Capítulo 9 - Acercamientos

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Representando un antiguo paisaje de cuando llegaban las aguas del río Hangang, está un hermoso y sencillo puente peatonal, desde donde los visitantes podían observar la diversidad de la fauna de aquel lugar, desde un ciervo o pequeña ardilla hasta un ánade real u otros animales salvajes.

Por aquel parque ecológico, Bosque de Seul, en el sector sudoeste, a orillas del río y cruzando por aquel pequeño puente se encontraban Taehyung y Jungkook disfrutando en su día libre, la vegetación y ambiente natural del área, en contacto con la naturaleza.

Esa mañana durante el desayuno ambos habían optado por pasar un día tranquilo y relajante al aire libre, aprovechando que los demás compañeros se habían marchado a visitar a sus familiares y ellos no tenían planes previos.

Después de desayunar, se vistieron lo más normal que pudieron, sin usar maquillaje o ningún atuendo que llamara mucho la atención puesto que querían pasar desapercibidos, yendo de incógnita y por cuenta propia como las personas normales, sin chóferes que lo llevaran a su destino. Por un día querían volver a sentir la libertad sin la responsabilidad de ser figuras públicas.

Una vez vestidos, se colocaron sus mascarillas para prevenir contagiarse con cualquier enfermedad, siendo que iban estar expuesto al aire libre no podían darse el lujo de enfermarse, también querían ocultar sus rostros porque para que mentir, donde va un ídolo, hay un fotógrafo o alguien que se cree paparazzi y en cuestiones de segundo las fotografías están viralizadas por todo el internet. No es que siempre funcionan pero definitivamente no tenían de otra más que usarlas para reducir el riesgo de ser vistos y reconocidos.

Se encontraban caminando al mismo ritmo, tomando algunas fotos y obervando los alrededores, entablaron conversaciones cortas para luego retomar su modo silencioso. Pasaron el día de esa forma, haciendo aquellas cosas sencillas que rara vez se podían permitir como caminar y jugar abiertamente al aire libre, tomarse fotos de forma casual, espontáneamente sin ningún interés que lo respaldara. Leían algunos cortos cómics, debatían y reían como niños, amigos de toda la vida.

La tarde comenzaba a caer cuando ellos acostados en el césped comenzaron hablar de temas algo más profundos como sus sentimientos y vivencias amorosas.

— Kook, sé que esta pregunta te resultará extraña pero de igual manera la haré. ¿Puedes decirme que estarás siempre aquí para mí, incluso para las pequeñas cosas? Eres un excelente amigo que no me gustaría perder. — La voz de Tae salía un poco distorsionada a causa de la mascarilla.

Kook lo miraba los ojos, ambos tenían volteadas sus cabezas para observarse, acostados de espaldas encima de la hierba. No era una pregunta rara, los dos se llevan muy bien y no querían perderse.

— Desde hace meses he estado aquí para ti, así como lo has estado tú para mí y así seguirá siendo, al menos de mi parte. – Respondió finalmente su compañero mientras chasqueaba su boca y dedos a la par, apuntando sus dedos índices hacia el otro.

— ¿Puedo pedirte algo más? – Musitó V.

— Dime...

— ¿Puedes sostenerme en tus brazos? Necesito que me abraces ahora, necesito el abrazo de un amigo.

Un abrazo que detenía tiempo, al menos así se sentía para ambos, quiénes se abrazaban sobre la hierba sin mover sus labios.

Ya había oscurecido, un fuerte aire de lluvia batía contra sus rostros, sus oídos podían escuchar a lo lejos los pasos de algunas personas corriendo o apresurando el paso. Las finas gotas de agua habían comenzado caer pero ellos aún no se había percatado. El fuerte y frondoso árbol que los cubría estaba deteniendo esas finas gotas entre sus ramas, como si quisiera evitar que la lluvia interrumpiera ese dulce momento del cual estaba siendo testigo. Su misión fracasó, aquel árbol ya no podía sostener el peso de la lluvia y ésta se abrió paso entre sus ramas hasta llegar a los rostros de esos dos seres que parecían desconectados del mundo.

