, ¿quieres tener hijos propios sí o no?

— ¿A qué viene esa pregunta ahora mi amor? ¿Acaso estás llorando por eso? — Estaba confundido, no entendía qué tenía que ver una cosa con otra.

— No me respondas con otra pregunta. — Se levantó seguido por su pareja.

— Bueno sí. Claro que me gustaría tenerlos, muchas personas desean tener hijos o les gusta pero sinceramente no es algo que alguna vez me haya planteado bien realmente.

— ¿Por qué? — Gritó.

La voz de Taehyung se quebró, se sentía dolido, incompetente, inútil, triste, decepcionado de si mismo, sus manos golpeaban el pecho de su esposo con bastante fuerza haciéndolo tambalear y retroceder hacia la cocina.

Estupefacto, así se encontraba Jungkook siendo testigo del evidente sufrimiento de su pareja, aún así no entendía su actitud y molestia. ¿Por qué estaba así? Era evidente que había escuchado la conversación con sus hermano pero tuvo que haber escuchado también de que para él no era un problema si no tenía hijos mientras que lo tuviera a él en su vida. Intentaba calmarlo pero solamente veía como su rostro continuaba cambiando de expresiones. Le gustaban los niños y no era algo que creyera que fuera malo.

Quería un hijo, pero querer y necesitar eran dos cosas muy diferentes. Las personas pueden querer ser millonarios, tener una casa, auto, ser inmortal o que sus padres nunca murieran pero no por eso ocurría de esa manera y aunque fuera una comparación algo rara, tampoco los necesitaban para ser felices y vivir sus vidas, la felicidad dependía exclusivamente de ellos y la actitud que tendrían frente a la vida, no de un hijo.

— ¿Por qué si querías tener hijos propios estuviste conmigo y no con una mujer, por qué? — Lloraba mientras seguía golpeándolo sin que este se defendiera o pusiera resistencia. — Yo no te puedo dar hijos idiota.

Taehyung llevó su diestra a la boca para tapársela, terminó mordiendo su dorso y dando una vuelta en el mismo lugar desesperado. ¿Qué era ese sentimiento que esta haciendo que su corazón se sintiera del tamaño de un frijol? Horas antes temió esto, que Jungkook quisiera algo así y en esos momentos se estaba enfrentando con el peor de sus miedos. Amaba a Jungkook con la vida pero no sabía si eso sería suficiente para sustentar esa matrimonio cuando había ese tipo de desavenencia entre ellos.

— Es que yo no necesito que me des hijos, yo te amo a ti y quise casarme contigo por lo que eres y representas en mi vida, porque quiero compartir mi vida contigo, no por lo que me puedas dar, con o sin hijos eres el amor de mi vida. — Intentaba acercarse pero cada paso que daba hacia adelante Tae lo daba hacia atrás, como si huyera de él. — Por favor cálmate.

— Sí te importa, quieres tener hijos propios aunque no sea en este preciso instante, te escuché hablando con tu hermano y te he visto con los niños. Dices que no te importa ahora que somos jóvenes pero no puedes garantizar en en un futuro sea así.

— El futuro es incierto, no podemos vivir siempre el presente pensando en el futuro porque dejamos de vivir y disfrutar la vida. Yo lo único que sé es que te quiero a ti para siempre en mi vida, fuera de ahí todo es relativo, nada es imprescindible. — Sostuvo sus manos con fuerza para hacer que Tae se volteara a verlo. No podía aguantar que este se alejara de él y estuviera tan alterado. En otra ocasión quizás se hubiera estresado un poco con su actitud pero lo entendía esta vez aunque odiara que estuvieran discutiendo por algo como eso, verlo y escucharlo gritar era algo a lo que no quería acostumbrarse jamás, no le gustaba. — Creo que no escuchaste toda la conversación con mi hermano o simplemente mal entendiste todo. No recuerdo ni porqué motivo salió el tema de conversación, le encantaba como nos veíamos tú y yo con los niños, debido a eso me preguntó si queríamos adoptar a lo que respondí que aún no habíamos hablado o pensado en ello, que era un tema delicado, me preguntó que si no quería tener entonces hijos a lo que le dije que-

— Yo escuché perfectamente lo que le respondiste a eso Jungkook. — Lo interrumpió dando media vuelta, la mano restregando su cabello dejaba ver cuan estresado y molesto estaba. — Que eres muy joven pero que claramente los querías y yo la verdad no te los puedo dar, no me convence la idea de adoptar y definitivamente no quiero gestación subrogada, lo siento. Para empezar aquí en Corea aún es ilegal y en caso de que se pudieramos viajar a California por ejemplo siempre podrán haber inconvenientes con las madres biológicas aunque no las tratemos hasta el día en que den a luz. No me gustaría la idea de que un hijo crezca en el vientre de una desconocida, donde ni siquiera puedes acompañar algo tan hermoso como lo es un embarazo, algo por lo que ninguno de los dos puede pasar a causa de nuestra anatomía.