Abrieron sus ojos mirando hacia arriba, al ver las gotas que caían se sentaron mirando alrededor, estaba oscuro, lloviendo y no quedaba nadie por esos rumbos. Ellos se habían quedado dormidos juntos por primera vez, abrazados y en el mismo lugar, no en camas o asientos diferentes.

La lluvia comenzó a fortalecerse, obligándolos a salir corriendo. Cuando llovía así era imposible tomar el metro, todas las personas acudían allí o a los autobuses y taxis. Justo cuando iban a tomar un taxi para regresar a su dormitorio, todos decidieron pasar ocupados, con pasajeros abordo.

— ¡Oye! ¿Qué haces? ¿Hacia dónde me llevas? — Cuestionaba Tae que estaba siendo arrastrado por Jungkook.

Al principio con las manos agarradas, pero luego separados para correr más rápido se encontraban los amigos, liderando un Jungkook que mostraba el camino, deteniéndose en el cruce de las calles Seoulsup y Wangsimniro delante a un enorme edificio, al frente del banco Kookmin Bank Wangsimni.

Jungkook intentaba sacar algo de aus bolsillos apresurado...

— ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Qué es este lugar? — Tae vio como Kook sacaba su teléfono, mirándolo y luego introduciendo el código que abrió la puerta del lugar. – ¿Cómo tienes el código de entrada de un lugar como este?

Una vez adentro Jungkook tiró de Taehyung quien miraba a todos lados en busca de una explicación y asombrado. Al costado de ellos se encontraba una recepción con una recepcionista y dos guardias de seguridad que al ver a Jungkook rápidamente se pusieron de pie.

— Buenas noches señor Jeon. — Decía la chica inclinándose hacia delante. — Sea bienvenido. ¿Va a necesitar de algo en especial?

Tae le echó una mirada que luego dirigió a su amigo. Pudo ver en una de las paredes el logotipo de un edificio en forma de J y debajo un nombre "Jeon's Building" en inglés, encima de una pared negra con dibujos plateados. ¿Qué significaba todo eso? No parecía que se dirigieran a él de esa manera por ser famoso, si así fuera también hubieran  dicho su nombre ya que estaba en el mismo grupo.

— Agradecería que me llevaran comida mi piso y algo de bebida.– Le encargó Jungkook a la muchacha.

— ¿Alguna comida en especial señor?

— Algunos mariscos, que incluya cangrejo en salsa de soya y bastante carne coreana. – Aclaró, sabía que cangrejo en salsa de soya era el platillo preferido de Tae.

De esa forma, fueron los dos hasta el elevador, subiendo hasta el piso 21 y penúltimo de es edificio. Al salir del ascensor, quedaron frente a una puerta negra que se abrió de par en par una vez qué Kook introdujo el código.





— ¿Oye, me explicas que acaba de suceder?  — Sentado en el sofá mientras que Kook  iba de un lado a otro a condicionando aquel Penthouse preguntaba Tae.

— Ah eso... — En su mente buscaba la manera adecuada de explicarle todo aquello. Nunca había hablado con nadie al respecto, ni siquiera con Jimin. Kai era la única persona que sabía de su árbol genealógico a excepción de su familia, ya que lo había conocido en una cena que dieron sus abuelos, en la que los dos estuvieron presentes pero ni siquiera él sabía todo. Por primera vez le contaría a alguien, confiaba en él como en nadie, la cuestión era organizar todo en su mente. No sabía por dónde empezar.

— ¿No me dirás? Tae interrumpió sus pensamientos cuando se encontraba con la mirada perdida.

— Es que no sé por dónde comenzar.

— ¿Qué te parece por el inicio? Esa es siempre la mejor forma.– Respondía caminando hacia la cocina donde estaba el otro.

Sus miradas se encontraron, se estudiaban uno al otro, sus respiraciones llenaban el sitio, Jungkook iba a empezar hablar cuando su teléfono sonó. Mira su pantalla para ver que era su padre, que momento tan inoportuno. Observó a su compañero, movió su cabeza, indicándole que tenía que contestar esa llamada y se retiró a una de las habitaciones dejándolo solo.

Al padre de Jungkook le había preocupado que su hijo fuera al Penthouse cuando jamás lo utilizaba, eran pocas las veces que visitó el lugar desde que se lo regalaron a sus 20 años.

— Lo siento, era mi padre y tuve que tomar esa llamada. – Se disculpó al llegar a la sala y ver a Tae.

— Entiendo... – Asintió.– ¿Ahora podemos conversar?

El timbre de la puerta los interrumpió esta vez haciendo que el menor cerrara los ojos buscando paciencia, causándole a su acompañante una sonrisa, cuando se excusó para abrir la puerta. La comida había llegado.

...

— Está delicioso este cangrejo, – saboreaba Tae.

—  Supuse que te encantaría, – orgulloso esbozó una sonrisa.

— Entonces, realmente me gustaría que me explicaras cómo es que este edificio no solo tiene tu apellido, los empleados te reciben como si fueras el dueño. Tienes un Penthouse como este pero siempre te quedas en el dormitorio. Entiendo que hayamos ganado más que suficiente en este tiempo pero aún no como para comprar este sitio, este edificio.

— A ver espera, — lo interrumpió. — Antes que te hagas ideas extrañas te contaré. Pero primero déjame abrir esta cerveza.

Tae lo observó detenidamente, la forma en que se llevaba aquella lata a la boca le recordaba aquel comercial para Hite Max que grabaron juntos. Tragó en seco viendo como lentamente tomaba un buche de aquella bebida. - ¡Taehyung detente! - Se dijo a sí mismo y tomó un poco de agua.

— Yo soy un cheabol de tercera generación pero nunca me ha gustado decirlo. A fin de cuentas el dinero le pertenece a mis abuelos y a mis padres que han trabajado por ello. Cuando cumplí la mayoría de edad mi padre me regaló esto que aquí ves, sin embargo jamás he vivido aquí. He venido solamente vocaciones que me sentido mal o tenido un problema, es por eso que saber que estaba aquí mi padre y mediata mente llamo, estaba preocupado. – Explicaba. – Este edificio fue construido por mi padre y él me lo pasó a mí con la intención de que lo administrara y entrara al negocio familiar pero yo tenía otros planes.

— Ser ídolo e independiente, — interrumpió Tae— ¿No es así?

— Así mismo es. – Rió – yo quería labrarme un futuro por mi cuenta.

— ¿Cómo es posible que nadie sepa de tus antecedentes? Si la prensa lo hubiera sabido todos estaríamos enterados. Es extraño que no haya nada sobre ti cuando siempre investigan hasta el día en que tus padres te procrearon. — Los dos rieron. — No te rías, es cierto – replicaba Tae.

— Bueno digamos que en eso está la mano de mi familia, creo que es lo único que les he pedido en toda mi vida desde que recuerdo y me lo han cumplido. No quería que se pensara que entraba a la compañía y subía por contactos familiares. Estar bajo la sombra del nombre de una familia importante puede repercutir de forma negativa en el medio, es por ello que no conversé con nadie respecto a eso. Me ayudó también que mis padres jamás me expusieran, todos saben que tienen un hijo pero no que soy yo y así quiero que permanezca.

— ¿Y a Kai? — Hizo una pausa mirando a Kook. — ¿No lo trajiste aquí? — La sonrisa en el rostro del otro se esfumó.

— No Tae, él sabía sobre mi familia sí, pero no de este edificio y lugar. Nunca supo que lo tenía. Ni siquiera yo lo he usado casi, así que imagínate, ¿a quién traería? Eres el primero que traigo y conoce este lugar. – Una amplia sonrisa se apoderó del rostro de Taehyung.

— Muéstrame todo el lugar. – Se levantó sonriendo, como un niño que iría a un parque diversiones.

— Primero terminemos de comer. – Sentó a su compañero tomándolo por la camiseta. – ¿Deseas quedarte aquí esta noche? A fin de cuentas estaremos solos en el dormitorio porque no hay nadie. – Esperaba que su amigo no se sintiera raro por quedarse ahí.