Su voz no era baja, todo lo contrario pero Jungkook no le dijo nada, sería peor por lo que dejó que poco a poco él se percatara de ello y bajara el volumen, aún así no quería que ninguno de los presentes en el lugar escucharan esa discusión. Ese era un tema delicado que les concernía solamente a ellos dos pero debía dejar que se desahogara y dejara de reprimir todos aquellos pensamientos que él desconocía que tenía. Necesitaba estar enterado de todo para poder entenderlo y saber cómo actuar, a qué atenerse, así como saber como resolver todo ese embrollo.

— Mucho menos quiero que te acuestes con alguien o des tu esperma a una conocida para tener un hijo que al final solamente será tuyo y si a esa persona le da la gana igual puede reclamar. Lo mismo pasa conmigo, no seríamos realmente los padres de la criatura. Yo no pienso vivir mi vida en ese sosiego, en esa incertidumbre, por lo que te digo ahora mismo Jeon Jungkook, antes de que continúe pasando el tiempo, piensa bien lo que quieres hacer tú porque lo que soy yo no quiero tener hijos pero tampoco te voy a quitar el derecho de que seas padre cuando claramente sé que lo deseas. Prefiero hacerme a un lado y que seas feliz, que cumplas tus sueños, jamás te cortaré las alas no te impediré el vuelo.

— ¡Kim Taehyung yo no tengo nada que pensar! — Suspiró viendo sus ojos... — Estás enfrascado en algo que realmente no viene al caso mi amor. Si no quieres tener hijos te respeto la decisión, ya hablamos de eso, no necesitamos hijos en nuestra relación y mucho menos ahora tan jóvenes, con la carrera que desempeñamos, sería algo demasiado imprudente además, aunque estemos casado, nos conozcamos y nos amemos con locura, nosotros aún debemos seguir cultivando nuestra relación, hacerla crecer cada día más, que sea frondosa e inalcanzable. Tú no me privas de nada, ni eres un impedimento, mi único plan de vida está a tu lado, no he pensado en compartirte con nadie más, ni siquiera con hijos nuestros. — Dijo esta frase sonriendo y tratando de acercarse a su pareja para abrazarlo pero este lo rechazó nuevamente.

— Ahora no Jungkook, necesito estar solo, no me toques. — Realmente necesitaba salir de ahí, habrá escuchado las palabras de su pareja pero no confiaba totalmente en ellas, había algo que no se lo permitía y no sabía qué era, quizás era él mismo pero no estaba seguro, de nada. — Dame las llaves del auto, me adelantaré a la casa.

— No vas a conducir en ese estado. Yo te llevaré, nos vamos juntos, vamos a despedirnos.

— ¡No! — Exclamó agitado, pero al darse cuenta de la forma en que le había gritado a su esposo por su reacción tomó aire tratando de serenarse. — Necesito y quiero irme solo, manejar me ayudará a despejarme por lo que llegar a la casa y estar solo será un alivio, necesito que me des mi espacio.

— ¿Qué voy a decirles si te vas solo sin mí? — Trató de apelar. — No me gusta esta idea.

— Puedes inventar lo que desees. Puedes hasta quedarte a dormir aquí con tus padres, puedes aprovechar el hecho de que tu hermano se marcha pasado mañana y decir que quieres pasar más tiempo con él, me da igual simplemente déjame solo por hoy.

No quería dejar marchar a Taehyung solo pero no se rehusó más. Le dolió que incluso le dijera que se quedar ahí, lejos de él. Podía entender que quisiera su espacio pero no al punto de pedirle que durmiera fuera del hogar, ni siquiera en la sala sino completamente fuera de ahí. Le entregó la llave del auto con recelo, con la esperanza de que desistiera de esa idea pero su esposo se mantuvo firme. Tomó la llave, sin siquiera mediar palabra, sin mirarle a la cara, dio la espalda y se fue, disculpándose con todos alegando que se sentía mal y tomando a Yeontan consigo,  dejando a un abatido Jungkook sentado en la cocina.

Su hermano, quien sabía que ellos habían tenido problemas intentó hablar con él, sin embargo cambió el tema y dijo la misma excusa que su esposo le había dicho que dijera. Ya no pudo disfrutar del resto de la noche, su cuerpo estaba ahí pero su mente, su corazón y alma habían salido corriendo detrás de Taehyung.

Una vez que sus suegros decidieron irse, se despidió de sus padres y se fue a su antigua habitación. Reflexionaba acerca de lo ocurrido, no conocía de los temores de Tae, lo entendía, un hijo no era algo que se tomara a la ligera pero él realmente no necesitaba un hijo para estar a su lado, estaba cien por ciento seguro de aquello, debía encontrar la manera de hacerle entender a su pareja que ellos eran lo más importante y que lo amaba por sobre todas las cosas.

El reloj que colgaba en la pared del cuarto de Jungkook marcaba las 4:12 a.m. Despierto, sin poder conciliar el sueño y volteándose de un lado para otro, en un total silencio donde lo único que se escuchaba era el tic tac del reloj junto a su respiración. Quería cumplir con la voluntad de su esposo, darle tiempo y espacio pero no podía dormir sabiendo que ninguno de ellos la estaba pasando bien. Tampoco podía dormir ya lejos de él, de su olor, sus abrazos, su calor, no renunciaría a ello por nada. Debía ser igual para él, aunque hubiera pedido ese espacio sabía que Tae lo debía estar añorando de la misma manera. No lo pensó más, se levantó de esa cama, bajando a paso veloz por las escalera de aquella mansión que estaba totalmente en silencio, donde solamente se podía ver las luces de los pasillos principales, tomó la llave de su antiguo auto y salió de ahí.

No pudo siquiera escuchar música, tuvo que apagarla cuando comenzó a reproducirse automáticamente una vez que encendió el coche, le molestaba, le daba dolor de cabeza y no estaba de humor para ella, cosa que nunca sucedía. Condujo a toda prisa, parecía que su pie se había quedado pegado al acelerador porque no lo quitó del sitio en ninguno de los momentos, bueno, quizás algunos segundos pero nada más.

Cuando llegó al Jeon's Building aparcó con rapidez pero permaneció sentado allí durante algunos minutos buscando calmarse, necesitaba tranquilidad y serenidad para enfrentarse con su pareja. Caminó lentamente hasta el ascensor, su mente estaba prácticamente en blanco, la única cosa en la que podía pensar era Taehyung.

Dudó algunos segundos antes de introducir el código de la puerta pero una vez hecho esto entró a la casa en silencio. Yeontan corrió hacia él con alegría, moviendo su cola desesperadamente y aunque lo acarició, no se detuvo a jugar con él como de costumbre, necesitaba ver a su marido.

Se acercó poco a poco a la habitación que ellos compartían sintiendo unos sollozos que sin duda alguna eran de él. Abrió la puerta apresuradamente para encontrárselo acostado en posición fetal, ahogando su llanto en la almohada, totalmente envuelto en lágrimas.

— Amor... — Susurró adentrándose con pasos cortos.

Taehyung volteó su cabeza y el llanto simplemente se intensificó. Su presencia era alivio inmediato para su ser, por muy molesto que estuviera. Corrió hacia su esposo, enganchándose de su cuello. Jungkook lo abrazó con fuerza, apoyando su mentón en el hombro de su compañero, suspirando aliviado ante el recibimiento.

— Tranquilo... Estoy aquí.

— Gracias por venir... — Musitó Tae antes de darle un beso, no quería pensar más, no quería martirizarse más, solamente quería estar tranquilo con su pareja.

Entre lágrimas y sollozos, sus labios se decían sin palabras cuanto se amaban, con las manos de Tae alrededor del cuello de su esposo mientras que este lo abrazaba por la cintura.

— Yo... Solamente te necesito a ti. — Murmuró Jungkook entre los labios de su pareja quien sonrió en ese momento no quería pensar en nada más.

Taehyung había regresado molesto, consternado por esa situación, analizando infinidades de veces las posibilidades de algún día ser padres, las palabras de su esposo pero simplemente no logró llegar a nada. Todas sus neuronas se habían apagado, sin permitirle pensar nada más. Lloró abrazado de su perro, intentó ver una película acostado en su cama para relajarse pero no podía, simplemente lloraba desconsoladamente, nunca se imaginó que esa situación lo afectara tanto. Añoró tener a su esposo al lado, la casa se sentía increíblemente grande y vacía sin él, se arrepintió de haberle pedido que no fuera a la casa, quería mínimo saber que estaba en el sofá pero no, estaba a kilómetros de distancia y aunque se estaba muriendo de las ganas por llamarlo se contuvo, para no despertarlo y para que este no lo viera así pero agradecía que hubiera ignorado sus palabras y ahora estuviera ahí, junto a él, complementándolo nuevamente.

Sin percatarse, ambos habían llegado su lecho, cuando su beso se intensificó los dos caminaron lentamente sin dar en si hasta que chocaron con al cama. Sonrieron tímidamente, abrazándose cálidamente, apreciando la presencia del otro.