— Claro, no tengo problema con eso. Tampoco quisiera salir ahora con esta lluvia que no para y sin coche. — Tae se detuvo a pensar. — ¿Oye, no tienes auto? Ya que tienes este lugar la combinación perfecta sería tener un auto, nunca te he visto conduciendo.

— Sí tengo, — rió — definitivamente soy mejor conductor que tú — bromeó — pero no lo utilizo, está en casa de mis padres después de todo no lo necesitamos en realidad.

— En eso tienes razón, yo rara vez utilizo el mío. También lo tengo en casa de mis padres pero eso de que eres mejor conductor que yo tendríamos que comprobarlo alguna vez.

— Ya ves, algo más en común —reía — y tu oferta la acepto encantado. Ya veremos quién conduce mejor.

...

Jungkook le mostraba detalladamente su apartamento - si así se le podía decir - a su amigo, yendo por cada habitación. Taehyung se había enamorado del sitio y no era para menos, era algo así como su apartamento ideal.

Una espectacular araña de cristal, que se asemejaba a carámbanos suspendidos de las hojas, atravesaba la amplia sala de estar en ese Penthouse en el ático. Con tres habitaciones, una oficina, sala de multimedia, otra de tratamientos de spa privado, una cocina gourmet completa y una mesa de comedor para 10 personas se encontraban en el lugar.

— ¿Por qué tan grande? — Señalaba Tae a la mesa.

— Fue idea de mi madre que decoró todo. Ella cree firmemente que para mis cena de negocio o para cuando venga la familia o amigos tengo que tener suficiente espacio en casa. — Incluso él se reía de todo aquello pero no había ser en este mundo que le dijera no a su madre.

Continuaron el recorrido por aquella vivienda decorada con seda y cerámicas coreanas tradicionales con detalles inspirados en los patrones coreanos modernos en tonos de azul cálido y azul cálido Kingfisher. Era el color preferido de Jungkook y su madre todo una vida decoraba sus cosas utilizando ese color por ende el Penthouse  no fue la excepción.

Como características únicas contaba un sistema estéreo de calidad audiófila con sonido envolvente 5.1 que tocaba en ese momento la canción Make It Count de Chen que Kook había colocado en su móvil y compartía por Bluetooth. Además de eso tenía también un touchpad controlador de iluminación y ventanas.

Una de las cosas que más le había gustado a Taehyung del lugar era el baño. Amplio e impoluto que incluía una bañera de gran tamaño y una ducha de vapor. Además, una sauna que permitía la experiencia completa de spa. Era curioso como un televisor de 32 pulgadas se encontraba sobre la profunda bañera. La mente del menor no pudo controlar la lluvia ideas y pensamientos lascivos que lo invadieron. Sus mejillas se ruborizaron levemente mientras que ampliaba sus labios en una sonrisa oculta. La ducha de efecto lluvia estaba separada con un espejo afeitado y otras comodidades de alta tecnología que presentaba ese baño principal revestido en mármol italiano.

El tamaño era enorme con 413 m², amplias habitaciones que incluían dos camas King y dos dobles, teniendo el más pequeño, que podría ser el cuarto más grande de cualquier departamento una cama supletoria. Fácilmente podrían quedarse allí seis adultos y dos niños.

Los puntos de vista eran simplemente maravillosos, se podía disfrutar del panorama a la ciudad.

Ahí parados junto a la ventana, viendo las luces que parecían estrellas y la lluvia cayendo se encontraban ellos, en silencio. Jungkook miraba fijamente por las ventanas cuando sintió unas tibias manos rodear su cintura...

Hasta aquí el capítulo de hoy,
Esperen el próximo capítulo que se que a muchos les gustará.

Me han pedido que explique las palabras coreanas que incluyo así como que muestre imágenes de los lugares en los que me inspiro. Puesto que ya no vivo en Corea se me hará difícil grabarles los lugares pero estaré mostrando los lugares más emblemáticos mediante fotografías.

(Parque o bosque de Seul)

*Vkook en el parque* Créditos de la edición a Hisa Sihun

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