Jungkook lentamente acomodó a su pareja en la cama, sin dejar de mirarlo a los ojos un solo instante, quería dejarle saber cuánto lo amaba, que viera la verdad en sus ojos, que sintiera que no existía nada ni nadie más en ese mundo que le importara más que él. Entrelazaron sus dedos y con tímida sonrisa Tae respondió a las caricias y besos en las palmas de sus manos.

Con lentitud, sin dejar de mirarlo y besarlo, Kook fue despojándolo de su ropa lentamente, tomando la iniciativa que fue secundada por su compañero de vida segundos después, recorriendo sus cuerpos lentamente con las yemas de sus dedos, sintiendo las leves corrientes de energía que le seguían a cada caricia.

Cada uno dejó caer una de sus manos hasta la entrepierna del otro,  tomándose todo el tiempo del mundo antes de llegar ahí, estremeciéndose cuando sintieron el tacto ajeno, dejando escapar sus leves gemidos entre sus labios.

— ¿Puedo tomar todo el control de este momento? Quiero hacerte volar entre mis manos, deseo hacerte el amor lentamente.  Aunque después te unas a mí, porque quiero que los dos siempre enfrentemos todo juntos, hasta la intimidad.— Susurró Jungkook al oído de su esposo quien solamente se limitó a asentir.

No tenía fuerzas ni deseos de hacer nada, necesitaba sentirse entre los brazos de Jungkook, en ese lugar donde siempre se sentía tan bien, cómodo y seguro, donde se sentía único y amado, donde podía corresponderle sin limitaciones o temores.

Continuando con las leves y lentas caricias de la yemas de sus dedos por cada rincón de la las zonas más íntimas de su pareja, comenzó a depositar suaves besos por los costados de su cuerpo, una de sus zonas más sensibles, dedicándole a cada uno de sus besos el tiempo necesario, no tenía prisa alguna, se trataba de hacer flotar a su esposo, hacerlo olvidarse de sus temores, hacerlo disfrutar y disfrutar él con su gozo.

La respiración de Tae se perdía de vez en cuando, se olvidaba de respirar y siempre que lo hacía dejaba escapar sus gemidos. A penas y lo estaban rozando pero la respiración de Kook en su piel y tiento de sus dedos eran suficientes para llevarlo a otra dimensión.

Jungkok de vez en cuando se separa para dejar que solamente sus dedos palparan su cuerpo, no dejaba lugar sin recorrer, aunque se centrara a veces en lugares como su cuello, pezones, así como de sus caderas hacia abajo, arrancándole suspiros a su paso.

Cuando su boca tomó el control de absolutamente toda la situación, ya Taehyung no estaba consciente ni de su propio nombre. Las cosquillas de sus dedos eran demasiado intensas y lo hacían añorar más. Para el momento que se sintió invadido por sus dedos simplemente podía sentir las corrientes eléctricas que habían tomado el control de su cuerpo haciéndolo temblar.

La intimidad entre ellos era tan versátil como sus gustos y actos pero esta era una de esas veces donde sentían en exceso con apenas algunos roces. Sí amaban a veces la parte salvaje, otras era todo más calmado o divertido, siempre se sentían en el cielo pero esa noche, que había sido testigo de la mayor crisis que ellos habían afrontado como pareja, era la misma que estaba siendo testigo de uno de los momentos más eróticos y sensuales con uno de los mayores excesos de amor y suavidad.

Sus cuerpos comenzaron a fundirse con suavidad, con movimientos muy sutiles, con besos y gemidos ahogados en ellos, haciendo que la llegada de sus orgasmos llegara a los pocos minutos, casi segundos después de haberse fundido en su totalidad.

— Necesito que sepas que te amo con todo mi ser. — Abrazado a su pareja y mirándose a los ojos Jungkook dijo estas palabras. — Te necesito solo a ti, por favor, no lo olvides jamás.

— Mi mayor preocupación es arruinarte la vida o no hacerte feliz, que te arrepientas de haberte casado conmigo de la forma en que lo hiciste. — Escondió el rostro en el pecho de su compañero.

— Si de algo estoy seguro yo es de que haberme casado contigo fue la mejor decisión que tomé en mi vida, sin importar como pueda resultar en un futuro en el que espero que todo siga igual o mejor que ahora. Ser tu esposo, es una de las mejores dichas que he podido experimentar.

Compartieron un último beso lleno de emociones antes de quedarse dormidos así, entrelazados y con una sonrisa en sus rostros.

...

— ¿Qué sucede? — Pregunta Jungkook.

— Sintoniza las noticias en este instante. — Escuchó de Jimin al otro lado del teléfono.

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